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Revista de Ciencias Ambientales (Trop J Environ Sci). (Julio-Diciembre, 2018). EISSN: 2215-3896. Vol 52(2): 171-183.

DOI: http://dx.doi.org/10.15359/rca.52-2.10

URL: www.revistas.una.ac.cr/ambientales

EMAIL: revista.ambientales@una.cr


Modelo de desarrollo sostenible para tres pequeñas comunidades en Costa Rica

Sustainable Development Model for Three Small Communities in Costa Rica

María José Chassoul-Acostaa y Claudia Charpentierb

Recibido: 11 de diciembre, 2017. Aceptado: 17 de mayo, 2018. Corregido: 22 de mayo, 2018. Publicado: 1 de julio, 2018.

Resumen

Como una alternativa de solución a los problemas económicos, sociales y ambientales en comunidades rurales, en este artículo se plantea un modelo de desarrollo rural endógeno sostenible (DRES), enfocado en el manejo de residuos por medio de ecotecnologías y la generación de actividades productivas. El DRES se visualiza como un proceso emprendedor e innovador que le permite a la comunidad local mejorar la condición de vida mediante el establecimiento de actividades económicas y socioculturales al utilizar básicamente sus propios recursos, pero con la apertura necesaria para modificar e integrar conocimientos externos. Incluye el crecimiento y el desarrollo económico, el bienestar social y la conservación del medio natural. En este modelo, la mejora de la condición de vida se consigue mediante la utilización de las capacidades que han desarrollado los habitantes o por la obtención de nuevas competencias, que les permita utilizar los recursos disponibles en la zona.

Palabras clave: agroindustria rural; competencias; desarrollo rural endógeno; ecotecnologías.

Abstract

As an alternative solution to economic, social and environmental problems in rural communities, this article proposes a model of sustainable endogenous rural development (DRES), focused on the management of waste employing eco-technologies and the generation of productive activities. The DRES is seen as an entrepreneurial and innovative process that allows the local community to improve their living conditions by establishing economic and socio-cultural activities using, basically, their own resources, but with the necessary openness to modify and integrate external knowledge. It includes economic growth and development, social welfare and the conservation of the natural environment. In this model, the improvement of the living condition has been achieved through the use of the capacities that allow the use of the resources available in the area.

Keywords: agro rural industry; competences; ecotechnologies; endogenous rural development.

1. Introducción

Las comunidades de Cerrillos, Sabana Bonita y Peñas Blancas se localizan en la subcuenca del río Jabonal de Esparza, Puntarenas, Costa Rica. Cuentan con una población estimada de 227 habitantes, quienes se dedican principalmente a la actividad ganadera, tanto de leche como de carne. Aproximadamente el 42 % del suelo de la subcuenca se utiliza para fines agropecuarios, principalmente ganadería (33 %) y el 58 % restante posee cobertura boscosa. Sus habitantes son productores, en su mayoría, de subsistencia los cuales cuentan con recursos mínimos para satisfacer las necesidades familiares y de producción, lo que no les permite tener una buena condición de vida, y les limita el nivel educativo y el acceso a bienes y servicios. Esta situación ha provocado problemas ambientales en la zona, principalmente en el suelo y el agua.

