Revista Ensayos Pedagógigos

Vol. XII, Nº 1 Enero-junio, 2017 (ISSN 1659-0104)

URL: http://www.revistas.una.ac.cr/ensayospedagogicos

Recibido: 4 de noviembre de 2016 • Aprobado: 9 de mayo de 2017

De la página 51 a la 68 del documento escrito


El aprendizaje por proyectos: una experiencia pedagógica para la construcción de espacios de aprendizaje dentro y fuera del aula

Leonel Arias Sandoval1

Universidad Nacional

Heredia, Costa Rica

leonel.arias.sandoval@una.cr

Resumen

Este ensayo tiene como objetivo exponer las experiencias pedagógicas del aprendizaje por proyectos a partir de la práctica docente en un colegio urbano de la ciudad de Alajuela, a partir de la inclusión de proyectos educativos en el aula. Lo anterior responde a una serie de estrategias pedagógicas que implican el desarrollo de ciertas actividades, técnicas y recursos didácticos consecuentes con los contenidos curriculares denominados conceptuales, procedimentales y actitudinales. Los proyectos pedagógicos se sitúan dentro del marco filosófico constructivista e implican una estrategia metodológica que integra los procedimientos necesarios para desarrollar aprendizajes individuales o colectivos con base en actividades innovadoras. Se concluye que cada proyecto responde a un contexto específico, por tanto, no se pueden generalizar las estrategias que van a desarrollar en cada una de las instituciones; además el acompañamiento docente en el aula es fundamental durante la organización del trabajo.

Palabras clave: proyecto, experiencias pedagógicas, constructivismo, aprendizaje.


Abstract

This essay has the aim to describe the pedagogical experiences of learning by projects from the educational practice in an urban school of Alajuela city, starting from the inclusion of educational projects in the classroom. This is due to a series of pedagogical strategies that involve the development of some activities, technical and consistent didactic resources with the conceptual curricular contents, such as conceptual, procedural and attitudinal ones. The pedagogical projects are placed within the constructivist philosophical framework that involves a methodological strategy that integrates the necessary procedures to develop individual and collective learning based on innovative activities. As a conclusion, each project responds to a specific context; therefore, the strategies that are going to be developed in each of the institutions cannot be generalized; besides, the accompaniment of the teacher in the classroom is fundamental during work organization.

Keywords: project, pedagogical experiences, constructivism, learning

Consideraciones preliminares

A partir del año 2009, en el contexto educativo costarricense se viene a desarrollar una perspectiva pedagógica singular a partir de la inclusión de proyectos educativos en el aula. Esta particular forma de abordar la tarea educativa se cristalizó a raíz de una reforma curricular denominada Ética, Estética y Ciudadanía, cuyo marco de acción se incluyó paulatinamente en los programas de estudio oficial, iniciando con Educación Cívica y luego se extendió a otras asignaturas como Educación Musical, Artes Plásticas, Artes Industriales, Educación Física, Educación para la Vida Cotidiana (antes Educación para el Hogar), Matemática, entre otras.

Este cambio en los programas de estudio respondió a la política educativa vigente denominada Hacia el Siglo XXI, cuyo enfoque curricular se basa en tres fuentes filosóficas: el racionalismo, el humanismo y el constructivismo. Este último fundamenta el accionar de las estrategias pedagógicas y evaluativas que se desarrollan durante el proceso educativo, así como la articulación de los diferentes componentes curriculares y metodológicos.

Es en este contexto donde las estrategias metodológicas por proyectos tienen su sustento filosófico y epistemológico, desde la perspectiva constructivista con el fin de superar el enfoque conductista de la simple enseñanza o transmisión de contenidos. Por consiguiente, el Ministerio de Educación Pública (2009) establece que:

El constructivismo es el elemento que permite definir con mayor claridad las formas de estimulación del aprendizaje del estudiantado, por lo que se desarrolla con mayor amplitud en este momento, complementado con algunos elementos del enfoque socio – reconstructivista. Ambos enfoques se asumen desde una visión que permite reflejar los elementos del humanismo, el racionalismo y el propio constructivismo como visiones filosóficas que les sirven de fundamento. (p. 17)

