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Revista MHSalud® (ISSN: 1659-097X) Vol. 3. N°. 1. Julio, 2006.
CONSEJOS PSICOLÓGICO-DEPORTIVOS PARA EL FUTBOLISTA
SPORTS-PSYCHOLOGICAL RECOMMENDATIONS FOR FOOTBALL PLAYERS
Pedro Ureña Bonilla
Especialista en Psicología del Deporte Universidad Nacional, Costa Rica
purena@medvet.una.ac.cr
RESUMEN
En este artículo se ofrece una
serie de consejos psicológico-deportivos para el
futbolista. En resumen, se presentan y discuten algunos
factores psicológicos determinantes de su
rendimiento. El texto se ofrece en forma de tesis seguida de
consejos prácticos. Finalmente, se brinda algunas
consideraciones relacionadas con el trabajo psicológico.
El propósito fundamental de esta guía es ayudar al
futbolista, facilitándole algunos consejos que le
permitan expresar su verdadero talento en la cancha.
La guía es mucho más provechosa si se trabaja con el
acompañamiento de un psicólogo deportivo.
PALABRAS CLAVES: factores psicológicos, trabajo psicológico, rendimiento en fútbol.
ABSTRACT
This article provides a
number of sports-psychological recommendations for
football players. In summary, some key
psychological factors of the performance of football
players are presented and discussed. The text is written in a thesis
format including practical recommendations.
Finally, some considerations are presented
related to the psychological work involved. The main purpose of
these guidelines is to give recommendations to football players
to excel on the field. Guidelines will be more useful if accompanied by
a sports psychologist.
KEYWORDS: Psychological factors, psychological work, football performance.
Tesis 1: Su rendimiento deportivo en
el entrenamiento y durante el juego es influenciado decididamente por
factores psicológicos.
Entre los factores
psicológicos que pueden jugar un papel importante en
el rendimiento del futbolista (Srebro, 2002) se mencionan con
frecuencia: los pensamientos, las creencias, sentimientos,
el estrés, la ansiedad, la concentración, la
auto-confianza, las emociones y la motivación.
Lamentablemente, la
dimensión psicológica de la
preparación del futbolista, es quizá, el
aspecto más descuidado en la formación de estos atletas.
La mejor muestra de fortaleza
psicológica es la consistencia y estabilidad en el rendimiento.
Desde esta perspectiva, hay dos metas fundamentales para el
futbolista: a) Mostrar sus habilidades y destrezas de manera regular.
Esto significa que el rendimiento debe ser muy parecido entre juego y
juego, independientemente de si es un evento de orden nacional o
internacional, contra un rival fuerte o débil, en el
propio estadio o no y
b) Desarrollar al máximo su
talento, su potencial. Obviamente el
entrenamiento y la preparación consciente y sistemática
son fundamentales para el logro de este objetivo.
De acuerdo con Erickson (2000) y en
estrecha relación con estos dos grandes objetivos del
futbolista, tanto entrenadores de renombre mundial, como
expertos en fútbol, coinciden en que el deportista
psicológicamente fuerte se caracteriza porque:
- Tiene una gran auto-motivación; es
decir, no es necesario que lo estén
reconociendo a cada instante para que rinda al máximo.
- Participa en el entrenamiento y en el juego para ganar y hace todo lo posible para lograrlo.
- Sabe distinguir entre el resultado del juego (perder o ganar) y su propio rendimiento.
- Siempre está dispuesto a aprender de
sus errores y sabe cómo hacerle frente a la crítica.
- Es positivo pero realista. Nunca pierde la esperanza, nunca se rinde.
- Siempre tiene sus sentimientos bajo control.
- Difícilmente las emociones como el enojo y el temor se apoderan de él.
- En los momentos de presión es cuando
se muestra más calmado. La presión es un reto para
él.
- Cuando está en el entrenamiento o en el juego su concentración es absoluta.
- Siempre vigoroso y lleno de energía.
- Posee una gran auto-confianza.
- Cree de manera absoluta en su potencial
- No busca excusas o justificaciones. Se responsabiliza por sus acciones y
- Su rendimiento es consistente juego a juego.
Si estas características son
reconocidas en los grandes futbolistas por parte de los expertos
mundiales, es hora de que el atleta inicie con la tarea del
auto-análisis a fin de conocerse mejor y priorizar los factores
psicológicos que debe trabajar.
Se debe tener presente que la mayor
parte del rendimiento del futbolista es el resultado de la
integración de su talento, destrezas, capacidad física y
psicológica.
Tesis 2: Los factores psicológicos ejercen una influencia significativa sobre la calidad de su rendimiento.
Algo que el futbolista debe tener
presente es que, lo que lo afecte como ser humano, lo
afectará también en el deporte. Esto significa que,
problemas “ajenos” a su contexto inmediato, de tipo
familiar, laboral o de otra naturaleza, probablemente incidirán
negativamente en su rendimiento, tanto en el entrenamiento como
en la cancha. Su motivación y concentración se
verán disminuidas, haciendo que el rendimiento sea pobre.
Si el futbolista quiere ser
fuerte psicológicamente, el primer paso a dar, consiste en
reconocer y entender sus puntos débiles. De tal forma, el
entrenamiento psicológico debe realizarse con el mismo
interés y sistematicidad que el entrenamiento físico y
técnico – táctico.
Además, debe tenerse presente que no hay soluciones
mágicas, sólo trabajo duro e inteligente (González, 1997).
Pregúntese: ¿Cuáles son sus puntos débiles como futbolista?
En la vida privada, en el entrenamiento y durante el juego. Reflexione
sobre estos aspectos y discútalos con su entrenador y
asesor en el campo psicológico deportivo.
De la vivencia
de estrés: hay muchas situaciones
en las que el futbolista puede
sentirse ansioso y estresado, especialmente aquellas que
desde su punto de vista representan una amenaza o donde prevalece la
incertidumbre.
El estrés se asocia con sensaciones, emociones, pensamientos y respuestas neuro-anatómicas
y fisiológicas que pueden
afectar su rendimiento deportivo (Raglin y Hanin, 2000). Por ejemplo,
tener que jugar contra un equipo fuerte
podría convertirse en una fuente
importante de estrés, ocasionándole
problemas para dormir, nerviosismo y dificultades en la
concentración.
En este sentido, es importante que
él preste atención a algunas de las señales
propias del estrés: dificultad para conciliar el sueño
días antes de la competencia o el día, para
concentrarse en actividades que lo requieren,
irritabilidad (amigos, hijos, esposa,
compañeros), muy poca tolerancia,
dificultad para mantenerse calmado, problemas estomacales, deseos
frecuentes de orinar, dolor de cabeza, resequedad de boca,
músculos tensos, entre otras manifestaciones de similar
naturaleza.
