Revista Universidad en Diálogo • Vol. 12, N.° 1, Enero-Junio, 2022, 167-183 • ISSN 2215-2849 • EISSN: 2215-4752

Url: http://www.revistas.una.ac.cr/index.php/dialogo/index

Correo electrónico: universidadendialogo@una.cr

DOI: http://dx.doi.org/10.15359/udre.12-1.8

Reseña histórica después de veinticinco años de experiencia en el trabajo de asistencia veterinaria en comunidades indígenas de Costa Rica: una mirada hacia el pasado y una

proyección hacia el presente

Historical Review After 25 Years of Experience in Veterinary Assistance in Indigenous Communities of Costa Rica: A Look Into the Past and a Projection Into the Present

María José Villalobos Solís

Universidad Nacional

Heredia, Costa Rica

maria.villalobos.solis@est.una.ac.cr

Julia V. Rodríguez Barahona

Universidad Nacional

Heredia, Costa Rica

julia.rodriguez.barahona@una.cr

https://orcid.org/0000-0001-6780-0035

Recibido: 28/05/2021 • Aceptado: 30/09/2021

Resumen. Desde el año 1994 hasta la actualidad, la Escuela de Medicina Veterinaria (EMV) de la Universidad Nacional (UNA) ha participado en diversas actividades de extensión en las comunidades indígenas del país. Inicialmente, se conformaron dos grupos para atender las necesidades de enfoque veterinario en estas zonas. Sin embargo, para el año 2009, ambos grupos se unen con el fin de obtener una acción más complementaria. En el primer periodo (1994-2009) se visitaban las comunidades brindando servicios de castración y ovariohisterectomías, en conjunto con servicios de desparasitación (externa e interna), aplicación de vitaminas y tratamientos más específicos; las visitas se realizaban en un promedio de dos (Dr. Carlos Calleja Grau) o seis veces al año (Dr. Julio Murillo Barrantes), con una duración de 2-4 días y se atendían un aproximado de 300 animales anualmente.

En el segundo periodo (2009-2019) se redujeron los costos, ya que, debido a las condiciones de trabajo y en atención a las leyes de bienestar animal vigentes y a los requerimientos del Colegio de Médicos Veterinarios, se disminuyeron los procedimientos quirúrgicos y se enfocó en la medicina profiláctica, esto también favoreció el incremento en la frecuencia de las giras (un promedio de 12-15 al año), con una duración de 1-3 días, y una cantidad de 1000 animales atendidos por año. No obstante, en ambas situaciones, durante los veinticinco años de labor del proyecto, se reconoce la necesidad creciente de mantener una salud animal adecuada en estas áreas comprometidas y el rol fundamental de los y las profesionales en el ámbito de la salud pública para solventar las enfermedades zoonóticas o enzoóticas de estas zonas.

Palabras clave: reseña histórica, comunidades indígenas, medicina veterinaria

Abstract. Since 1994, the School of Veterinary Medicine (EMV) of the National University (UNA) has participated in numerous extension activities in indigenous communities. Initially, two groups were created to attend to the veterinary needs in these areas. However, in 2009, both groups came together to obtain a more complementary action. In the first period (1994-2009), communities were visited, providing castration services and ovariohysterectomies combined with deworming services (external and internal), application of vitamins, and more specific treatments. The communities have been visited an average of two (Dr. Carlos Calleja Grau) to six times a year (Dr. Julio Murillo Barrantes), with an interval of 2 to 4 days, and approximately 300 animals were attended annually. In the second period (2009-2019), costs were reduced. Because of the working conditions and in attention to the current animal welfare laws and the requirements of the College of Veterinarians, surgical procedures were reduced and focused on prophylactic medicine. This also favored the increase in the frequency of tours (an average of 12-15 per year), with a duration of 1-3 days and 1000 animals attended per year. However, in both situations, for the 25 years of the project’s work, the increasing need to preserve adequate animal health in these compromised areas and the fundamental role of professionals in public health to solve zoonotic or enzootic diseases have been recognized.