Por lo anterior, el aprendizaje por proyectos responde a una serie de estrategias pedagógicas que implican el desarrollo de ciertas actividades, técnicas y recursos didácticos consecuentes con los contenidos curriculares denominados conceptuales, procedimentales y actitudinales; todos ellos articulados a partir de una propuesta que desarrolla el estudiantado de forma individual o colectiva en cada uno de los períodos del curso lectivo. Desde esta perspectiva:

…se colige entonces que lo pedagógico de los proyectos es su potencialidad en aras de la concreción del aprendizaje significativo del alumno, que por demás le otorga otro lugar en su participación y toma en cuenta sus intereses, necesidades, motivaciones y conocimientos previos. (García y Nylza, 2012, p. 11)

El aprendizaje por proyectos

Los proyectos pedagógicos buscan desarrollar aprendizajes individuales o colectivos, a partir de la correlación entre los ejes temáticos de los programas de estudio y la resolución de problemas que surjan de la vida cotidiana del estudiantado, de manera tal que se dé un proceso de construcción a partir del cual se generen resultados que se pueden visualizar con la presentación de una investigación, un video, variadas representaciones artísticas (obras de teatro, murales, pinturas, canciones, poemas). De ahí que el constructivismo, como base filosófica del proceso es:

Un punto de vista sobre el conocimiento, sobre como éste se adquiere y sus relaciones con el desarrollo general de la persona. Habla de una elaboración progresiva del pensamiento, en la que nunca se llega a un conocimiento absoluto, pues siempre se evoluciona hacia conocimientos más elaborados. (Méndez, 2001, p. 5)

Dentro de esa dinámica mediadora, los proyectos pedagógicos deben tener un carácter flexible, por lo que docentes y estudiantes concensúan propuestas variadas, innovadoras y significativas, donde pueden utilizar los recursos didácticos disponibles en el centro educativo, a fin de resolver algún problema comunal o institucional. Los recursos y técnicas a utilizar dependen de las posibilidades del estudiantado y las características de la institución educativa, algunos de ellos pueden ser:

  1. Técnicas de campo: entrevistas, encuestas, cuestionarios, observación participativa.
  2. Estrategias didácticas: foros, sociodrama, debates, panel, conversatorios, registro anecdótico, talleres, portafolio, representaciones artísticas.
  3. Análisis de contenido en medios de información: periódicos, videos, revistas, noticias, discursos, redes sociales.
  4. Herramientas tecnológicas: audio, canales de video (youtube, dayly daymon), Internet, proyector, celular, stop motion (técnica de animación).

Es entonces cuando se busca potenciar el desarrollo de habilidades y destrezas para resolver problemas. Su fin es construir espacios de aprendizaje con los recursos disponibles. De esta manera:

…la forma de organizar los procesos de mediación implica asumir que los conocimientos escolares no se articulan para su comprensión de una forma rígida, en función de los contenidos disciplinares preestablecidos, sino más bien creando estrategias de organización de los conocimientos basándose en el tratamiento de la información y en el establecimiento de relaciones entre los hechos, conceptos y procedimientos que facilitan el logro de los aprendizajes. (Ministerio de Educación Pública, 2009, p. 24)

La clave, al incorporar los proyectos en el planeamiento didáctico, recae en las estrategias pedagógicas aplicadas por el personal docente en el salón de clase, quien debe tomar en cuenta el nivel de habilidad, contexto social y diversidad de sus estudiantes, por ejemplo, propiciando técnicas de aprendizaje cooperativo para potenciar las relaciones y las actitudes intergrupales que mejoren la comunicación y el rendimiento académico. Por lo anterior, un enfoque pedagógico que favorezca el aprendizaje debe considerar aspectos tales como:

  1. La imaginación, la representación mental, la resolución de problemas y la flexibilidad.
  2. El personal docente tiene un papel significativo, ya que es el encargado de potenciar las capacidades y habilidades para que el aprendizaje sea una construcción y reconstrucción de conocimientos.
  3. Las interacciones en el aula deben ser dinámicas, activas y que favorezcan una excelente comunicación.
  4. El aprendizaje debe conducir al educando al desarrollo de su capacidad para resolver problemas: “aprender a aprender”.
  5. El estudiantado debe ser visto como seres con iniciativa, capaces de autodeterminación y con la potencialidad de desarrollar actividades y solucionar problemas creativamente en el entorno institucional o comunal.
  6. Las personas poseen afectos y tienen conocimientos previos que pueden ser contextualizados en los proyectos.
  7. Una evaluación flexible y continua durante todo el proceso.

