N.º 85 • Enero - Junio 2022
ISSN: 1012-9790 • e-ISSN: 2215-4744
DOI: https://dx.doi.org/10.15359/rh.85.6
Licencia: CC BY NC SA 4.0

sección Entrevista

La divulgación histórica en la era digital. Entrevista a Juan Antonio Ríos Carratalá

Historical Divulgation in the Digital Age. Interview to Juan Antonio Ríos Carratalá

Divulgação histórica na era digital. Entrevista com Juan Antonio Ríos Carratalá

José Antonio Abreu Colombri*

Resumen: Juan Antonio Ríos Carratalá imparte clases en la Facultat de Filosofia i Lletras de la Universitat d´Alicant, es catedrático de Literatura Espanyola y forma parte del Departament de Filologia Espanyola, Lingüística General i Teoría Literaria. En 2013, recibió el premio Crítica Valenciana y está vinculado al mundo de la crítica literaria y los estudios culturales de la España contemporánea. Sus áreas de especialización son: comunicación social, memoria histórica y producción de narrativas de ficción literatura, cine, radio y televisión. Entre su larga lista de publicaciones sobre la cultura franquista y de los años de la transición destacan: Usted puede ser feliz. La felicidad en tiempos del franquismo (2013), Quinquis, maderos y picoletos (2014), Nos vemos en Chicote. Imágenes del cinismo y el silencio de la cultura franquista (2015), Contemos cómo pasó. Imágenes y reflexiones de una cotidianidad, 1958-1975 (2016), Un franquismo con franquistas (2019) y De mentiras y franquistas (2020).

Palabras claves: historia; metodología; divulgación; comunicación social; era digital.

Abstract: Juan Carlos Ríos Carratalá teaches classes in the Facultat de Filosofia i Lletras at Universitat d´Alicant, is a professor of Spanish Literature and is part of the Department of Spanish Philology, General Linguistics and Literary Theory. In 2013, he received the Valencian Critic Award and is involved in the world of literary criticism and cultural studies in contemporary Spain. His areas of specialization are: social communication, historical memory and production of fictional narratives literature, film, radio and television. Among his long list of publications on Franco's culture and the years of the transition, the following stands out: Usted puede ser feliz. La felicidad en tiempos del franquismo (2013), Quinquis, maderos y picoletos (2014), Nos vemos en Chicote. Imágenes del cinismo y el silencio de la cultura franquista (2015), Contemos cómo pasó. Imágenes y reflexiones de una cotidianidad, 1958-1975 (2016), Un franquismo con franquistas (2019) and De mentiras y franquistas (2020).

Keywords: history; methodology; divulgation; social communication; Digital Age.

Resumo: Juan Antonio Ríos Carratalá leciona aulas na Facultat de Filosofia i Lletras na Universitat d´Alicant, é professor de Literatura Espanhola e faz parte do Departamento de Filologia Espanhola, Lingüística Geral e Teoria Literária. Em 2013, recebeu o Prêmio da Crítica Valenciana e está vinculado ao mundo da crítica literária e dos estudos culturais na Espanha contemporânea. Suas áreas de especialização são: comunicação social, memória histórica e produção de narrativas ficcionais literatura, cinema, rádio e televisão. Entre sua longa lista de publicações sobre a cultura de Franco e os anos de transição, destacam-se: Usted puede ser feliz. La felicidad en tiempos del franquismo (2013), Quinquis, maderos y picoletos (2014), Nos vemos en Chicote. Imágenes del cinismo y el silencio de la cultura franquista (2015), Contemos cómo pasó. Imágenes y reflexiones de una cotidianidad, 1958-1975 (2016), Un franquismo con franquistas (2019) e De mentiras y franquistas (2020).

Palavras chaves: história; metodologia; divulgação; comunicação social; Idade Digital.

Los estudios y la divulgación de temas históricos

José Antonio Abreu Colombri (en adelante, JAAC): En multitud de ocasiones, el periodismo, el mundo académico y los divulgadores culturales cruzan acusaciones de intrusismo y mala praxis. ¿Qué importancia tiene el método a la hora de elaborar una investigación histórica? ¿La nueva frontera digital modifica sustancialmente la labor de investigación de las ciencias sociales y las humanidades? ¿Cómo afectan las nuevas tecnologías de la comunicación a la interacción entre los consumidores de información especializada y los creadores de contenidos informativos y divulgativos?

