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Revista MHSalud® (ISSN: 1659-097X) Vol. 10.  No. 1.  Enero-Julio, 2013

CONSUMO MÁXIMO DE OXÍGENO (VO2max) EN BOMBEROS: REVISIÓN SISTEMÁTICA DE ESTUDIOS

Maximum oxygen consumption (vo2max) in firefighters: systematic review of studies

Jimmy Rojas Quirós
Escuela de Ciencias del Movimiento Humano y Calidad de Vida.
Facultad de Ciencias de la Salud, Universidad Nacional de Costa Rica.

jiroqui@gmail.com

RESUMEN

Consumo  máximo  de  oxígeno  (VO2max)  en  bomberos:  revisión  sistemática  de  estudios.  El  trabajo  de  bombero  es catalogada como una profesión de riesgo, con alto requerimiento físico; en los últimos años el bombero ha adquirido más competencias que la propia de apagar incendios, entre ellas las intervenciones en accidentes de tránsito, incidentes con materiales peligrosos, rescates, fuegos forestales, entre otros. La imagen del bombero tradicional ha dado paso a nuevos profesionales preparados para afrontar todo tipo de desastres por lo que se habla en la actualidad del bombero completo. El objetivo de este estudio fue revisar sistemáticamente la evidencia científica sobre los valores de consumo máximo de oxígeno (VO2max) que presentan los bomberos. Se incluyeron un total de 19 estudios, publicados entre los años 2002 y 2012, de las bases de datos de EBSCOhost, SpringerLink, SPORTDiscus, Medline, Embase y Scielo; además de revistas como Journal of Sports Science & Medicine, Occupational Medicine y Psicothema. Se concluye con esta revisión, con base a  los  resultados  de  los  estudios,  que  las  diferentes  poblaciones  de  bomberos,  oscilan  un VO2max  de  39,20  a  58,21 ml/kg/min, que varía según la condición inicial que tienen los bomberos en los diferentes estudios que proponen los autores; en general se determina que un bombero debe poseer valores de VO2max por encima de los 43 ml/kg/min, lo cual es lo mínimo recomendable para al menos poseer una buena capacidad aeróbica que le permita desenvolverse en sus funciones básicas como bombero.

PALABRAS CLAVES: Bomberos, consumo de oxígeno, entrenamiento, capacidades físicas, ejercicio, capacidad aeróbica.

ABSTRACT

Maximal oxygen consumption (VO2max) in firefighters: a systematic review of studies. The job of a firefighter is listed as a risk profession with high physical requirement, and in recent years the firefighter has acquired more powers itself out fires, including interventions in traffic accidents, hazardous materials incidents, rescues, forest fires, among others. The traditional firefighter image has given way to new professionals ready to face all kinds of disasters by the talk in full firefighter today. The aim of this study was to systematically review the scientific evidence on the values of maximum oxygen consumption (VO2max) having firefighters. We included a total of 19 studies, published between 2002 and 2012, from EBSCOhost databases, SpringerLink, SPORTDiscus, Medline, Embase and SciELO, besides journals as Journal of Sports Science & Medicine, Occupational Medicine and Psicothema. We conclude this review, based on the results of the studies, that different populations of fire, one VO2max ranging from 39.20 to 58.21 ml / kg / min, which varies according to the initial condition with firefighters different studies proposed by the authors, generally it is determined that a firefighter must have VO2max values above 43 ml / kg / min, which is the minimum recommended to at least have a good aerobic capacity that allows function in its core functions as a firefighter.

KEYWORDS: Firefighters, oxygen consumption, training, physical abilities exercise, aerobic capacity.

INTRODUCCIÓN

Desde los procesos de inducción los aspirantes a pertenecer al cuerpo de bomberos deben someterse a fases de entrenamiento para mejorar sus capacidades físicas, incluida la capacidad cardiorrespiratoria; el aumentar el rendimiento físico le será de gran utilidad para su práctica profesional dentro de sus labores como bomberos (Lara, García, Torres y Zagalaz, 2012).

El bombero debe mantener una buena condición física a lo largo de toda su vida laboral, ya que su actividad implica actuaciones que así lo requieren, realizando esfuerzos físicos importantes (Lara et al., 2012; Ares, 2008; Saborit et al., 2010). El que un bombero se encuentre en buena forma física va a retrasar la fatiga, lo que es muy positivo para su labor profesional que incluye constantemente levantar objetos pesados, subir escaleras, gatear o estar de pie por largos periodos de tiempo; no se puede evitar que en la rutina diaria de los bomberos estos lleguen a estar cansados tanto físicamente como emocionalmente (Rivera y Rivera, 2009), pero un bombero que practique ejercicios físicos estará mejor preparado para esas situaciones.