Con la finalidad de conocer el tipo de desarrollo presente en estos poblados y determinar si de alguna manera se cumplen parámetros de desarrollo sostenible (DS), Chassoul (2015a) realizó un diagnóstico socioeconómico y ambiental en estos poblados. Este incluyó tres actores principales: comunidad, organizaciones comunales e instituciones presentes en la zona. En la comunidad determinó el nivel de desarrollo a partir de variables de sostenibilidad y educativas. En las organizaciones valoró la participación en el nivel comunal. En las instituciones evaluó la disposición y la posibilidad de participación. Como resultado de este diagnóstico se obtuvo un 71 % de cumplimiento en el nivel de desarrollo social, un 46 % en el económico y un 63 % en el ambiental; valores que demuestran que existe un desequilibrio entre los objetivos sociales, económicos y ambientales. Además, la condición de educación proambiental (actitud, conocimiento, habilidades y empoderamiento) no favorece el logro del desarrollo sostenible; idealmente, este busca que las tres condiciones sean cercanas al 100 % y se alcanza cuando lo económico, la equidad social y la sustentabilidad ambiental se encuentren en equilibrio. Por lo que concluyó que en estos poblados no existe un DS debido a los valores desiguales obtenidos entre las condiciones analizadas. El DS está en función de esos tres objetivos (Dourojeanni, 2000) y no se logra cuando uno de ellos es más elevado y afecta a los demás (Chassoul, 2015b).

La situación presente en estas comunidades, no se diferencia de otros lugares de América Latina. Tal como establecen Cordero-Salas, Chavarría, Echeverri y Sepúlveda (2003), las sociedades latinoamericanas enfrentan un problema de orden político en los modelos de desarrollo, en los cuales las instituciones reproducen las estructuras de concentración excesiva de poder económico y político. Históricamente, los programas desarrollados por los gobiernos, además de carecer de recursos y de coordinación interdisciplinaria e interinstitucional, están en contraposición con los verdaderos intereses locales, por lo que la pobreza rural es resistente a las políticas sectoriales diseñadas para disminuirla (Renault, 2010). Como ejemplo de esto, la CEPAL demostró que entre el 2014 y 2016 se registró un incremento de la pobreza en áreas rurales, con una presencia de 48.6 % de pobreza y un 22.5 % de pobreza extrema (CEPAL, 2017).

Diversos autores han planteado estrategias o manuales a seguir para mejorar la situación del desarrollo rural. Como ejemplo de esto, Dourojeanni (2000) estableció un manual que contiene procedimientos para su gestión; Sepulveda (2008) expone métodos específicos para territorios rurales y Renault (2010), presenta una guía para la formulación y gestión de planes de desarrollo rural sostenible. Sin embargo, todos involucran al Estado y sus políticas, factor que se desea dejar por fuera en el modelo propuesto. Esto debido a que se quiere lograr un modelo que sea fácil de implementar, que no requiera la modificación de estructuras políticas y que logre resultados rápidos para la población. Al igual que GRUPEDSAC (2003), se pretende incluir el uso de ecotecnologías para disminuir el daño al medio ambiente.

Como una alternativa de solución a comunidades rurales, en esta investigación se plantea el diseño de un modelo de desarrollo rural endógeno sostenible (DRES), enfocado en el manejo de residuos por medio de ecotecnologías y la generación de actividades productivas, que le permita a los habitantes de estos poblados mejorar la condición de vida y que atienda los aspectos más críticos presentes. En dicho modelo la mejora de la condición de vida se consigue mediante la utilización de las capacidades que han desarrollado los habitantes o por la obtención de nuevas competencias, que les permita utilizar los recursos disponibles en la zona.

El DRES se visualiza como un proceso emprendedor e innovador que le permite a la comunidad local mejorar la condición de vida, mediante el establecimiento de actividades económicas y socioculturales al utilizar básicamente sus propios recursos, pero con la apertura necesaria para modificar e integrar conocimientos externos. Incluye el crecimiento y el desarrollo económico, el bienestar social y la conservación del medio natural.

2. Metodología

2.1 Área de estudio

La investigación se realizó, entre los años 2012 y 2015, en la subcuenca del río Jabonal, cuenca del río Barranca, provincia de Puntarenas, Costa Rica. Específicamente, en los poblados de Cerrillos, Sabana Bonita y Peñas Blancas.