Claro, entre más cerca
está la competencia, más fuertes tienden a presentarse
las señales del estrés. Es fundamental que el futbolista
desarrolle la suficiente sensibilidad, para darse cuenta de la
sintomatología que caracteriza la vivencia de estrés y
ansiedad en su caso.
El error más grande que puede
cometer el futbolista es negar que esté experimentando
tensión y ansiedad. El reconocimiento de la vivencia de
estrés es básico para enfrentarlo de manera provechosa.
También es un error pensar que
el estrés desaparece una vez que se ingresa a la cancha e inicia
el juego. Lo que sucede es que la forma de manifestación
cambia. A manera de ejemplo, se refiere algunas de las
señales de estrés en el terreno de juego: mala
concentración, lo que favorece la imprecisión en los
pases, en la recepción del balón y en llegar a tiempo.
Errores en la percepción lo que termina en un mal cálculo
del desplazamiento del balón. Violencia, manifiesta en faltas
innecesarias. El margen de tolerancia a la frustración ser
reduce, haciendo que el futbolista se irrite fácilmente,
vocifere, grite y reclame por errores a los mismos compañeros.
Problemas de coordinación. Se sienten las piernas pesadas, en
general se siente lento. Sensación de cansancio desde el
principio del juego. Aparece la idea de rendirse. Es decir, con
frecuencia pasa por la mente la idea de darse por vencido, de no
luchar. Surge la tendencia a aislarse durante el juego, a
no cooperar, a querer ganar solo. Se dificulta la respiración y
la boca se reseca.
Es importante reconocer los
síntomas que en cada caso, caracterizan la vivencia de
estrés, de manera que se desarrolle estrategias de afrontamiento
adecuadas. Lea la lista de signos señalados y trate de
identificar cuáles se ajustan a su caso.
Preguntas guía: ¿En
qué situaciones o circunstancias se siente bajo
estrés?, ¿cuál es la sintomatología cuando
está bajo él? y ¿cuál cree es la mejor
forma de enfrentar su ansiedad y estrés?
Tesis 3: La vivencia de estrés es normal, sin embargo, es necesario afrontarlo apropiadamente.
Recuerde que lo que genera la
vivencia de estrés está íntimamente relacionado
con la forma en que se interpreta las cosas. Para afrontarlo se
puede utilizar estrategias como: la relajación, la
visualización, el control de sus pensamientos y el
análisis y planeación.
Relajación: se trata de una
técnica que le ayuda a reducir tensión
psico-física (Ureña, 2005). Una guía básica
incluye los siguientes elementos: a) Busque un lugar cómodo y
confortable, b) cierre sus ojos, c) relaje su cuerpo, d) adopte una
actitud pasiva, e) respire de manera profunda (5 veces), f)
concéntrese en contraer y relajar distintos grupos musculares,
g) disfrute la experiencia de su cuerpo relajado y h) retorne
lentamente de la relajación al funcionamiento normal.
Visualización: Es la habilidad para ver, oír y sentir las
acciones en la mente (Eberspächer, 1995). Se trata de un proceso
que requiere de su capacidad imaginativa. Durante el mismo, el
futbolista ejecuta diferentes acciones con el propósito de
alcanzar metas particulares. Se trata de un proceso de pensamiento y
memorización de imágenes y sensaciones.
La visualización es la
destreza mental más importante (Srebro, 2002) y
puede realizarse en cualquier lugar. Es de gran utilidad, entre otras
cosas para: Mejorar la técnica personal, adquirir nuevas
habilidades, entender mejor el juego, mejorar su auto-confianza,
mejorar el juego colectivo y recuperarse más rápido de
las lesiones.
Recuerde que entre más
sentidos se involucren en el proceso imaginativo, más efectivo
será el ejercicio. Tome en cuenta las siguientes reglas
básicas para la práctica correcta de la
visualización:
- Usted es el productor de la película. Escoja una situación de juego en particular.
- Visualización de corto plazo se puede
hacer durante el juego sin necesidad de relajación (por ejemplo
en un tiro libre, saque de esquina o lanzamiento de penal).
- Visualización de largo plazo se realiza en estado de relajación.
- La visualización se hace con los ojos cerrados en posición cómoda.
- No haga visualización
por más de 5 minutos.
Después del ejercicio actívese
nuevamente pensando intensamente en la competencia.
- La visualización se realiza en el presente.
Es decir, usted se dice a sí mismo, estoy en el juego en este
momento.
- Durante la visualización se practica diferentes acciones concretas acordes con la realidad.
- La imaginación de su acción debe ser hecha a velocidad de juego normal.
- La imaginación de su acción debe ajustarse a sus posibilidades reales.
- Imagine acciones en que haya mostrado un buen rendimiento
- Asegúrese de ejecutar sus acciones correctamente en su visualización.
- Entre más sentidos pueda involucrar en su imaginación, mejor.
- Usted puede visualizarse ejecutando acciones
particulares (viéndose a sí mismo o sintiendo que las
ejecuta.
- Cuando usted ejecuta la visualización debe estar tan atento como en la situación real.
- La visualización no
es un sustituto del entrenamiento
de cancha, pero si un complemento
fundamental.
Tesis 4: Afronte sus pensamientos y contrólelos
El significado que el futbolista le dé a las cosas que
suceden a su alrededor y en su cabeza son la razón de la
vivencia de estrés (Nitsch, 2004). Aquí se habla de lo
que usted piensa y de las cosas que se dice a sí mismo.
Los pensamientos negativos y la
auto-conversación negativa son dañinos para su
rendimiento deportivo (Ureña, 2005). Lo primero que debe
aprender es a estar atento al tipo de pensamientos que se apoderan de
su mente y al tipo de
diálogo interno que lo domina.
Use cualquier oportunidad para cambiar su
pensamiento negativo por uno positivo. Mantenga sus
pensamientos en el presente y aprenda a decir, “hasta
aquí”. Si usted persiste, usted puede cambiar su estilo de
pensamiento y favorecer su rendimiento.
Algunos ejemplos de pensamientos
negativos serían: Nunca tenemos suerte contra este rival,
nunca voy a ser titular y no me voy a recuperar de esta
lesión. Por el contrario, pensamientos
positivos podrían manifestarse de la forma de: Estoy
conciente de mi preparación, será una competencia buena,
voy por el buen camino, la perseverancia es el secreto, pronto
estaré de regreso.