Juan Antonio Ríos Carratalá (en adelante, JARC): El método es fundamental para una investigación histórica, que se debe caracterizar por el rigor y la exhaustividad en el tratamiento de las fuentes en busca del mayor grado posible de veracidad. La «frontera digital» puede y hasta debe ser atravesada, pero no a costa del rigor metodológico.

No obstante, los investigadores universitarios también tenemos la obligación de divulgar nuestros trabajos y, por lo tanto, cabe contar con los medios de comunicación para alcanzar este objetivo. Todos sabemos que condensar un libro de cuatrocientas páginas en una noticia o una entrevista es un empeño casi imposible, pero el precio a pagar resulta asumible si conseguimos llegar a unos lectores que, por otra parte, nunca serán demasiados cuando se trata de un ensayo universitario.

JAAC: Durante la era preindustrial, la violencia político-militar fue una de las principales herramientas utilizadas para transformar la sociedad y controlar los poderes institucionales. Esa dinámica violenta se transformó durante la Edad Contemporánea, pero no cambió sustancialmente. ¿Por qué la violencia política y el militarismo han marcado tanto la contemporaneidad en Europa? ¿Por qué la ideología dominante del Estado español siempre ha perseguido el pensamiento plural? ¿La nación como sujeto histórico ha trascendido en los trabajos de divulgación?

JARC: Las preguntas son demasiado amplias y complejas, pero en cualquier caso no creo que el caso español sea demasiado diferente de otros que se dan en el contexto europeo. Si hablamos del franquismo, es obvio que cualquier dictadura reprime el pensamiento plural como salvaguarda del propio régimen.

Esta tarea fue especialmente, obsesiva en nuestro país y ha provocado, posteriormente, una falta de normalización de la discrepancia en todos los ámbitos del debate social, político o ideológico. No obstante, a lo largo de estos últimos cuarenta años el camino recorrido ha sido notable y, ahora mismo, creo que gozamos de una pluralidad aceptable, aunque siempre haya movimientos –a veces muy fuertes– en contra de esa pluralidad. Su presencia en los medios de comunicación es más sonora que representativa de su verdadera entidad social.

El valor de las fuentes orales en la labor de divulgación

JAAC: El testimonio de vida y la síntesis académica son dos de los principales aportes de la oralidad en los archivos sonoros actuales. ¿Qué valor tienen las fuentes orales en el proceso de documentación de una investigación histórica? ¿Cuáles son las principales dificultades de producción de contenidos escritos, sonoros y audiovisuales especializados en temática histórica?

JARC: Las fuentes orales son básicas para determinados ámbitos de la investigación histórica, pero quienes las utilizan saben de sobra de sus peligros y deben someterlas a un proceso de confrontación con otras fuentes para evitar el subjetivismo inherente a las orales. Las dificultades pasan por un desafío: mantener el rigor sin aburrir al lector. En mi caso es un empeño casi obsesivo y de ahí el tipo de ensayo que cultivo.

JAAC: Los periodistas, los politólogos y los historiadores suelen rivalizar por la construcción disciplinar del relato histórico contemporáneo, especialmente en cuestiones recientes que son conocidas como «historia del presente» e «historia del mundo actual». ¿Es posible articular una investigación histórica rigurosa desde un marco teórico disciplinar? ¿La cooperación multidisciplinar garantiza unas conclusiones rigurosas de investigación histórica para todas las partes implicadas?

JARC: La historia del presente es un oxímoron. Nosotros necesitamos de la perspectiva temporal y de un mínimo distanciamiento para poder aplicar nuestra metodología. Estoy seguro de que el trabajo de los periodistas o los politólogos actuales será de interés para los historiadores, pero cuando haya transcurrido un tiempo suficiente y esas aportaciones puedan ser contrastadas con otras fuentes. El tiempo decanta la verdadera importancia de los testimonios.

La producción audiovisual y la temática histórica

JAAC: El proceso productivo del cine documental está muy estandarizado y suele regirse por una serie de coordenadas rígidas. ¿Qué rasgos básicos debe tener un buen documental de temática histórica? ¿Por qué el género documental suele tener menos atractivo entre los consumidores de productos audiovisuales?

