N.º 85 • Enero - Junio 2022
ISSN: 1012-9790 • e-ISSN: 2215-4744
DOI: https://dx.doi.org/10.15359/rh.85.7
Licencia: CC BY NC SA 4.0

sección DOCUMENTAL

La fiesta de Costa Rica en una tierra extraña: Narraciones de la celebración de la Independencia en la ciudad de Limón a través de la prensa escrita (1885-1921)

The Party of Costa Rica in a Strange Land: Narrations of the Celebration of Independence in the City of Limón Through the Written Press (1885-1921)

A festa e celebração da Costa Rica em uma terra estranha: narrações da festa da Independência na cidade de Limón através da imprensa escrita (1885-1921)

Fernando Ordoñez Cash*

Alexander Stefano Porras Calderón**

Resumen: Durante el periodo establecido, la comarca y posterior ciudad de Limón se constituyó en una zona sociocultural diversa por la migración heterogénea que pobló sus tierras. Esto ocasionó que la fiesta de la independencia de Costa Rica, en su variante limonense, fuera distinta a la celebrada en las principales ciudades del Valle Central. Las notas de prensa escrita que se presentan a continuación dan una muestra de cómo se celebró esta fiesta patria en la ciudad de Limón y de los discursos de rechazo —provenientes del Valle Central— hacia Limón, sus habitantes y la forma en que celebraron la fiesta.

Palabras claves: ciudad de Limón; aniversario; independencia; identidad; prensa escrita; Costa Rica; historia.

Abstract: During the established period, the region and later city of Limón became a diverse socio-cultural area due to the heterogeneous migration that populated their lands. It caused that the celebration of the independence of Costa Rica, in its «Limonense» variant, was different from the one celebrated in the main cities of the Central Valley. The written press releases that are presented below give a sample of how this national holiday was celebrated by the city of Limón and of the rejection speeches —from the Central Valley— towards Limón, its inhabitants and how they celebrated the festival.

Keywords: Limón City; independence anniversary; identity; newspapers; Costa Rica; history.

Resumo: Durante o período estabelecido, a região e posteriormente a cidade de Limón tornou-se uma área sociocultural diversa devido à migração heterogênea que povoou suas terras. Isto fez com que a festa da independência da Costa Rica, em sua variante Limonense, fosse diferente da celebrada nas principais cidades do Vale Central. Os comunicados de imprensa escritos que a seguir se apresentam dão uma amostra da forma como foi celebrado este feriado nacional na cidade de Limón e dos discursos de rejeição —do Vale Central— à Limón, aos seus habitantes e à forma como celebravam o festival.

Palavras chaves: Cidade de Limón; aniversário; independência; identidade; imprensa escrita; Costa Rica; história.

Presentación1

El estudio de las fiestas patrias fuera de las principales ciudades del Valle Central de Costa Rica constituye un vacío historiográfico y es necesario estimular más investigaciones que salgan del vallecentralismo metodológico que tanto permea a la producción historiográfica actualmente y en estas temáticas. La fiesta de la Independencia no ha escapado de este escenario. A partir de estas inquietudes académicas, y gracias a la proximidad del Bicentenario de la Independencia de los países centroamericanos, surgió la idea de investigar la celebración de la Independencia de Costa Rica en la comarca, y posterior ciudad, de Limón.

¿Por qué Limón? Porque fue una especie de «frontera interna» de doble naturaleza: política e ideológica. Durante el periodo que se delimita en este estudio, Limón solo formó parte del país en lo jurisdiccional, mas no estuvo integrado satisfactoriamente a él; esto ocurriría más allá de la periodización citada. Limón y la mayoría de sus habitantes contrastaban fuertemente con el discurso liberal de la Costa Rica blanca y homogénea, por lo que se fue convirtiendo, paulatinamente, en la expresión de la otredad costarricense y no fue tomada en cuenta durante esa primera etapa de invención nacional.2 En resumen, se encontraba dentro del país, pero fuera de la nación imaginada.3

Esta investigación se realizó en el marco de la actividad académica «El Bicentenario lo celebramos todos: a 200 años de la independencia de América Central del Reino de España (1821-2021); lecturas y relecturas del proceso emancipatorio» de la Escuela de Historia de la Universidad Nacional de Costa Rica.4 Dicha actividad académica permitió la realización de una exposición académica en la Biblioteca Nacional, titulada «Costa Rica de fiesta: la celebración nacional del 15 de setiembre, 1841-1982». Para dicha exposición se recolectaron fuentes acerca del 25, 50, 100, 125, 150 y 175 aniversario de la Independencia, además del primer desfile de faroles y la primera carrera de la antorcha en el país.

Las inquietudes académicas anteriormente esbozadas y la ubicación de crónicas que confirmaron la particularidad de la fiesta en su variante limonense crearon las condiciones ideales para llevar a cabo una investigación de esta naturaleza.