La mediación pedagógica es un acto de convivencia que reúne las capacidades e intereses del individuo en una situación de aprendizaje (mediática). Esta apreciación puede tener cierta relación con la pedagogía social, que es más humanizante, pues considera el entorno en que se desarrolla el individuo. Para Ochoa, este modelo “…pregona una concepción curricular en la que la escuela como institución social está llamada a configurarse como un agente de cambio social (1998, p. 10).

Por consiguiente existe la necesidad de cambiar el paradigma tradicional y la visión homogenizadora que se tiene del sistema educativo costarricense. Cada individuo posee cualidades que puede potenciar, de acuerdo con sus propias capacidades e intereses. En el aula, es necesario considerar los ritmos de aprendizaje y la diversificación de las estrategias pedagógicas. El personal docente debe ser un facilitador de las capacidades, destrezas y habilidades del estudiantado, fomentando el trabajo colaborativo y vivencial; en este sentido, el papel de la interacciones entre pares es fundamental para el desarrollo socioafectivo y puede resultar de vital importancia en el aprendizaje por proyectos.

En consonancia con lo anterior, el estudiantado va desarrollando durante el proceso competencias para la resolución de problemas cotidianos o de interés particular y de acuerdo con las características del contexto en que está inmersa la dinámica educativa, por lo que se deduce que:

Los proyectos permiten a los alumnos desarrollar competencias así como habilidades específicas para planificar, organizar y llevar a cabo una tarea común en entornos reales. Así, se organizan en equipos de trabajo, asumen responsabilidades individuales y grupales, realizan indagaciones o investigaciones, solucionan problemas, construyen acuerdos, toman decisiones y colaboran entre sí durante todo el proceso. (Guerrero y Terrones, 2003, p. 53)

Hay que comprender que la praxis educativa se puede organizar a partir de las experiencias que la misma cotidianidad ofrece al estudiantado y estas puedan ser aprovechadas como escenario investigativo para construir aprendizajes dentro de entornos más atractivos, reales y significativos. A la vez, proporcionan una serie de habilidades, actitudes y valores como parte de la misma socialización del trabajo. Al final de cuentas lo que se quiere es formar una ciudadanía más crítica, responsable y comprometida con el entorno en el cual convive y sea participe en la búsqueda de soluciones a los problemas comunales, nacionales o mundiales. Sobre este último aspecto, Rodríguez (2013, p. 3) afirma que “…no debemos olvidar que el proyecto no es simplemente un trabajo escrito, sino que busca, sensibilizar, concientizar y, que los estudiantes disfruten realizando su propuesta, permitiendo obtener una enseñanza para la vida”.

La tarea investigativa debe visualizarse en la cotidianidad basada en las experiencias del alumnado, es así que esta “no surge de la nada, responde a una serie de inquietudes, necesidades y, problemáticas contextualizadas que el estudiantado puede lograr identificar con el aporte del profesor en relación con una determinada temática” (Rodríguez, 2013, p. 3). Sobre este último aspecto se hace necesario, antes de iniciar un proyecto, diagnosticar las inquietudes y necesidades del estudiantado con base en la temática que se esta estudiando, posteriormente establecer un plan de trabajo que implique como mínimo tres momentos: planeamiento, la ejecución del proyecto y la socialización de los resultados (exposición, desplegables, carteles, sociodramas, videos, entre otros). Sobre la anterior premisa no hay que olvidar que la escuela debe reconocer que:

Las formas de apropiación del conocimiento y las historias de vida de los sujetos se condicionan mutuamente, es una tarea urgente de resolver, en el sentido de que los individuos construyen sus representaciones mientras viven y satisfacen sus diferentes necesidades... (González y Cascante, 2008, p. 56)

El enfoque pedagógico por proyectos descansa sobre la premisa de que el conocimiento debe construirse con base en las vivencias del estudiantado, en este sentido “…las implicaciones pedagógicas que planteen los docentes deberán estar encaminadas a que sean los alumnos quienes creen sus espacios para que ellos construyan sus conocimientos y busquen respuestas a sus interrogantes, de manera que puedan resolver situaciones problemáticas…” (Arce y Chéves, 2016, p. 7).