La capacidad aeróbica está en función del volumen máximo de oxígeno (VO2máx) el cual representa la capacidad máxima del organismo para metabolizar el oxígeno en la sangre (Saborit et al., 2010). A un mayor consumo de oxígeno por parte de los bomberos son mayores las posibilidades no sólo de resistir a las demandas físicas a las cuales son sometidos, sino también a disminuir el riesgo de padecer enfermedades cardiorrespiratorias provocadas por el constante contacto con el humo y gases tóxicos.

El VO2max es la mejor manera de medir la resistencia cardiorrespiratoria (Wilmore y Costill, 2007); en personas sedentarias los valores normales se encuentran entre 35 a 42 ml/kg/min (Wilmore y Costill, 2007); mientras que López y Fernández (2006) definen el VO2max como “la cantidad máxima de oxígeno que el organismo es capaz de absorber, transportar y consumir por unidad de tiempo” (p. 409); estos autores localizan los valores normales para hombres y mujeres de entre 20 a 40 años en 35 a 45 ml/kg/min y de 30 a 40 ml/Kg/min, respectivamente.

El bombero se encuentra constantemente en riesgo y este se aumentará si su condición física no es adecuada, no sólo por la incapacidad del organismo de controlar todas las alteraciones fisiológicas al romper la homeostasis en una emergencia donde el bombero debe actuar, sino, además en el lugar del incidente donde deba esquivar obstáculos, saltar o inclusive correr, y sus posibilidades físicas no se lo permitan. Las principales causas de atención que se presentaron los bomberos en Estados Unidos desde 1990 al 2008, se encuentran los problemas cardiacos, las quemaduras y las intoxicaciones, siendo los problemas cardiacos la principal causa (Smith; 2011).

Kales et al. (cit. por Rodríguez et al., 2007) enfocaron la importancia de lograr y mantener una   buena   condición   física   a   la   hora   de   disminuir   el   riesgo   de   enfermedades cardiovasculares y reducir la mortalidad en bomberos; en la investigación de Kales et al. establecieron   que   durante   el   periodo   comprendido   entre   los   años   1994   y   2004,

aproximadamente el 32% de las muertes por fallo cardiaco en bomberos se produjeron en el momento que se encontraban apagando un incendio.

Las tres causas principales de riesgo de accidente de trabajo en este colectivo son, por orden decreciente, los sobreesfuerzos y posturas forzadas, la falta de formación e información, y el cansancio o fatiga (Ares, 2008).

En el momento de las emergencias, al acudir a la extinción de los incendios, esta labor se convierte en una ocupación aeróbicamente exigente. Estas situaciones de emergencia requieren que un bombero deba trabajar en o cerca de su máxima capacidad durante varios minutos (Mier y Gibson, 2004).

Ante las altas exigencias físicas en las emergencias en los incendios o desastres, se necesita tener un alto desempeño en el trabajo, pero frente a la gran exigencia también se eleva las posibilidades de una lesión; para minimizar estas posibilidades de una lesión se dependerá en gran medida del nivel de condición física de los bomberos (Mier y Gibson, 2004).

Kianmehr y Nazem (2011) indicaron que el coste de oxígeno de un bombero es de 60% a 80% de su importe máximo durante el rescate y auxilio de la operación. Además, el personal inactivo tiene 90% o más la posibilidad de tener enfermedades cardiovasculares en comparación con las personas que tienen condición física óptima (Mier y Gibson, 2004).

Es fundamental integrar los múltiples estudios relacionados a las capacidades físicas de los bomberos, específicamente al VO2max para que de forma sistemática se puedan generar conclusiones generales que permitan establecer los niveles de VO2max que al menos deben tener los dedicados a esta profesión; es por esa razón la importancia de este tipo de estudio, que permitirá conocer las diversas investigaciones que enfocan sobre el VO2max de los bomberos, como una de las capacidades condicionantes fundamentales en los procesos de preparación física; y así, los preparadores físicos pueden establecer las cargas de entrenamiento con mayor eficiencia para esta población.

El propósito del estudio fue determinar los niveles de VO2max encontrados en los estudios en poblaciones de bomberos, para poder ejercer con tranquilidad y con eficiencia su labor diaria, con base en una revisión sistemática de literatura.