JARC: El cine documental también puede resultar apasionante para un espectador. El desafío es encontrar un tema adecuado y, sobre todo, un tratamiento cinematográfico que permita comunicarlo sin perder el interés. El problema suele ser la precariedad en que se desenvuelven muchas de estas producciones, a menudo realizadas a base del empeño heroico de sus responsables. Estoy seguro de que si, ahora mismo, algunas plataformas digitales apostaran por el cine documental, nos podríamos encontrar con varios títulos de éxito, siempre dentro de las coordenadas modestas de unos productos que deben evitar los caminos fáciles y agradecidos de la ficción.

JAAC: El proceso productivo de ficción audiovisual –cine y series de televisión– suele ser una fuente de distorsión de la realidad histórica. ¿Por qué los creadores actuales de ficción audiovisual no documentan correctamente sus relatos y ambientaciones de temática histórica? ¿Qué documentales y películas de temática histórica han cambiado su forma de ver el pasado?

JARC: La pregunta implica una generalización que no siempre se corresponde con la realidad. Hay ejemplos cercanos que indican un proceso contrario. Series españolas como Patria, Antidisturbios, La línea invisible y El día de mañana prueban que se puede hacer una ficción de éxito con un considerable arraigo en una realidad documentada históricamente.

Ahora bien, el primer objetivo de una obra de ficción es que funcione como obra de ficción, con independencia de su verismo. Este objetivo tiene su precio en materia de exactitud o verismo, pero cabe asumirlo si somos conscientes de estar ante un producto de ficción, algo que no siempre parece recordarse a tenor de las reacciones del público.

El franquismo y la información periodística

JAAC: Muchos teóricos de la información e historiadores del periodismo construyen imágenes antagónicas de la labor periodística durante la dictadura del general Franco. ¿La cúpula política de la dictadura controló la labor de los periodistas y el funcionamiento de las empresas periodísticas? ¿Qué grado de libertad de acción tenían los profesionales de la información antes y después de la censura previa?

JARC: El control fue absoluto, hasta el punto de que la legislación aprobada en tiempos de guerra se aplicó hasta la reforma legal propiciada por Manuel Fraga en los años sesenta. Solo a partir de entonces hubo un tímido grado de libertad, pero su ampliación siempre pasó por múltiples problemas para los periodistas, que llegaron a los tiempos de la transición con cientos de procesos judiciales por ejercer la libertad de expresión. Ahora mismo estoy escribiendo esta historia porque el proceso fue duro y largo al tener que afrontar problemas legales de todo tipo.

JAAC: Después de la Guerra Civil, las plantillas de periodistas fueron depuradas violentamente y las empresas periodísticas formaron parte del botín de guerra. ¿Hubo grandes favorecidos a la hora de constituir la nueva estructura de medios de comunicación? ¿Existió alguna metodología definida para imbricar las consignas propagandística y los contextos informativos cotidianos? ¿Por qué todos los grupos de poder estaban tan obsesionados con el control de la información y la producción cultural durante todas las fases de la dictadura?

JARC: Hubo una verdadera confiscación, como en tantos otros sectores, durante la posguerra y nadie ha respondido de esa apropiación indebida, que está en la base de no pocas cabeceras del franquismo. Las consignas fueron constantes y de obligada inserción, porque la dictadura estuvo muy pendiente del control de todos los medios de comunicación.

La tarea fue realizada con verdadero éxito y, salvo excepciones relacionadas con los lógicos matices, cabe decir que la prensa estuvo al servicio de la dictadura. Tampoco tenía otra alternativa y, si queremos observar un cierto grado de distanciamiento con respecto a la misma, debemos fijarnos en secciones a las que se atribuía una importancia relativamente menor.

El revisionismo y los derechos humanos

JAAC: El movimiento memorialista ha despertado una gran polémica en España desde sus orígenes. ¿Por qué los sectores conservadores rechazan con tanta vehemencia la revisión histórica? ¿Por qué los poderes públicos suelen mostrarse incómodos ante los nuevos interrogantes surgidos de la revisión histórica? ¿Miguel Hernández Gilabert y Federico García Lorca son los dos principales símbolos de la represión cultural del franquismo?