Keywords: historical review, indigenous communities, veterinary medicine

Introducción

La extensión es una de las actividades sustantivas que realiza la Universidad Nacional con el objetivo de incentivar el compromiso social en las regiones y los grupos sociales más vulnerables del país. En el Estatuto Orgánico de la Universidad Nacional se establece que:

La Extensión constituye la tarea por medio de la cual la Universidad se interrelaciona crítica y careadoramente con la comunidad nacional. Proyecta la sociedad, de la que la Universidad forma parte, el producto de su quehacer académico, a la vez que lo redimensiona y enriquece al percibir las auténticas y dinámicas necesidades de la sociedad. Por medio de la labor de Extensión, la Universidad debe materializar el vínculo universidad-sociedad. Con ello se persigue una formación integral tanto en la labor docente como estudiantil y una investigación comprometida con los cambios que reclama el desarrollo nacional. (Artículo 219, 1993)

En relación con el Estatuto Orgánico y con la necesidad expuesta por la comunidad de Amubri, en Talamanca, y los indígenas cabécar, en Turrialba, es que nace en 1994 la iniciativa por parte de la EMV de dar atención en zonas indígenas.

Posteriormente, en el año 2007, el proyecto es inscrito con el nombre de “Comunidades Indígenas a la Isla de Chira” y, finalmente, para el 2009 toma el nombre de “Asistencia Veterinaria a Comunidades Indígenas” (J. Rodríguez, comunicación personal, 13 de junio del 2020).

El proyecto contempla, en la actualidad, la acción multidisciplinaria mediante entes como CREW (Costa Rican Equine Welfare), Senasa (Servicio Nacional de Salud Animal de Costa Rica), EQUITARIANS y HSI (Human Society International), lo que ha permitido un abordaje más integral durante las giras (UNA, 2019).

Esta iniciativa se ha ido expandiendo durante sus veinticinco años de labor, y ha ido implementando tácticas innovadoras que facilitan el abordaje en estas zonas. Inicialmente, de los años 1994-2007 no se llevaban registros de las actividades realizadas o la cantidad de animales atendidos, sin embargo, a partir del 2007 y hasta la actualidad, sí se han grabado en bases de datos y en informes de las giras las acciones realizadas, lo que ha permitido tener ideas estadísticas más claras y una cuantificación y descripción más específicas del progreso alcanzado (J. Rodríguez, comunicación personal, 13 de junio del 2020).

Del mismo modo, en estas zonas alejadas del país, los recursos económicos disponibles para el pago de servicios veterinarios son muy reducidos o nulos, y la presencia de profesionales en el ámbito es sumamente escasa, a pesar de que los animales tienen un rol fundamental en el desarrollo productivo de estos sectores.

Es por estas razones que la presencia de la EMV de la UNA es de suma importancia para brindar la información y el apoyo necesarios para el manejo de enfermedades enzoóticas y zoonóticas, los programas de desparasitación e inmunización pertinentes y los tratamientos específicos para cada una de las especies animales presentes en las comunidades.

Metodología

Con respecto a la recopilación de la información, esta se llevó a cabo mediante entrevistas al Dr. Julio Murillo Barrantes, al Dr. Leonel Navarro Vargas, al Dr. Carlos Calleja Grau y al Dr. Jorge Quirós Arce. Se realizó una guía de preguntas claves para completar la información del periodo que comprende de 1994 al 2007, ya que no se contaba con un registro físico o digitalizado.

A partir del año 2007, hasta la actualidad, la información se sintetizó de bases de datos destinados al Proyecto de Asistencia Veterinaria a Zonas Indígenas y de los informes presentados al Sistema de Información Académica, los cuales fueron analizados para la presentación de información en este documento.

Reseña histórica (1994-2019)

En los años setenta, el Dr. Carlos Calleja Grau, quien desarrolló su carrera académica en Brasil, se encontraba familiarizado con el Proyecto Rondón, el cual consistía en un grupo interdisciplinario de especialistas en veterinaria y en medicina y estudiantes de diversas carreras que visitaban las comunidades indígenas del Amazonas.

Una vez que el Dr. Calleja regresa a Costa Rica en 1973, vuelve con la iniciativa de crear un proyecto similar en el área de Talamanca, no obstante, sería hasta 1990 que empieza a visitar esta comunidad para ir desarrollando un diagnóstico de la situación.