Para el desarrollo de la investigación fueron seleccionadas notas de prensa de periódicos de circulación local —provenientes de la ciudad de Limón— y otras publicadas en el Valle Central, lo cual nutrió la forma de entender la fiesta de la Independencia desde distintas perspectivas. Al mismo tiempo se tomó el año de 1885 como punto de partida, pues de ese año data la crónica más antigua que se ha encontrado respecto a una celebración de la Independencia de Costa Rica en Limón, pero ¿fue esta la primera vez que se realizó dicha fiesta en Limón? Esta es una pregunta que todavía no puede responderse con total certeza, pero es probable que sí. La periodización finaliza en 1921 por el simbolismo del Centenario de la Independencia de Costa Rica. Sin embargo, hay varios vacíos documentales, y esto puede deberse a tres razones en particular: 1) Aún no se han hallado todas las crónicas correspondientes a los años faltantes. 2) Por la poca cobertura de la fiesta en la comarca. 3) Puede responder a la discontinuidad de la fiesta en Limón. Esto será aclarado en investigaciones venideras.

Es importante señalar que no se muestra aquí la totalidad del acervo documental analizado e, incluso, se debe aclarar que se excluyó información como parte de un ejercicio de síntesis y con el propósito de no afectar de ninguna manera la lectura y comprensión de la misma fuente. Solo se anexaron aquellas crónicas que dejan ver cómo se celebró la fiesta de la Independencia en la comarca, así como aquellas notas que muestran los discursos imperantes en el contexto.

Conviene introducir al lector a la información que encontrará en las notas transcritas en este texto. Las crónicas informan sobre la vestimenta de los concurrentes, de discursos románticos en torno al proceso emancipatorio y se honra a los próceres que derramaron la sangre con que quedó sellada la libertad de Costa Rica, pero también se encuentran discursos y opiniones abiertamente racistas que arremeten contra los limonenses y la forma en que celebraron la fiesta. Por otro lado, se encuentran informes sobre visitas de importantes personalidades con cargos en el gobierno central de la República, como algunos ministros y el presidente. Sin embargo, la llegada de figuras con importantes cargos políticos puede interpretarse como una lucha de poderes: el presidente de la República visitaba Limón, parte de la jurisdicción de Costa Rica dominada hasta entonces por la compañía bananera. Esto también se presta para que la fiesta se vuelva un espacio de efervescencia política en la que se apoya o desaprueba la administración presidencial del momento o en el que se generan riñas por la pertenencia a tal o cual posición o partido político.

Una vez esbozadas las generalidades que ofrecen las fuentes primarias, conviene mostrarle al lector las notas de prensa escrita escogidas y transcritas, de modo que puedan contribuir a formar una idea de cómo se celebró esta efeméride en Limón. Desde luego, haciendo la salvedad de que cada crónica está sesgada, porque es el autor de la misma el que decide qué reseñar, así como su posición ya sea de aceptación, indiferencia o rechazo hacia Limón, sus habitantes y la forma en que celebraron la efeméride; pero también puede influir la política del periódico que publicó la nota. Veamos.

D. Platform, «El 15 de setiembre en el Limón», Diario de Costa Rica, 22 de setiembre de 1885, 3.

«El gran día de la patria fué celebrado con el más expresivo y sincero entusiasmo.

Al sonreír la alborada, las salvas y una alegre música indicaron el principio de la fiesta. A las ocho de la mañana los edificios públicos y casas particulares ostentaban el pabellón nacional, flameaba luciendo sus colores á favor de fresca brisa: parecía que el tiempo celebraba con nosotros tan fausto acontecimiento.

Los costarricenses residentes en esta ciudad, de acuerdo con el señor Gobernador de la Comarca, dispusieron levantar una suscrición [sic] para celebrar esta fecha tan memorable. Así se hizo y á las 12 m. el vaporcito nacional “Mora” lujosamente empavesado, daba el último silbato y levaba ancla llevando abordo numerosa y escogida concurrencia, entre la que brillaba por sus encantos el bello sexo, y la música nos regalaba los oídos con sus dulces notas; y se dirigía con rumbo al “Portete”; pintoresca finca del estimable caballero don Arturo K. Brown. El mayor buen humor y alegría reinaban entre los navegantes, habiendo alcanzado su más alto grado al llegar á la finca expresada, donde el señor Gobernador don Balvanero Vargas, improvisó un alegre baile que se prolongó hasta las cinco de la tarde.

En tiempo oportuno, con estilo elegante y fácil decir, el señor Vargas hizo uso de la palabra, brindó por la prosperidad del país, por nuestro progresista gobierno, por la colonia extranjera y recordó algunos de los hechos más importantes de la historia patria. Varios otros caballeros hicieron uso de la palabra y expresaron, con frases elocuentes, sus patrióticos sentimientos y su adhesión al honrado y liberal gobierno que con tanto acierto rige los destinos de la república. Entre ellos citaré á los señores Alvarado, Chacón y Montagné. El estimado caballero señor F. W. Bornemann, jefe de la casa de “Mr. Keith” brindó en nombre de la colonia extranjera, así como los señores Cook, Renwick y Luthmer. […] Nada faltó en esta alegre reunión: el buen humor se pintaba en todos los semblantes y la confianza reinaba en los concurrentes. El champagne, la cerveza, el cognac y el wiskey prestaron su valioso contingente contribuyendo á la mayor animación.

A las seis de la tarde regresamos todos contentos y satisfechos guardando muy gratos recuerdos de este día. Limón, setiembre 16 de 1885».

J. M. A., «Limón», El Comercio, 19 de setiembre de 1896, 2-3.

«El aniversario del 15 de Setiembre fué celebrado aquí de una manera expléndida [sic] como nunca se había visto.

La patriótica fiesta tuvo lugar del modo siguiente:

Desde la víspera se engalanó la ciudad con banderas nacionales y extranjeras, habiendo también iluminaciones en toda la ciudad.