JARC: Es un problema de mala conciencia, entre otros motivos. La derecha española nunca se ha distanciado de verdad con respecto al franquismo, se sabe heredera de muchos de sus beneficios y teme que el conocimiento histórico desvele aspectos poco o nada presentables desde un punto de vista democrático.

Al cabo de cuarenta años de democracia, este proceso debería estar completado, pero no ha sido así porque en realidad la dictadura nunca fue derrotada y tuvo la oportunidad de amoldarse, hasta cierto punto, a las exigencias mínimas de la democracia. Los dos poetas, junto con otras muchas víctimas de la represión, son un símbolo, pero no una excepción. El trágico destino de ambos fue compartido por muchos miles de víctimas.

JAAC: La memoria histórica, como concepto ideológico, y el revisionismo histórico, como concepto historiográfico, son relativamente nuevos. ¿Los colectivos memorialistas están construyendo una imagen del pasado irreal o parcial? ¿Los colectivos memorialistas están ideologizando en exceso el proceso de revisión histórica y el planteamiento de nuevos enfoques temáticos?

JARC: Los colectivos memorialistas han ejercido una labor encomiable y tienen el derecho a esa parcialidad, como los propios individuos que ejercen su derecho a la memoria. Somos los historiadores quienes debemos asumir nuestra tarea con el mayor rigor posible, sirviéndonos a menudo de la tarea de quienes potencian la memoria histórica. Nosotros no nos debemos dejar llevar por los sentimientos, las emociones u otras circunstancias, a diferencia de quienes reivindican la memoria de sus familiares.

El revisionismo histórico y el nacionalismo español

JAAC: El nacionalismo español siempre ha utilizado el pasado como fuente de legitimación política. ¿El historicismo y el positivismo elaboraron relatos históricos mitificados y distorsionados? ¿Los colectivos tradicionalistas han estado ideologizando en exceso el proceso de investigación histórica desde el siglo XIX?

JARC: El nacionalismo español se ha comportado en este sentido como cualquier otro nacionalismo. Los historiadores tenemos la obligación de desmontar esos relatos históricos con documentación, análisis y rigor interpretativo. La tarea es compleja y poco agradecida, porque esos relatos mitificados y distorsionados suelen resultar más atractivos al formar parte de una ficción. Los nacionalistas no suelen estar predispuestos a verse en el espejo de la historia y prefieren crear su propia ficción con apariencias de relato histórico.

JAAC: El tradicionalismo histórico y la historiografía españolista se niegan a abandonar el marco teórico que constituye su área de confort. ¿Los colectivos tradicionalistas siguen reproduciendo una imagen del pasado irreal o parcial? ¿Los elementos concomitantes del nacionalismo y el conservadurismo han integrado un discurso histórico excluyente y triunfalista?

JARC: El área de confort es agradecida por todo tipo de lector, no solo el tradicionalista. La división no se establece entre conservadores o progresistas, por utilizar términos de fácil comprensión. Hay una mayoría que acude al pasado para reafirmarse y una minoría que busca interrogantes en el mismo. Los primeros siempre encuentran su área de confort y los segundos aprenden con la seguridad de que deben seguir planteándose interrogantes constantemente, aunque molesten e inquieten.

Los historiadores y los divulgadores históricos

JAAC: La comunidad académica valora de forma muy diferente la labor de divulgación histórica y sus resultados. ¿Cuáles son las razones por las que el mundo académico suele fracasar a la hora de acercarse al público no especializado en temática histórica? ¿Cuáles son los principales errores cometidos por los divulgadores a la hora contar los hechos históricos?

JARC: Los investigadores olvidan a menudo un decálogo, cuyas primeras nueve normas indican que no debemos aburrir al lector y la décima confirma la validez de las anteriores. Hay temas cuya complejidad apenas permite seguirlo, pero siempre es posible encontrar la síntesis, el punto de vista, el estilo, los recursos narrativos… que nos permiten atraer al lector. El esfuerzo para conseguirlo es notable, pero merece la pena realizarlo si queremos que nuestros libros lleguen, al menos, a una minoría.

