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ISSN 1023-0890 / EISSN 2215-471X
Número 31 • Enero-junio 2023
Recibido: 24/2/22 • Corregido: 14/5/22 • Aceptado: 6/7/22
DOI: https://doi.org/10.15359/istmica.31.12
Licencia CC BY NC SA 4.0

Reseña de Antilliaans erfgoed

Review of Antilliaans erfgoed

Ineke Phaf-Rheinberger

Justus-Liebig-Universität Giessen

Alemania

Resumen

Esta es una reseña de dos volúmenes sobre la herencia antillana: Antilliaans erfgoed, volumen 1: Toen en un y volumen 2: Nu en verder, editados por Gert Oostindie & Alex van Stipriaan, en Leiden, Países Bajos, por Leiden University Press, en 2021. El primero consta de 288 páginas y el segundo de 282 páginas, cuentan con el ISBN 978 90 8728 355 1+2.

Palabras clave: Antillas, cultura, Aruba, Bonaire, Curaçao, Países Bajos

Abstract

This is a two-volume review of West Indian heritage: Antilliaans erfgoed, volume 1: Toen en un and volume 2: Nu en verder, edited by Gert Oostindie & Alex van Stipriaan, in Leiden, Netherlands, by Leiden University Press, in 2021. The first consists of 288 pages and the second of 282 pages, they have the ISBN 978 90 8728 355 1+2.

Keywords: Antilles, culture, Aruba, Bonaire, Curaçao, Netherlands

Hace poco, se publicaron dos volúmenes sobre la “Herencia antillana” (Antilliaans erfgoed) en holandés, editados por dos historiadores reconocidos, Gert Oostindie (Leiden) & Alex van Stipriaan (Rotterdam). Ambos intentan dar una impresión de la dinámica de la creación de la herencia cultural de Aruba, Bonaire y Curaçao, las llamadas ABC-islas sotaventas. Estas ediciones son interesantes para los centroamericanos, carentes de información sobre ellas, a pesar de su proximidad geográfica1. Los volúmenes presentan un primer resultado del proyecto de investigación “Travelling Caribbean Heritage” (TCH), iniciado en 2016 con el apoyo financiero del NWO (Netherlands Scientific Research Organization). Los editores invitaron a especialistas en cuestiones culturales antillanas, como Rosemary Allen, Elisabeth Echteld, Wim Rutgers y Ronnie Severing, profesores universitarios, y a otros investigadores. Incluyen también breves textos escritos por artistas y profesionales radicados en los Países Bajos.

En el primer volumen con el subtítulo “Entonces y ahora” (nueve ensayos y una introducción) se discuten temas pasados y presentes, con la esclavitud como protagonista absoluta. De acuerdo con la historiadora y activista Jeanne Henríquez de Curaçao, hasta alrededor del año 2000, hablar en público sobre la esclavitud y su herencia era algo muy complicado (2, p. 48). Al aceptar este argumento, se entiende que el enfoque del libro se centra en la esclavitud y las culturas de las personas hechas-esclavas (slaaf-gemaakte, la expresión “correcta” en las Antillas y los Países Bajos hoy día, igual a esclavizadas). Este tema se relaciona con el racismo a partir de la perspectiva de la población afroantillana, en cuya discusión apenas se menciona a los indígenas, libaneses, chinos, haitianos, venezolanos y otras nacionalidades que viven en la isla. Curaçao, como país, se caracteriza por la presencia de muchos migrantes, visto que, en el año 2010, contaba con más de 107 nacionalidades en una población de 160 000 habitantes. En las tres islas la esclavitud fue legal hasta 1863, es decir, durante más de 250 años. En cada una de ellas era diferente y Curaçao, con su gran bahía, se transformó en el centro del tráfico (ilegal) esclavista con los países latinoamericanos circundantes.

El segundo volumen, “Ahora y por lo demás”, incluye otros nueve ensayos (además de una introducción y un epílogo). Lo más novedoso es el interés por la herencia antillana en los museos, discutido en textos de Dyonna Bennett, Annemarie de Wildt, Artwell Cain y Valika Smeulders. Curaçao tiene el Museo Marítimo, el “Curaçaos Museum”, el Museo Cultural de Historia Judía, el Museo Kura Olanda, el Tula Museo, el Museo pas di Pal’i Maishi, y el Museo di Tambú Shon Cola2, entre otros más. En Aruba, llama la atención la diversidad de sus temas: Museo Histórico de Aruba, Museo de la Comunidad, el Museo Industrial, el Museo Nacional de Arqueología y el Parque Nacional Arikok (AMA), una cantidad considerable de museos para países tan pequeños. Uno de los motivos para fundarlos consiste en que esperan beneficiarse del turismo, uno de los pilares de estas economías isleñas. En Curaçao, se enfatiza la cultura de los habitantes “hechos-esclavos”, como el tambú, un evento musical con baile y canto, además de haber sido un medio para la circulación de noticias de estos habitantes en el pasado. El volumen incluye un ensayo sobre la herencia antillana en los museos de los Países Bajos, un tema que se manifiesta particularmente en la última década.

Otra contribución es el ensayo sobre papiamentu, el lenguaje cotidiano en las islas, una lengua criolla juzgada de manera negativa frente a la lengua oficial, el holandés. Sin embargo, el ensayo “Nation Building and Nation Branding, 1920-2000” (2, pp. 135-161) refleja el tono de estos volúmenes que evitan las cuestiones controvertidas, un vacío en lo que respecta al papiamentu. Los esfuerzos por hacer aceptable esta lengua han sido muy grandes. Por ejemplo, ni se menciona el Kolegio Erasmo Fundeshi, fundado en 1986. A partir de entonces, este Kolegio se extendió de una escuela primaria hasta una secundaria y, además, se fundó una escuela vocacional con más de 300 estudiantes en total. Pese a que, hoy día, el papiamentu se enseña en muchas escuelas primarias en la isla, el Kolegio fue pionero al proponer una educación exclusivamente en papiamentu en sus primeros años y, solo después, en holandés e inglés. El Kolegio continuó expandiéndose en circunstancias financieras muy difíciles en comparación con las de otras escuelas públicas. No hay que olvidar que su fundación fue iniciada por uno de los escritores y lingüistas extraordinarios, Frank Martinus Arion, su esposa Trudi Guda, y un grupo de simpatizantes.

En los dos volúmenes sobre la herencia antillana, los colaboradores aplican de manera repetida el concepto “postcolonial”, lo que pudiera sugerir que elucidan los conflictos identificados con aquel proceso. Las ABC-islas no tuvieron un movimiento independentista considerable, solo Aruba logró obtener un “status aparte” en 1986. En general, no se menciona el desarrollo político, Luc Alofs es el único autor que discute algunos detalles al respecto en su ensayo sobre el nexo entre la UNESCO, la herencia cultural en las Antillas y la necesidad de educar a los jóvenes, con lo cual se les ofrecen proyectos y algunos modelos al respecto.

Se incluyen, además, “once voces”, donde se comentan temas como “orígenes culturales, esclavitud e identidad”, “migración e identidad”, “festivales e historias”, “relaciones”, “tipos diferentes y medios de la herencia cultural”, “etnicidad y género”, “lenguaje”, espiritualidad y rituales”, y la “nación”. En cuanto a Aruba, sin embargo, se expresa el miedo a un nacionalismo exagerado que solo aspira a defender los intereses de la élite. Estas voces dan un enfoque personal y algún dato adicional. No obstante, mantienen la tendencia general en estos volúmenes, es decir, la visión holandesa, como los mismos editores comentan en su preámbulo. Desde su óptica, la pandemia tuvo un impacto considerable en el estado económico de las islas, porque el turismo colapsó, lo cual aumentó la dependencia de estos Estados a los Países Bajos, por ejemplo, ya no se menciona la palabra afectiva para Curaçao, es decir, Korsòu o Corsòu en papiamentu, el título de muchos poemas en esta lengua.

Además, el juicio meramente negativo (valoración negativa de la cultura del pueblo, 1, p. 43) en cuanto a la obra de John de Pool, Del Curazao que se va (1935), escrita en español cuando tenía más de 60 años, necesita una modificación. De Pool, residente en Panamá durante muchos años, fue un comerciante con gran interés en la historia de la región que registró sus memorias del Curaçao rural y nativo de su juventud, antes de la modernización debida a la llegada de las refinerías. Dedica muchas páginas a la importancia y al amor hacia el papiamentu3. Entonces, cuando la mayor parte del pueblo se comunicaba en papiamentu (y en español), varias iniciativas quisieron hacer de este idioma una lengua escrita.4 Pese a su actitud patriarcal, propia de la élite comercial de aquella época, de Pool da prueba de un conocimiento amplio de la cultura popular. Otro examen se necesitaría en la discusión sobre Bonaire, ya que se arguye que no había mucha herencia antillana debido a su pequeñez, su poca importancia económica y una esclavitud menos evidente. Sin embargo, con respecto a la herencia antillana hay que tomar en cuenta que aquí creció otro personaje antillano importante, Cola Debrot: el primer gobernador nativo de las “Antillas Holandesas” (1962-1970), como se denominaban entonces, y el primer escritor con un tema caribeño en holandés en su breve novela Mijn zuster de negerin (My Black Sister, 1935)5, que trata del incesto en la “Casa Grande” de una plantación, probablemente situada en la casa de su propia familia. Debrot escribió esta obra en Holanda donde, más tarde, indagaría las raíces caribeñas/españolas de sus islas antes de la ocupación neerlandesa, en su obra escrita en neerlandés6.

Tomando en cuenta estos comentarios, recomiendo estos volúmenes, bien escritos e ilustrados, que ofrecen un panorama útil y apropiado de ciertos temas de la herencia cultural. En su conclusión general, los editores sugieren que esta herencia podría contribuir al sustento económico y que la “nation branding” no lleva necesariamente a la folklorización comercial, pero mencionan también que esta aspiración encuentra obstáculos considerables. En contraste, en los Países Bajos la prioridad consiste en elaborar una historia más extensa de la cultura y la historia del Reino de los Países Bajos (2, p. 2) al incluir de modo crítico su expansión transatlántica e intercontinental a partir del siglo XVII7. Debido a todos estos factores, esperamos con impaciencia los resultados de la segunda etapa del proyecto en la que, como los editores anuncian, se analizarán las relaciones caribeñas de esta herencia antillana. En este caso, tal vez se podría vincular con la investigación publicada en inglés8 y español, con énfasis en sus relaciones conflictivas con otras regiones del Caribe, inherentes a su historia cultural compartida.


1 Esta reseña es una versión más extensa de una reseña a aparecer en el Canadian Journal of the Netherlandic Studies/Revue canadienne d’études néerlandaises, vol. 42, no. 1 (2022) en inglés.

2 Tula fue el líder de una rebelión esclava en 1795 y Shon Cola (Nikolaas Obispu Susana, 1916-2003) era el cantante/músico más importante del tambú, el género en que se expresaba la crítica social durante la esclavitud.

3 Existe una correspondencia reveladora al respecto entre el profesor Rodolfo Lenz en Chile y John de Pool en Panamá, publicada en “El Papiamentu y el mundo hispanohablante-Rodolfo Lenz”, en: Gabriele Knauer/Ineke Phaf-Rheinberger (eds.). Madrid/Frankfurt am Main: Iberoamericana – Vervuert 2020, pp. 261-281.

4 Aart G. Broek brinda un informe panorámico sobre la literatura en papiamentu en su libro, The Colour of My Island. Ideology and Writing in Papiamentu (Aruba, Bonaire & Curaçao). A Bird’s-Eye View. Haarlem: In de Knipscheer 2010.

5 Se arguye en el primer volumen (1, p. 197), que esta novela ha caído en el olvido, lo cual es cierto para el mundo holandés. Su última edición data de 1995 (Editorial De Bezige Bij en Ámsterdam). Sin embargo, en un número especial de Callaloo (vol. 21, nr. 3, 1998), dedicado a la literatura de Surinam, las Antillas Neerlandesas, Aruba, y los Países Bajos, editado por Hilda van Neck-Yoder, se encuentra la segunda traducción (después de 1958) al inglés, My Black Sister, traducida por Olga Elaine Rojer and Joseph O. Aimone (pp. 599-604).

6 Las islas, ocupadas por los españoles en 1499, se convirtieron en territorios neerlandeses en 1621.

7 En el Reino de los Países Bajos se planifica construir un Museo de la Esclavitud en Ámsterdam. Además, el 17 de febrero de 2022, el Primer Ministro Mark Rutte se excusó públicamente por los crímenes cometidos por el ejército neerlandés durante la Guerra de Independencia en Indonesia, de 1945 a 1949.

8 Ya se habían incluido muchos de los temas presentados en estos volúmenes sobre la cultura popular en A History of Literature in the Caribbean, editor A. James Arnold, sub-editores Vera M. Kutzinski/ Ineke Phaf-Rheinberger, vol. 2, English ‒and Dutch‒ speaking regions. Amsterdam/Philadelphia: John Benjamins Publishing Company 2001, pp. 354-657.

EUNA UNA

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