Una tarea interesante es identificar
su estilo de pensamiento y el tipo de diálogo interno que lo
caracteriza. A partir de esta información, modifique su
estilo y auto-diálogo. Busque un lugar tranquilo y dedique
algún tiempo a revisar la forma en que usted piensa y la forma
en que dialoga consigo mismo. Haga anotaciones al respecto.
Tesis 5: Use su cabeza en la preparación para la competencia y durante el juego
Información necesaria para
proceder. Estudie al oponente que enfrentará, especialmente el
estilo de juego, particularmente de aquellos jugadores con los que
entrará en contacto más cercano. Seguidamente, tenga
claridad absoluta sobre el rol que el entrenador le ha asignado y sobre
la forma en que él quiere que usted se comporte durante el juego.
Después de tener la
información sobre el rival y sobre su posición de juego,
trate de pensar en la forma en que podrá cumplir con su deber de
la mejor manera. Piense en sus juegos anteriores y analice las cosas
que no le salieron como quería. Trate de
pensar en los problemas que se le pueden
presentar en el próximo juego y cuáles
podrían ser las soluciones apropiadas. Tenga siempre
a mano la solución de posibles situaciones
sorpresa. LA META ES NO SER
SORPRENDIDO DURANTE EL JUEGO (González, 1996).
Utilice la
visualización días antes
del juego para repasar la ejecución de
su rol en la competencia venidera. La combinación de
trabajo mental y visualización le permitirán prepararse
de la mejor manera para el partido.
Pregúntese: ¿Qué
cosas no le salieron como quería en el último juego?,
¿qué dificultades podría tener en el
próximo juego? y ¿cómo podría hacerle
frente a esas posibles dificultades?
Tesis 6: Haga conciencia de su nivel de estrés y desarrolle
mecanismos para afrontarlo de manera que su rendimiento no desmejore.
Mientras está en los
vestidores antes del juego, corrobore su nivel de estrés y
procure estar listo unos diez minutos antes de iniciar el juego.
Utilice las posibilidades que brinda el calentamiento mental, para
tratar de alcanzar el estado psicofísico ideal para la
competencia (Syer y Connolly, 1986).
Sugerencias: Haga un buen
calentamiento físico. Durante esta fase, repase
sentimientos, emociones y pensamientos. Contrarreste o
elimine aquellos que podrían ser negativos para su
desempeño. Dígase cosas positivas (por
ejemplo, estoy claro del trabajo que he tenido,
confío en mis habilidades). Conforme avanza el
calentamiento, sienta cómo su cuerpo y su mente se van
acomodando cada vez mejor a la competencia próxima. Piense
y sienta lo que vivió en alguna competencia inmediatamente
anterior en que usted haya tenido éxito.
Experimente la sensación de bienestar
que sintió en ese momento. Respire profundo y
sienta cómo cada vez más está mejor dispuesto para
la competencia. Visualice nuevamente una de sus mejores competencias
anteriores.
Durante el partido: Es tarea del
futbolista reconocer los signos del estrés. En
qué momento aparecen y cómo interfieren con el
rendimiento. A partir de esa información, se ajustan
pensamientos, sentimientos y emociones.
La necesidad de EQUIPO para que haya
juego: El fútbol es un juego de equipo. El equipo es primero que
nada un grupo de jugadores, sin embargo, debe llenar tres condiciones
básicas: Se debe tener una meta común, los jugadores
dependen unos de otros y hay una dinámica de interacción
permanente entre los jugadores. Se debe tener claro que, el
comportamiento de un miembro del equipo, influencia el de los
otros. Un buen equipo es aquel cuyo rendimiento es mayor que la
sumatoria del rendimiento de cada uno de sus miembros (Chappuis y
Thomas, 1989).
El rendimiento actual del
equipo es el resultado de las habilidades
potenciales del equipo, menos la influencia
negativa de procesos y poderes
adversos que tienen lugar dentro
del equipo. De ahí la importancia de
estar siempre atentos para identificar a tiempo fuerzas dañinas
dentro del colectivo.
Aunque construir el equipo es
responsabilidad del entrenador, le corresponde a cada jugador ser
conciente de su influencia y de su aporte al rendimiento del equipo.
Tesis 7: Ejecute su rol personal y su rol colectivo en cada juego y durante cada juego.
¿Cómo prevenir y neutralizar procesos y fuerzas negativas y cómo estimular procesos positivos?
Algunas ideas,
tanto para el entrenador como para el jugador:
Divida responsabilidades (entienda la dinámica
de las responsabilidades), divida el esfuerzo. Esté atento al
efecto catástrofe; éste se da cuando el jugador no asume
la responsabilidad que le corresponde ni aporta el máximo
del esfuerzo que cada quien puede dar. También atienda efecto
conveniencia; éste aparece cuando el equipo se siente seguro con
lo logrado durante el juego, por ejemplo, se está ganando 2 a 0
en el minuto 60. Esto hace que se entre en un estado de conveniencia
que puede ser peligroso para el equipo.
Brinde tratamiento igual a los jugadores. Esto incluye iguales derechos, deberes y posibilidades. Considere
la importancia que tiene cada
jugador. El jugador debe saber que
su contribución es considerada y valorada por sus
compañeros y cuerpo técnico. Cuidado con sobre-enfatizar
el resultado. El jugador debe concentrarse en las cosas que
están dentro de su rango de control y que contribuyen con el
equipo. Nunca pensar obsesivamente en el resultado.
Esté atento a la hora de crear
subgrupos en el equipo. No deben entorpecer el funcionamiento del
equipo. Esto se logra si el trabajo por subgrupos atiende metas comunes
a todo el equipo. Los jugadores de la banca. En incontables ocasiones
el éxito del equipo se basa en el aporte de los jugadores de la
banca: Se les debe asignar la importancia que merecen y la
atención que requieren. Deben ser tratados igual que los
jugadores titulares. Debido a que el jugador de la banca está en
relativa desventaja en relación con el titular, al menos en lo
concerniente a ritmo de juego, este jugador debe estar mucho mejor
preparado que el titular, él debe estar en las mejores
condiciones para cuando sea llamado al terreno de juego. Cuando le
toque entrar al terreno de juego,
no pretenda rendir como cuando fue
titular, mantenga la calma, concéntrese en la
ejecución de movimientos simples y eficientes. Siga al pie de la
letra las instrucciones del técnico, no trate de salirse del
libreto en las primeras de tanteo. En todo caso, transfiérale al
equipo la impresión de que pueden confiar en usted.