Finalmente, ya para el año 1994, se realizaría la primera gira a Alto Telire, una región colindante con la comunidad de Amubri, cerca de la frontera con Panamá. Esta primera visita se llevaría a cabo por la determinación de 2-3 personas de la comunidad de Amubri, con apoyo de la Embajada de Francia, que contactan al Dr. Calleja para la atención de un grupo de cabras donadas por dicha embajada, ya que, por la ausencia de conocimiento de los y las indígenas en un sistema productivo caprino, los animales no estaban logrando sobrevivir.

Asimismo, desde sus inicios, dos piezas fundamentales del proyecto en términos de logística y comunicación fueron el señor indígena Demetrio Blanco, que trabajaba para el Ministerio de Salud y cooperó enormemente con la organización de las visitas, y Noemy Blanco (C. Calleja, comunicación personal, 2 de julio del 2020).

Inicialmente, en las giras se les daba una atención general a los animales, sin embargo, con el tiempo se van uniendo más cátedras al proyecto, y con este objetivo ingresan el Dr. Jorge Quirós Arce y el Dr. Lex Cordero (de la cátedra de especies mayores) y el Dr. Ronald Meléndez (veterinario de cerdos), en los años 1994 y 1995. Con esta incorporación se lograba asegurar una atención más integral de las diferentes especies.

En el año 1994 se crea la Asociación Interdisciplinaria Usëkla, conformada por veterinarios y veterinarias, el Colegio de Farmacéuticos y el Colegio de Médicos y Cirujanos (especialistas en pediatría, ginecología y medicina general, principalmente), permitiendo, de esta forma, llevar también la atención a la población humana.

El nombre de la asociación nace como una propuesta del presidente de Sejektö, José Rojas, quien propone el nombre de Usëkla, el cual hacía referencia a un clan muy respetable entre la población bribri (C. Calleja y J. Quirós, comunicación personal, 2 y 7 de julio del 2020).

Los sitios que se visitaron durante este primer periodo del proyecto incluían Alto Telire, Coroma, Suretka y Amubri, sin embargo, las visitas eran primordialmente a este último por factores de ubicación y accesibilidad, ya que el señor indígena Pedro Guerra accedió y cooperó con la construcción de un local para la atención de especies menores y almacenamiento de los medicamentos, que se encontraba adyacente a la pista de aterrizaje en Amubri, esto permitía una atención médica más ordenada y con mayor bioseguridad.

En los años siguientes a 1994, se realizaban dos giras al año (máximo tres), ya que se trataba de asistir durante los meses de verano, para evitar inconvenientes al momento de cruzar el río Telire.

Una anécdota, que tanto el Dr. Calleja como el Dr. Quirós recalcaron, fue la experiencia que vivieron en abril-mayo, en la que el río Telire impidió cruzar en lancha, debido a una onda tropical que afectaba el país, esto los retuvo en Amubri, hasta que finalmente lograron cruzar el río, sin embargo, fue una experiencia peligrosa y en esos momentos los y las estudiantes e integrantes del proyecto no contaban con un seguro que les diera respaldo (C. Calleja y J. Quirós, comunicación personal, 2 y 7 de julio del 2020).

Comúnmente, la duración de las giras era de cuatro días (de jueves a domingo), no obstante, los días de atención eran viernes y sábados de 6:00 a. m. a 6:00 p. m. La población de animales tratados estaba compuesta, principalmente, por equinos y caninos; ambos grupos tienen una finalidad esencial en la población indígena, los primeros facilitan el transporte de productos para la comercialización y también aseguran la movilización de las personas por largos trayectos, mientras que los perros son fundamentales para proteger y advertir del peligro.

Los procedimientos profilácticos predominaban por encima de los terapéuticos o quirúrgicos, sin embargo, las castraciones se hacían con bastante frecuencia, completando en una gira un total de 2-5 castraciones en equinos y de 10-50 en caninos.

La mayor parte de los medicamentos se conseguían a través del Departamento de Registro y Control de Medicamentos Veterinarios del MAG, de la EMV, el Hospital de Heredia (equipos de cirugía) y casas comerciales, pero también, algunas veces, los productos se vendían a un precio simbólico y con esto se ayudaba después a la compra de otros fármacos.