El alba del día 15 fué saludada con los 21 cañonazos de costumbre. La música preparada al efecto, recorrió las calles de este simpático puerto, entonando alegres dianas. Los cohetes y bombas estuvieron á la orden. Desde las 6 a.m. los vapores anclados en la bahía, enarbolaron gran número de banderas y gallardetes, predominando, en el palo mayor de cada uno de dichos vapores, el pabellón nacional. A la 1 p.m. y por invitación del Sr. Gobernador de la Comarca, se reunió en el edificio de la Gobernación lo más selecto de esta sociedad, inclusive los capitanes de los vapores y muchos de sus oficiales más distinguidos. Reunidos todos en el espacioso salón, el Sr. Gobernador ordenó á su Srio. diera lectura al Acta de Independencia, después de lo cual manifestó breves palabras, pero impregnadas de ardiente patriotismo, el patriótico objeto del acto brindando por la Independencia Nacional, por Costa Rica y por los héroes que en su abnegación y su sangre nos conquistaron las libertades de que hoy gozamos. Después tomó la palabra el Dr. don José Ma Castro, haciendo alusión á la memorable fecha y encomiando el carácter progresista del señor Gobernador por sus importantes y largos servicios prestados á esta rica comarca.

Acto contiguo se pasó al comedor, el que estaba adornado con exquisito gusto. (Dicho esto por nacionales y extranjeros.) El “lunch” fué espléndido. Los manjares fueron de gran variedad y en profusión. El champagne fué servido con lujos de prodigalidad. Durante el banquete, que concluyó á las 4 p.m. hicieron uso de la palabra con brillante lucidés [sic] los Sres. doctor José Ma Castro, el señor Capitán del vapor Alemán “Francio” Mr. E. Maller, don Antonio Zanetti, don Rafael Villafranca, don Jenaro Cardona, don Ramón Acevedo, el Sr. Vice-Cónsul Inglés M. R. Mc-Anslon y el Sr. Capitán C. G. Pearce. Terminado el acto anterior presenciamos desde el balcón de la Gobernación las carreras de caballos preparados con anterioridad. Hubo también una regata con premio ofrecido por el Gobr. para el bote que saliera triunfante y lo fué el manejado por Mr. John C. Williams.

A las 8 de la noche se principiaron en el parque de esta ciudad los fuegos de pólvora que estuvieron muy lucidos. Se elevaron varios globos también. La fiesta por la libertad terminó con un baile obsequiado al pueblo por el Sr. Gobernador, en el cual no hubo el más pequeño desorden. En ese memorable día las clases todas de esta sociedad, cada una en su escala, pues el Sr. Gobr., guiado por sus más nobles sentimientos, dispuso que la mitad del generoso auxilio brindado por el Supremo Gobierno para ayudar á la fiesta fuese cedido á favor del Hospital de Caridad. Complázcome en felicitar á don B. Vargas por tan generosa conducta y por lo bien que ha sabido celebrar tan gloriosa fecha. J. M A. Limón Setbre. 16 1896».

El Heraldo de Costa Rica, «De Limón», 19 de setiembre de 1905, 2.

«Amigo mío: Pasó, como casi todo pasa en este bajo mundo, el tan esperado día de la Patria: lo que sí no pasa, son las monedas falsas y las candidaturas de artificio.

Y aquí nos tiene usted tan campantes, después de cumplir al pie de la letra con aquello de… mucho ruido y pocas nueces, porque en verdad las tan cacareadas fiestas limonenses han resultado un fiasco espantoso. […] Por el momento, mientras tronaba en la esquina del Cuartel de Policía un cañoncito de pantalón corto, mientras se desperdiciaban unos seis reales de confetti, mientras nos parrandeaban en los tímpanos las notas de una murga de pueblo, todos, toditos conveníamos tácitamente en que nos estábamos divirtiendo terriblemente pero por dentro nos andaba la procesión, éramos misántropos propensos al suicidio, cubiertos por el antifaz de una sonrisa de satisfacción.

Oiga, amigo Director, y convénzase de nuestra desgracia: fuera de los ejercicios de los clubs sport, única nota simpática, culta y alegre, lo demás se redujo á lo siguiente: unos cuantos negros en traje de joky increíble, caballeros en unas tantas rucas; gran cantidad del mismo género en traje diplomático, gritando como condenados; otras tantas negras vendiendo naranjas y cacao maní… ¿Verdad que hay motivo de sobra, para morirse de la alegría?

Actos de carácter oficial que nos pusieron de relieve el 15 de Setiembre:

1)Charanga madrugadora á todo bombo y platillos.

2)Pólvora en salvas.

3)Canto escolar en el Parque, porque lo recordaron los maestros, y pare usted de contar.

Los de carácter municipal se cuentan por la cifra que sigue al nueve: cero. Al pobre Municipio, dicen las malas lenguas que después de la campaña clética y mientras las aceras se mueren de risa, al pobrecito se le pueden contar las costillas.

¿Novedades por aquí? –La rueda de Chicago, quiero decir, la de Párraga y Roa, que produce deleitosas sensaciones y sirve de tentación á los yernos que tienen suegras fereches y “El Nuevo Castor”, como dijo el inolvidable Yoyo, del amigo don Belisario Ramírez, hoy transformado en un Palacio de Cristal, lleno de preciosidades en vidrio y porcelana».

