Revista Bibliotecas Vol. XXXII, No. 2 jul-dic., 2014 pp.1-15


Las tecnologías de la información y comunicación en sustitución de la biblioteca escolar para atender las necesidades y competencias de información en escuelas de Puerto Rico: limitaciones y aprendizajes

Information and Communication technologies as a substitute of school libraries to address the needs and information competences at schools in Puerto Rico: limitations and lessons learned

Ed.D. José Sánchez Lugo
Escuela Graduada de Ciencias y Tecnologías de Información,
Universidad de Puerto Rico
jose.sanchez18@upr.edu

MIS Karen Denise Centeno Casillas
Departamento de Educación Bibliotecaria de Consultora Educational
Technical College EDUTEC, Puerto Rico
karen.centeno@gmail.com

Resumen

Los retos actuales exigen que los estudiantes desarrollen destrezas y competencias que les permitan utilizar la información de forma efectiva. En Puerto Rico existe un grupo de escuelas públicas donde los estudiantes han demostrado altos niveles de ejecución en las pruebas estandarizadas de aprovechamiento académico aunque no cuentan con una biblioteca en sus planteles. Esta investigación, tuvo como interés principal conocer las prácticas que se llevan a cabo en esas escuelas para atender la promoción de la lectura y el desarrollo de las competencias de información. Los investigadores entrevistaron a diez (10) directores de estas escuelas. Los resultados revelan que: 1) el éxito académico de estas escuelas depende fundamentalmente de esfuerzos e iniciativas individuales y grupales con tecnologías de información y comunicación; 2) no existe esfuerzo sistemático para el desarrollo de las competencias de información y; 3) se reafirma el deseo y la importancia de contar con bibliotecas en sus planteles.

Palabras claves:

Bibliotecas escolares, Escuelas sin biblioteca, Estrategias de enseñanza, Prácticas bibliotecarias, Competencias de información, Tecnologías de información y comunicación.

Abstract

Our society demand from our students skills and competencies that allows them to address challenges in an informed and effective way. In Puerto Rico, there are public schools whose students historically demonstrate a high academic achievement in the standardized tests. A considerable number of these schools do not have a library on their school grounds. This study was focused in unearthing the practices applied at these schools to address areas like promoting reading skills and the development of information competencies among its students. Through a qualitative approach, researchers interviewed 10 school directors from such schools. Results indicate that; 1) academic achievement at these schools are based in a collective and individual initiatives in which information and communications technologies play an important role; 2) there are no systematic effort to develop information competencies and :3) they reaffirm their desire and recognize the importance of having a library in their school grounds.

Keywords:

School libraries, Schools without libraries, Teaching strategies, Library practices, Information competencies, Information and communication technologies.

Introducción

Las bibliotecas escolares son los espacios tradicionales en el contexto de la educación elemental y secundaria, en los cuales se promueve el aprecio por la lectura y se inicia a los niños y jóvenes en el proceso de desarrollo de competencias de información (CI) para que esta actividad contribuya a su formación como estudiantes y ciudadanos. Como docentes e investigadores, los autores han tenido contacto con escuelas, maestros, directores y estudiantes. En ese contexto de trabajo, se identificó una situación peculiar; la existencia de escuelas públicas que, siendo académicamente exitosas, no cuentan con una biblioteca escolar en su plantel.

La revisión de literatura muestra gran cantidad de estudios en torno al desempeño académico estudiantil y la aportación de las bibliotecas escolares a este. Sin embargo, no se encontró evidencia de artículos que traten el tema de escuelas que no cuentan con biblioteca escolar. Los estudios de impacto realizados por Keith Curry Lance desde principios de 1990, documentan la importancia de la existencia de las bibliotecas escolares ya que enlazan el aprovechamiento académico de los estudiantes y el programa de biblioteca escolar. Estas investigaciones, que comenzaron evaluando el impacto de la biblioteca escolar en Colorado, han sido replicadas en alrededor de veintidós (22) jurisdicciones de Estados Unidos (EU) y Canadá. Una gran variedad de investigaciones se han realizado en este campo.

Los estudios llevados a cabo en las pasadas dos décadas muestran que tanto en Colorado como en el resto de Estados Unidos, los estudiantes en escuelas que cuentan con maestros bibliotecarios tienen mejores puntuaciones en las pruebas de ejecución de lectura, comparados con aquellos estudiantes en escuelas que no cuentan con profesionales cualificados en esta área. El aumento en las puntuaciones de lectura existe independientemente del nivel socio-económico del estudiante.