JAAC: Los estudios históricos en España ignoran muchas temáticas de investigación de primera línea, mientras que redundan sobre una serie de cuestiones clave. ¿Cómo deberían subsanar los historiadores y los divulgadores los subdesarrollos temáticos? ¿Por qué muchos relatos históricos del franquismo siguen teniendo una gran vigencia en la actualidad? ¿Es posible divulgar temas históricos que no han adquirido un mínimo grado de maduración académica previa?

JARC: No estamos tan lejos del franquismo. En términos históricos, fue ayer mismo. La divulgación requiere una maduración previa y, sobre todo, una verdadera riqueza de conocimiento para que la síntesis sea significativa. Un libro divulgativo debe presuponer la existencia de muchos libros especializados.

El radicalismo político y la instrumentalización del pasado

JAAC: La extrema derecha –neofascismo, neonazismo, nacionalismo xenófobo, supremacismo racial– tiene cada vez más fuerza en muchos países de Europa y América. ¿El radicalismo conservador podría volver a cristalizar en las instituciones? ¿Qué opinión le merecen los periodistas e historiadores neofranquistas que tratan de minimizar las acciones de exterminio, encarcelamiento, explotación, coerción y humillación de las víctimas de la dictadura? ¿El presentismo histórico es el principal artificio retórico para la instrumentalización del pasado por parte de los discursos de odio?

JARC: Esas posiciones tienden a ser más ruidosas que consistentes. De ahí que tengan una mayor presencia en los medios de comunicación que en el ámbito académico. El problema es que estamos en una verdadera sociedad del espectáculo y cualquiera de estos negacionistas suele dar mucho más espectáculo con sus frases rotundas que nosotros con nuestros libros repletos de matices, contradicciones y apuntes para la reflexión.

JAAC: Los nacionalismos en Galicia, Cataluña y Euskadi tienen una gran presencia electoral e institucional en la actualidad ¿Qué opinión le merece la estrategia de los nacionalismos periféricos que utiliza el pasado para justificar y fundamentar agendas políticas actuales? ¿El fracaso del relato histórico del nacionalismo español está condicionado por la defensa de un centralismo doctrinario?

JARC: La instrumentalización del pasado siempre es un error desde el punto de vista histórico, pero puede ser muy rentable políticamente hablando. El proceso de mitificación del pasado al servicio de unos intereses del presente es universal. No me consta un solo nacionalismo que lo haya evitado en alguna medida. Frente a esta obviedad, nuestra tarea es desmontar ese discurso –de la ficción– con argumentos históricos. Tenemos siempre las de perder, pero nunca cabe caer en la aceptación de una ficción que se presenta como historia.

13 de marzo de 2021

Bibliografía

Ríos Carratalá, Juan Antonio. De mentiras y franquistas. Sevilla: Editorial Renacimiento, 2020.

Ríos Carratalá, Juan Antonio. Un franquismo con franquistas. Sevilla: Editorial Renacimiento, 2019.

Ríos Carratalá, Juan Antonio. Suelas gastadas. Periodistas y escritores en tiempos de cambio (II República y Transición). Sevilla: Editorial Renacimiento, 2017.

Ríos Carratalá, Juan Antonio. Nos vemos en Chicote. Imágenes del cinismo y el silencia de la cultura franquista. Sevilla: Editorial Renacimiento, 2015.

Ríos Carratalá, Juan Antonio. Usted puede ser feliz. La felicidad en la cultura del franquismo. Sevilla: Editorial Renacimiento, 2013.

Ríos Carratalá, Juan Antonio. Hojas volanderas. Periodistas y escritores en tiempos de República. Sevilla: Editorial Renacimiento, 2011.

Ríos Carratalá, Juan Antonio. El tiempo de la desmesura. Historias insólitas del cine y la guerra civil española. Barcelona: Editorial Barril y Barral, 2010.

Juan Antonio Ríos Carratalá

Fuente: G. Robador, «Adolescentes del tardofranquismo», Las Provincias (5 de diciembre de 2016).


*Fecha de recepción: 18/03/2021

Español. Doctor por la Universidad de Alcalá (UAH), Alcalá de Henares, Madrid, España. Profesor e investigador en la Universidad de Alcalá (UAH), Alcalá de Henares, Madrid, España. Correo electrónico: abreucolombri@gmail.com ORCID: https://orcid.org/0000-0002-8698-6493

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