2.2 Marco conceptual utilizado para el diseño del modelo

El modelo propuesto analizó y utilizó elementos teóricos de desarrollo endógeno, rural, local y endógeno sostenible, planteados por diferentes autores (Martínez de Anguita, 2006; Vásquez Barquero, citado por Vergara, 2004; Grupo de trabajo de Gobierno de Noruega, citado por Bel y Cabaleiro, 2002). El desarrollo rural endógeno (DRE) se visualiza como un proceso emprendedor e innovador que le permite a la comunidad local mejorar la condición de vida mediante el establecimiento de actividades económicas y socioculturales al utilizar básicamente sus propios recursos, pero con la apertura necesaria para modificar e integrar conocimientos externos. Incluye el crecimiento y el desarrollo económico, el bienestar social y la conservación del medio natural. Además, el modelo se complementó con ideas de metodologías desarrolladas por otros autores (Renault, 2010; Sepúlveda, 2008; Grupedsac, 2003; Mirando y Matos, 2002 y Dourojeanni, 2000), y con elementos que permiten cumplir con las necesidades básicas establecidas por la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura y que hacen posible un futuro sostenible (OEI, 2014). Por lo tanto, el modelo propuesto ayuda a:

Este modelo está propuesto para trabajar con las personas interesadas y con los grupos organizados, quienes de acuerdo con Rendon y Herrera (2011), se denominan las “fuerzas del desarrollo”. Ellos conocen la problemática de la comunidad y desean realizar acciones que les mejoren su condición de vida sin depender, ni esperar ninguna ayuda del estado. Esta es una condición necesaria para el éxito, pues no hay que invertir tiempo en el convencimiento y la motivación de los participantes, los logros harán que otros se incorporen posteriormente.

Es un modelo en el cual las personas, a partir de su disposición al cambio, deciden qué actividades desean y son capaces de realizar. O sea, la mejora de la condición de vida se consigue mediante la utilización de las capacidades que han desarrollado o mediante la obtención de nuevas competencias, que les permita utilizar los recursos disponibles en la zona. Se entiende por competencia la combinación de conocimientos, habilidades y actitudes que se manifiestan en conductas específicas (Hollweg et al., 2011). Una vez que desarrollen las competencias necesarias, lograrán el empoderamiento; el cual se define como la capacidad real de tener el control para actuar, porque se han superado todas las barreras y porque se sabe qué hacer y qué esperar (Mata et al., 2009).

2.3 Diseño del modelo

El modelo se construyó para solucionar los principales problemas presentes en las condiciones social, económica y ambiental de las comunidades (Cuadro 1), obtenidos del diagnóstico socio-económico y ambiental (Chassoul, 2015a).

Cuadro 1. Priorización de los problemas presentes en las condiciones social, económica y ambiental de los poblados de Cerrillos, Sabana Bonita y Peñas Blancas

Social

Económico

Ambiental

Educación no formal no estructurada.

Bajo nivel educativo.

No hay fuentes de trabajo para la mujer.

Reducida creación de empresas.

Bajo nivel tecnológico.

Carreteras lastradas.

No hay servicio de bus.

45 % familias pobres.

No hay tecnologías para tratamiento de residuos.

Capacitación ambiental carente o no estructurada.


Fuente: Chassoul (2015b)


Debido a que el desarrollo del modelo se centra en las actividades que pueden ser gestionadas y realizadas por los habitantes, sin tener que depender de una decisión política, la carencia de servicio de bus y las carreteras con lastre no se tomaron en cuenta. Se basó en la identificación de actividades productivas y el manejo de residuos que mejoren las condiciones de vida en un corto plazo y a partir de sus propios recursos. O sea, un modelo que ocasione la mejora de la condición económica de la población, que brinde trabajo a las mujeres y las personas jóvenes y que promueva un manejo adecuado de los recursos y los residuos. Al apoyar en la obtención de competencias de los habitantes, lo cual les puede permitir la mejora de la condición de vida actual. La propuesta de cada competencia partió de la evidencia obtenida en el estudio sobre sensibilización, actitudes, conocimientos, habilidades y empoderamiento necesarios para que la persona construya y reconstruya. El modelo se diseñó por etapas. Cada una de ellas fue validada antes de avanzar a la siguiente.