Imprímale bravura y entrega inteligente a su juego.
Concéntrese en el juego
presente y en cada simple acción. No piense en la importancia
del juego o en lo que pasará si se pierde el juego. Tampoco
piense en si volverá o no a jugar o a ser titular. No
ocupe su pensamiento con la idea de jugar perfecto para poder llegar a
la titularidad. Concéntrese en el presente. Después del
juego podrá ocuparse de esas cosas si lo desea. Si pasa mucho
tiempo y usted no logra dar el salto a la titularidad, quizá es
tiempo de valorar la posibilidad de buscar otro equipo.
Todos los miembros
del equipo deben asumir las metas
del colectivo (jugadores, cuerpo
técnico, dirigentes, otros). Las metas
deben ser claras y realistas. De
hecho los planes de trabajo
deberán orientarse en las metas del equipo. El comportamiento de
los jugadores dentro y fuera de la cancha debe ser consistente con las
metas del equipo. Importante es que los jugadores del equipo
estén convencidos que las metas propuestas pueden alcanzarse, de
lo contrario no funcionan. En este proceso de definición de
metas deben participar los jugadores, posteriormente, se debe trabajar
en el desarrollo de la convicción necesaria para el logro de las
mismas. Según las circunstancias, las metas deben ajustarse a
fin de reducir la frustración y problemas psicológicos de
otra naturaleza. Por otro lado, cada jugador debe tener metas
personales. Trabajadas o no conjuntamente con el entrenador, esas metas
personales son fundamentales para mantener la concentración y
motivación del jugador.
La cohesión del equipo: Sin
duda alguna, un cierto grado de relaciones sociales entre los jugadores
es básico para el logro del éxito colectivo. Lo que en
primera instancia se debe pretender es consolidar al grupo como equipo.
El entrenador debe estar siempre atento a reconocer todos aquellos
procesos que hieran la unidad social y
la consolidación. Es importante
crear orgullo de equipo y enfatizar
la particularidad del equipo, lo que lo distingue de otros. Se trata de
desarrollar el sentido de pertenencia (Yo juego para la
selección nacional, Yo soy la selección nacional).
Parafraseando a Thomas y Chappuis (1989), el jugador debe encontrarle
sentido a su participación en el equipo.
Tesis 8: Asuma la responsabilidad personal de su motivación
La motivación
puede ser definida como el deseo o
necesidad de actuar de manera particular con el
propósito de alcanzar una o varias metas (Srebro, 2002). El
nivel motivacional óptimo es individual. La deficiencia y el
exceso pueden atentar contra el logro del éxito.
Es fundamental para todo jugador
aprender a reconocer su nivel motivacional, no solo durante los
entrenamientos, sino antes, durante y después de la competencia.
Es preciso que el futbolista aprenda a reconocer cuál es
el óptimo de su motivación (zona),
para que logre el máximo de su rendimiento.
Importante señalar que, el deseo de
auto-realización debe ser la fuente principal de la
motivación del jugador. Con esto se subraya la importancia
de promover la necesidad intrínseca de logro.
Pregúntese:
¿Cuáles son las situaciones
o circunstancias que lo desmotivan?, en
general, durante el calentamiento o durante el juego.
Como primer paso se
debe empezar a reconocer los factores y
situaciones que tienden a reducir la
motivación. Por ejemplo, la percepción de injusticias, el
estar en la banca, cuando unos se esfuerzan y otros no. El futbolista
es el único responsable por su motivación, no hay
excusas. El jugador debe seguir con su proyecto de
auto-realización, fijando metas, trabajando por esas metas,
creciendo como persona y como futbolista cada vez que haya oportunidad,
durante el entrenamiento, en la competencia, en el tiempo libre. Este
atento a identificar los momentos durante el juego en que su
motivación tiende a disminuir. Ante esta situación,
retome rápidamente sus metas, reenfoque,
atienda lo que le corresponde atender (González,
1996).
Trate de ubicarse, ¿es usted
un futbolista que le tiene miedo a la pérdida o uno que necesita
ganar? En ambos casos, la dinámica del pensamiento, emociones y
diálogo interno es diferente. En el primero de los casos
prevalece el pesimismo, en el segundo, sobresale el optimismo y la
actitud positiva. Monitoree su comportamiento a ver que tipo de
futbolista es usted. En este caso, su objetivo fundamental será
iniciar cada juego con el nivel motivacional óptimo.
Reflexione: ¿Es usted un futbolista que le tiene miedo a la pérdida o uno que necesita ganar?
Tesis 9: Defina y trabaje con metas personales
Las pérdidas no son un fracaso
si dejan alguna enseñanza. La gran pregunta es:
¿qué se aprende de las pérdidas, como equipo y
como jugadores?
Cuando se habla
de metas se debe distinguir entre
aquellas que dependen de nosotros
“metas operacionales”, por ejemplo, juego agresivo, juego
de conjunto, pressing y metas que no sólo dependen de nosotros,
sino también del oponente “metas de logro”
(Srebro,2002)
¿Por qué las metas son importantes para el futbolista?
Algunas razones: Le ayudan a mantener
la motivación por largos períodos, le permiten
concentrarse en las cosas importantes, despreciando lo irrelevante. Le
ayudan a incrementar el esfuerzo, lo impulsan a mejorar. Lo orientan en
el aprendizaje de nuevas cosas que le hacen mejorar. Le sirven de
refuerzo. Le permiten reconocer los obstáculos que tendrá
en el camino. El entrenamiento y la práctica es más
eficaz si se trabaja con base en metas.
Algunos principios
para definir metas: Defina metas
específicas, de ser posible
cuantificables. Por ejemplo, realizar al menos dos centros en
cada período de juego. Establezca metas difíciles pero
posibles de alcanzar. Defina metas a largo, mediano y corto plazo,
preferiblemente relacionadas con ejecución no con
resultado.
Identifique los obstáculos que
podrían impedir el logro de las metas que se ha propuesto.
Encuentre y defina una estrategia para alcanzar el logro de las metas
propuestas. Escriba sus metas y colóquelas en un lugar visible
para usted. Las metas no son inamovibles, usted las puede cambiar y
ajustar de acuerdo con la situación.
Tesis 10: La esencia de la fortaleza
psicológica del jugador está en el auto-confianza
convicción, control emocional y concentración
Como jugador usted
debe ser conciente de la influencia
que estos tres factores tienen
sobre su rendimiento. Esté atento a chequear estos tres
factores durante el entrenamiento y los juegos. ¿Qué pasa
con su autoconfianza y convicción, son su seguridad?,
¿Están bajo control sus emociones? y ¿se mantiene
el foco atencional adecuado?