El número de animales que se presentaban era variable en cada gira, no obstante, esta cifra podía fluctuar entre 100-150 caballos y de 100-200 perros (C. Calleja y J. Quirós, comunicación personal, 2 y 7 de julio del 2020).

Los y las estudiantes siempre tuvieron un papel esencial en las giras, ya que normalmente por cada gira se llevaban un total de 13-16 estudiantes (comúnmente de internado), y en conjunto, con ayuda de los doctores, realizaban diversas prácticas quirúrgicas y profilácticas (C. Calleja, comunicación personal, 2 de julio del 2020).

Paralelo a las actividades del Dr. Calleja, el Dr. Julio Murillo también realizaba atención veterinaria en comunidades indígenas, pero su enfoque era en el área de Turrialba, con los y las indígenas cabécar. En el año 1994, la Asociación Quircot de Cartago contacta al Dr. Murillo para trabajar, en conjunto con el Ministerio de Salud (especialistas en odontología y medicina) y el Tribunal Supremo de Elecciones, en estas áreas. No obstante, el Dr. Murillo también visitaba las regiones de Talamanca (bribris), el Valle de La Estrella (cabécares), Coto Brus (guaimíes) y el territorio indígena de Zapatón, en Puriscal (huetares).

Este mismo año realiza la primera gira el Dr. Murillo, en compañía del estudiante (actualmente doctor) Mauricio Calvo, a la comunidad de Vereh, en el área de Turrialba. Posterior a esto, se realizaba una gira cada dos meses a las distintas comunidades indígenas, algunas veces iban solo un día y otras veces se quedaban por más tiempo. En las giras podían llegar a atender un aproximado de trescientos animales (equinos, caninos, suinos, bovinos, felinos, entre otros) (J. Murillo, comunicación personal, 29 de junio del 2020).

Durante las giras, mayormente, se realizaban desparasitaciones externas e internas, se cortaban cascos y se atendían heridas por monturas (en equinos); las castraciones o los tratamientos quirúrgicos no se acostumbraban porque muchas veces las personas se trasladaban largas distancias para llegar a los sitios de atención, además, culturalmente no era común que estas se llevaran a cabo; sin embargo, a partir de la concientización y educación, con el tiempo se iban implementando más estas prácticas.

El Dr. Murillo mencionaba, anecdóticamente, que para acceder a los diversos sitios muchas veces tuvieron que hacer uso de tractores, cadenas para los vehículos y lanchas para cruzar los ríos. A veces la dificultad de los caminos hacía que se durara seis horas en salir de los territorios. En estos años, los diferentes recursos necesarios, como medicamentos, se conseguían por donaciones de Bayer, VETIM, entro otros, no obstante, una gran mayoría eran financiados por el doctor.

Las giras con el Dr. Murillo, desde sus inicios, fomentaron la participación de una gran cantidad de estudiantes (especialmente de internado) y también pasantes y personas extranjeras (J. Murillo, comunicación personal, 29 de junio del 2020).

Por otro lado, ya para el año 2007, sí se empieza a recapitular mediante diferentes informes y registros específicos lo acontecido durante tres periodos: 2007-2011, 2012-2015 y 2016-2019. Esto permitió contar con datos precisos para desarrollar la línea de tiempo del proyecto (ver Figura 8).

En el primer período (2007-2011) se llevan a cabo quince giras, con un total de 2472 animales atendidos, entre los cuales se incluyen mayormente equinos y caninos, pero también bovinos, felinos y porcinos.

Se contó con la participación de 82 estudiantes (de grado, posgrado e intercambio), un asistente académico (Sergio Cuadra) y 4 académicos, el Dr. Leonel Navarro (2007-2008), el Dr. Luis Nazario Araya (2010-2018), el Dr. Julio Murillo (2009-2018) y la Dra. Julia Rodríguez Barahona (2009-2019) (UNA, 2011).

Inicialmente, en el 2007 y el 2008, el Dr. Leonel Navarro Rojas fue el responsable del proyecto. Durante estos años, según UNA (2011), se realizan tres giras, dos en el año 2007 a la zona de Amubri, con un total de 234 animales atendidos; y en el año 2008, se lleva a cabo una única gira a la misma comunidad, en la cual se atienden 177 animales.