Pero, ¿qué se entiende por enfoque pedagógico? Sobre esta interrogante existen diferentes posiciones teóricas y epistemológicas desde diferentes aristas, no obstante y en forma general, se entiende que es un conjunto de relaciones para entender y describir un fenómeno educativo y que responde a un cuerpo teórico coherente, que ponemos en práctica en las aulas. Este tiene que ver con la comunicación, la relación con el estudiantado, los recursos que utilizamos, la forma de evaluación, las actividades empleadas, entre otros elementos. Por consiguiente, es necesario que los educadores y educadoras desarrollen distintas estrategias mediadoras para interactuar con éxito con el estudiantado. Se aprende por medio de la socialización, el trabajo colaborativo y, sobre todo, por la comunicación. En este sentido, el trabajo en equipo forma parte de los procesos de aprendizaje, que refuerzan la afectividad, desarrollan destrezas, competencias y las habilidades necesarias, desde la consigna del trabajo cooperativo y vivencial. Por lo anterior estamos ante:

Un conjunto de acciones destinadas a un fin, están relacionadas con la realidad, parte del interés de los alumnos, tiene conexión con las teorías y prácticas pedagógicas que estimulan la investigación del entorno, la interacción y la integración de los saberes escolares. Igualmente facilita el desenvolvimiento autónomo de los niños, genera necesidad de resolver preguntas y crear interrogantes, y finalmente permiten descubrir y construir los saberes… (Rico, 2009, p. 40)

¿Cómo evaluar los proyectos?

En cuanto a la evaluación de los proyectos, estos no responden a un producto final, sino a la experiencia de aprendizaje que forma parte del trabajo continuo, el cual se va construyendo a lo largo del trimestre; por lo que debe tener un carácter mayormente cualitativo. Si bien es cierto existe una nota que se debe asignar al final de cada periodo educativo, esta debe centrarse en los procesos donde la autoevaluación y la co-evaluación deben ir de la mano con las sugerencias por parte de cada docente. En este último aspecto es importante apoyarse en técnicas de recopilación de información, tales como diarios, bitácoras, rubricas, portafolios o algún otro instrumento, con el fin de registrar el progreso de los sujetos participantes y la realimentación durante el proceso.

La evaluación del proyecto no debe convertirse en una tarea angustiante para el personal docente, sino que este debe organizar su trabajo siguiendo algunos lineamientos básicos que se pueden expresar de la siguiente manera:

  1. Utilizar técnicas participativas, como la lluvia de ideas para delimitar aquellos problemas relacionados con la temática que se estudia.
  2. Tener claro ¿qué se va a hacer?, ¿cómo se va a hacer?, ¿cuándo se va a hacer?, ¿para qué se va a hacer?
  3. Establecer los momentos o fases del proceso (plan de trabajo). En este aspecto el tiempo es un factor que debe planificarse mediante un cronograma de actividades.
  4. Dar seguimiento al trabajo estudiantil, por lo menos en algunos momentos de la clase.
  5. Permitir la selección de aquellas actividades y recursos que el estudiantado pueda utilizar, de acuerdo con su disposición y accesibilidad.
  6. Socializar la experiencia para que todo el grupo conozca del trabajo realizado.
  7. Elaborar instrumentos o técnicas de recopilación de la información a fin de realimentar el proceso.

Por último, no hay que olvidar que la evaluación del proyecto “…forma parte del proceso de aprendizaje, educa a sí misma y, permite orientar y reorientar los procesos pedagógicos, donde la auto-evaluación, co-evaluación y la evaluación unidireccionalmente permiten el autoconocimiento, el reconocimiento y, la toma de decisiones…” (Mep, 2009, p. 24).