3. Resultados y discusión

3.1 Descripción del modelo

En la Figura 1 se muestra el modelo de desarrollo rural endógeno sostenible. Este establece que la comunidad puede mejorar su condición de vida por medio de la creación e implementación de iniciativas productivas locales y el uso de ecotecnologías para el manejo adecuado de los residuos. Tanto las iniciativas productivas como las tecnologías, para el manejo de residuos deben utilizar, principalmente, los recursos disponibles en la comunidad. Deben ser propuestas por grupos organizados o por individuos interesados, quienes conocen las necesidades de la comunidad y tienen una disposición al cambio. La implementación de estas alternativas de desarrollo, proporcionará a los habitantes mayor bienestar social, mejora en los ingresos económicos y en la preservación del ambiente. Todo lo cual llevará a una mejor condición de vida.


Figura 1. Modelo de desarrollo rural endógeno sostenible

Como actividades productivas locales se plantea la creación de pequeñas empresas de agroindustria rural, las cuales permiten agregar valor a la producción de la agricultura familiar, mejorar la dinámica económica de los territorios y mantener la seguridad alimentaria en las comunidades rurales. Lo cual aumenta y retiene en la zona el valor agregado de la producción. Algunas de estas son: la siembra y el procesamiento de hortalizas y legumbres, el turismo rural, la elaboración de productos envasados, el procesamiento de café, la cría de pollos y la siembra de plantas medicinales. Como ecotecnologías adecuadas para la zona, se propone el uso de biodigestores, biojardineras o biofiltros y lombricompost.

Es importante señalar que, aunque muchas personas muestren una disposición al cambio, o sea manifiesten el deseo de implementar actividades productivas o de manejo de residuos, en algunos casos, no pueden materializarlas debido a barreras de control (Charpentier, 2004), como son la falta de oportunidades, habilidades y recursos. Por tanto, lograr el empoderamiento de los habitantes que incluye la superación de barreras, por medio del desarrollo de competencias, es de vital importancia para el éxito del modelo.

3.2 Utilización del modelo

Para el desarrollo de iniciativas productivas locales sostenibles o la construcción de ecotecnologías, es importante seguir los pasos establecidos en la Figura 2. Los grupos organizados o personas interesadas en desarrollar actividades productivas o implementar ecotecnologías para el manejo de residuos, se reúnen para efectuar un autodiagnóstico. Puede ser realizado por ellos mismos y con el fin de conocer qué otras actividades productivas les gustaría formar, qué ecotecnologías desean construir, qué conocimientos y habilidades poseen y de qué recursos disponen en la zona. Este proceso debe ser asumido y dirigido por un equipo líder local, como puede ser una asociación o la unión de varias de ellas.

Figura 2. Pasos a seguir para el planteamiento y el desarrollo de actividades productivas sostenibles e implementación de ecotecnologías

Una vez identificadas las posibles alternativas productivas, se priorizan y se selecciona la que obtuvo mayor puntaje. Luego se desarrolla, se implementa y se realiza un monitoreo y evaluación periódica a las actividades ejecutadas, para medir el nivel de éxito alcanzado. Todas estas tareas pueden ser desarrolladas por los habitantes de la comunidad o solicitar ayuda externa, cuando lo consideren necesario. El detalle de los pasos a seguir y la explicación de cómo una comunidad lo puede realizar, se presenta en la guía “Actividades productivas sostenibles: guía para el autodesarrollo local” (Chassoul, 2015c), que se elaboró para las comunidades como parte de este estudio.

Las iniciativas productivas propuestas para que sean sostenibles deben cumplir con una serie de condiciones, las cuales se muestran en la Figura 3.