Estos componentes de la fortaleza mental se trabajan y funcionan de manera integrada.
La Auto-Confianza se relaciona
positivamente con el Control Emocional y éste a su vez se
relaciona con la Concentración y de nuevo
ésta con la Auto-Confianza (Hanin, 2002), de manera
que se trata de un círculo (AC > CE > C> AC.)
La auto-confianza: Está
determinada por la creencia en las habilidades y destrezas propias
requeridas para actuar de manera exitosa. La
esencia de la auto-confianza es la expectativa de
éxito. Se trata de la convicción
firme de que se podrá rendir
de acuerdo con el potencial propio.
No se trata de estar convencido de que se
va a ganar, sino de que se actuará al máximo
nivel posible, que no se va a desfallecer, a
rendir o a tirar la toalla. Lo opuesto a la auto-confianza es la
duda en relación con las propias habilidades. El futbolista debe
estar convencido siempre de que posee las condiciones para rendir. Por
supuesto que esta convicción se basa en una preparación
seria y sistemática.
La auto-confianza activa las
sensaciones positivas, ayuda al deportista a concentrarse,
lo motiva a rendir y le da determinación; le brinda fortaleza
ante la adversidad, le permite competir al máximo y le ayuda a
desplegar su talento. Si usted tiene una buena
auto-confianza, su actitud será positiva y sus
acciones estarán llenas de optimismo. Por otro lado, no le
tendrá miedo a los errores y equivocaciones. Por tal
razón, la auto-confianza es fundamental para el futbolista.
Nuevamente aquí es importante
hacer conciencia de los momentos en que siente que su auto-confianza
flaquea. Identifiquemos los sentimientos,
emociones y pensamientos en esos momentos y definamos
estrategias para superarlos.
Pregúntese: ¿En
qué situaciones o circunstancias siente usted que su
auto-confianza se debilita? A continuación, algunos consejos
para desarrollar su auto-confianza y convicción:
- Recuerde con
intensidad algunos de los éxitos pasados, reviva la
sensación experimentada en ese momento, evalúe el
rendimiento mostrado en ese instante. Haga memoria en relación
con el tipo de diálogo interno que tuvo lugar en ese momento.
- Revise algunas experiencias de éxito en situaciones de entrenamiento.
-
Concéntrese y haga conciencia de su habilidad y destrezas.
Igual en las destrezas y habilidades del equipo. Piense en la
ejecución, no en los resultados.
-
Muéstrese ante los demás
seguro de sí mismo, confiado,
determinado, invencible. En todo momento, en el
entrenamiento, en el camerino, en la banca, en el terreno de
juego, usted debe mostrarse absolutamente seguro de sí mismo.
Cabeza en alto, alegre, movimientos rápidos, mirar de frente al
rival en el amplio sentido de la palabra (compañero o
adversario), perseverancia y coraje en sus acciones. En resumen,
compórtese y siéntase como un triunfador.
Muéstrese así.
- Ante todo,
piense de manera positiva. Su diálogo interno no debe dejar
espacio para la duda y desconfianza. Siempre debe ser optimista,
positivo.
- Su
condición física debe ser la mejor que sus posibilidades
lo permitan. Su convicción debe estar fundamentada en el trabajo
serio y sistemático.
- La base de su
auto-confianza es la convicción absoluta de que podrá
desarrollar el máximo de su talento durante el juego. Usted debe
sentirse apto para el juego, sin duda alguna. Cuando las cosas se
complican durante el juego, es cuando se valora la auto-confianza real
del jugador.
- La
visualización le ayudará a recuperar, fortalecer y
consolidar su auto-confianza. La estrategia es visualizar y vivir
intensamente las sensaciones asociadas a experiencias exitosas
anteriores.
Protocolo básico antes de un
juego: Imagine alguna situación pasada en que usted haya tenido
éxito. Recuerde todos los detalles de ese momento, sentimientos,
emociones, pensamientos. Repase y reviva el diálogo interno
propio de ese momento, los sentimientos y emociones asociados. Respire
profundamente y sienta con toda la intensidad posible esa experiencia.
Luego ubíquese en el momento de la competencia actual y
establezca un diálogo interno positivo;
transfiera esa sensación de confianza y
sentimientos positivos al aquí y ahora de la competencia.
- La
auto-confianza le da seguridad lo que reduce la incertidumbre y
consecuentemente la vivencia de estrés.
El control
emocional: La agresividad
y la violencia
encuentran libre expresión
en acciones exageradamente duras (faltas). Cuando hay
descontrol emocional no se puede funcionar colectivamente de manera
funcional, se pierde la fluidez en la comunicación y se
deteriora la concentración. En estos casos,
inevitablemente se reduce el rendimiento.
Recuerde que los sentimientos
y las emociones pueden,
según forma e intensidad,
afectar su concentración y capacidad de rendimiento.
Preste atención a lo que
pasa con sus emociones durante el juego. Trate de
diferenciar entre estados emocionales funcionales para su
rendimiento y aquellos disfuncionales. Use la
auto-conversación crítica, reflexiva y constructiva para
recuperar el estado emocional óptimo para su rendimiento.
Depresión: El sentirse
desganado, desmotivado, decepcionado, entre otras sensaciones, atenta
contra su rendimiento y contra su calidad de vida como persona en
general. Igual que en los casos anteriores, lo primero que debe
considerar el futbolista es desarrollar la capacidad para reconocer
rápidamente este tipo de estados emocionales disfuncionales
(Hanin, 2000). Conciente de la situación, el futbolista debe
definir una forma distinta de pensar y sentir. Cambiar de
actividades momentáneamente y acudir a distintas
opciones que brinda el apoyo social, entre otras.
Separación: Existe una
serie de condiciones en la vida de un futbolista que
generan conflicto y que pueden afectar
seriamente sus posibilidades de rendimiento.
Particularmente, nos referimos a la gran cantidad de
inconvenientes familiares, por ejemplo, problemas con la esposa,
enfermedad de hijos (as), otros. Aunque suene imposible, el futbolista
debe ser conciente del efecto que esos sentimientos pueden tener
sobre su rendimiento y tratar de
ponerse a la altura del escenario
propio del juego o del
entrenamiento. Debe esforzarse por
lograr el estado
psicofísico óptimo. Se
trata de una tarea extremadamente dura, pero que debe
ser asumida.