Library Research Service (2013) presenta los hallazgos de los estudios de impacto a nivel nacional, aún en las escuelas que habían sufrido una reducción de personal entre 2004 y 2008, las puntuaciones estandarizadas de lectura de los estudiantes fueron mejores en escuelas que mantuvieron o ganaron una plaza de bibliotecario escolar durante este periodo de tiempo. Otras características de las bibliotecas escolares que los estudios asocian a mejores resultados en las pruebas estandarizadas incluyen:

- Maestros bibliotecarios enseñando destrezas de información a los estudiantes
- Personal bibliotecario cualificado
- Planificación colaborativa entre el maestro bibliotecario y los maestros
- Horario de servicio y personal extendido
- Maestros bibliotecarios proveyendo capacitación a los maestros
- Colección de recursos amplia y actualizada
- Mayor cantidad de visitas de los estudiantes a la biblioteca
- Horario de programación flexible
- Mayor presupuesto

La revisión de la literatura realizada por Lonsdale (2003), buscó identificar las fortalezas y debilidades demostradas en estos estudios, y cómo estos hallazgos se podían relacionar en el contexto australiano, de manera que se pudieran sugerir estrategias para futuras investigaciones en el ámbito de las bibliotecas escolares de ese país. El aprovechamiento académico es medido en términos de ejecución en pruebas estandarizadas en lectura, alfabetización o el aprendizaje en general de los estudiantes. En general, la revisión de literatura confirmó la necesidad de más estudios en Australia sobre el rol de la biblioteca escolar y el maestro bibliotecario en la enseñanza de los estudiantes, siendo esta una estrategia para que se valore el perfil profesional del personal bibliotecario a la hora de desarrollar políticas institucionales en la comunidad escolar.

La Organization for Economic Cooperation and Development (OECD) publicó los resultados obtenidos por estudiantes de Estados Unidos en las pruebas Programme for International Student Assessment (PISA), realizada en 2012. En esta edición de la prueba participaron estudiantes de quince (15) años de edad de sesenta y cinco (65) países, cubriendo las destrezas en tres áreas principales: lectura, matemáticas y ciencias.

Los resultados de la prueba para los estudiantes de Estados Unidos en el área de lectura en el año 2012 le colocaron en el lugar diecisiete (17), que es cerca del promedio (OECD, 2013). Cuando analizamos el desarrollo de este tipo de destrezas, entendemos que estas forman parte de las CI, que es una de las áreas de trabajo de la biblioteca escolar.

Una administración de las pruebas PISA realizada con participación de estudiantes puertorriqueños en el 2012, igualmente identificó áreas de bajo aprovechamiento al compararse con los países participantes. En el área de lectura Puerto Rico obtuvo 404, mientras que el promedio de los países de la OECD fue de 496. Hay que destacar, sin embargo, que fue el renglón donde más fortalezas exhibieron nuestros estudiantes en relación con las matemáticas y las ciencias. (OECD, 2014).

En Canadá, Blackett y Klinger (2006) presentan algunos de los hallazgos sobre la ejecutoria de los estudiantes en las pruebas estandarizadas y el personal de las bibliotecas escolares y sus recursos. Las pruebas estandarizadas midieron el nivel de proficiencia académica en las áreas de lectura, escritura y matemáticas de estudiantes de tercero (3ro) y sexto (6to) grado de nivel primario en el año escolar 2014-2015. A su vez, la organización People for Education (PFE) realizó una encuesta de escuelas voluntarias en los años 2004-2005. La encuesta contenía preguntas sobre el personal bibliotecario, horarios, colección de recursos y la recaudación de fondos.

El estudio reveló que los estudiantes de escuelas que no cuentan con personal profesional tienden a tener una puntuación menor en las pruebas estandarizadas en ambos grados en el área de lectura. Los estudiantes de escuelas que cuentan con personal profesional bibliotecario tienen una mayor proporción de estudiantes en el sexto (6to) grado que alcanzan los estándares de lectura requeridos. Respecto al aprecio por la lectura, algunos de los resultados muestran que la presencia de un maestro bibliotecario es un predictor único que apoya el desarrollo de esta actitud en los estudiantes de ambos grados. La falta de personal bibliotecario se asoció a poca motivación de los estudiantes hacia la lectura.

El Comité de Educación y Empleo de la Casa de Representantes del Gobierno de Australia (2011) realizó una investigación sobre el papel, pertinencia y recursos de las bibliotecas escolares y maestros bibliotecarios en las escuelas públicas y privadas de Australia. Dentro de las áreas de investigación en este reporte, se destaca el conocer el potencial futuro de las bibliotecas y bibliotecarios escolares y cómo contribuyen a mejorar el rendimiento educativo y de la comunidad, en especial la alfabetización. Otro aspecto importante es el impacto y potencial de las tecnologías para mejorar y apoyar el rol de las bibliotecas escolares y bibliotecarios.

Las conclusiones de este estudio enfatizan la contribución significativa que tiene para las escuelas contar con una biblioteca bien equipada y con personal bibliotecario cualificado. Se establece que la importancia del trabajo realizado por los maestros bibliotecarios se ha erosionado y se ha desvalorado su contribución a través de los años. La profesión ha estado sujeta a competir con otras prioridades educativas donde los directores luchan cada vez con un presupuesto más limitado. Una de las conclusiones más importantes de este estudio es el papel que el maestro bibliotecario desempeña en la educación de los futuros ciudadanos del mundo, que deben tener no solo conocimientos técnicos, sino ser ciudadanos cibernéticos responsables, capaces de discernir el valor y mérito de la abrumadora cantidad de información que se encuentra en línea (House of Representatives Committees, p. 118).