METODOLOGÍA

Búsqueda de literatura. Se realizó una búsqueda electrónica de artículos científicos en idioma inglés y español, publicados entre los años 2002 y 2012, provenientes de las bases de datos de EBSCOhost, SpringerLink, SPORTDiscus, Medline, Embase y Scielo; además de revistas como Journal of Sports Science & Medicine, Occupational Medicine y Psicothema. Se utilizaron las siguientes palabras clave para la revisión: bomberos, consumo de oxígeno, entrenamiento, capacidades físicas, ejercicio. Los estudios que se incluyeron se limitan a reportes completos de investigaciones que informen sobre el consumo de oxígeno (VO2) y el VO2max que tienen los bomberos. Se incluyeron como parámetros de la búsqueda estudios experimentales puros, estudios descriptivos y revisiones sistemáticas.

Se encontraron 40 artículos que fueron analizados en la revisión, pero solo se seleccionaron 19 que cumplieron con los criterios establecidos anteriormente, esto después de revisar los títulos, leer los resúmenes correspondientes y analizar la información propuesta por los autores.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

En la variedad de estudios analizados se presentan los valores del VO2max encontrados en poblaciones de bomberos, en la tabla 1 se muestran las características generales de estos estudios.



En la tabla 2 se describen aquellos estudios que su muestra la constituían bomberos que eran físicamente activos, su objetivo y el tamaño de la muestra.



En la tabla 3 se describen aquellos estudios que realizaron sus investigaciones en poblaciones de bomberos que eran sedentarias y a su vez presentaban problemas de salud especialmente obesidad y acumulación del porcentaje de grasa.



Existen otros estudios que no especifican si su muestra era compuesta por bomberos que se encuentran físicamente activos o no, dentro de estos estudios se trató de validar un trabajo específico de evaluación física del rendimiento en el trabajo que representa a los bomberos, se analizó diferentes pruebas de aptitud física como criterio de selección del personal, la intensidad de trabajo, el esfuerzo durante el desempeño de su trabajo y evaluar la exactitud y la capacidad de las pruebas de bomberos en proporción a su estado cardiovascular. (Mendenhall et al., 2005; Satué et al., 2007; Villa et al., 2009; Kianmehr y Nazem, 2011) (Ver tabla 4).


 
Los diferentes estudios utilizaron una variedad de métodos para medir el VO2max, Mier y Gibson (2004) utilizaron un protocolo en banda sin fin para medir el VO2max, llamado protocolo de cinta de Gerkin; en el cual la intensidad se ajusta a cada minuto alternando un aumento de 0,5 millas por hora, con un grado de inclinación de un 2%, el protocolo llega a su fin cuando el sujeto llega a un ritmo cardíaco igual o mayor a un 85% de la frecuencia cardiaca máxima (FCmáx).

Lara et al. (2012) realizaron la prueba de Course Navette para estimar el VO2máx de cada sujeto, de todas las variables evaluadas de la condición física, estos autores consideran que el VO2máx es la variable más determinante a la hora de valorar el estado físico en poblaciones  que  desarrollan  una  actividad  intensa,  como  pueden  ser  bomberos  o deportistas.

Por otra parte, Rodríguez et al. (2007) utilizaron un test incremental sobre un tapiz rodante; el test se inició a una velocidad de 2,7 km·h-1 con una pendiente del 10%; cada 3 min tanto la velocidad como la pendiente fueron modificadas hasta que el sujeto no pudo mantener la velocidad fijada.

Saborit et al. (2010) realizaron pruebas de esfuerzo hasta la extenuación en una cinta sin fin, midiendo la frecuencia cardíaca y el VO2máx; concluyendo que 43 ml/kg/min es el valor mínimo aconsejado para desarrollar el trabajo de bombero eficazmente. Por otra parte, Lara et al. (2012) recomendaron que los valores mínimos de VO2máx deben ser de 41,5 a 42 ml/Kg/min. Ambos estudios plantean cifras de VO2max muy similares para desempeñarse   como   bombero;   sin   embargo   aún   faltan   evidencias   científicas   que comprueben  estos  valores  lo  que  fomenta  a  realizar  futuros  estudios  que  permitan establecer el rango de valores mínimos necesarios en VO2 como parámetros para el trabajo de bomberos.

En la práctica, los valores de VO2max son directamente proporcionales con la frecuencia cardiaca, por ende se puede utilizar la FC para estimar el VO2max. Rodríguez et al., (2012) reportan que la FC media obtenida en los incendios fue de 117±2 pulsaciones por minuto (ppm), lo que supuso a los sujetos una intensidad del 60,6±1,1% de la FC máxima.

En el trabajo de Rodríguez et al. (2012) se analizó 79 incendios en los que actuaron los bomberos estudiados, la duración media de los incendios forestales fue de 225,3±6,2 min. La FC máxima alcanzada en los incendios fue de 169±1 ppm. Teniendo en cuenta los valores máximos alcanzados en la prueba de esfuerzo realizada la intensidad de trabajo que realizaron los sujetos en los incendios fue del 60,6±1,1% de la FC máxima.

En el proceso de preparación física de los bomberos en inducción en Costa Rica; se ejecutó un mesociclo de tres meses con catorce participantes, la variedad de experiencia deportiva era amplia, estaban aquellos que alguna vez realizaron algún tipo de actividad física y otros que  no  contaban  con  experiencia  en  la  práctica  de  actividad  física,  de  forma  general ninguno se había sometido anteriormente a la aplicación de los principios de entrenamiento deportivo, realizando entrenamientos sin ninguna base científica; la edad promedio de los sujetos participantes en este proceso de inducción fue de 27,43 ± 4,78 años y el VO2max en promedio fue de 45,45 ± 5,50 ml/kg/min, utilizando la prueba Cooper para determinar el mismo (Rojas, 2009).

   
Nótese en la tabla 6 que el rango de los datos del VO2max en los diferentes estudios realizados  en  los  bomberos  va  desde  los  39,20  ml/kg/min  hasta  los  58,21  ml/kg/min; muchos de estos datos son promedios determinados al realizar los respectivos análisis estadísticos en cada uno de los estudios. Wilmore y Costill (2007) establecen como parámetros normales para los no deportistas para un rango de edad de 20 a 29 años, muy similar a la mayoría de estudios analizados en esta revisión, en hombres un VO2max normal de 43 a 52 ml/kg/min y en mujeres de este rango de edad de 33 a 42 ml/kg/min. En los estudios analizados no se hace diferencia según el género, pero en su gran mayoría las muestras están compuestas por hombres, por lo cual el rango de VO2max propuesto por Wilmore  y  Costill  (2007)  es  muy  similar  al  rango  de  datos  obtenidos  (43  a  58,21 ml/Kg/min) en los diversos estudios analizados en esta revisión sistemática. Sin embargo, una debilidad de estos estudios consiste en no distinguir entre hombres y mujeres, además de la falta de control del nivel de actividad física cotidiana de los bomberos, fuera de su trabajo.

Es fundamental considerar que después de los 25 años, se presenta una disminución de un 10% del VO2max por cada década que pasa, tanto para hombres como para mujeres, esto indiferentemente del nivel de actividad física; por ello en un rango de edad entre 30 y 39 años, el VO2max se encuentra entre 39 a 48 ml/kg/min en varones y de 30 a 38 ml/kg/min en mujeres; datos inferiores a los rangos entre 20 y 29 años (Wilmore y Costill, 2007), y que se debe considerar al realizar un análisis del VO2max en los bomberos.

CONCLUSIONES

El determinar el VO2max oxígeno en los bomberos permite no sólo identificar problemas en la salud que puedan estar afectando a los sujetos, sino, también convertirse en una herramienta efectiva y muy estudiada como mecanismo en el control de los entrenamientos, específicamente en los procesos de preparación física, tanto para el desarrollo de las cargas de entrenamiento, como a su vez para establecer los sistemas de evaluación constante que se deben ejecutar para ejercer una profesión como esta.

En general se puede determinar con base a los resultados de los estudios que las diferentes poblaciones de bomberos, indiferentemente del lugar de origen de la muestra estudiada en las investigaciones revisadas tienen una buena o aceptable capacidad aeróbica, presentando valores de VO2max por encima de los 43 ml/kg/min, mínimo recomendable para al menos poseer una buena capacidad aeróbica.

Por otra parte una deficiencia aeróbica es sin duda un factor de riesgo a padecer de enfermedades cardiovasculares como consecuencia del humo y de las sustancias tóxicas, a las que muchas veces se exponen los bomberos.

Es fundamental para futuras investigaciones no sólo el medir el VO2max, sino, también crear protocolos específicos para esta población, que puedan evidenciarse científicamente en cuanto su efectividad y así ser aplicados a las poblaciones de bomberos.

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Recepción: 3 de diciembre de 2012.
Corrección: 3 de mayo de 2013.
Aceptación:  3 de mayo de 2013.
Publicación: 31 de julio de 2013.


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