Tesis 11: Su capacidad para concentrarse durante el juego lo hará un mejor futbolista
La concentración es otro
aspecto fundamental de la fortaleza psicológica. Toda
acción por simple que sea requerirá de
concentración. Aunque usted crea que patear el
balón es un asunto automático, siempre
requiere una buena concentración.
La desconcentración representa uno
de los peores enemigos del futbolista. Solo un
instante de despiste bastará para hacer la diferencia entre
ganar o perder (Draksal,
2005).
Una buena definición de
concentración tiene al menos dos elementos: 1. Prestar
atención a la información relevante e ignorar la
irrelevante, así como a los estímulos distorcionadores, y
2. Mantener la atención por largos períodos de tiempo.
¿Qué es
información relevante? Utilícese el lanzamiento de penal
como ilustración: Aquí, la información relevante
será: El marco, la posición y los movimientos del
portero, la posición del balón, el movimiento del cuerpo,
la ubicación del pie a la hora de golpear el balón.
¿Qué podría ser irrelevante o distracción?
Los camarógrafos cerca del marco,
los otros jugadores, la bulla de
los aficionados, pensamientos negativos, entre otros.
Si el jugador desea ejecutar el tiro
de penal haciendo uso de su máximo potencial, es
preciso que se concentre en la información relevante y que
deseche todo aquello que represente una distracción. Nuevamente
la auto-confianza jugará un papel fundamental.
Algunos futbolistas tienen dificultad
a la hora de cambiar de un tipo de concentración a otro. En
relación con esto se puede distinguir entre concentración
estrecha, como en el caso del penal, y amplia, necesaria para
estar al tanto de lo que sucede
alrededor (Nideffer, 1992). Ambos tipos
de concentración son necesarios para cumplir a cabalidad
con su rol dentro del terreno de juego.
Cosas que podrían afectar su concentración:
-
Concentrarse en el pasado y
no en el presente. Por ejemplo,
cuando luego de una jugada desafortunada, el
jugador sigue pensando en ella.
- Concentrarse en
el futuro y no en el presente: Por ejemplo, cuando el jugador ocupa su
mente pensando en las posibles consecuencias de si juega mal o pierde.
- La
tensión y la ansiedad afectan inevitablemente la
concentración y las posibilidades de rendir al máximo;
ello debido al tipo de emociones y pensamientos disfuncionales que se
estimulan.
- El cansancio,
sin duda alguna, tiene un efecto negativo importante sobre la
concentración. De ahí la importancia de
ocuparse por tener una excelente condición
física. Para poder mantener la
concentración a lo largo de todo el partido, es preciso contar
con una condición física óptima, caso contrario,
usted ya conoce las consecuencias.
Aunque ya se ha externado algunos
consejos, es importante que el futbolista aprenda a conocerse aun
más. Preste atención al tipo de concentración que
más se ajusta a su caso o que más se le dificulta.
¿Puede usted mantener la concentración durante todo el
partido? ¿Cuáles son los momentos o situaciones que
tienden a hacerlo perder la concentración? Identifique
qué cosas durante un partido tienden a sacarlo de
concentración. Sea sincero, de ello dependerá el que
usted pueda mejorar.
Es preciso que aprenda a controlar
sus emociones y pensamientos. Esto significa reconocer y
regular cada emoción
disfuncional para su
rendimiento, así como
también, transformar pensamientos
disfuncionales en funcionales.
Sumamente importante es que usted
aprenda a no evaluar sus acciones mientras está jugando. Evite
la tendencia a estar juzgando si fue buena o mala la jugada
realizada. En relación con esta tendencia a calificar sus
acciones, evite por sobre todo, la tendencia a
ofenderse por sus malas acciones, ello no significa
otra cosa más que menosprecio
por sí mismo, poca autoestima
y descontrol emocional. Condiciones absolutamente negativas
para que usted logre el máximo de su rendimiento.
Trate de entrenarse en presencia de
factores distractores y de condiciones similares al partido. Aunque la
tendencia natural sea a entrenar las cosas en que se es bueno, es
conveniente practicar aquellos aspectos en que no se rinde muy bien y
que son importantes para formarlo como futbolista. Por ejemplo, si
usted es un poco débil con la pierna izquierda, invierta tiempo
extra fortaleciendo esa pierna.
Desarrolle y practique algún
ritual cada vez que usted siente que está perdiendo su
concentración. De manera que pueda estar preparado para
recuperar rápidamente su estado óptimo de
concentración y lograr el desarrollo pleno de su potencial.
Durante el período de
preparación para cualquier juego, trabaje en la
anticipación de posibles situaciones distractoras durante el
mismo. Utilice la visualización por períodos cortos (2
minutos) tantas veces al día como considere. La idea fundamental
es explorar de antemano aquellas situaciones que potencialmente
podrían generar desconcentración y así estar
preparados para afrontarlas de manera rápida y funcional.
Recuerde una vez más que usted
debe aprender a concentrarse únicamente en aquellas cosas que
sean relevantes para que usted puede jugar haciendo uso máximo
de su talento. A fin de cuentas esa debe ser su meta principal.
Juegue en el presente, esto significa
que usted debe mantener su concentración en el aquí y el
ahora. No permita que sus pensamientos se queden fijos en el pasado, en
recuerdos disfuncionales o cosas por el estilo. Tampoco permita que sus
pensamientos jueguen con las posibilidades del futuro, por
ejemplo, invirtiendo energía en pensar lo que pasará si
se gana o se pierde. Nuevamente, para que usted pueda mostrar el
máximo de su capacidad futbolística, es preciso que su
concentración esté en el aquí y el ahora, en la
jugada actual, no en la que pasó ni en la que vendrá,
sino en la que se está desarrollando ahora.
Tesis 12: Su poder mental es un arma fundamental para afrontar las lesiones
El punto de partida es que, toda
lesión afecta al futbolista en su integridad. Consecuentemente,
la atención de una lesión requiere de un abordaje
integral (Kleinert, 2003; Weinberg y Gould, 1999).
Entre las causas fundamentales de las
lesiones se pueden citar: El estrés, la baja
concentración, la sobre motivación y la
frustración – enojo. De manera que, un futbolista bajo
presión, es un futbolista altamente propenso a lesionarse. Entre
algunas reacciones típicas ante las lesiones se pueden citar las
siguientes (Srebro, 2002):
1. Negación: “No puede ser que me haya lesionado”
2. Enojo:
3. Tratar de explicar por qué:
“¿Qué fue lo que pasó?, no entiendo
¿cómo sucedió?”