Por otro lado, Marzal, Cuevas y Colmenero (2005), afirman con toda claridad la importancia de la biblioteca escolar como centro de recursos para el aprendizaje (CRA):

El actual sistema educativo debe cambiar y adaptarse a la realidad del siglo XXI, de la misma manera que otros sectores estratégicos de la sociedad, la política y economía han ido transformando sus estructuras para adaptarse a las nuevas exigencias socioeconómicas… En el eje de este cambio se sitúa la Biblioteca Escolar, cuyo modelo funcional y organizativo pasa de tener un papel meramente auxiliar a un modelo plenamente integrado en el currículum, con una participación activa en el proceso pedagógico y en las tareas de apoyo a la alfabetización que la sociedad hoy demanda ( p. 9).

En el caso de España, Baró y Maña (2013), compararon los datos de un estudio del nivel de satisfacción de parte de equipos directivos, profesores, responsables de biblioteca y alumnos de bibliotecas escolares del año 2011 con un estudio anterior realizado en el 2005. Los resultados del 2011 reflejan un mayor grado de satisfacción entre los sujetos del estudio.

Algunos datos que se documentan en la investigación muestran que en 2006 la Ley Orgánica de Educación (LOE) contempla, por primera vez, la existencia de bibliotecas escolares. Según establecen las autoras, la ley dispone que las escuelas cuenten con una biblioteca escolar: “con el doble objetivo de contribuir a fomentar la lectura y facilitar el acceso a información y otros recursos para el aprendizaje de las demás áreas y formar en el uso crítico de los mismos” (p. 107). Otros datos del estudio reflejan que “las bibliotecas escolares españolas no tienen generalmente personal especializado. En 2011, eran atendidas por profesorado – preferiblemente del área de lengua y literatura, que ha recibido algún tipo de formación básica en ochenta y un porciento (81%) de los casos (p. 107)”.

En Washington, Scott y Plourde (2007), presentaron un estudio que tuvo como fin diseñar un plan de destrezas de información integrado al currículo para estudiantes de una escuela elemental del estado. Su propósito fue mejorar, apoyar y profundizar el aprendizaje de los estudiantes integrando las destrezas de información a las diversas áreas académicas. Esta escuela presentaba la situación de estudiantes con bajas puntuaciones en lectura y escritura en las pruebas estandarizadas. El programa de biblioteca escolar del distrito y de la escuela, no contaba con un plan curricular consistente, resultando en actividades de destrezas integradas esporádicamente a los estándares. Aún las lecciones integradas a los estándares de biblioteca se enfocaban más en estos y no en lograr un proceso de aprendizaje efectivo de los estudiantes.

Como parte del diseño del plan curricular, los investigadores tomaron en cuenta estudios previos que apoyan la conexión entre un programa de instrucción bibliotecaria de calidad y el progreso académico de los estudiantes. Otros aspectos a considerar fueron los estándares del Estado, los estándares de destrezas que se describen en Information Power, (AASL & AECT, 1998), y los estándares de tecnología para estudiantes del Estado. Se diseñaron las unidades de destrezas divididas por niveles de grados incluyendo actividades sugeridas con cada unidad. La biblioteca debía ser parte integrante y significativa del currículo y de la vida académica de los estudiantes. El estudio concluye destacando la importancia del desarrollo de un plan de integración de biblioteca escolar que sea consistente, y donde se pueda evidenciar el progreso de los estudiantes en el desarrollo de las destrezas de información. Al final del proyecto la escuela funcionaba como un centro de aprendizaje profesional donde el maestro bibliotecario era parte del equipo de liderazgo para dirigir a los estudiantes en su aprendizaje.

La situación descrita en este estudio se asemeja en varios aspectos al caso de Puerto Rico. A pesar de todos los esfuerzos realizados por el Departamento de Educación de Puerto Rico (DEPR) para cumplir con los requerimientos de la Ley No Child Left Behind (NCLB), cada año un gran número de nuestros estudiantes no alcanzan las puntuaciones requeridas en las PPAA. Aunque el Programa de Servicios Bibliotecarios y de Información (PSBI) desarrolló en el año 2007 una Guía para integrar las destrezas de información al currículo, esta es insuficiente para estructurar y orientar el desarrollo de las CI en los diversos niveles. Esto provoca que los propios maestros bibliotecarios diseñen actividades de integración individuales no necesariamente consistentes y articuladas a los estándares establecidos del Programa.

En Carolina del Sur, Shannon (2009) realizó una investigación para determinar cuáles son los criterios que los directores utilizan a la hora de contratar bibliotecarios escolares; cuáles son las competencias que ellos consideran necesarias en un bibliotecario escolar y su nivel de satisfacción sobre el desempeño de los maestros bibliotecarios que trabajaban en ese momento en sus escuelas. El proyecto constó de un cuestionario enviado por correo electrónico a todos los directores de escuelas de K-12.

Los resultados indican que los directores apoyan las competencias de los bibliotecarios escolares según definidas en el documento Information Power, que son los estándares nacionales establecidos por los programas bibliotecarios en los Estados Unidos. Entre los hallazgos más importantes se destaca que el apoyo del director es indispensable para el éxito de cualquier programa de biblioteca escolar. En el caso de las escuelas que no cuentan con biblioteca escolar, la importancia que le otorgue el director a la biblioteca puede hacer una diferencia al momento de gestionar la misma.