La experiencia en el aula

El personal docente debe ser facilitador en el desarrollo de capacidades, destrezas y habilidades del estudiantado, fomentando el trabajo colaborativo y vivencial; en este sentido, el papel de los proyectos puede resultar de vital importancia en las actividades de mediación pedagógica, dentro y fuera del aula, ya que se aprende por medio de la socialización, el trabajo en equipo y, sobre todo, la resolución de problemas por medio de la investigación. En este último aspecto es importante involucrar a la comunidad educativa (docentes, estudiantes, familiares, conserjes, personal de cocina, personal de seguridad, personas del vecindario, autoridades locales, entre otros sujetos). Por consiguiente, esta propuesta:

… se construye bajo la premisa de que la investigación mejora la enseñanza al relacionar el mundo de la escuela con el mundo de la vida, al construir proyectos donde interactúan estudiantes, comunidades, profesores, proyectos que se edifican sobre problemas específicos, problemas sociales que se experimentan en el aula de clase, que se sistematizan se comprueban, se discuten con sentido crítico. (Ochoa, 1998, p. 11)

Lo anterior lleva a reflexionar sobre nuestra gestión en el aula, cuando tratamos de comprender las complejas relaciones que predominan en el acto de aprendizaje. Esto lleva necesariamente a preguntarnos: ¿qué tipo de persona queremos educar?, ¿se educa para la vida, para ser personas felices? ¿cómo desarrollamos habilidades y capacidades?, ¿qué significativo tiene para el estudiantado un contenido?, ¿cómo mejorar nuestra gestión académica?, ¿cómo aprender a comunicar con eficacia?, ¿cómo relacionarnos con las demás personas?, ¿cómo manejar la diversidad en el aula?, ¿cómo humanizar?, ¿cómo mejorar las interacciones en el aula?, ¿qué estrategias pedagógicas son más eficientes?, ¿cómo comprender a las personas jóvenes? ¿cómo entender la evaluación? ¿cómo construir nuevo conocimiento?

De manera particular, es necesario indicar que las experiencias y vivencias en el aula fueron un elemento enriquecedor durante las situaciones de aprendizaje. Las actividades realizadas por medio de la reflexión, el ejercicio de variadas técnicas participativas y la exposición de los resultados son significativas en la medida en que despiertan el interés y una participación constante del estudiantado. A la vez, el compartir los diferentes trabajos aumenta e enriquece el valor del conocimiento que se socializa en la clase e incluso se pueden invitar a otras personas de la comunidad educativa a participar de los resultados, lo cual genera motivación en el estudiantado por la labor realizada. Lo anterior supone que:

…elaborar estrategias adecuadas al contexto cultural, al nivel de desarrollo cognoscitivo de los estudiantes y la estructura de la disciplina en particular (la asignatura como objeto de conocimiento); de ahí que se plantee la posibilidad de hablar de prácticas pedagógicas, formas o procedimientos particulares, aquellas que se preocupan por la puesta en marcha de capacidades, habilidades y destrezas propias de cada disciplina o asignatura. (González, 2008, p. 50)

Sobre el punto anterior, Martínez señala que es necesario aclarar que las estrategias de aprendizaje, desde un punto de vista constructivista, “…son el medio o recursos para la ayuda pedagógica, las herramientas, procedimientos, pensamientos, conjunto de actividades mentales y operación mental que se utiliza para lograr aprendizajes” (2004, p. 79). Además, esta autora refiere que hay que considerar el nivel cognitivo del estudiantado, sus conocimientos previos, conocimiento general, tiempo, diseño, realimentación, motivación, determinación del contexto y la diversidad de situaciones de aprendizaje.

Durante la experiencia de aprendizaje por proyectos se rompe el rol tradicional de la clase, la verticalidad y los esquemas preestablecidos. Por consiguiente “… la estructura tradicional del espacio del aula pierde sentido, ya que los alumnos tendrán que moverse, levantarse, consultar diferentes fuentes, relacionarse con otros y obtener apoyo visual desde diferentes lugares, no sólo la pizarra…” (Sánchez, 2012, p. 2). En este sentido, Calvo (1996) señala que los proyectos pedagógicos implican cambios en la manera de enseñar y aprender porque:

En esta línea de pensamiento, los proyectos pedagógicos conllevan un cambio y a la vez un desafío en las formas de enseñar y aprender, dentro y fuera del aula, propiciando en el estudiantado la idea de que la institución educativa no esta alejada del contexto en el cual se vive y convive cotidianamente. Además permite las interacciones o grupos de aprendizaje mediante la cooperación y el intercambio de ideas o preguntas entre participantes. Esto lleva a concluir que el conocimiento se construye en conjunto con los compañeros y compañeras de clase, lo que a la vez permite adquirir o potenciar habilidades comunicativas durante las interacciones que se desarrollan a partir de la resolución de problemas.