4. Depresión: “Desmotivación, aislamiento”
5. Admitir / aceptar: “Se acepta la lesión y se empieza a recuperar la motivación”
Otras reacciones asociadas: Pérdida de la
auto-confianza y seguridad, pérdida de la
auto-convicción, miedo y ansiedad.
El futbolista debe tener cuidado para
que estos aspectos se mantengan dentro de rangos manejables, de manera
que no interfieran con la pronta recuperación. Entre algunos de
los elementos fundamentales del trabajo mental
durante la recuperación de una lesión
Srebro (2002) sugiere los siguientes: Acepte la
responsabilidad de lo sucedido. Defina metas realistas par su
recuperación y aprenda a aceptar el apoyo de otros, en especial
el de los compañeros de equipo.
En este mismo sentido Kleinert (2003)
recomienda atender las siguientes indicaciones para acelerar el
proceso de recuperación de las lesiones: Asuma
una actitud positiva ante la lesión, procure un auto-
diálogo positivo durante el proceso de
rehabilitación. Entrene mentalmente: Utilice la
visualización en varios momentos del día y afronte el
dolor de manera positiva. Aprenda a reconocer el dolor asociado con
lesión.
Tesis 13: El descanso y la
recuperación son fundamentales para
el desarrollo máximo de su potencial
Su condición
física es fundamental para lograr el
máximo rendimiento. De hecho, la
relación entre condición física y fortaleza
psicológica es muy estrecha. Por ejemplo, un jugador cansado es
un jugador que comete más errores, que no puede mantener su
concentración de manera óptima, que comete faltas
innecesarias y cuya probabilidad de lesionarse es mayor. Un jugador
cansado difícilmente podrá seguir las instrucciones del
entrenador, no podrá expresar su motivación porque
arrastrará las piernas. De ahí, la importancia de
prepararse a conciencia desde el punto de vista físico. Esto
es parte inseparable de la vida del futbolista.
El descanso: Es el complemento
imprescindible al trabajo físico. El descanso debe ser tomado
tan en serio como el entrenamiento físico, técnico
táctico y psicológico. De lo contrario, usted
jamás podrá desarrollar su talento al máximo. Esta
es una responsabilidad más para el futbolista. Algunas veces,
especialmente después de una victoria, podrá sentir que
tiene energía para irse de juerga toda la noche, sin embargo, si
usted le preguntara a sus músculos qué prefieren, de
seguro escogerían irse a descansar. Es preciso que usted sepa
cuándo descansar y cómo hacerlo. Ante todo, será
precisa mucha moderación y no perder de vista cuáles son
los principios y metas que definen el marco para el ejercicio de su
profesión.
La nutrición: El alimento que
ingiera puede ser la diferencia entre ganar o perder. Su cuerpo
necesita energía para entrenar y para competir y la calidad de
esa energía se la brinda la nutrición, los alimentos que
consuma. Nuevamente, para desarrollar su talento al
máximo, necesitará alimentarse de
manera idónea. Con base en
las razones expuestas, es
imprescindible contar con la
asesoría de un (a) nutricionista profesional.
Tesis 14: Hay condiciones de juego especiales que requieren preparación particular
El inicio del juego: Preste
atención a la regulación de la ansiedad en los primeros
minutos del partido, de manera que su concentración
y capacidad de juego se mantengan al máximo. Un buen
calentamiento físico y mental le será de gran utilidad.
Muchas veces errores al inicio del juego se manifiestan en su
rendimiento durante todo el juego. Algunos consejos importantes
serían: haga pases seguros, no abuse del dribling y
no corra riesgos innecesarios. Aprenda
a identificar el momento en que
puede soltarse libremente, el momento en que está en su
zona de rendimiento máximo.
Final de la primera mitad: Sea
conciente de sus pensamientos y sentimientos disfuncionales y
elimínelos. Estos pensamientos sumados al estado de
fatiga reducen la capacidad de concentración,
dando como resultado un mayor número de errores.
En el medio tiempo: No se trata
solamente de un espacio para el descanso físico, sino
también para el descanso mental. Durante este período de
tiempo debe prepararse igual que lo hizo para el juego. Tome un
par de minutos para recuperarse física y
mentalmente. Cierre sus ojos y respire un par de veces
profundamente. Concéntrese en su
respiración y saque de su
cabeza por un par de minutos todo
pensamiento. Como de costumbre, el entrenador señalará
algunos errores y dará algunas indicaciones para la segunda
parte del juego. Pero ante todo, trate de utilizar el descanso de medio
tiempo para usted. Revise el trabajo realizado, qué hizo bien y
qué no tan bien. Trace una estrategia para obtener mejor
provecho de su talento. Visualice posibles condiciones de juego para el
segundo período y proyecte la forma en que se comportará.
Se trata de fortalecer su auto-confianza y regular su nivel de ansiedad.
El inicio del segundo tiempo: Es muy
parecido al inicio del primer tiempo. Juegue seguro procurando
encontrar nuevamente su zona de rendimiento óptimo (Hanin, 2000).
Los últimos minutos del juego:
También son similares a los últimos minutos del primer
tiempo. Solo que el cansancio es mayor y la probabilidad de que
aparezcan pensamientos y sentimientos disfuncionales
también. Se trata del último chance. Es fundamental
mantener conciencia de lo que está sucediendo con su cuerpo y
con su mente. Procure ante todo mantener al máximo su
motivación y su concentración.
Tiros libres: Si a usted le
corresponde hacer un tiro libre, tómese su tiempo para hacerlo.
Baje su cabeza y cierre sus ojos. Decida dónde quiere colocar el
balón. Imagínese metiendo el balón exactamente
donde usted quiere, sienta el momento y vea el balón
colándose por donde usted desea. Acto seguido ejecute el tiro
con absoluta convicción.
El lanzamiento de penal: Se trata de
una acción donde la mente juega un papel fundamental.
Básicamente hay dos tipos de penales: 1. El que va fuerte a
cualquier esquina, independientemente de cómo se mueva el
portero y 2. El que se realiza de acuerdo a cómo se mueve el
portero. Por supuesto, cualquiera de las dos formas puede ser efectiva,
sin embargo, la primera implica menor participación de factores
mentales.
Entre las causas básicas para
fallar un penal están: La ansiedad / estrés y una
concentración deficiente.
Sea conciente de los siguientes
factores:
- Escoja la forma en que usted prefiere pegarle al balón
- Invierta tiempo entrenando su tiro preferido
- Métale cierta presión al entrenamiento de los penales
- Practique el lanzamiento de penales durante toda la temporada
- Antes de los
lanzamientos de penal, desarrolle y practique un ritual que le ayude
con la auto- confianza, convicción, concentración
control de la ansiedad.