En estas visitas se efectuaban más procedimientos quirúrgicos (castraciones y extirpaciones de tumores) que en los años siguientes. Por ejemplo, según el Dr. Navarro, en una gira podían llegar a castrar un promedio de 15-20 caballos y de 20-30 perros. Para el área de especies menores el Dr. Navarro invitaba al Dr. Alfonso Córdoba.

Por el contrario, en los años posteriores se enfocaría, principalmente, en la medicina profiláctica. Esta modificación se realiza por los requerimientos de equipos y las leyes de bienestar animal que dificultaron, logística y económicamente, las prácticas quirúrgicas. No obstante, no es que en años previos no se contemplara el bienestar animal, sino que las políticas que regían este tema eran menos limitantes. Sin embargo, algunas de estas prácticas se retomarían de nuevo en la actualidad (2019) con la ayuda de distintos entes nacionales e internacionales.

Del mismo modo, el Dr. Navarro llevaba un total de 8-12 estudiantes que se seleccionaron estratégicamente para poder completar los objetivos durante las giras, esto consistía en dos estudiantes de internado del área de especies mayores, dos del área de especies menores y cuatro estudiantes de otros años (cuarto y quinto, principalmente) (L. Navarro, comunicación personal, 17 de julio del 2020).

Para el año 2009 ocurren dos acontecimientos importantes, el primero sería que la coordinación del proyecto se traspasa a la Dra. Julia Rodríguez Barahona, quien se convertiría en la nueva responsable de esta actividad hasta la actualidad; y el segundo acto de relevancia durante este periodo es la fusión de las actividades realizadas por el Dr. Julio Murillo al área de Chirripó (indígenas cabécar), que anteriormente no se encontraban inscritas a ninguna actividad académica, pero a partir de este año pasarían a ser actividades complementarias del proyecto (UNA, 2011).

De la misma manera, en el 2009 se hacen dos giras, atendiendo 244 animales en total. Un aspecto esencial este año es que por la colaboración del MAG (Ministerio de Agricultura y Ganadería) se logra realizar la inmunización contra rabia; los años siguientes se continúa con esta práctica, siempre y cuando se cuente con las dosis para este fin.

Igualmente, el papel fundamental del o de la especialista en medicina veterinaria es el de comunicar en materia de salud pública, para concientizar a la población sobre la relación intrínseca entre la salud animal y la humana. Concerniente a este tópico, en el 2009 se desarrolla un plegable informativo con los objetivos y las actividades del proyecto, no solo para exponer la colaboración desde el enfoque veterinario en estas áreas, sino también para mostrar las funciones del mismo y así facilitar el conocimiento externo para donaciones futuras (UNA, 2011).

En el 2010, el proyecto ingresa a la red de “Pueblos indígenas y acción universitaria: apoyando el desarrollo integral en poblaciones indígenas”. La participación en esta red le otorga un enfoque diferente, de intercambio cultural e integración social, ya que esta tendría como objetivo la construcción de conocimiento y la ejecución de iniciativas a través de la coalición de distintas instituciones, escuelas y proyectos (J. Rodríguez, comunicación personal, 13 de junio del 2020).

Asimismo, en este año (2010) se llevan a cabo cuatro giras en las que se trabaja con 618 animales (Figuras 1, 2 y 3). Y para el 2011 esta cifra aumenta prácticamente al doble, para un total de 1199. Este último año, además de castraciones, también se realizaron visitas a granjas avícolas y a ocho viviendas, donde se procedió a la atención de ocho cerdos y a la toma de muestras para hacer los exámenes coprológicos correspondientes.

En abril del 2011 se concretaron dos entrevistas para el canal de Campus UNA y Teletica Canal 7, con lo que se logra presentar las labores realizadas y la cooperación en conjunto de estudiantes y personal académico (UNA, 2011).

El segundo periodo que se encuentra documentado es del 2012-2015. Un aspecto por destacar durante estos años, y los siguientes, es que se logra incrementar, significativamente, la cantidad de animales atendidos y el número de participantes durante las giras (258 estudiantes).