Una diferencia en relación con este estudio y el proceso de contratación de maestros en las escuelas públicas de Puerto Rico, incluyendo los maestros bibliotecarios, es que el proceso de contratación se lleva a cabo de acuerdo con un registro de candidatos elegibles, que el DEPR establece siguiendo criterios específicos respecto a la preparación académica de cada candidato, experiencia en el campo y certificación vigente en su categoría. Por lo tanto, la determinación de contratar un candidato es una decisión que no recae sobre el director ni el superintendente escolar.

En Puerto Rico, son muy pocas las publicaciones encontradas en nuestra revisión de estudios realizados en torno a la importancia de la biblioteca escolar en el aprovechamiento académico de los estudiantes. Figueras (2007) identifica algunos ejemplos de programas de desarrollo de CI integrados al currículo en bibliotecas escolares de Puerto Rico y ofrece recomendaciones para la implantación de un programa exitoso de enseñanza de estas destrezas.

Sánchez y Centeno (2014) estudiaron las prácticas educativas implantadas para el desarrollo de CI en la biblioteca escolar en Puerto Rico. En esta investigación se identificaron escuelas públicas y privadas con un alto reconocimiento por su calidad educativa. Se entrevistaron los bibliotecarios de dieciséis (16) escuelas, ocho (8) públicas y ocho (8) privadas. Las escuelas públicas seleccionadas siempre han cumplido con los estándares académicos establecidos por la Ley NCLB y nunca habían estado en Plan de Mejoramiento. En las escuelas privadas se incluyeron aquellas que han sido identificadas por su prestigio en cuanto a su calidad entre la comunidad académica del país.

El estudio reveló interesantes hallazgos en torno a las prácticas exitosas que los bibliotecarios entrevistados informaron a fin de facilitar el desarrollo de competencias informativas en estudiantes así como la importancia de la coordinación con los maestros y la relevancia y la pertinencia de las tareas del salón de clase. En el proceso de seleccionar las escuelas públicas que nunca han estado en Plan de Mejoramiento y, por lo tanto, son consideradas como escuelas exitosas que formarían parte de la muestra, los investigadores se percataron de la gran cantidad de estas escuelas que no cuentan con biblioteca escolar. La curiosidad de este hallazgo inesperado motivó la investigación que aquí se reseña.

Objetivos, población y muestra

En Puerto Rico existe un grupo de escuelas públicas cuyo desempeño en las Pruebas Puertorriqueñas de Aprovechamiento Académico (PPAA) ha demostrado ser efectivo al punto que nunca han sido conminados a tener un Plan de Mejoramiento. En el año 2012, por ejemplo, los datos al alcance del equipo investigador indicaban que ochenta y siete (87) escuelas alrededor de la isla nunca han estado en dicho proceso.

De este conjunto de escuelas públicas que se identificaron y que nunca han tenido que generar este plan, hay un porciento considerable que no posee en sus facilidades una biblioteca escolar. El estudio se enfocó en estas escuelas. Por cada una de las siete (7) regiones educativas de la isla se seleccionaron dos (2) escuelas de forma aleatoria. Una de las regiones solo contaba con una (1) escuela que cumplía con el criterio de nunca haber estado en Plan de Mejoramiento. En otras tres (3) escuelas, las entrevistas no pudieron llevarse a cabo y no fue posible su sustitución lo que redujo la muestra a un total diez (10) escuelas. Los investigadores estudiaron las formas en que estas escuelas atienden las necesidades de información que de otra manera atendería una biblioteca escolar, principalmente el desarrollo de las CI y el aprecio por la lectura. Específicamente los objetivos de la investigación eran:

- Documentar y describir las iniciativas particulares que las escuelas generan para trabajar sin bibliotecas.
- Identificar estrategias para atender las necesidades de información de los miembros de la comunidad escolar.
- Acopiar un inventario de iniciativas de servicio y programas de capacitación en competencias informativas de aquellas comunidades escolares que no cuentan con una biblioteca en el plantel.

- ¿En qué formas se atienden las necesidades de información de una comunidad escolar si no se cuenta con una biblioteca escolar en el plantel?
- ¿Qué posibles explicaciones se pueden generar para que escuelas sin bibliotecas sean exitosas en sus metas académicas?
- ¿Qué impacto ha tenido la ausencia de una biblioteca escolar en el desarrollo lector en las escuelas participantes?

Método y recopilación de datos

El estudio se diseñó a partir del paradigma cualitativo en el cual se buscaba profundizar en las prácticas que se llevan a cabo en las escuelas que no tienen una biblioteca en su plantel pero que aun así, su práctica académica les permite alcanzar las metas establecidas por la Ley NCLB según demostradas en los resultados de las PPAA. Este conjunto de escuelas, según establecido previamente, logra alcanzar, año tras año, una ejecución del nivel de excelencia, lo que las separa de la inmensa mayoría de los planteles escolares públicos que se encuentran sujetos a un Plan de Mejoramiento desde hace varios años.

Para allegar los datos que permitieran analizar y generar conclusiones sobre las preguntas planteadas en el estudio, el equipo investigador optó por entrevistas a los directores de los planteles que formaron parte de la muestra. En esta entrevista los investigadores inquirieron sobre los tres aspectos fundamentales consignados en las preguntas de investigación que se detallan en la sección anterior.