Figura 3. Condiciones necesarias para la propuesta e implementación de actividades productivas sostenibles

El apoyo externo es utilizado, cuando se considere necesario. Pero para conseguir que la comunidad, a partir de proyectos productivos e implementación de ecotecnologías, mejore su condición de vida, se requiere un proceso de empoderamiento de los habitantes; así lograrían que los integrantes de una comunidad desarrollen capacidades para lograr los cambios deseados. Este planteamiento coincide con el de Montero, citado por Silva y Martínez (2004). El proceso recomendado para obtener el empoderamiento, se muestra en la Figura 4.

Figura 4. Proceso de empoderamiento de los habitantes. Fuente: elaborado a partir de Silva y Martíne (2004, p. 39).

El empoderamiento se debe dar en tres niveles: el individual, el organizacional y el comunitario (Zimmerman citado por Silva y Martínez, 2004). Por lo cual, en este modelo para lograr el empoderamiento en el nivel individual, los habitantes deben desarrollar competencias, asumir roles y responsabilidades, aprender sobre toma de decisiones, resolución de problemas, manejo de recursos y sobre el trabajo con otras personas. Esto se puede lograr mediante la participación en organizaciones o actividades comunitarias, que puede requerir el aprendizaje de nuevas destrezas.

En el nivel organizacional el empoderamiento implica el fortalecimiento de la organización como un todo para lograr los objetivos y las metas como sistema, lo que significa generar procesos de liderazgo compartido, de capacitación de sus integrantes en función de los objetivos de la organización, de toma de decisiones y sistemas de comunicación y apoyo eficaces, sistemas de distribución de roles y responsabilidades según capacidad, la creación de entornos de intercambio de información y recursos, un modelo o estilo de gestión adecuada en función del crecimiento y del desarrollo organizacional, tal y como recomiendan Silva y Martínez (2004).

El proceso de empoderamiento de una comunidad local debe definirse en el nivel de las metas y de los procesos de evolución y cambio de esa comunidad como un colectivo social y sistema o unidad propia, con su identificación a un nosotros y sentido de pertenencia.

Asimismo, el empoderamiento de personas, organizaciones y comunidades es interdependiente y todos son causa y consecuencia uno de otro. Es difícil establecer límites entre el proceso de empoderamiento organizacional o comunitario y el empoderamiento en el nivel individual. Una comunidad se empodera a medida que lo hacen sus integrantes; además, el empoderamiento se logra al obtener las competencias en los tres niveles.

3.3 Competencias requeridas para la implementación de actividades productivas sostenibles y para el manejo de residuos

Dichas competencias en el nivel individual, organizacional y comunal se muestran en el Cuadro 2.

Cuadro 2. Competencias requeridas para la implementación de actividades productivas y para el manejo de residuos

Nivel

Implementación actividades productivas

Manejo de residuos

Individual

Gestiona actividades productivas sostenibles, para satisfacer necesidades individuales o grupales.

Brinda un tratamiento adecuado a los residuos generados en las viviendas y en las fincas al utilizar ecotecnologías.

Organizacional

Grupo productivo

Logra los objetivos y las metas como una unidad organizativa.

Asociación de desarrollo

Promueve y apoya proyectos productivos comunitarios, dirigidos a lograr el desarrollo social, ambiental, económico y cultural que les permita mejorar las condiciones de vida.

Grupo productivo

Brinda un tratamiento adecuado a los residuos generados por las actividades productivas al utilizar ecotecnologías.

Asociación de desarrollo

Propicia en los integrantes de la comunidad el manejo adecuado de los residuos generados en viviendas, fincas y grupos productivos que contribuyan a mejorar las condiciones de vida.

Comunal

Conoce las opciones y las posibilidades de participación en las actividades de la asociación.


Las competencias en el nivel organizacional se dividen en dos: para grupos productivos y para las asociaciones de desarrollo. El detalle sobre conocimientos, habilidades, actitudes y valores, indicadores y actividades a desarrollar para obtener cada competencia, se puede observar en Chassoul (2015a).