El activismo de los y las estudiantes con estos proyectos es fundamental, ya que les otorga una visión más holística y un mayor respeto hacia las distintas culturas indígenas del país y su respectiva cosmovisión. También les permite desarrollar capacidades esenciales para un mayor desenvolvimiento al momento de su práctica laboral, además de aportar una gran sensibilidad desde el ámbito social y profesional.

Adicionalmente, en estos años se cuenta con la participación de académicos y académicas como la Dra. Ana Eugenia Jiménez Rocha (2012-2015), la Dra. Giovanna Hernández Gómez (2012-2019) y el Dr. Carlos Jiménez Sánchez (2012-2015) (UNA, 2015).

Del mismo modo, durante este periodo se alcanza una cifra total de 5860 animales atendidos, entre los cuales sobresalen los equinos y caninos, y en menor medida otras especies, similar a años anteriores.

Igualmente, es esencial enfatizar la realización de los exámenes de laboratorio pertinentes, que, aunque no cumplieron con el indicador establecido para este periodo (100 muestras por año), evidenciaron las afecciones que perjudican mayormente a los animales en estas zonas, permitiendo una prevención y tratamientos más precisos.

Entre los parásitos predominantes en caninos se encuentran Ancylostomatoideos y Toxocara spp., en equinos huevos de Strongyloides y en cerdos Metastrongylus spp.

Igualmente, durante todo el segundo periodo registrado se realizaron esterilizaciones solo en treinta animales (UNA, 2015).

Con respecto a los datos por año, para el 2012 se visitaron las comunidades de Simiriñac, Amubri, Yordi, Alto Pacuare, Guatuso, Kachabri, Quebrada Tsipiri y Alto Quetzal, y se contó con la participación de 72 estudiantes (Figura 4). Este año se atiende una totalidad de 1678 animales. Asimismo, otro resultado a enfatizar es la creación de alianzas estratégicas con el MAG, Senasa y Virbac, lo que permitió acceder a los medicamentos necesarios para las giras (UNA, 2015).

Igualmente, en el año 2013, se asiste a las comunidades de Simiriñac, Amubri, Kachabri, Palenque Tonjibe, Palenque Margarita, Vereh, Quebrada Tsipiri, Keköldi y Alto Quetzal. Durante esta temporada se tratan 1605 animales, con la cooperación de 82 estudiantes.

El año siguiente (2014) se visitaron las comunidades de Amubri, Kachabri, Keköldi, Alto Pacuare, Palenque Tonjibe, Simiriñac, Alto Quetzal y Quebrada Tsipiri; para este año asistieron a las giras 64 estudiantes y se atendió una suma de 1705 animales (UNA, 2015).

En el año 2015 se visitaron ocho comunidades indígenas (Yoridi Kicha, Barbilla, Amubri, Kachabri, Palenque Tonjibe, Simiriñac, Quebrada Tsipiri, Vereh), sin embargo, se redujo prácticamente a la mitad la cantidad de animales atendidos (872), ya que las condiciones climáticas fueron desfavorables y dificultaron la movilización de las personas al sitio destinado para la atención.

De igual forma, se redujo el número de estudiantes participantes a un total de cuarenta, y con respecto a las muestras para exámenes coprológicos, este año se imposibilitó la toma de las mismas.

Es fundamental recalcar que las personas de estas zonas muchas veces deben movilizarse grandes distancias por sitios de accesibilidad limitada, y, por ende, la asistencia depende de las inclemencias del tiempo y de otros factores específicos, como la disponibilidad de choferes universitarios (UNA, 2015).

El tercer y último periodo que se tiene registrado es de los años 2016-2019, en este participaron otros académicos como el Dr. Mauricio Jiménez Soto, el Dr. Víctor Montenegro Hidalgo y otra vez se contó con la colaboración del Dr. Leonel Navarro Rojas.

Durante este tiempo se visitaron las comunidades de Pavones, Santa Rosa, Alto Conte, Las Vegas, Alto Unión, La Pita, Busmalis, Amubri, Kachabri, Daytonia, Roca Quemada, Yordi, Psipirí, Paso Marcos, Casona, Keköldi, Vereh, Tonjibe y Margarita (Figuras 5 y 6).