Correo del Atlántico, «Crónica de las fiestas», 20 de setiembre de 1908, 2-3.

«Iluminación y adornos

Muy temprano de la mañana del día 12 comenzó el vecindario á adornar sus casas, y ya se notó gran animación por las fiestas. […]

El kiosco sobre todo, era un pabelloncito que causaba admiración.

A los acordes de la música, y mientras las bandas de Heredia y la de este puerto se disputaban la palma de la mejor ejecución, las batallas de confetti se verificaron con animación nunca vista.

Las damas y caballeros de la alta sociedad, en franca confusión con el pueblo, se lanzaban confetti y serpentinas en las noches de retreta, siempre en forma respetuosa y comedida, sin que hayamos tenido que lamentar el más ligero abuso.

Pero, no sólo el Parque lucía hermosas galas, sino que los edificios públicos y de particulares también fueron adornados con gusto, y la ciudad entera respiraba aire de fiestas.

La naturaleza se mostró espléndida con todos los otros elementos, contribuyendo á la mayor animación de las fiestas el radiante sol; pues desde la víspera de comenzarse la iluminación en que tuvimos un fuerte aguacero, no volvimos á tener lluvias hasta en la noche del último día en que el agua se encargó de apagar los faroles y de refrescar á cuantos el reposo les era ya necesario.

Los señores Ministros

En la tarde del sábado 12 llegaron á este puerto en tren especial y en representación del Gobierno, los señores Licenciado don Alfredo Volio, Ministro de Relaciones Exteriores, Gobernación y Policía y don Oscar F. Rohrmoser, Ministro de Hacienda y Comercio, acompañados de los caballeros don Ricardo Pacheco y don Alberto Gallegos.

La presencia de tan distinguidas personalidades contribuyó como era de esperarse, á aumentar la animación de la fiesta.

El señor Ministro Volio es un correcto caballero joven y muy ilustrado, de trato agradable, y como en su alta posición no se ha debilitado su cerebro, desde el primer momento que se le trata inspira una franca simpatía.

En cuanto al señor Rohrmoser, distinguido amigo nuestro, es una estimable personalidad que sin alardes sabe cumplir siempre los deberes de su alta posición política, y es con justicia acreedor á la confianza que en él tiene depositada el Jefe de la Nación al haberlo encargado del Ministro de Hacienda y Comercio desde que se inauguró la actual administración.

Los honorables huéspedes permanecieron entre nosotros desde el sábado hasta el lunes 14 en la mañana; durante ese tiempo estuvieron siempre festejados y atendidos de todas las personas de la sociedad limonense.

En la mañana del domingo 13, los señores Ministros acompañados del Gobernador y de varios caballeros visitaron el hermoso vapor “Prinz Joachim”, de la “Hamburg American Line,” y allí presentados cortesmente por el señor don Alberto Lasker, Gerente de la Agencia en este puerto, fueron espléndidamente obsequiados por el Capitán de la nave.

Al medio día se les ofreció un agradable almuerzo en los salones del “Club Atlántida,” dado amistosamente por los caballeros don Ricardo Mora F., don Roberto E. Smyth y el Director de este semanario.

En la noche concurrieron al baile oficial de que hablamos enseguida, y á las cuatro de la mañana del día lunes 14 regresaron á la capital.

Juegos de sport

Con más ó menos regularidad se cumplió el programa en lo tocante á esta parte de las diversiones.

Las regatas se verificaron á las 4 de la tarde del día sábado 12, ante numeroso público que había en el muelle de madera.

Como estaba anunciado, había una copa que regalaba el señor don Frank L. Maduro, para disputarse entre los que entraron en la lucha, que fueron los señores siguientes: Rosados […] Azules […]

Ambos bandos hicieron prodigios de fuerza y de habilidad, habiendo sido favorecidos por la fortuna los azules.

Foot-ball

El lunes en la tarde se verificó el match que estaba anunciado entre los jugadores venidos de Cartago y los de este puerto.

Se disputaban medallas de oro.

El capitán del team de Cartago era el señor don Roberto Gutiérrez y el de los limonenses el señor don Carl De Pass.

El juego estuvo reñidísimo y los jugadores hicieron un goal por cada parte; hubo pues empate.

También hubo una carrera de natación entre varios caballeros en que salió victorioso el señor Harry Zurcher, después de recorrer una distancia de más de doscientas yardas.

Carreras de caballos

Se observó el programa en todas sus partes y ganaron los siguientes caballos:

CARRERAS

1)“Lipton”, de C. Campbell.

2)“Oyama”, de H. S. Clarence.

3)“Grafton”, de C. Campbell.

4)“Turrialba”, de C. Campbell.

5)“Turrialba”, de C. Campbell.

6)“Oyama”, de H. S. Clarence.

7)“Early Dew”, de W. Mahoney.

8)“Telele”, de J. Xirinachs.

Se cruzaron grandes apuestas y puede afirmarse sin temor de equivocación, que las carreras de caballos es la diversión que más atractivos tiene para el pueblo limonense, que es en su mayoría jamaicano.

Carro alegórico y mascaradas

A la verdad que los mantudos como generalmente se les llama á las mascaradas, no presentaron ninguna novedad; gigantes, enanos, cuijen, la muerte y otras diversas figuras, pero todo bien presentado y con bastante orden.