3.4 Mejoras a lograr con la implementación del modelo DRES

Con la implementación del modelo de desarrollo rural endógeno sostenible (DRES), enfocado en la generación de actividades productivas y el manejo de residuos por medio de ecotecnologías, las cuales, a su vez, se basan en la creación de competencias, se puede lograr una mejora en las condiciones social, económica y ambiental de los poblados, lo cual permite, un incremento en la condición de vida de sus habitantes (Figura 5).

Figura 5. Interrelación de mejoras logradas con la implementación del modelo DRES

4. Conclusiones

De acuerdo a lo planteado en la Figura 5, la creación de empresas de agroindustria rural permite dar un mejor uso a los recursos disponibles en la zona, diversifica la producción y crea fuentes de trabajo para mujeres y jóvenes, al permitir la equidad de género y el aumento del ingreso familiar. También, aumenta el nivel tecnológico, al requerir nueva maquinaria para la elaboración de productos. Al estar basado en la creación de competencias, permite la estructuración de un plan de educación no formal para las diversas actividades identificadas, lo cual aumenta el nivel educativo de la población.

El uso de ecotecnologías brinda alternativas más accesibles para el manejo adecuado de los residuos, al eliminar los problemas ambientales debido a esta causa. Además, promueve la instauración de nuevas empresas o la generación de nuevos empleos en las familias. Al basarse también en la creación de competencias establece un programa de capacitación estructurado, lo cual mejora el nivel de educación de la comunidad y disminuye los problemas ambientales. Por otra parte, la construcción de biodigestores, biojardineras o producción de lombricompost, les permite a los habitantes conocer y empoderarse sobre la construcción y el uso de tecnologías alternativas para el manejo de los residuos. Ejemplo del beneficio ocasionado por el uso de las ecotecnologías, es el uso de biodigestores, los cuales permiten un ahorro en la compra de gas y una opción de disminuir la contaminación ocasionada por la boñiga. Por otra parte, la utilización de la boñiga para la producción de lombricompost, disminuye el gasto en la compra de fertilizantes, genera un ingreso por la venta de este y brinda la posibilidad de creación de una empresa familiar que da trabajo a varios de sus integrantes.

El modelo puede ser implementado en otras comunidades rurales de Latinoamérica; no obstante, es necesario analizar antes si este requiere adaptarse al contexto específico donde se va a utilizar. Los resultados obtenidos de la implementación de este modelo, serán el tema central de un próximo artículo.

5. Agradecimientos

Las autoras expresan su agradecimiento a los integrantes de la Asociación Pro Cuenca Río Jabonal, Asociación Pro Vivienda, Acueducto Rural, Desarrollo Social Agropecuario de Sabana Bonita, Cerribán S. A., Asociación de Desarrollo Integral de Cerrillos de Esparza, Asociación de Desarrollo Específica Pro Mejora Comunal de Peñas Blancas y a la comunidad en general, por el apoyo en el diseño de este modelo. También, agradecen a las Coordinaciones de Investigación y de Acción Social de la Sede de Occidente de la Universidad de Costa Rica, por el apoyo financiero y logístico brindado a la ingeniera Chassoul. Finalmente, agradecen a la revista y personas revisoras anónimas por sus comentarios en la versión final del documento.

6. Referencias

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a Especialista en ciencias naturales para el desarrollo, ingeniera industrial y profesora de la carrera de Ingeniería Industrial de la Universidad de Costa Rica, Costa Rica. maria.chassoul@ucr.ac.cr

b Especialista en recursos naturales, bióloga y educadora ambiental. Pensionada de la Universidad Nacional, Costa Rica y tutora en el Doctorado de Ciencias Naturales para el Desarrollo (DOCINADE), Costa Rica. ccharpen@gmail.com


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