En total, durante estos cuatro años, se atendieron 5777 animales, una cifra muy similar al segundo periodo, siempre siendo mayoritario el número de caninos y equinos por encima de las otras especies. Igualmente, la distribución de animales por año fue de 1438, 1227, 1030 y 2082, respectivamente.

Durante el 2018 la cantidad de animales asistidos se redujo por las mismas razones que en el año 2015, ya que las condiciones del clima impidieron la visita del total de comunidades indígenas previstas para ese año. En este periodo no se cuenta con el dato exacto de estudiantes participantes de la EMV, pero globalmente se reconoce un número de más de veinticinco asistentes por año (UNA, 2019).

Finalmente, un acontecimiento relevante durante este último periodo, según la UNA (2019), fue la creación de vínculos con CREW (Costa Rican Equine Welfare), Senasa (Servicio Nacional de Salud Animal de Costa Rica), HSI-LA (Human Society International-Latin America) y EQUITARIANS (USA), lo que ha permitido una acción multidisciplinaria y más completa para la atención de las distintas especies animales, esto orientado al objetivo clave de estos proyectos, que busca apegarse a los cambios que reclama el desarrollo social, y de esta forma generar actividades que vayan paralelas a las necesidades crecientes de estas comunidades (Figura 7). Sin embargo, aún falta un largo trayecto por recorrer para alcanzar una accesibilidad más pertinente de servicios veterinarios en estas zonas.

Globalmente (ver Tabla 1), en veinticinco años se ha tenido un alcance aproximado, ya que se desconoce la cifra exacta del periodo de 1994 a 2007, de 40 000-45 000 animales atendidos y 1000 personas estudiantes involucradas. Con estos datos se visualiza el impacto tan importante que se ha logrado durante todo el lapso del proyecto y se recalca el papel fundamental de la Universidad Nacional en la generación y el respaldo de proyectos que beneficien a la población estudiantil y los grupos sociales históricamente marginados.

Conclusiones

El proyecto nace con una orientación humanista hacia los sectores más vulnerables del país, principalmente enfocado en las comunidades indígenas, debido a la necesidad creciente de una acción médica de enfoque veterinario en estas zonas. Este proyecto ha brindado en sus veinticinco años de trabajo una cooperación importante para mantener el equilibrio esencial e intrínseco entre salud animal y poblacional.

Igualmente, ha existido un beneficio mutuo entre las comunidades visitadas y los y las estudiantes participantes en las giras, que crecen profesional y humanamente al involucrarse de forma activa en un proyecto que contempla la atención veterinaria en sectores donde el acceso a este es limitado o nulo.

Sin embargo, aún falta bastante trabajo para alcanzar la universalidad de este recurso en las comunidades indígenas, asimismo, sigue existiendo una limitación en el acceso a las fuentes económicas que financian los fármacos y protocolos médicos necesarios para poder implementar una mayor cantidad y calidad de terapias y procedimientos profilácticos durante las giras.

No obstante, este proyecto ha sido un paso fundamental para regular la salud pública en estos sitios comprometidos, y ha expuesto la escasez de políticas que aseguren un mayor acceso al servicio veterinario.

Finalmente, la cantidad global de animales atendidos durante las giras, aunque no es una cifra exacta, sí visualiza la necesidad básica y creciente de una atención integral en los animales, y hace un llamado al sector educativo y profesional para enfocar sus labores en estos sectores y no ignorar la problemática actual de accesibilidad a estos servicios.

Referencias

Universidad Nacional. (15 de abril, 1993). Estatuto Orgánico de la Universidad Nacional, Costa Rica. Heredia, Costa Rica.

Universidad Nacional. (2011). Informe final del proyecto o actividad académica: salud y bienestar animal en las comunidades de Talamanca y de la Isla de Chira. Heredia, Costa Rica.

Universidad Nacional. (2015). Informe final del proyecto o actividad académica: asistencia veterinaria en áreas indígenas de Costa Rica. Heredia, Costa Rica.

Universidad Nacional. (2019). Informe final del proyecto o actividad académica: Asistencia Veterinaria en Comunidades Indígenas de Costa Rica. Heredia, Costa Rica.

Licencia Creative Commons Atribución-No-Comercial Sin Derivadas 4.0 Internacional