Estuvo digno de verse el “carro alegórico” que aunque de alegoría no fué inteligible para todo el mundo, lo que es el trabajo hecho por la señora María Dufour de Estrada fue una maravilla de arte.

Todo el gran carro y las dos inmensas mulas americanas que tiraban de él, estaban perfectamente adornados con encajes de papel de colores, preciosamente combinados.

En las cuatro esquinas del carro se veía igual número de “cuernos de la abundancia” arrojando inmensidad de flores y plantas preciosas, y dentro del carro algunos jóvenes de este puerto luciendo magníficos vestidos figuraban personajes de la antigüedad.

En el centro se podía admirar una gruta. Todo este magnífico trabajo hecho á mano por la señora Dufour de Estrada, es como antes dijimos, una obra de arte, por cuya ejecución enviamos nuestras felicitaciones á la hábil constructora.

Corrida de toros y fuegos pirotécnicos

De las fincas de la United Fruit Co se trajeron los toros-fieras, así llamados por la bravura con que embestían. Los toreadores bastante listos supieron defenderse y los raros individuos que un poco alcoholizados penetraron á la plaza, tuvieron la suerte de salir bien librados de su arriesgada empresa, á excepción de uno llamado José Aguilera, á quien un golpe del toro produjo un ataque cerebral que le causó la muerte.

La concurrencia á la plaza, á las barreras y á los tablados fué numerosísima, por lo que nos atrevemos á asegurar que por lo menos asistieron el último día á los espectáculos públicos de cinco á seis mil personas.

Los juegos pirotécnicos no valían gran cosa, sólo dos noches los hubo, sin que pueda anotarse nada extraordinario.

También se exhibió durante las noches en la plaza de toros un cinematógrafo bastante bueno. Los empresarios de tablados deben haber salido satisfechos de su negocio, pues notamos en todos ellos casi siempre lleno completo.

Recepción oficial el día 15

Varias respetables personas de esta localidad visitaron al Sr. Gobernador en su residencia, á las doce del día 15. Las bandas de Heredia y de Limón ejecutaron, después de los toques de ordenanza, alegres piezas.

En el momento oportuno el señor Gobernador González Víquez ofreció una copa de champaña á los concurrentes y el doctor don Benjamín de Céspedes hizo uso de la palabra y con su elocuencia acostumbrada, brindó por Costa Rica, por su prosperidad y porque no obstante su pequeñez pueda conservar siempre su independencia.

A continuación tomó la palabra el Director de este periódico, manifestando que á su entender los dos elementos que poderosamente han contribuido al progreso de este país son la libertad y la paz: la primera obtenida y mantenida desde 1821, y la segunda inalterable durante los 87 años de esa vida libre.

Se refirió después con entusiasmo á la armonía que desde algún tiempo reinaba en nuestra sociedad y terminó brindando por el Presidente de la República y por el Gobernador de la Comarca.

A todos contestó el señor Gobernador congratulándose por haber podido servir en la medida de sus facultades, los intereses generales, y prometiendo no omitir esfuerzo alguno para que la armonía que felizmente se nota entre los limonenses no sufra alteración.

Baile de sociedad

En los salones del «Club Atlántida» se dió el magnífico baile que comenzó entre 9 y 10 de la noche del día domingo 13 del presente.

Solo podemos tener el gusto de hacer mención del nombre de las distinguidas damas que ocurrieron á la fiesta, porque fueron tantos los caballeros allí presentes que sería largo de contar y nos disgustaría omitir el nombre de alguno […].

A la verdad que en pocas fiestas como en el baile á que nos referimos hemos podido admirar un conjunto tan distinguido de señoras y señoritas que unían á su gracia y gentiliza, la elegancia y distinción de sus trajes de exquisito gusto.

¿Y quién fué allí la reina? No podemos decirlo, porque unas lo eran por sus ojos de fuego, otras por sus sonrisas de infinita dulzura, algunas por la esbeltez de su talle admirable, otras por su parte airoso, y todas por la elegancia del vestir.

Con cuánto gusto diríamos algo para todos los caballeros, si algunos, so pretexto del calor y por viejas tolerancias no hubieran asistido con trajes que nos parecen inadecuados. Cuando las damas se presentan con suntuoso traje de ceremonia no es propio en los hombres gastar vestidos de confianza; y nos referimos á esto como pequeño lunar que debe evitarse en lo futuro.

La orquesta dirigida por el maestro Páez estuvo admirable.

El baile se prolongó hasta las cinco de la mañana, sin que ni un solo momento decayera la animación y el buen tono que se observó desde su comienzo.

Conclusión

Han terminado las fiestas sin tener que lamentar desórdenes ni pleitos y por tan brillando éxito merecen la Corporación Municipal y el señor Gobernador, así como la Comisión de Fiestas, un aplauso muy caluroso».

El Tiempo, «El 15 de Septiembre», 15 de setiembre de 1911, 2.

«Hoy es el Aniversario de la Independencia Patria. Fiesta de paz y de alegría, pues por rara escepción [sic] en la Historia la emancipación de Costa Rica se llevó á cabo sin que ni á ella ni á la Madre Patria les costara una sola gota de sangre.

Aunque no nacidos en este suelo, estamos arraigados á él por vínculos de cariño y de familia y celebramos sus alegrías lo mismo que nos afectan y entristecen sus pesares.

Por eso hoy, de todo corazón gritamos con los costarricenses:

¡Viva Costa Rica libre!

¡Viva Costa Rica siempre independiente!».

OIRAM, «El juramento del 15», El Tiempo, 19 de setiembre de 1911, 2.

«Si la ignorancia fuera excusa para sincerar errores, podría perdonarse el gravísimo que se cometió en la fiesta del viernes, haciendo jurar bandera á individuos que por su carácter de extranjeros carecen de condiciones legales para ligarse incondicionalmente á los compromisos que encarna un acto de esa naturaleza; pero como se trata de un hecho públicamente solemne hay que suponer premeditación y responsabilidad inreludible [sic].

Cómo entonces hallar disculpa para quien pidió el juramento, somprendiendo [sic] talvez la fe tonta de los incautos, ni para estos que por ignorancia ó por temor de deslucir un acto público, contrajeron con su silencio de idiotas ó de sugestionados un compromiso que los nacionaliza en este país? […] Limón, 17 de Spbre. 1911. OIRAM».

El Correo del Atlántico, «Crónica de Limón», 23 de setiembre de 1916, 2.

«[…] Ninguna ocasión se nos ofrecía más oportuna para visitar aquel puerto que la celebración de las citadas fiestas y hubimos de aprovecharla trasladándonos a Limón el día 15 del corriente mes en cuya tarde llegamos a la antigua Cariari, después de un viaje que, agradable en otras ocasiones, en la presente fué bastante molesto por la aglomeración de personas que llevaba el tren ordinario de pasajeros.

Aspecto de la población

Animadísimo y agradable en extremo era el golpe de vista que ofrecía Limón, con sus calles animadas por una multitud heterogénea que pululaba en todas direcciones con ánimo de divertirse, bien diferente de los ambulantes en los días de vida ordinaria que indican con su paso precipitado que marchan rectos a su negocio para ofrendar sus energías en la lucha por la existencia.

Animados grupos de personas de todas clases, edades y sexos llegados de la meseta central denunciando con sus colores sanos no ser asiduos habitantes de climas cálidos; negros en trajes domingueros sacados del cofre y llegados de todos los puntos y fincas de la línea; automóviles sonando sus bocinas a cada momento; policiales y músicos cuyos trajes de paño pregonaban pertenecer a la guarnición y banda de San José; multitud de muchachos en numerosos grupos; vendedores de confites; las acostumbradas mesas de juego vulgarmente llamadas ladroneras….. todas estas eran figuras a que daban realce el marco formado por las amplias calles y avenidas de Limón, sombreadas con corpulentos árboles y adornadas con gallardetes, banderas, palmas y faroles de vistosos colores…

El tiempo, desapasible [sic] en las primeras horas de los días 15 y 16, fué excelente en el resto del tiempo que duraron las fiestas, y contribuyó a dar realce a las mismas. En la tarde del día 17 un fuerte vendaval seguido de un fuerte aguacero no menos fuerte azotó la población por espacio de dos horas, llegándose a temer que fuera causa de la brusca terminación de los festejos, pero pasados huracán y aguacero, la ciudad recobró su acostumbrada animación sin que hubiera necesidad de suspender los restantes números del programa.

Los festejos

Reseñar detenidamente todos los habidos sería materia larga y prolija que no nos permite el reducido espacio de que disponemos y que —dada la fecha en que se publica el presente número de este periódico— resultaría extemporánea, toda vez que los diarios capitalinos se han ocupado extensamente de reseñarlos.

Sin embargo, no podemos pasar por alto ciertos números del programa, haciendo especial mención de ellos por la lucidez con que han sido llenados y por el acierto de la respectiva comisión al organizarlos.

El adorno e iluminación del Parque Vargas y de las calles y avenidas adyacentes ha sido uno de los números que más han llamado la atención a las personas que desde las provincias del interior han acudido a presenciar los festejos y a todos hemos oído unánimes elogios para las personas a cuyo cargo ha corrido esta parte del programa.

Si a esto se agrega que en el Parque Vargas se dieron cita todos los limonenses y los que concurrieron a los festejos desde lejanos puntos del país, prestando encanto y animación al cuadro los conciertos en él celebrados por las bandas de Limón y San José dirigidas por los competentes maestros señores Coto y Morales, y por el señor Director General de Bandas don Juan Loots, se tendrá una idea pálida del cuadro de animación y alegría que en aquellas noches ofreció el mejor parque de Costa Rica.

Los juegos atléticos prestaron también mucha animación a los festejos y entre ellos merece especial mención el match de foot-ball jugado a pesar de la lluvia, en que resultó vencedor el team de Cartago, y las carreras de caballos en que se cruzaron apuestas animadas.

La colonia negra de St. Kitts celebró sus tradicionales bailes, con disfraces, representando pasajes bíblicos. Este número de los festejos, poco conocido fuera de Limón, llamó la atención de las personas del interior que lo presenciaron por vez primera.

Las corridas de toros estuvieron muy concurridas y los dueños de tablados hicieron buen negocio. Los toros lidiados, de la raza zebú, dieron bastante juego y permitieron a los toreros lucir sus habilidades. En este número no hubo más percances que lamentar […].

Los juegos de pólvora, celebrados en la misma plaza en que se lidiaron los toros, gustaron mucho por estar muy bien confeccionados.

Los juegos desanimados y con poca utilidad para los empresarios de ellos.

Los diferentes bailes celebrados, sobre todo los dos habidos en los amplios salones del Club Atlántida, resultaron inmejorables, con una selecta concurrencia y armonizados por la escogida orquesta del maestro Melico Quirós.

Al señor Presidente de la República, llegado en tren especial, se le hizo un recibimiento entusiasta y caluroso, testimoniándosele el afecto que se le profesa en todos los actos a que concurrió y en varios festejos celebrados en su honor.

La Exposición Agrícola Industrial

De intento hemos dejado de último este número de las fiestas, por ser el que más realce le ha prestado y por ser el exponente de una iniciativa sana y prometedora de ópimos frutos para aquella región.

Explicada ya con lujo de detalles, no hemos de tratar nuevamente de hacer una relación minuciosa de los productos en ella exhibidos, ni de los premios otorgados, sino que más bien pretendemos sentar algunas consideraciones que este acto nos ha sugerido.

De los festejos antes mencionados puede decirse que queda solo un recuerdo efímero, flor de un día, que diríamos, sin que ejerzan influjo ni en la marcha de los acontecimientos ni en el desarrollo de la comarca limonense. Pero esto no puede decirse de la Exposición Agrícola Industrial de aquella provincia, que está llamada a marcar los derroteros que pueden conducir a Limón al grado de prosperidad que antes alcanzó.

El influjo y propaganda de la Junta Agrícola Industrial de Limón ya se ha hecho sentir en la vida de aquella provincia, mostrándole los rumbos porque debe guiar sus pasos en el desarrollo de sus inagotables riquezas.

Merced a esta propaganda eficaz y tenaz, ya el pequeño agricultor de Limón ha comprendido que hay muchos cultivos que, dedicadas a ellos las energías, pueden dejar un margen utilitario remunerador y alentador para los que del seno de la madre tierra extraen los productos tan necesarios a la vida. Merced a esta propaganda, la provincia de Limón ha dejado de ser tributaria en algunos artículos de otras provincias del interior, y hoy produce lo bastante para su consumo.

Ya en esta Exposición se han exhibido muchos productos que nadie creía pudieran obtenerse en la provincia de Limón. Con la exposición se ha estimulado el interés de los agricultores que para otro año tratarán de esmerarse y excederse, pues la Junta, con muy buen acierto, ya ha iniciado planes para otra futura exhibición. […]

La Policía

Nota muy simpática ha sido la absoluta carencia de bochinches y actos delictuosos en estas fiestas. No se han dado espectáculos desagradables, riñas ni pendencias tan comunes en estos casos, y esto ha sido debido en mucho a lo bien montado que ha estado el servicio de policía, al tacto especial que los individuos de este cuerpo han sabido desplegar y al acierto con que los jefes de dicho cuerpo han cuidado del orden público. […]».

El País, «Festejando el día de la Patria», 22 de setiembre de 1919, 2.

«Limón se entrega en brazos de la alegría y del jolgorio

Como era de esperarse, los festejos celebrados los días catorce y quince, aunque sin preparación, nada dejaron que desear en cuanto a entusiasmo, resultando estos muy lucidos, no sin tener que hacer mención de los pequeños incidentes de la calle, muy comunes en estos casos; más aún, dada la amplia libertad que tanto al pueblo como al comercio le fué otorgada, después de treinta meses de privaciones y congojas.

Una vez más, el pueblo limonense dio un paso de avance en el rol de los pueblos cultos, ya que día a día va acentuándose en este pedazo de tierra, al parecer exótica, los caracteres de la nacionalidad, pues en épocas no muy lejanas, no parecía que formara parte de la Costa Rica Legendaria, por sus costumbres y por el idioma que se habla, y más que todo, por la falta casi absoluta del elemento nacional.

El 14 en la mañana veíanse todas las caras alegres como señal de un gran acontecimiento agradable! Más tarde circuló una hoja volante invitando al público y sociedad para una fiesta patriótica, que a beneficio de la Cocina Escolar se daría frente al Parque Vargas, en los salones de la casa del Dr. don Miguel Ángel Velázquez, comenzando ésta a las doce del día. En efecto, a esa hora comenzó el desfile para el lugar de cita, y allí pudimos apreciar un conjunto de damas, caballeros, jóvenes y señoritas, que al compás de lindas piezas ejecutadas por una bien dirigida orquesta, se entregaba a las delicias del baile. Entre los concurrentes anotamos a las siguientes damas que componían el directorio: […]

Iluminación y Retreta en el Parque Vargas

El mismo día catorce, el Parque Vargas, que previamente había sido engalanado con los colores nacionales y farolillos de colores, fué iluminado desde las seis de la tarde, y por sus calles y avenidas vagaban cual elegantes gaviotas, señoras, señoritas y niñas de nuestra sociedad. La retreta de esa noche nada dejó que desear, pues todas las piezas anunciadas en el programa, fueron bien interpretadas por el profesor don Jenaro Solano, quien ha probado una vez más, ser competente para el puesto que desempeña. En el curso de la ejecución de cada una de las lindas piezas, eran interrumpidas por atronadores aplausos. Terminada la retreta, la muchedumbre se encaminó hacia el Arrasty, donde se dio una linda película intitulada La Mujer Hipotecada, la cual mucho gustó. Acabada la función cinematográfica, la juventud se entregó en brazos de Baco, amaneciendo muchos en las calles, gritando

¡Viva la libertad! ¡Viva Acosta!

Fiestecita escolar en el Parque Vargas

A las doce del día, la Banda Militar a la cabeza, llegó al Parque el ejército de educandos, y con ellos, sus respectivos maestras y maestros, Directora y Director de las Escuelas. Una vez colocados en sus puestos, la Banda Militar rompió los aires con el Himno Nacional, el cual cantaron también los niños. La concurrencia con sombrero en mano, oía el Himno de la Patria, ayer no más amenazada y humillada! […]

Destrucción de los “cepos,” escarmiento de la civilización

Terminaba la fiesta escolar en el parque, la muchedumbre, ébria [sic] de entusiasmo, pidió al señor Gobernador allí presente, ordenara quemar los cepos, y éste, accediendo a una justa petición del pueblo soberano, toda vez que así lo ha acordado el señor Presidente provisorio, ordenó su destrucción, y estos cepos, escarnio de la civilización, fueron paseados por las calles, en medio de inmenso gentío, que apostrofaba a los tiranos! Luego, con hachas, comenzaron a despedazarlos, y después, en la plaza del foot-ball, ardieron en medio de las llamas. Parece que en La Uvita han quedado otros cepos, que según rumor callejero, son peores que los ardidos. Para acabar de cumplir la orden Presidencial, ellos deben quemarse el día doce de octubre, y así se espera que el señor Gobernador lo ordene. […]

Golpes libres

Estos como de costumbre, no faltaron, pues muchos con cuentas pendientes, el día quince las saldaron, quedando así, nuevamente abierta.

El comercio en general gozó de completa y amplia libertad.

El comercio como nunca, gozó de completa y amplia libertad, motivo por el cual duró abierto hasta muy tarde de la noche, de los días 14 y 15.

El amanecer del día 16

Fué bello el amanecer del 16, parecía como si nada hubiera pasado, cada uno a su trabajo, solo los vagos como de costumbre, pidiendo un diez para la goma!”.

Referencias

Fuentes primarias

Correo del Atlántico. «Crónica de las fiestas». 20 de setiembre de 1908, 2-3.

Correo del Atlántico. «Crónica de Limón». 23 de setiembre de 1916, 2.

El Heraldo de Costa Rica. «De Limón». 19 de setiembre de 1905, 2.

El País. «Festejando el día de la Patria». 22 de setiembre de 1919, 2.

El Tiempo. «El 15 de Septiembre». 15 de setiembre de 1911, 2

J. M. A. «Limón». El Comercio. 19 de setiembre de 1896, 2-3.

OIRAM. «El juramento del 15». El Tiempo. 19 de setiembre de 1911, 2.

Platform, D. «El 15 de setiembre en el Limón». Diario de Costa Rica. 22 de setiembre de 1885, 3.

Artículos y libros

Murillo, Carmen. «Vaivén de arraigos y desarraigos: identidad afrocaribeña en Costa Rica, 1870-1940». Revista de Historia, n.º 39 (enero-junio, 1999). https://www.revistas.una.ac.cr/index.php/historia/article/view/2025

Sandoval, Carlos, Mónica Brenes, Laura Paniagua y Karen Masís. Un país fragmentado. La Carpio: comunidad, cultura y política. San José, Costa Rica: EUCR, 2010.

Soto-Quirós, Ronald. «Desarrollo, etnia y marginalización, imágenes del puerto caribeño de Limón Costa Rica (1838-1967)». Études caribéennes, n.º 21 (abril, 2012). https://journals.openedition.org/etudescaribeennes/5715


Fecha de recepción: 11/08/2021
* Costarricense. Bachiller en Historia, Universidad Nacional (UNA), Costa Rica. Investigador independiente. Correo electrónico: fernandoocash@gmail.com ORCID: https://orcid.org/0000-0001-7084-9606

Fecha de recepción: 11/08/2021
** Costarricense. Bachiller en Historia, Universidad Nacional (UNA), Costa Rica. Investigador independiente. Correo electrónico: alexporras13p@gmail.com ORCID: https://orcid.org/0000-0003-0674-2999


1 Este texto se deriva de un artículo científico, aún inédito, sobre la fiesta de la independencia en Limón. Allí el lector encontrará mayor información acerca de esta temática: Fernando Ordoñez Cash y Alexander Stefano Porras Calderón, «La fiesta de Costa Rica en una tierra extraña: la celebración de la independencia en la ciudad de Limón, 1885-1921», artículo inédito, 2021.

2 Véase, Carmen Murillo, «Vaivén de arraigos y desarraigos: identidad afrocaribeña en Costa Rica, 1870-1940», Revista de Historia, n.º 39 (enero-junio 1999), https://www.revistas.una.ac.cr/index.php/historia/article/view/2025; Ronald Soto-Quirós, «Desarrollo, etnia y marginalización, imágenes del puerto caribeño de Limón Costa Rica (1838-1967)», Études caribéennes, n.º 21 (abril 2012), https://journals.openedition.org/etudescaribeennes/5715.

3 Carlos Sandoval, Mónica Brenes, Laura Paniagua y Karen Masís, Un país fragmentado. La Carpio: comunidad, cultura y política (San José, Costa Rica: EUCR, 2010), 374.

4 Externamos nuestro agradecimiento al Dr. José Aurelio Sandí Morales por permitirnos participar en la actividad académica «El Bicentenario lo celebramos todos: a 200 años de la independencia de América Central del Reino de España (1821-2021); lecturas y relecturas del proceso emancipatorio», de la cual se deriva este documento.

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