Desde los ejes establecidos en el Programa de Educación Cívica, el estudiantado propuso, en un colegio urbano de la ciudad de Alajuela, una serie de subtemas, ideas generadoras o problemas a fin de abordar los proyectos durante un trimestre lectivo, correspondientes a los niveles de Tercer Ciclo de la Educación General Básica y Ciclo Diversificado (tablas 1 y 2).

Tabla 1: Proyectos en un colegio urbano de Alajuela. Tercer Ciclo

Nivel

Eje temático

Propuestas de estudiantes

“Construyamos comunidades seguras”

  • El bullying.
  • Opinión de adolescentes acerca de la violencia en las calles.
  • Seguridad ciudadana.
  • La violencia intra familiar.

Las personas jóvenes reivindicamos el sentido de identidad

  • Las diferencias que nos identifican
  • Mi identidad como alajuelense.
  • Mi barrio.
  • Identidad de jóvenes en la comunidad de San Antonio del Tejar.
  • Mi comunidad.
  • La identidad de las jóvenes de la Posada de Belén.
  • La identidad del profesorado.
  • Las redes sociales.

Las personas jóvenes ejercemos participación y representación.

  • ¿Cuáles son las formas de representación y participación de las personas jóvenes en la institución educativa?
  • Participación de la persona joven en la comunidad.
  • Los grupos artísticos, deportivos, culturales, ambientales de mi institución.
  • Importancia de los espacios para la organización estudiantil.
  • El gobierno estudiantil de la institución.
  • La asociación de desarrollo de mi comunidad.
  • Gobiernos locales: la municipalidad.

Nota: Elaboración propia con base en las temáticas de trabajo propuestas por estudiantes.

Tabla 2: Proyectos en un colegio urbano de Alajuela. Ciclo diversificado

Nivel

Eje temático

Propuestas de estudiantes

10°

Las personas jóvenes aprendemos de los regímenes políticos.

  • Los problemas de la democracia desde el punto de vista de la juventud.
  • Valores cívicos que se enseñan en el colegio.
  • La participación de jóvenes en las elecciones electorales estudiantiles.
  • Las voces de la juventud en la política nacional.
  • Manera en que la primeras ronda electoral influyó sobre el estudiantado del colegio.
  • La voz juvenil sobre la percepción de la democracia.
  • La Shoá.

11°

El Estado costarricense garante de la igualdad de oportunidades.

  • Igualdad de oportunidades en la educación.
  • Desigualdad en el salario del personal empleado público y privado.
  • ¿Igualdad de oportunidades de género en el trabajo?
  • Problemática indígena en nuestro país.
  • Discriminación hacia las personas adultas mayores.

Nota: Elaboración propia con base en las temáticas de trabajo propuestas por estudiantes.

Limitaciones: El empirismo en las aulas

No obstante el abordaje epistemológico desde la propuesta de ética, estética y ciudadanía, lo cierto es que existen limitaciones que pueden desvirtuar la práctica del aprendizaje por proyectos y la resolución de problemas desde la cotidianidad, entre ellos: el tiempo para ejecutar cada una de las etapas del proyecto, la resistencia al cambio por parte del personal docente y estudiantado, la variada interpretación que se le da desde su abordaje conceptual y la sobrecarga en cada una de las asignaturas del plan de estudios en las cuales se incorporan este tipo de actividades, en algunos casos utilizando procedimientos diferentes. Sobre este particular, Rodríguez manifiesta:

Los proyectos son entendidos de muchísimas maneras por los docentes de secundaria, unas veces como trabajos de investigación como se mencionó anteriormente, en que prevalece una estructura científica del trabajo (objetivos, marco teórico, marco metodológico, referencias bibliográficas entre otros aspectos) y, otras veces con una simplicidad tan básica y poco pedagógica, como el hecho de recolectar dinero para comprar vasos para donarlos a un Hogar de Ancianos, comprar macetas o un horno de microondas para la institución educativa como ha sucedido en la práctica… (2014, p. 47)