- Entrene siempre de la misma forma en que tirará el penal en situación real
Si el penal es anotado, no permita
que la alegría lo invada por mucho tiempo. Oriente su
concentración de inmediato hacia el juego. Cuando el juego se
reinicie, usted debe estar completamente metido en él. La
alegría verdadera tendrá lugar al final del partido.
En caso de
que el penal se falle, la
probabilidad de que usted experimente
preocupación, enojo y frustración es muy
grande. Nuevamente el control emocional rápido y la
concentración en el juego en el presente son fundamentales.
Refuerce su diálogo interno de manera positiva y optimista,
ubíquese en el aquí y el ahora y recupere la perspectiva
de su juego. Recuerde que su gran meta es desarrollar el máximo
de su potencial en cada oportunidad que tenga durante todo el juego.
Ante un error propio o de un
compañero: Claro está que siempre se van a cometer
errores, unos de mayor gravedad que otros. Hay que vivir con ello
porque son parte del juego. Ante esta realidad, lo fundamental
después de cometer un error es tratar de olvidarlo tan
rápido como sea posible. Todo ello, sin perder la
concentración, ni la auto-confianza y convicción.
Los errores pertenecen a la acción pasada. La jugada presente es
la que vale, su concentración debe estar en ella. Si usted no
puede olvidar un error, probablemente su rendimiento durante la
competencia no podrá alcanzar su máximo potencial. En
caso de ser un compañero el que comete el
error, su tarea debe ser apoyar para que la
concentración, auto- confianza y convicción de su
compañero no disminuya.
Un buen equipo siempre está
claro que puede cometer errores, pero también está claro
en cuanto a la forma individual y colectiva con que se deben asumir los
errores.
Ante una lesión de un
compañero: Dependiendo de la gravedad de la situación,
mejor aléjese y deje que el cuerpo médico
intervenga. Saque provecho de la
pausa que se está generando en el
juego, respire profundamente y busque balance emocional. Revise
su auto-diálogo interno. Ante todo recupere fuerza, revitalice
su motivación recuperando claridad en cuanto a sus
metas. Es fundamental no perder auto- confianza ni
convicción.
Ante la expulsión de un
compañero: En estos casos la reacción natural suele ser
el enojo, la cólera o la decepción. Sin
duda alguna, estas respuestas emocionales
pueden sacar al equipo de concentración,
sembrar la desconfianza y generar pensamientos negativos que
podrían afectar el rendimiento individual y obviamente
colectivo. Ante estas circunstancias es fundamental mantener la calma;
la conferencia grupal rápida ayuda a
establecer la nueva dinámica de
juego, sobre todo en lo que
respecta al coraje y motivación, sin perder de
vista el esquema táctico de juego. Por supuesto, esta es una
situación para la cual los jugadores y el equipo deben estar
preparados, deben haber sido entrenados.
Finalmente, es importante estar
atento a cualquier situación que el juego permita para recuperar
energía, re-focalizar el esfuerzo, fortalecer la auto-confianza
y convicción.
Consideraciones básicas para su programa semanal de preparación psicológica
El entrenamiento psicológico
es tan importante como el físico técnico-táctico.
Este entrenamiento debe realizarse durante toda la temporada,
independientemente de los resultados de los juegos y de lo
difícil o fácil de los rivales (Svoboda y Draksal, 2002).
Inmediatamente después del
partido: Descanso y recuperación física y
psicológica. Lo primero que debe hacer es desconectarse del
partido y de lo que pasó, ya habrá tiempo más
tarde para ocuparse de ello. En este momento, es imposible
cambiar lo sucedido. Lo que pasó, pasó y por
el momento ahí quedará. Importantísimo
no descuidar su hidratación y
alimentación durante esta fase de
recuperación. Los ejercicios de relajación le
ayudarán a dormir mejor y a recuperase a plenitud.
Al primer día después
del partido, continuar con el descanso y recuperación e iniciar
el análisis de lo sucedido durante el juego. La
relajación y la buena alimentación deben
mantenerse. Encuentre algún momento durante el
día para que se siente solo en algún rincón
tranquilo de manera que puede repasar cómo fue
su preparación para el juego
recién pasado, cómo se
sintió y qué tipo de
pensamientos frecuentaron su cabeza. Cómo
siente fue el desempeño de su rol en el equipo. Sea
honesto consigo mismo.
Al segundo día, se termina con
el análisis de lo sucedido en el juego inmediato pasado y se
puede iniciar con la preparación para el próximo partido.
Nunca trate de juzgarse a sí mismo o al equipo solamente por el
resultado del juego. Tanto el triunfo como la derrota deben ser
analizados de manera crítica y realista.
En adelante durante la semana, la
concentración se pondrá en la preparación para el
próximo juego, física, táctica y
psicológica. De manera general,
usted podría trabajar en la
regulación de la ansiedad, en
visualización, en relajación y motivación.
Inmediatamente antes de la
competencia, el calentamiento general y de manera particular el
psicológico es fundamental. Este es el momento en que se ajustan
la tensión psico-física, motivación,
auto-confianza, convicción y concentración.
Por supuesto, durante el juego
continúa su preparación
psicológica. La dinámica emocional y cognoscitiva
adquiere una magnitud distinta y es puesta a prueba. Ante lo cual, es
preciso estar atento a cualquier cambio en esa dinámica que
pueda ser disfuncional. Por ejemplo, sentimientos o
pensamientos que generen desconfianza,
desconcentración, desmotivación,
ansiedad, o cualquier otro estado que atente contra el desarrollo
de su máximo potencial de rendimiento.
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entrenamiento psicológico en los deportes. Madrid: Biblioteca
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Draksal Fachverlag.
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in der Praxis: Ein Handbuch
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Hanin, Y. (2000). Emotions in Sport. Champaign, Illinois: Human
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Nitsch, J. R. (2004). Zur handlungstheoretischen Grundlegung der
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Syer, J., &Connolly, Ch. (1986). Psychotraining für Sportler. Reinbeck: Rororo.
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Ureña, P. (2005). Psicología y competencia deportiva.
Documento de estudio psico-entrenamiento No. 3. Heredia: Programa de
publicaciones de la Universidad Nacional.
Recepción: abril del 2006.
Corrección: abril del 2006.
Aceptación: abril del 2006.
Publicación: 25 de abril del 2006.
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