letras

Revista Ístmica

EISSN: 2215-471X

Número 20 Enero-diciembre 2017

Páginas de la 99 a la 109 del documento impreso

Fecha de recepción: 07/03/17
Fecha de aceptación: 31/05/17

URL: www.revistas.una.ac.cr/index.php/istmica



Ecos de la diáspora africana

Carol Britton González

Fundación Arte y Cultura para el Desarrollo

Costa Rica

El Festival Flores de la Diáspora Africana surge en 1999 en Costa Rica, organizado por la Fundación Arte y Cultura para el Desarrollo, con el propósito de promover las manifestaciones artísticas y culturales de la población afrocostarricense en particular, y de los pueblos afrodescendientes y africanos, de manera general. A lo largo de diecinueve ediciones, se ha colocado la cultura de matriz africana en el más alto nivel, con la presencia de grupos de ballet folclórico como el Kilandukilu de Angola, el Ballet Garífuna de Honduras, la bailarina Bethania Nascimento, perteneciente al Alvin Hailey Ballet, y el Opus Dance Theater de New York. En el bel canto, la soprano Sarah Carrere, dio fe de su gran talento franco-senegalés, así como en gospel el coro de la iglesia St. Agustine de Washington, y grupos como Master Key, Charleene Stuart y Sasha Campbell, de Costa Rica, conquistaron la audiencia con ritmos como gospel, spiritual, R&B y Soul, sin olvidar las agrupaciones nacionales de Calipso, que han dejado su huella en el Festival.

En esa pasión por mostrar los mejores representantes de las diferentes manifestaciones del arte y la cultura de la Diáspora Africana, en 2012 la Fundación invitó a Costa Rica al Premio Nobel de Literatura de 1984, Derek Walcott. Para dar continuidad a este trabajo con los artífices de la palabra, también en 2013 se realizó el 1er Encuentro de Escritores y Poetas Afrodescendientes, Indígenas y Sinodescendientes, cuyo resultado fue la antología: Tenemos la Palabra, en la cual se muestra el trabajo de casi cincuenta creadores. Las escritoras Eintou Pearl Springer (Trinidad y Tobago), Melanie Taylor (Panamá), Myrna Manzanares (Belice) y Nancy Morejón (Cuba), fueron publicadas en dicha antología. Hoy nos llena de satisfacción publicar en la Revista Ístmica una parte de su obra poética1, así como su respectiva traducción al español, buscando exaltar su trabajo artístico y visibilizar la literatura escrita por mujeres afrodescendientes en el Caribe.

Eintou Pearl Springer (Trinidad y Tobago)

Long Distance Love

All the men who love me

are so far away.

Nothing I do

will make any of them stay.

Always these excuses

they kiss then fly away.

All the men who love me

are far, far away.


Am I just a tad too dark,

they can’t see me well at night.

Is my hair just too kinky,

when they touch it it´s not silky.

All the men who love me

are so far away.

Nothing I do

will make any of them stay.


They keep praising my black beauty,

yet none would walk beside me.

They say there’s none more sexy,

but still I’m lonely.


Always these excuses

they kiss then run away;

all the men who love me

are so far way.


They think I can cope,

I don’t feel pain, I don’t mope.

I’m skilled at making magic

with food and mathematics.


Yet always these excuses

they kiss then run away;

nothing I can do

can make them stay.


I’ve played the helpless beauty

but the role just doesn’t fit.

I seem to scare them silly

but why, is beyond me!

All the men who love me

live so far way.

nothing I can do

can make them stay.


Can’t seem to hold my tongue.

The words come out all wrong.

I say the things I think,

and watch my chances of romance

SINK


Always the excuses

they kiss then fly away.

All the men who love me

live far, far away.


I think I’ll call it a day,

despite having what it takes,

colour, class and dingolay;

they just won’t stay.

It’s kind of funny

kind of tragic,

they kiss then fly away.

All the men who love me

love me from far, far away.

Amor a la distancia (traducción)

Todos los hombres que me aman

se encuentran tan lejos.

Nada que yo haga

hará que alguno se quede.

Siempre estas excusas

besan y luego se marchan.

Todos los hombres que me aman

están lejos, muy lejos.


Será que soy demasiado oscura,

de noche les soy invisible.

Será que mi cabello es demasiado ensortijado,

cuando lo acarician no es sedoso.

Todos los hombres que me aman

se encuentran tan lejos.

Nada que yo haga

los hará quedarse.


Continúan alabando mi negra belleza

sin embargo ninguno andaría conmigo.

Dicen que no hay ninguna tan sexy,

sin embargo sigo sola.

Siempre estas excusas,

besan y se alejan.

Todos los hombres que me aman

se encuentran lejos, muy lejos.


Creen que aguanto,

que no me duele, que no me deprimo,

que poseo la destreza de la magia

con comida y matemáticas.