Por lo anterior, es necesario unificar criterios pedagógicos en torno a los proyectos a fin de potenciar ambientes de aprendizaje orientados hacia un fin claro como lo es construir conocimiento y, de esta manera, pensar en formas distintas de realizar la tarea educativa. Además, es indispensable el seguimiento y orientación de parte de las respectivas asesorías para atender las inquietudes de docentes sobre la implementación del aprendizaje por proyectos, fundamentalmente los procedimientos que implican, sus etapas y evaluación. A la vez, no se puede desvirtuar que existen experiencias exitosas en distintos colegios, lo que implica que con la voluntad necesaria para innovar se puede hacer un cambio en las formas tradicionales que han imperado por muchos años y que todavía hoy se mantienen en el inconsciente colectivo de parte del personal docente. El objetivo, al fin, es mejorar cualitativamente los procesos de enseñanza y aprendizaje en las aulas.

Las limitaciones siempre están presentes en toda nueva propuesta de abordaje pedagógico, en este sentido, los proyectos pueden presentar las siguientes desventajas:

Conclusiones

Uno de los aportes más significativos de la experiencia al trabajar por proyectos es que el conocimiento se puede construir por medio de distintas estrategias, consensuadas en el salón de clase, y que desde los talleres, la lúdica, el uso de medios tecnológicos y la investigación de campo dan la posibilidad de desarrollar en los grupos de jóvenes habilidades, capacidades y destrezas que llegan a romper con el esquema tradicional del libro, la pizarra y las formas directivas de control de la clase por la parte docente. De ahí que es una posibilidad de transformar las formas de enseñar y aprender de una manera dinámica, creativa e innovadora, donde el conocimiento va más allá de las cuatro paredes del aula y lleva a considerar otros espacios que están cercanos a la realidad del estudiantado; de esta forma se puede visualizar la diferencia.

La experiencia del aprendizaje por proyectos resulta una alternativa que pretende cambiar la dinámica dentro del proceso de enseñanza y aprendizaje:

Permite desarrollar habilidades específicas para planificar, organizar y ejecutar tareas en entornos reales. Exige equipos de trabajo, distribución de responsabilidades individuales y grupales, indagaciones, solución de problemas y colaboración mutua durante todo el proceso. (Guerrerro y Terrones, 2003, p. 46)

Cada proyecto responde a un contexto específico, por tanto, no se pueden generalizar las estrategias de aprendizaje que se van a desarrollar en cada una de las instituciones. El personal docente debe diagnosticar los aprendizajes colectivos o individuales por desarrollar y estos, a sus vez, deben responder a los contenidos curriculares (conceptuales, procedimentales y actitudinales) y su correlación por medio de la coherencia horizontal. Por último y antes de iniciar con el trabajo, se deben definir los valores que se quieren abordar desde la ética, la estética y la ciudadanía, las estrategias de mediación pedagógica y la propuesta evaluativa.

El acompañamiento docente en el aula es fundamental durante la organización del trabajo, es por ello que en cada una de las clases se aconseja dar tiempos de atención a cada uno de los proyectos, a fin de atender aquellas inquietudes que, dentro de la lógica de la investigación, van a surgir: desde la elaboración de objetivos y problemas hasta la construcción de instrumentos de recolección de información, tales como entrevistas, cuestionarios, guías de observación, entre otros. Si no hay una orientación clara desde el inicio del trabajo, este se va a convertir en una limitante durante todo el proceso.

En el contexto actual es necesario formar individuos capaces de resolver problemas de manera creativa, críticos y con sentido de responsabilidad social e individual con el entorno inmediato. De ahí que el aprendizaje por proyectos sea una alternativa para abordar de manera reflexiva diferentes problemáticas institucionales, comunales o nacionales que están cercanas a la realidad del estudiantado. Lo anterior mediante un enfoque pedagógico constructivo, flexible, de aula abierta, participativo y que pueda inquietar, despertar interés y desarrollar una ciudadanía comprometida con la sociedad en la cual le ha tocado vivir y convivir.