Estas preguntas, que guiaron el estudio en su conceptuación e implantación, permitieron a los investigadores aplicar una metodología cualitativa en la cual se trató de conocer con algún nivel de profundidad lo que ocurre en estos planteles que les ha llevado a alcanzar los éxitos descritos anteriormente. A continuación se incluyen los hallazgos encontrados y más adelante las conclusiones a las que el equipo de investigadores llegó. Esta sección se organizó siguiendo las preguntas de investigación de forma tal que el lector tenga una mejor apreciación de la diversidad de situaciones e iniciativas tomadas por las escuelas y, a su vez, pueda identificar los elementos comunes a las mismas.

Resultados

Los resultados del proceso de recopilación de datos arrojaron interesantes elementos. La mayoría de las escuelas en la muestra comparten características particulares sin que fueran seleccionadas por éstas. Son escuelas que cuentan con poca matrícula de estudiantes, razón por lo que algunas de ellas se encuentran en peligro de ser cerradas a pesar de que los estudiantes obtienen buenas puntuaciones en las PPAA. Todas son de nivel elemental, lo que implica que no se identificó escuelas de nivel intermedio o superior que nunca hayan estado fuera del Plan de Mejoramiento desde que entró en vigor la Ley NCLB y que compartieran la característica de no tener una biblioteca en sus planteles.

En lo relativo al tema de las formas en que se atienden las necesidades de información que fue en realidad la motivación inicial para el estudio, el equipo pudo constatar que los maestros y directores de las escuelas visitadas tienen diversas formas de agenciarse recursos para atender el desarrollo de las CI de sus estudiantes. Es importante destacar que la mayoría de los entrevistados están conscientes de la importancia del dominio de estas destrezas y competencias para el éxito escolar de sus estudiantes, algo que no solo agradó al equipo investigador sino que resultó un elemento no esperado. Incluso se constató que personal no docente adscrito al plantel colabora en esta gestión: “Tanto la auxiliar administrativa como yo ayudamos a los estudiantes. También los maestros prestan sus computadoras a los estudiantes y a la comunidad para trabajar las necesidades de información.”

En los salones de clase es donde más intensamente se trabaja para subsanar la ausencia de la biblioteca. Los maestros están disponibles y abordan el reto de esta ausencia desde sus salones utilizando diversas estrategias: “Esta área se trabaja a través de los maestros en el salón de clases. Los maestros con las computadoras buscan información para los estudiantes. En la hora de almuerzo hay maestros que se quedan en el salón para ayudar a los estudiantes en la búsqueda de información”. “… usan los teléfonos en sus horas libres, en almuerzo, buscando palabras en su celular o iPod”. Pero no es solamente un sector de la comunidad escolar que se involucra en estas actividades: “… a veces al mediodía, padres, estudiantes y maestros buscan información en conjunto”.

De igual forma, los maestros toman medidas para garantizar en lo posible que los trabajos asignados sean producto de la labor de los estudiantes de manera autónoma. En ese sentido, “muchos de los trabajos especiales se hacen en el salón de clase, lo que garantiza que el trabajo es producido por el estudiante y no por papá o mamá.”

Los maestros y directores entrevistados, en su inmensa mayoría están conscientes de la importancia de que sean los propios estudiantes los que generen las tareas. Les preocupa instancias en que los maestros son quienes proveen la información al estudiante: “Es bien importante proveer esta información y enseñarles a buscar, no proveerles como lo estamos haciendo. El maestro trae la información al estudiante, no la buscan ellos y esto crea un abismo y desventaja porque no tienen desarrollado las destrezas de búsqueda de información que les ayudaría a tener un dominio del conocimiento, lo cual los limita.”

Realmente la labor de estas comunidades escolares resulta titánica, sin embargo, conscientes de su importancia demuestran un gran compromiso con el desarrollo de estas competencias en sus hijos y alumnos buscando recursos adicionales a los que ya ellos tienen. “Tenemos una propuesta llamada Proyecto Centro de Estrategias Tecnológicas, para mejorar el aprovechamiento. Es un laboratorio de computadoras. Los maestros los ayudan a buscar la información digitalmente” indica un director entrevistado. “Los grupos del “Kínder” a Tercero (K-3) tienen pequeñas áreas portátiles con libros, son unas mini bibliotecas surtidas de libros (Rincón de lectura)”.

Desde estas experiencias hasta la colaboración fuera de la escuela de aquellos afortunados que tienen servicio de “Internet” en sus casas y lo comparten con sus compañeros hasta los padres que los llevan en la medida de sus posibilidades a la biblioteca pública o municipal que en la más de las veces queda retirada de sus comunidades, se ve el deseo de aprender y la disposición solidaria de los sectores de la comunidad escolar. “Los estudiantes visitan la biblioteca municipal en el pueblo que está bastante lejos de la escuela. Está más cerca del siguiente pueblo que de nuestra comunidad”.

La necesidad y disposición de los estudiantes y maestros a trabajar con esta realidad se hace evidente en casi todos los planteles visitados. “El salón de tecnología se está utilizando como salón de Educación Especial, no hay nadie atendiéndolo. Ellos mismos (los estudiantes) buscan lo que necesitan. Hay un salón que tiene una enciclopedia y no se usa tanto. Ellos (los estudiantes) traen sus teléfonos, se conectan aquí.”. “Si no tiene acceso al material impreso y a las publicaciones o a internet es muy difícil que desarrolle estas destrezas que le ayudaran en su vida académica y profesional”.

Sin embargo, admiten abiertamente que no pueden suplir lo que una biblioteca atendería: “Las destrezas de biblioteca, ellos como tal no las tienen.” La biblioteca sería “súper importante, ya que habría una persona experta en el área que los puede ayudar mejor y estuviera a todas horas disponible para los estudiantes. También podría ayudar a los padres y la comunidad en general.” Evidentemente se valora la biblioteca y se estima necesaria para la vida académica del plantel y la comunidad.

Los directores no descansan en su empeño por dotar a su escuela de una biblioteca escolar: “Actualmente me comuniqué con la compañía Vernet1 para hacer una alianza para el desarrollo de un centro de información. Solicitamos un vagón el cual está adaptado para ser salón para así mover a la maestra de Educación Especial al vagón y utilizar su salón como biblioteca.” De acuerdo con los directores, los propios estudiantes demuestran interés por contar con una biblioteca en su escuela: “Mayormente me han expresado necesidad de la biblioteca los estudiantes de segundo (2do) y tercer (3er) grado. Son estudiantes de siete (7), ocho (8) y nueve (9) años, edad donde ya están dadas las computadoras, ellos hacen “PowerPoint”, pequeños informes, padres con acceso a estos recursos los utilizan aunque sea de manera básica…pero piden la biblioteca”.

La existencia de la biblioteca va más allá de asuntos de acceso a información. La educación que promueve el pensamiento crítico y la construcción del conocimiento de manera socializada y autónoma se afecta según nos indica uno de los entrevistados: “Los maestros proveen a los estudiantes la información lo que convierte la educación en una bancaria, como decía Freire, donde los estudiantes son entes pasivos donde se le ofrece todo dado, su proceso de búsqueda que los puede llevar a procesos de pensamientos que los capacitaría para ser críticos. Los procesos de análisis se dificultan en términos de la discriminación de información por que la información que recibe es la que le da el maestro. Ellos pueden discriminar la información que le da el maestro cuando tienen una biblioteca.” Es esta precisamente la aspiración de la biblioteca escolar en su intención de trabajar con las CI, lograr que los estudiantes se formen como seres críticos e interesados por su desarrollo como aprendices permanentes.

Lo interesante de esta situación y que resulta en una anomalía es que estos planteles han logrado aprobar exitosamente las pruebas de aprovechamiento administradas por el DEPR como parte de la aplicación de la Ley NCLB. Incluso muchas de ellas han recibido reconocimiento como “Escuelas de Excelencia” por el propio DEPR. ¿Cómo estas escuelas han alcanzado ese éxito? Los entrevistados nos dan su perspectiva: “Los maestros interactúan con los estudiantes, enseñanza individualizada. Los grupos no son grandes, el grupo más grande es el de “Kínder” (K) que tiene veintiún (21) estudiantes. Los grupos de cuarto (4to), quinto (5to) y sexto (6to) son grupos pequeños… Los maestros son bien diligentes y buscan la manera de cubrir esa necesidad”. Prácticamente existe unanimidad entre los entrevistados de que el rol de los maestros es esencial. Se utilizan diversas estrategias de enseñanza y se promueven variados estilos y formas de aprender: “Usamos la enseñanza cooperativa. No tenemos muchos recursos impresos pero sí la atención al estudiante. Yo misma los atiendo, los curo, que hablen con la directora, yo los escucho por más cargada que esté. Los padres me hicieron una monitoria, salí cien por ciento (100%) - matrícula, reuniones, talleres, gratuitos, actividades, encendido navideño fue de noche y ellos asisten…”.

En fin, es una comunidad en todo el sentido de la palabra. Quizás en eso estriba su éxito: “El gran compromiso de las maestras y algunos padres” se identifica como elemento esencial en el éxito escolar. “Los niños han salido bien en las pruebas porque los maestros se preocupan mucho de los estudiantes. Hay una caja llena de trofeos de estudiantes, nenes van a competir en competencias de matemáticas”. El éxito se debe a las maestras, indica una directora (…) “Desde agosto planifican las destrezas de grado y competencias de las pruebas puertorriqueñas. Se hacen competencias internas”.

Finalmente, en cuanto a lo que implica para estas escuelas la ausencia de una biblioteca en el desarrollo lector resulta sumamente revelador. Es importante destacar que estas escuelas son elementales y que el desarrollo por el aprecio por la lectura es uno de los estándares que el PBSI del DEPR enfatiza. Esto porque está muy claro que la base para el desarrollo intelectual y académico de estos estudiantes es el dominio y aprecio de la lectura. Ante esto los informantes indican: “Entendemos que nos ayudaría en su formación académica y social”. “(…) mejorar la calidad de vida, de estos y de sus padres. Estos son aliados en la educación de sus hijos en fomentar los hábitos de lectura.”

La importancia de tener la experiencia de una biblioteca escolar se describe por varias de las entrevistadas: “Que estos (los estudiantes) puedan pasar por la experiencia para que en el futuro puedan saber cómo utilizar la biblioteca. Puedan crear estructura de estudio en la biblioteca, que estos disfruten la biblioteca y puedan utilizar ese espacio al cien por ciento (100%)”.

Al vincular la biblioteca al desarrollo lector plantean: “Entiendo que las destrezas de lectura se fomentan a través del acceso al material ya sea escrito de imprenta o a través de la red. Si el estudiante adquiere a través de la biblioteca las destrezas de búsqueda sabrá discriminar qué información es valiosa”.

Los entrevistados informaron que igualmente los maestros expresan el interés de contar con una biblioteca porque entienden que enriquecería su currículo y los ayudaría a actualizar la información académica, la expandiría. Además, el recurso del bibliotecario ayudaría a desarrollar hábitos de lectura a través de las actividades con los estudiantes y los padres y se podría establecer un centro de estudios para la comunidad en general: “Todos los maestros lo quieren”; declara una directora entrevistada. El mayor ejemplo de lo que estas comunidades escolares valoran la lectura como herramienta de aprendizaje y desarrollo cultural lo demuestra su disposición y actividad continúa en este renglón.

En estas escuelas no faltan los proyectos de lectura. “Tenemos un proyecto de lectura en la biblioteca de salón una vez a la semana.” Otro explica que tienen una actividad continua de “Lectura recreativa en el patio escolar”. Hay iniciativas como, “Léeme un cuento”. En otra escuela todos los viernes durante la mañana hay lectura recreativa en el salón de clase por una (1) hora. A través de estos proyectos los educadores quieren volver a fomentar el amor por la lectura que consideran se ha perdido. En las lecturas participa la facultad, padres, comunidad e invitados especiales.

Otros proyectos también son generados localmente. Por ejemplo, “Club de lectores de padres de tercer (3er) grado”, esta iniciativa es dirigida por un grupo de padres de estudiantes de tercer (3er) grado donde se fomenta la lectura en la escuela y en el hogar. El “Club de tutorías de tercer (3er) grado”. Este club fue creado para que los estudiantes de tercer (3er) grado que saben leer le ofrezcan tutorías y fomenten la lectura en los estudiantes de primero (1ro) y segundo (2do) grado.

En fin, los resultados de este estudio reflejan que las comunidades escolares visitadas son conscientes de la importancia y urgencia de trabajar esta dimensión del desarrollo cultural y lo están haciendo. Es opinión de la mayoría de los entrevistados que: “Todo centro educativo debe contar con una biblioteca, con el personal idóneo. Que la biblioteca sea viva, que no sea un lugar lúgubre, con un servicio mínimo…”. Esta conciencia también refleja un dejo de molestia y decepción ya que son testigos de que “Cada año según los resultados de las PPAA, los estudiantes van bajando sus puntuaciones y las escuelas no pueden mantenerse fuera del Plan de Mejoramiento. Podemos ver que el DEPR no está nombrando bibliotecarios, también podemos observar escuelas donde las bibliotecas se usan de almacén.” Se pueden resumir estos resultados en la frase de un director escolar entrevistado: “Sí, si no estamos en Plan de Mejoramiento… imagínate si tuviéramos una biblioteca… sería excelente”.

Conclusiones

De acuerdo con los hallazgos que se derivan de las respuestas de los entrevistados y de las observaciones del equipo investigador durante las visitas a las distintas escuelas se concluye lo siguiente:

1) A pesar de que existe un extraordinario esfuerzo orquestado por las escuelas para atender las necesidades de información de los estudiantes, no hay un esfuerzo concertado para desarrollar las CI según entendido por el PSBI y las mejores prácticas dentro del campo de la bibliotecología.

2) La aplicación de las TIC’s parece ser la respuesta más común de las escuelas ante la ausencia de una biblioteca escolar. Ciertamente existe un uso intenso de TIC’S, pero estas no están integradas a un programa para el desarrollo de CI, quizás por la ausencia de un profesional de la bibliotecología que pueda darle estructura y dirección a una iniciativa de esta naturaleza. Esto no niega de manera alguna que las tecnologías pueden y deben ser utilizadas e integradas para apoyar el desarrollo de CI, sobre todo en estudiantes que en un alto porcentaje tienen acceso a algunas tecnologías, sobre todo las móviles.

Cabe subrayar uno de los postulados de la Asociación de Bibliotecas e Información Australianas acerca de la importancia del rol del maestro bibliotecario:

Having access to electronic information can never replace the contributions to learning provided by teacher librarians. The role of school information services and teacher librarians are key factors in the improved delivery of curriculum outcomes, attainment of the goals of education, promotion of literacy and reading, information literacy, technology use in schools and the curriculum, cyber-safety education, provision of print and digital resources and lifelong learning (Australian Library and Information Association, p. 6).

Ha sido un antiguo postulado de los especialistas en tecnologías educativas la necesidad de diseñar su integración desde los objetivos de aprendizaje trazados por los educadores. Para el desarrollo de CI no es distinto. No se encontró evidencia de que esto se lleve a cabo de forma organizada, sistemática y estructurada en estas escuelas. Las TIC’s pueden apoyar el desarrollo de las CI si se diseña con ese propósito.

3) La evidencia apunta a que la ausencia de una biblioteca y de un profesional de la información resulta, de una parte en estas escuelas en el desarrollo de iniciativas que tratan de cerrar la brecha en el acceso y el manejo efectivo de las necesidades de información en los planteles. Sin embargo, aunque sin dudas hay logros significativos que apoyan y demuestran las capacidades de estas comunidades educativas para sobreponerse a esta carencia, no es suficiente según reconocido por ellos mismos y por esto su insistencia en la necesidad de contar con una biblioteca escolar en sus planteles.

Ante la continuada ausencia de bibliotecas en estas escuelas y en otras que no visitamos, pero que sabemos existen en nuestro sistema público, el equipo investigador sugiere diseñar, en colaboración y alianza entre el PBSI con la Unidad de Currículo y Tecnología del DEPR, una iniciativa de integración de las TIC’s orientadas al desarrollo de las CI entre estudiantes y maestros en estas comunidades escolares. A través de este esfuerzo se puede no solamente atender una carencia histórica en estas escuelas sino experimentar las formas en que las tecnologías pueden ser fuente de apoyo para el PSBI en aquellos planteles en los cuales no existen facilidades físicas bibliotecarias.

4) Tal y como se documenta en la literatura revisada y en la voz de los entrevistados en la presente investigación, el desarrollo del aprecio por la lectura sigue siendo un asunto de vital importancia en la educación de nuestros estudiantes. Es en el nivel elemental donde mejor se pueden desarrollar actitudes positivas hacia la lectura en los estudiantes de forma que al llegar al nivel secundario ya estos tengan dichos hábitos y puedan acceder la información que necesitan y utilizarla eficazmente para resolver sus necesidades de información. No se puede esperar que los estudiantes lleguen a una escuela intermedia o al nivel secundario con hábitos de lectura desarrollados y de uso efectivo de la información cuando nunca tuvieron la oportunidad de conocer lo que es una biblioteca escolar en el nivel elemental.

5) Sería ideal que todas las escuelas elementales pudiesen contar con bibliotecas escolares que sean de apoyo al maestro del salón de clase siendo parte central del proceso enseñanza-aprendizaje. Una vía para lograr esto es que, como en España, se establezca por ley el que todas las escuelas cuenten con bibliotecas en sus planteles (Baró y Maña, 2013). Aunque la Ley Orgánica del Departamento de Educación Pública de Puerto Rico del 1999 contempla al maestro bibliotecario como parte de su personal docente, no se establece que cada escuela debe contar con una biblioteca escolar en sus predios(Ley Orgánica de Educación de Puerto Rico, 1999).

Se entiende que son diversas las razones y las causas que no permiten que todas las escuelas cuenten con una biblioteca en sus planteles. Por lo tanto, es necesario buscar alternativas que apoyen la labor docente en su función de formación de estudiantes lectores críticos. Incluso, en aquellas escuelas que sí cuentan con una biblioteca, es imperativo buscar nuevas y mejores herramientas de forma que haya un acercamiento exitoso con los niños y jóvenes.

6) Para promover el desarrollo lector y el acceso a la información podría ser sumamente efectiva la incorporación de las tecnologías móviles. Muchos de los estudiantes ya cuentan con sus propios teléfonos celulares, que, a su vez, tienen acceso a “Internet” y se puede explorar la posibilidad de instalación de aplicaciones que permiten el acceso a libros digitales. Algunas de estas aplicaciones son gratuitas y cuentan con libros gratuitos, de acceso abierto o de bajo costo en diversos formatos. En la Internet también existe gran cantidad de libros digitales en diversos formatos que pueden ser accedidos desde computadoras de escritorio, laptops, teléfonos inteligentes y otros equipos.

Los dispositivos digitales móviles de lectura son igualmente opciones para integración que podrían ayudar a promover la lectura y serían de gran apoyo en el proceso educativo. Ya existen dispositivos y aplicaciones que cuentan con gran variedad de estos libros clasificados por temas y/o niveles de edad. Igualmente muchas casas editoriales cuentan entre su oferta con libros digitales de diversos temas y niveles de lectura que los usuarios con estos dispositivos pueden acceder.

Como se demuestra en un reciente estudio sobre este tema conducido por la Fundación SM (2014) que tuvo como propósito conocer el impacto de las tecnologías en el contexto escolar puertorriqueño. Según los resultados de esta investigación, sobre un sesenta por ciento (60%) de los estudiantes encuestados de escuelas públicas, privadas religiosas y privadas laicas de la isla indicaron que en relación a sus tareas escolares, hacen búsquedas rápidas en Internet y encuentran fácilmente lo que necesitan. Los investigadores afirman que “la calidad y la fiabilidad de la información a la que acceden no quedaron valoradas en la investigación” (p. 68). Esta aseveración lleva a los investigadores de SM a un alerta sobre “La arbitrariedad en la búsqueda de datos en Internet, y su uso abusivo, sin rigor ni verificación.”(p. 68).

En resumen, de acuerdo con los hallazgos y a los resultados, sustentados además en la literatura revisada, se puede establecer que si bien es cierto que las TIC’S pueden apoyar las gestiones orientadas al desarrollo lector y al desarrollo de CI, estas deben ser integradas desde el diseño de forma sistemática y con un claro propósito que articule la gestión de aprendizaje. Después de todo, ese es el propósito de integrar las tecnologías en contextos educativos.

Referencias bibliográficas

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