Siempre estas excusas,

besan y luego se alejan.

Todos los hombres que me aman

se encuentran lejos, muy lejos.


He hecho de dama desvalida,

pero el papel no me va.

Parece que les doy pánico

pero, el por qué no lo sé.

Todos los hombres que me aman

viven tan lejos.

Nada puedo hacer para que se queden.


Parece que no he aprendido a callar

las palabras me salen al revés

y es que digo lo que pienso.

Miro como se hunden mis oportunidades de romance.

Siempre las mismas excusas

luego se van.

Todos los hombres que me aman

viven lejos, muy lejos.


Creo que diré ¡basta!

A pesar de lo que se necesita:

color, clase, ritmo y sabor;

ellos, simplemente, no se quedan.


Es un poco extraño, un poco clásico,

besan luego se van.

Todos los hombres que aman

desde allende, mar y tierra.

Melanie Taylor (Panamá)

Marina

Me sumerjo

en la humedad resplandeciente

con salinos bríos

luego

el sonido de la espuma

y el silencio

burbujean en mí

he vuelto a casa

al primer vientre

al todo/ a la nada

al vaivén deleitoso

del placer primigenio

soy yo escamada

bebiendo el arco iris

caricia de peces nacarados

peces todos

rojos/ amarillos/ azules/ verdes

con ellos floto y nado

me desperezo y resurjo mujer.

Myrna Manzanares (Belice)

A woman’s cry

Lord, I wonder how many people are going through what I am

going through

Day after day, I don’t even want to get up to go work

I love my husband, but I feel if he touches me one more time,

I will kill him

I can’t bear for him to touch me

What is wrong with me

I have to pull myself together.

I don’t know how much more of this I can take

I have to tell someone, or I will go crazy.

Maybe, just maybe –you can help me

I was only five years old when he first touched me down there.

I didn’t know what he was doing. I just felt that it was not right.

I tried to push his had away, but he would not let me

He just kept rubbing me there, and then he made a funny sound

I was scared and tried to get away, but he held mi tight-

His body shaking

He hugged me and kissed me on the lips and said he loved me.

He said I was a very special girl, and this was going to be our secret.

He told me not to tell my mommy or anyone else

Because they wouldn’t understand

He said he is now my real daddy, and my mommy would be

happy if we got along well.

He said this is how we could get along together.

He touched me like that many more times when my mommy

was not around.

Afterwards he always said he loved me and that I was special.

When I was eight years old, my stepfather put his finger in me

for the first time.

Oh God, I can still feel the pain, even with the vaseline it still

hurt

I told him, “please daddy, don’t do that, it hurts. No daddy, no,

no

But he did not stop. He could not seem to stop.

That is the day I started to be really afraid of my stepfather.

I tried to keep out of his way as much as possible

I didn’t know what else to do. He started to threaten me.

He said I mustn’t say anything to anyone or my mother would

send me away

I didn’t feel good around him, I was so afraid.

Every chance he got he would fondle me and put his finger in

me

Sometimes he would take my hand and rub his front.

The first time he did that I screamed and jumped when I felt

some moved in his pants

I thought it was a snake

When I was ten, I told him I would tell my mother

My teacher told us at school we shouldn’t let anyone touch us

down there. We should tell someone

He said my mommy wouldn’t believe me.

He raped me at eleven. He said he would kill me if I told

I did tell my mom, and he was right. She did not believe me.

I felt dirty. What did I do? I was so ashamed.

The things I went through is too painful to describe.

Now I have a family of my own and it is all coming back to me

I keep watching his actions with my girls

I know I was being unfair and

I did love him. He was a good man

But so many times I wished my girls were boys

Sometimes I think god is punishing me

for what I let my stepfather do to me.

What am I going to do. Who can I turn to?

What would people say if they knew.

I am going crazy.

I can’t keep this secret anymore. HELP

I can’t take this pain anymore.

Please help me!

Written on behalf of the many women who are suffering emotionally from the abuse they suffered as a young innocent child, 2009.

El grito de una mujer (traducción)

Señor, me pregunto cuánta gente estará pasando por lo que yo

estoy pasando

Día tras día, ni me quiero levantar para ir a trabajar

Amo a mi esposo, pero si me vuelve a tocar una vez más,

lo mato

No soporto que me toque

¿Qué me pasa?

Tengo que hacer algo

No sé cuánto más de esto podré soportar

Tengo que decírselo a alguien, sino me volveré loca.

Tal vez, solo tal vez me puedas auxiliar

Contaba apenas con cinco años cuando me tocó ahí por vez

primera.

No sabía lo que él estaba haciendo. Simplemente sentí que era

incorrecto.

Traté de quitar su mano. Pero no me dejaba

Continuó frotándome allí, luego hizo un sonido extraño

Me asusté y traté de escapar, pero me sujetó fuertemente

Su cuerpo se estremeció

Me abrazó y me besó en los labios y me dijo que me amaba.

Dijo que yo era una niña muy especial, y que esto iba a ser

nuestro secreto.

Me dijo que no le dijera a mi mamá ni a nadie más

Porque ellos no entenderían

Él dijo que ahora era mi verdadero papito, y mi mami estaría

feliz si nos llevábamos bien.

Él dijo que así es como nos llevaríamos bien.

Me tocó como muchas otras veces cuando mi mami no estaba.

Después él siempre decía que me amaba y que yo era especial.

Cuando tenía ocho años, mi padrastro me metió el dedo por

primera vez.

¡Oh Dios!, todavía puedo sentir el dolor, aún con lubricante

todavía me duele.

Se lo dije: “por favor papito, no hagas eso, me duele. No papito,

no, no”

Pero no se detuvo. Parece que él no podía detenerse.

Ese fue el día en que empecé a temerle realmente a mi padrastro.

Traté de evitarlo lo más que pude

No sabía que otra cosa hacer. Comenzó a amenazarme.

Me dijo que no debería decirle nada a nadie o mi madre me

echaría

No me sentía bien en su compañía, sentía tanto miedo.

Cada oportunidad que tenía me manoseaba y me metía el dedo

Algunas veces tomaba mi mano y frotaba sus genitales.

La primera vez que lo hizo grité y salté cuando sentí

un movimiento en sus pantalones

Pensé que era una culebra.

Cuando tenía diez años, le dije que le diría a mi madre

Mi maestra nos dijo en la escuela que no deberíamos dejar que

nadie nos tocara ahí

Deberíamos decirle a alguien

Él dijo que mi mamá no me creería.

A los once me violó. Dijo que me mataría si lo contaba

Le dije a mi mamá, y él tenía razón. Ella no me creyó.

Me sentí sucia ¿Qué hice?, estaba tan avergonzada.

Las cosas que pasé son demasiado dolorosas para describirlas.

Ahora tengo mi propia familia y todo el pasado ha vuelto a mi

memoria

Estoy constantemente vigilando sus acciones con mis hijas

Yo sé que he sido injusta y

Que yo lo amo. Él era un buen hombre

Pero muchas veces he deseado que mis hijas hubieran sido

varones

Algunas veces siento que Dios me está castigando

Por lo que le permití a mi padrastro.

¿Qué puedo hacer? ¿A quién puedo recurrir?

¿Qué diría la gente si supiera?

Me estoy volviendo loca

No puedo guardar más este secreto. SOCORRO

Ya no aguanto más este dolor

¡Por favor ayúdenme!

Escrito en representación de muchas mujeres que están sufriendo emocionalmente por abusos a los que fueron sometidas cuando eran niñas inocentes – 2009.

Nancy Morejón (Cuba)

Mujer negra

Todavía huelo la espuma del mar que me hicieron atravesar.

La noche, no puedo recordarla.

Ni el mismo océano podría recordarla.

Pero no olvido el primer alcatraz que divisé.

Altas, las nubes, como inocentes testigos presenciales.

Acaso no he olvidado ni mi costa perdida, ni mi lengua ancestral

Me dejaron aquí y aquí he vivido.

Y porque trabajé como una bestia,

aquí volví a nacer.

A cuánta epopeya mandinga intenté recurrir.


Me rebelé.

Su Merced me compró en una plaza.

Bordé la casaca de su Merced y un hijo macho le parí.

Mi hijo no tuvo nombre.

Y su Merced murió a manos de un impecable lord inglés.


Anduve.

Esta es la tierra donde padecí bocabajos y azotes.

Bogué a lo largo de todos sus ríos.

Bajo su sol sembré, recolecté y las cosechas no comí.

Por casa tuve un barracón.

Yo misma traje piedras para edificarlo,

pero canté al natural compás de los pájaros nacionales.


Me sublevé.

En esta tierra toqué la sangre húmeda

y los huesos podridos de muchos otros,

traídos a ella, o no, igual que yo.

Ya nunca más imaginé el camino a Guinea.


¿Era a Guinea? ¿A Benín? ¿Era a

Madagascar? ¿O a Cabo Verde?

Trabajé mucho más.

Fundé mejor mi canto milenario y mi esperanza.

Aquí construí mi mundo.


Me fui al monte.

Mi real independencia fue el palenque

y cabalgué entre las tropas de Maceo.

Sólo un siglo más tarde,

junto a mis descendientes,

desde una azul montaña.


1 Textos tomados de: Britton González, C. (comp.). (2014). Tenemos la palabra: Antología literaria: escritores y poetas afrodescendientes, indígenas y sinodescendientes. San José, Costa Rica: Fundación Arte y Cultura para el Desarrollo, Universidad Nacional, Universidad de Costa Rica, SIEDIN.


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