Referencias

Arce, H. y Chéves, F. (2016). Perspectivas pedagógica, epistemológica y metodológica del programa de estudios de la asignatura de Educación Cívica en Costa Rica. Revista Electrónica Educare, 20(1), 1-15. Recuperado de http://www.revistas.una.ac.cr/index.php/EDUCARE/article/view/7522

Calvo, G. (1996). Nuevas formas de enseñar y aprender. Santiago: UPN, 42. Recuperado de http://www.uv.mx/dgdaie/files/2012/11/CPP-DC-Calvo-Nuevas-Formas.pdf

García, J. (2014). Ventajas y desventajas del aprendizaje basado en proyectos. Recuperado de http://mitarima.jgcalleja.es/2014/04/08/ventajas-y-desventajas-del-aprendizaje-basado-en-proyectos/

García, V. y Nylza, O. (2012). La pedagogía de proyectos en la escuela: Una revisión de sus fundamentos filosóficos y psicológicos. Magis, Revista Internacional de Investigación en Educación, 4(9), 685-707. Recuperado de http://w.redalyc.org/articulo.oa?id=281022848010

González, F. (2008). La pedagogía como disciplina: Aproximaciones teóricas y reflexiones desde la práctica. Recuperado de http://tarea.org.pe/images/Tarea_70___45_Francisco_Gonzales.pdf

González, F. y Cascante, G. (2008). Repensar la educación y la pedagogía: Algunas reflexiones críticas. Revista Electrónica Educare, 12(2), 47-64. Recuperado de http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=194114586006

Guerrero, L. y Terrones, D. (2003). Repertorio de estrategias pedagógicas. PROMEB, Piura.

Martínez, E. y Zea, E. (2004). Estrategias de enseñanza basadas en un enfoque constructivista. Revista Ciencias de la Educación, 2(24), 69-90. Recuperado de http://servicio.bc.uc.edu.ve/educacion/revista/a4n24/4-24-4.pdf

Méndez, Z. (2001). Aprendizaje y cognición. San José, Costa Rica: EUNED.

Ministerio de Educación Pública. (2009). Programas de estudio Educación Cívica. San José, Costa Rica: Autor.

Ministerio de Educación Pública. (2009). Reglamento de evaluación de los aprendizajes. San José, Costa Rica: Autor.

Ochoa, F. (1998). Currículo y pedagogía (2da. ed.). Santa Fe de Bogotá: Editorial Mc Graw Hill.

Rico, E. (2009). El proyecto de aula una alternativa para el aprendizaje del inglés como segunda lengua en el English support centre del colombo hebreo (Tesis de licenciatura). Pontificia Universidad Javeriana Bogotá, Colombia.

Rodríguez, A. (2013). Guía para la elaboración de los proyectos en educación cívica. Programa de Ética, Estética y Ciudadanía. Asesoría Nacional de Educación Cívica.

Rodríguez, A. (2014). Ética, estética y ciudadanía ¿una reforma exitosa de la Educación Cívica en Costa Rica? Revista Electrónica Perspectivas, 8, 42-55. Recuperado de http://www.revistas.una.ac.cr/index.php/perspectivas/article/download/6046/5955

Sánchez, J. (2012). Aprendizaje basado en proyectos: 10 aspectos a tener en cuenta para empezar. Recuperado de http://actualidadpedagogica.com/aprendizaje-basado-en-proyectos-10-aspectos-a-tener-en-cuenta-para-empezar/


1 Leonel Arias Sandoval: Magíster en Psicopedagía. Licenciado en Ciencias de la Educación con Énfasis en Didáctica por la Universidad Nacional de Costa Rica. Bachiller en el Enseñanza de los Estudios Sociales. Profesorado en Primaria. Posee publicaciones en la Revista Educare de la Universidad Nacional y en Posgrado y Sociedad de la UNED. Actualmente se desempeña como académico de la Licenciatura en Pedagogía de la División de Educología de la Universidad Nacional y como docente de Estudios Sociales y Educación Cívica en un colegio urbano de la ciudad de Alajuela.

Licencia Creative Commons
Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional.