ISSN: 1405-0234 • e-ISSN: 2215-4078

Vol. 8(1), Enero – Junio, 2020

http://dx.doi.org/10.15359/rnh.8-1.1

Recibido: 12-07-2019 • Aprobado: 07-05-2020 • Publicado: 29-05-2019


“Limón no es solo ‘patty’ y ‘rice and beans’”: Elementos que componen la cultura afrocostarricense


“Limón Is Not Just Patí and Rice and Beans”. Elements That Make Up the Afro-Costa Rican Culture

Carmen Hutchinson Miller1

Universidad Nacional

Costa Rica

Resumen

Dentro de la sociedad costarricense existe una visión reducida de la cultura Afro-costarricense limitada a la culinaria del rice and beans, el patty, y la música del llamado calypso. Esta cultura afro en Limón, Costa Rica, constituye una herencia de los inmigrantes afrocaribeños de finales del siglo XIX. La cultura afrocostarricense del siglo XXI ha heredado elementos de estos inmigrantes, particularmente de los jamaicanos. Se pretende con este artículo un acercamiento histórico para alcanzar dos objetivos. El primero es verificar cuántos de estos elementos de la cultura inmigrante se ha mantenido y segundo, contribuir con la declaración de las Naciones Unidas del Decenio de los Afrodescendientes (2015-2024), al realizar investigaciones enfocadas en la comunidad afro. Para ello se utilizan fuentes primarias por medio de la historia oral de dos afro-costarricenses nacidos a mitad del siglo XX, además de información general que brindó un jamaicano mediante el correo electrónico, para una visión más contemporánea de la cultura de ese país. También se revisaron algunos periódicos del siglo XX, además de otras publicaciones relacionadas con el tema. Entre las principales conclusiones que surgen del estudio, se pueden destacar la persistencia de elementos propios de la cultura de grupos inmigrantes afrocaribeños de finales del siglo XX. Además, queda en evidencia la modificación del aspecto culinario versionado a la sociedad actual y otros elementos culturales heredados, los cuales en la actualidad merecen el reconocimiento de esta cultura afrocostarricense que reviste de importantes elementos culturales que deben ser valorados y preservados.


Palabras clave: Costa Rica; Limón; herencia jamaicana; cultura afrocostarricense, cultura.


Abstract

Within Costa Rican society, a reduced vision of Afro-Costa Rican culture limited it to the culinary of rice and beans, patí (an empanada filled with spiced meat), and the so-called Calypso music. This Afro culture in Limón, Costa Rica, is a heritage of Afro-Caribbean immigrants from the late 19th century. The Afro-Costa Rican culture of the 21st century has inherited elements from these immigrants, particularly the Jamaicans. This article aims to provide a historical approach to achieve two objectives: first, to verify how many of these elements of immigrant culture have been preserved; and second, to contribute to the United Nations declaration of the Decade of Afro-descendants (2015-2024) by conducting research focused on the Afro community. For this purpose, primary sources used were the oral history of two Afro-Costa Ricans born in the mid-20 century, and general information a Jamaican provided through e-mails for a more contemporary view of Jamaica’s culture. Some 20th-century newspapers were also reviewed, as well as other publications related to the subject. Among the principal conclusions drawn, the study highlighted the persistence of elements typical of Afro-Caribbean immigrant groups’ culture in the 20th century’s turn. Besides, it is evident the modification of the culinary traditions adapted to the current society, as well as other inherited cultural elements, which currently deserve recognition from this Afro-Costa Rican culture that has important cultural elements that should be appreciated and preserved.


Keywords: Costa Rica; Limón; jamaican heritage; afro-costarican culture, culture.



Introducción

La primera parte del título de esta presentación fue la introducción que hizo el administrador de la casa de la cultura en Limón, el Sr. Jorge Edwards Nicholson, al darles la bienvenida a los estudiantes de 10mo del Colegio Humanístico Omar Dengo de Heredia, en su gira al puerto el 21 de junio del 2018. Implícito en esta afirmación está la suposición de que esta es la región de afrocostarricenses (Hutchinson, 2015). Este grupo étnico se presenta y se representa por medio del discurso nacional como el grupo protagónico en una región multiétnica que también acuerpa a población indígena, china, mestiza y todas las mezclas entre estas. Como dice Murillo Chaverri (1995), “Puerto Limón, y con él la región Atlántica de Costa Rica, nace y se desarrolló con el rostro de la diversidad cultural” (p. 60). Pero esto sería tema para otra discusión.

También, en esta afirmación, se escucha el eco de una queja por reducir la cultura afrocostarricense a dos aspectos de la culinaria ancestral, el rice and beans y el patty. El descontento del Sr. Edwards Nicholson motivó esta investigación cualitativa que tiene como objetivo principal puntualizar, sin ser exhaustiva, algunos aspectos que conforman lo que hoy conocemos como la cultura afrocostarricense, la cual se desarrolló durante el siglo XX, como una versión de la cultura traída, particularmente de la isla Jamaica, a finales del siglo XIX.

Historiografías sobre los elementos que componen la cultura afrocostarricense son virtualmente escasos. La investigación de Carmen Murillo Chaverri (1999), “Vaivén de arraigos y desarraigos: Identidad afrocaribeña en Costa Rica 1870-1940”, se enfoca en el desarrollo de una afrocentridad de la población inmigrante afrocaribeña durante la construcción del ferrocarril y el siglo XX en Costa Rica. Esta afrocentridad que ella menciona se ve manifestada en el idioma inglés, la educación por parte de inmigrantes, la religión y la toponimia. El estudio de Carlos Meléndez y Quince Duncan (1989), El negro en Costa Rica, discute aspectos más puntuales en cuanto a los elementos que constituyen la cultura jamaicana que se desarrolla durante el siglo XX. Dentro de estos aspectos culturales mencionan la vivienda, la alimentación, el menú, el vestido, el arte, la religión y el habla.

Discusiones sobre la música del Mento, versionado al calypso y su inserción en la sociedad costarricense, se encuentra en las investigaciones de Manuel Monestel (2013), “Negritud, resistencia cultural en letras del calypso limonense”, y Quillermo Navarro Alvarado (2015), “Contradicciones de la inclusión y la especulación del calypso limonense en la cultura hegemónica de costarricense para posibles marcos de análisis”.

El estudio de Meléndez y Duncan es el que mejor desarrolla muchos de los elementos que van a constituir la cultura afrocostarricense del siglo XXI. Es la intención de esta investigación verificar la existencia de estos hoy, y los cambios ocurridos después de que legalmente se les reconociera como ciudadanía costarricense (el 2019 marca 140 años de esta inmigración).

Figura 1: Primera entrada oficial de personas afrocaribeñas a Costa Rica.

Fuente: Gaceta Oficial, 15 enero 1873, p. 4.

Segunda oleada de personas afrodescendientes a Costa Rica

De acuerdo con Meléndez y Duncan (1989), la segunda oleada de personas afros en Costa Rica se dio a finales del siglo XIX, con la llegada de inmigrantes para el gran proyecto del General Tomas Guardia, la construcción del ferrocarril al Atlántico como se le refería a la región en ese entonces. La imagen siguiente encontrada en la Gaceta (1873) reporta la primera entrada oficial de personas afrocaribeñas al territorio nacional, en diciembre de 1872.2

Lo que sí es de relevancia recalcar es el hecho de que estos sujetos eran considerados los indeseables en la Costa Rica postindependentista, lo que contribuiría a que su cultura se arraigara dentro del territorio nacional.

Asentamiento de personas afros en Costa Rica

Alrededor del segundo año de iniciarse la construcción del ferrocarril, la empresa sufre un revés económico que obligó al despido de muchos trabajadores. En el informe de Guillermo Nane para marzo de 1874, se ven las medidas tomadas para garantizar mano de obra caribeña para finalizar esta obra nacional en vista de las dificultades de atraer trabajadores en sus inicios. En la Gaceta Oficial (1874) se reporta:

Con el deseo de evitar la salida de los trabajadores que no se pueden ocupar actualmente por la Empresa, y en conformidad con las instrucciones del Senor Presidente Designado, he facultado al Senor Superintendente para dar á cada trabajador que desee fincarse al lado de la línea entre Limón y el Campamento N0 2, un terreno de 50x50 varas; prometiendo obtener del Supremo Gobierno los respectivos titulos de propiedad cuando llegue el caso. (p. 1)

En el libro de Carmen Murillo Chaverri (1995), Identidades de hierro y humo: La construcción del ferrocarril al Atlántico 1870-1890, en su discusión sobre la vida en los campamentos de la línea, indica que estos estaban divididos en cuatro. La cuarta división no tenía campamento. La I división era de Limón al río Pacuare, La II división era del río Pacuare a Angostura, La división III era de Angostura a Cartago y la IV era de Cartago a Alajuela. Es entendible que esta hubiera sido una oferta tentadora para inmigrantes sin trabajo en el país receptor. Esta oportunidad ayudó no solo al asentamiento de esta población en la provincia de Limón, sino también a la preservación y desarrollo de su cultura en suelo extranjero.

La circunstancia de crisis laboral obliga a que se le ofrecieran tierras a los afrocaribeños para garantizar la finalización de la obra, oferta que muchos aceptaron a pesar de que, como lo indican Meléndez y Duncan (1989), “lo que en realidad no sabemos es si alguna vez se llegó a conferir el título de propiedad a quienes se acogieron, en este momento de crisis, al plan de empezar a colonizar las orillas de la vía férrea” (p. 76). La respuesta a esta interrogante es tema interesante para otra investigación. Lo cierto es que el asentamiento ayudó a que se desarrollara la cultura de estos grupos inmigrantes.

De acuerdo con el sociólogo Giddens (1997), “cultura se refiere a las formas de vida de los miembros de una sociedad, o grupos dentro una sociedad. Incluye como se visten, sus costumbres matrimoniales, y vidas familiares, sus patrones de trabajo, ceremonias religiosas y la búsqueda de entretenimiento” (p. 18). Esta definición describe a todo grupo social incluidos los inmigrantes afrocaribeños del siglo XIX. El historiador jamaiquino Bryan (2000) nos presenta una visión clara del desarrollo de la cultura jamaiquina después de la abolición de la esclavitud (4 de agosto de 1834).

Bryan demuestra que, a pesar del control que quería seguir manteniendo la clase dominante inglesa al imponer una cultura hegemónica sobre la mayoría afrodescendiente, esta logró recrear una cultura propia de la región con una mezcla de algunos de los elementos europeos impuestos por medio de la educación postcolonial y la religión, además de la herencia africana.

Al asentarse estos grupos afrocaribeños en la provincia de Limón, empiezan a recrear su cultura, dentro del territorio nacional. En la Costa Rica contemporánea, los elementos de consumo nacional que identificarían a la cultura afrodescendiente se evidencian en la música mento (Monestel 2013; Quillermo, 2015), versionada como el calypso limonense y una parte ínfima de la culinaria el rice and beans, y el patty, la razón del título de la presentación.

Elementos que componen la cultura afrocostarricense

Idioma inglés/creole jamaicano

La población africana, trasladada al Caribe por medio de la trata trasatlántica, (se recomienda ver histografía del Caribe de Shepherd y McD [2000] Beckles Caribbean Slavery in the Atlantic World: A Student Reader) se vio forzada a hablar el idioma de esclavistas ingleses, en el caso de Jamaica (estas islas también conocidas como el Caribe ingles St. Kitts, Monsterrat, Barbados, Trinidad and Tobago, Bahamas, British Virgin Islands, Anguilla, Antigua, Barbuda). Sus idiomas africanos fueron eliminados dejando solo fragmentos que se escuchan en el vocablo cotidiano.

La folclorista y lingüista jamaicano Louise Bennet trata este tema y recrea el creole jamaicano. Elementos de este inglés criollo jamaicano se mantuvieron y fueron transmitidos a sus descendientes en Costa Rica (se recomienda el trabajo de Perry [2011] “Mi lengua materna y yo”). El creole se hablaba en la esfera privada y en la pública en la provincia de Limón del siglo XIX. Radio Casino, a mitad del siglo XX, contribuyó a que este se propagara con una programación dirigida a la audiencia afro, en donde también presentaba a la renombrada folclorista jamaicana Louise Bennett, quien murió en Inglaterra en el 2006, responsable de legitimar este lenguaje en la isla de Jamaica con su personaje llamado Auntie Roachie.

La importancia de la preservación del idioma inglés se cimentó en el siglo XX, cuando algunos padres enviaban, particularmente a sus hijas a Jamaica para que se educaran como docentes. Al finalizar su preparación, regresaban a Costa Rica para impartir su conocimiento en el idioma. En el video “La historia tiene color” de la Universidad Estatal a Distancia (1989) aparece entrevistada una mujer de nombre Esther White, maestra de inglés, quien comenta que a la edad de 21 años su padre la envió a Kingston, Jamaica para que estudiara inglés y, a su regreso, inició su labor docente en 1930 junto con la publicación Hutchinson “El trabajo dignifica: Twentieth Century Afro-Costa Rican Women and Informal Work in Port Limon, Costa Rica”, lo cual confirma la participación de las maestras de escuelas de inglés.

Para asegurar una exitosa labor, utilizaban, inclusive, material didáctico de Jamaica. La enfermera Silvia Moss comparte uno de los libros utilizados que tiene en su biblioteca personal desde 1961. Estos materiales eran traídos desde Jamaica y vendidos en la tienda Jack Orane como lo confirma la publicación del Ministerio de Educación Regional Limón (2010). En el siglo XX, el interés por la educación afrocostarricense siguió vigente de acuerdo con el The Limon Searchlight, “A New School” (1930) y en el Atlantic Voice, “Reopening of the Authorized English Language Schools” (1946). Además, menciona El Limonense: “Se estudiarán las posibilidades de ampliar la Escuela de Niñas- Limón”. (1959, p. 10); en otra nota detalla: “La Escuela General Tomas Guardia no fue comunicada de la Visita de Sr. Presidente”. (El Limonense, 1959, p. 11) y continúa con lo siguiente: “Le parece justo que habiendo una escuela con capacidad para 200 y más alumnos y que solo tienen 148 actualmente se justifique la poca matricula?” (1959, pp. 4 -11).

La población, particularmente la afrocostarricense nacida en la provincia de Limón, todavía hoy habla el idioma inglés conocido como el inglés criollo. La iglesia Metodista, además de otras instituciones privadas, todavía imparten clases de inglés a toda la comunidad limonense y no solo a la afro.

Figura 2: Royal Reader.

Fuente: foto cortesía de Silvia Moss, 2019.

Figura 3: El Atlántico, 26 de Abril, 1950

Religión protestante/la iglesia

Al ser colonizados por Inglaterra, también se les inculcó la religión anglicana. Otras denominaciones evangélicas incluidas la bautista y la metodista formaron parte de ese proceso de adoctrinamiento religioso en el nuevo mundo. El sincretismo de las religiones impuestas y las que trajeron de África conocidas por los investigaciones como el revivalism, pocomania, obeah y rastafarai fueron inevitables y, por tal razón, el sistema opresor demonizó sus prácticas religiosas. Al respecto, se recomienda ver Kofi Boukman Barima (2017) “Obeah to Rastafari: Jamaica as a Colony of Ridicule, Oppression and Violence 1865-1939”. Bryan (2000) comenta que en Jamaica, a finales del siglo XIX, la práctica del obeah fue incluida en “las leyes de la vagancia…en 1898” (p. 39), sus practicantes recibieron multas y en algunos casos encarcelamiento.

La situación no fue diferente cuando emigraron a tierras costarricenses. Resulta importante señalar que estos grupos inmigrantes se dividían entre practicantes de las religiones afros como el obeah y el pocomania y practicantes de las religiones protestantes que incluían la anglicana, bautista, la metodista y la adventista.

Los periódicos dirigidos a la comunidad afro del siglo XX, como The Atlantic Voice, The Limon Searchlight, evidencian las distintas actividades, como bodas, servicios dominicales y sabáticas, escuelas parroquiales que se realizaban en estas distintas denominaciones, lo cual subrayaba su importancia dentro de la comunidad. Esta tensión entre los dos bandos religiosos también los siguió al país receptor en donde todavía recibían noticias que condenaban la práctica del obeah en Jamaica (Limon Weekly News, 1903, p. 2). No es sorprendente que en el periódico The Nation (1911) apareciera un encabezado en primera página “Obeah the people’s cry: let loose in Limon” en donde se condenaba la práctica en tierras costarricenses.

Figura 4: Noticia condenatoria de la práctica del obeah en Limón.

Fuente: The Nation April 25, 1911.

Veintisiete años más tarde, entre 1936 y 1938, aparecen noticias que condenan la práctica de la pocomanía. En la referencia anterior era solo el comentario de gente de la comunidad que no estaba de acuerdo con las prácticas aun cuando se admitía su prevalencia en la provincia de Limón.

Ya a finales de la década de los treinta se notan acusaciones oficiales serias. En defensa por la práctica y expulsión del país, se encuentra La Voz del Atlántico (1936, p. 1) “Defensa del Jefe de la Secta Pocomia Sir Altiman Krimbel Dabney” y la disociación por otras denominaciones. Asimismo, el Diario de Costa Rica (1936), en un extenso comentario titulado “Los sacerdotes del diabólico culto de la cocomia, invaden la zona del Atlántico”, saca a relucir su ignorancia, intolerancia religiosa, percepción estereotipada de la hipersexualidad de la mujer afro y su racismo. En el primer párrafo comenta:

Hace un tiempo en estas mismas columnas una vasta información sobre el hecho que reviste los más curiosos y pintorescos caracteres de crónica amarilla de relato fantástico. Nos referimos a las prácticas de una secta que encubre con apariencias rituales un monstruoso culto de indudable afiliación demoniaca. Tales practicas [sic] han alarmado a los vecinos de esa zona por el creciente número de adeptos que entre la población jamaicana han ido conquistando los sacerdotes de la curiosa y espantable Cocomia, que es el nombre que recibe esta suerte de religión negrera. (p. 5)

Como bien lo indica Alvarado Luna (2016): “… sin embargo, cometen el error de llamarlo: ‘Cocomía’, demostrando el poco o nulo conocimiento que se tenía del mismo” (p. 202). Lo que no es claro en el apartado es si esta persona era un religioso católico o un representante del gobierno. Hay que recordar que durante esta época la iglesia católica y el estado liberal estaban en una fiera lucha ideológica. Por lo tanto, si hubiera sido un seguidor de esta religión, la situación habría sido preocupante, ya que habría que asegurarse de que esta “secta” no era atractiva a su feligresía, lo cual se habría sumado a la lucha con la ideología de los liberales.

Para un mayor sustento de lo anterior, se recomienda: Solano (2011) “La identificación del desarticulador del mundo católico: el liberalismo, la masonería y el protestantismo en la prensa católica en Costa Rica (1880-1900)”, también Martínez (2009) su texto “Conspiradores Políticos” y “Sectas Misteriosas” Imaginarios Sociales sobre la Masonería en Costa Rica (1865-1899) y Urbina (2015) “Iglesia, Estado y Control Mental en Costa Rica: El Caso de la prohibición de la enseñanza de la teosofía en el Colegio superior de Señoritas (1922)”.

El señor Altiman Krimbel Dabney, jefe de la religión pocomania fue maltrado y amenazado y su iglesia fue violentada. En un comunicado al gobierno de La Voz del Atlántico (1936), él se defiende:

Yo vine a este país construí mi iglesia y la inscribí bajo su bandera y sus leyes y pagué la cuota correspondiente a treinta años. El gobierno por haber recibido dinero y falsos reportes de gentes maliciosas, envió sus empleados para que registraran mi iglesia, lo que ocurrió dos veces el 15 de mayo, y la noche del 22 de junio de 1932. Estos señores destruyeron trece banderas y muchos valiosos objetos de mi iglesia y tocaron el registro de la religión, además de esto me pegaron con sus machetes y me llevaron a la cárcel. (p. 1)

Basado en esta referencia, el señor Altiman tenía al menos tres años de estar practicando su religión en este país de forma legal, lo cual tiene sentido, ya que en 1848 había libertad de culto para atraer las inmigraciones europeas, hecho que beneficiaba a otros grupos inmigrantes.

Este artículo, lo escribe en 1936 a pesar de que estuvo recibiendo problemas desde 1932. Fue escrito en español, lo que nos lleva a interrogar si el señor Altiman tenía excelente dominio del idioma o si alguien se lo escribió. El hecho de que fuera expulsado en 1936 puede deberse al nuevo presidente León Cortes (1936 a 1940), mandato que estuvo fuertemente marcado en contra de los inmigrantes indeseados (González, 2017). Subsecuentemente fue expulsado, no sin antes maldecir al país. La hegemonía fue exitosa en sus esfuerzos por reprimir y suprimir a los practicantes del obeah y el pocomania, no así con las religiones protestantes.

Asimismo, se puede mencionar que, desde muy temprano en la inmigración, estas iglesias se establecieron en la provincia de Limón. El periódico Limon Weekly News en su publicación:Church notices” (1903) aparece un anuncio de la iglesia bautista de las horas y el predicador que estaría en Matina, Madre de Dios, 9 Millas y 12 Millas.

El establecimiento de las iglesias protestantes en el país receptor jugó no solo un papel espiritual sino también un rol social que los acuerpaba y protegía en el país foráneo. Uno de sus roles sociales eran las escuelas parroquiales que también ayudaron en la preservación del idioma inglés, además de ofrecer un currículo muy similar a la que se ofrecía en la isla.

Franklyin Perry (2019) comparte que la iglesia protestante, además de las otras organizaciones, jugó un rol importante en el desarrollo, no solo religioso sino también social de la comunidad afro del siglo XX. Estas organizaciones, incluidas las religiosas, se encargaron de formar especialmente a la juventud en valores que consideraron imprescindibles, como el hablar en público, el debatir y recaudar fondos, entre otros, los cuales, llevados a la sociedad en general, eran pluses que les ayudaban a escalar socialmente, además de dar prestigio.

Perry (comunicación personal, 2019) recuerda:

You learn values in the church, the English school they would teach you values Another thing we used to have, recitations, and those recitations trataban de inculcar valores. I remember one I had to seh. ‘Politeness is to do and say the kindness things in the kindness way. So let us try to be polite in everything we do, and remember always to say please and not forget thank you’, todas estas cosas traían implícito o a veces bien explícito los valores, entonces, la iglesia contribuyo mucho a ello…

Teníamos oratoria, we used to call it rally. For example the churches, and the lodges and the burial scheme would organize this for example Jadah would represent plantin and Ignacia bread fruit, and they would give you some little bagas and you went out with these little bags and ask as many people as possible and they supposed to put some money in there, and Jadah would have to prepare a very nice speech about plantin. what they were trying to do is teaching young people to express themselves and aside from that to get some money for the school, or for the church, loud laughter. You call it research because you search and search again. usually, your parents will help you, and old books. Usually it would happen on a Sunday.

Valores

Los grupos inmigrantes afros, muy orgullosos de ser parte de la corona inglesa, se esmeraban de mostrar lo culto que eran con respecto a las prácticas de los del país receptor. Anécdotas de personas mayores cuentan las diferencias. Por ejemplo, consideraban sucio escupir en la calle y menos en el piso de la casa. Cuando construían las casas, el baño estaba atrás, ya que consideraban que mantener los desechos humanos cerca de la casa no era higiénico. Los hombres que usaban sombrero se lo quitaban cuando entraban a una casa o establecimiento público. El respeto a las personas adultas, a las autoridades, el valor al trabajo, el amor al arte y saludar cada vez que entraban a un espacio por primera vez y decir adiós cuando se retiraban eran algunos de los valores inculcados. Perry (comunicación personal, 2019), con respecto a los padres plantea:

When elders around you don’t eggs up, you don’t use bad words around adults, any adult could scold you, había respeto por los educadores. You go to English school and Spanish school. You had to learn some kind of trade women would learn to sew, men would learn, they would go at a tailor, and everyone would learn to play ah instrument. Everybody in Limón could sing.

Dichosamente, mucho de lo que comenta Perry sobre los valores como el respeto a los padres todavía se da dentro de la comunidad. Lo que ha cambiado un poco es la interacción de los padres con los hijos. Hoy en conversaciones de adultos están involucrados los hijos menores, lo cual muchos adultos mayores no consideran buena idea. Los hijos no dicen malas palabras en compañía de sus padres y si un joven dice malas palabras frente a los adultos no es visto de buena manera y se habla de la pérdida de ese valor.

En cuanto a tener un ‘trade’ que quiere decir en ese contexto una preparación que no sea profesional, se ha perdido con la profesionalización de los afrocostarricenses, a quienes encontramos en todas las disciplinas académicas dentro de la sociedad costarricense. Todavía existen, dentro de la sociedad afrocostarricense del siglo XXI, zapateros, sastres, costureras, reposteros, pero no en la misma cantidad del siglo XX. En los periódicos del siglo XX como The Atlantic, The Limon Searchlight y El Atlantico, aparecen anuncios de sastres, hoteles, bares y panaderías. Entre otros en el puerto de Limón podemos mencionar las panaderías de Mr. Booth, Mr. Patterson, conocido como mista patisin, y, pollo entre otros. Sastrerías tenemos el de Mr. Ranny y el de Mr. Barton, entre otros.

Vestimenta

Meléndez y Duncan (1989) expresan que “los negros que vinieron a Costa Rica vestían de una manera muy sencilla para el trabajo. Pero a la hora de las ceremonias, sean estas religiosas o sociales, sacaban a relucir su buen gusto por el vestido” (p. 112). Lucetta Miller Blake (mujer afrocostarricense nacida en Siquirres en 1944) confirma lo dicho por Meléndez y Duncan (1989), al describir, de forma detallada, los distintos atuendos usados según de la actividad:

The people used to dress, well, the people used to have their house clothes, they call it their judging clothes, and they had their dressing clothes. The house clothes may be one or two that they have in the house. When they are going out they put on another kind of clothes to go shop or to go and run errands, and then on Sunday you have you dressing clothes… the older people their globes and their white clothes, their hats, the bigger (older) would not go church without their hats and their white dress and their stockings, well dress! When is a party time they will wear long dress. The children will wear them white dress, some will wear cancan, and they would have the bowtie, from the side, to the back. And the smaller ones will have one or two big bows in their hair. Well dress to go to church. to go to party, and Christmas time. But yes, they had three set of clothes, one for the house, one for the everyday going out and one for the church and for dressing. (Lucetta Miller Blake, 2019, comunicación personal)

La población afrocostarricenses del siglo XXI todavía “saca a relucir su buen gusto por el vestido”, cuando asisten a la iglesia y a eventos que se consideran de vital importancia, como bodas o eventos oficiales, entre otros. La diferencia en la vestimenta para trabajos que indicaba Meléndez y Duncan era sencilla, dependía del sector laboral en el que se encuentren. Hoy existen gran cantidad de docentes afros que tienen su código de vestido hasta el nivel universitario. Otro cambio también se da en el uso del cancán y los sombreros.

Actividades recreativas

La comunidad afro del siglo XX realizaba muchas actividades recreativas que ayudaban a fortalecer los lazos comunitarios entre los del puerto y los que vivían a lo largo del ‘old lines’. Una revisión de los periódicos de la época nos adentra a ese mundo. Las actividades incluían paseos, cricket, carrera de caballos, atletismo, boxeo, béisbol. Se recomienda para ver sobre actividades recreativas y deportivas The Limon Weekly News (1903). Franklyn Perry (comunicación personal, 2019) narra así en cuanto a los deportes:

Bueno, usted sabe que el béisbol, basketball, football no, is very new, más bien es una imposición del valle central. Usted ve Carmen, no hay un buen equipo futbolero en Limón!!! Lo que hay sí, es un buen semillero. Very good soccer because no hay apoyo and the one man that came them tek him and put hina jail, black cian have money, black cian have success, them must put them dong, and them use plenty a wee to do it.

La única actividad de las previamente mencionadas que no se practica hoy es el juego del cricket, plantea Marta Johnson, exalcaldesa de la provincia, mediante conversaciones sostenidas en el 2019 en una actividad donde se le estaban brindando un reconocimiento por reavivar el cricket en Limón. A esta actividad asistió un equipo femenino de cricket de Inglaterra junto con el equipo de cricket de la provincia de Limón. Lamentablemente no fue de importancia noticiosa. Este sigue siendo el deporte nacional en las islas del Caribe inglés. La UNIA, Branch 300, que es la que se encuentra en la provincia de Limón en su afán de mantener la cultura afro en el siglo XXI, frecuentemente organiza actividades recreativas parecidas a las que se efectuaban durante el siglo XX.

La limpieza en el hogar: objetos y actividades domésticas

La población afrocaribeña ha sido muy creativa al utilizar algunos elementos que provenían de la naturaleza, transformándolas en objetos para ser usados en la labor cotidiana y doméstica. Un ejemplo de estos es el cepillo de coco que se usaba para darle brillo a los pisos de madera de todas las casas en el Limón de entonces. Se trata de la fruta del coco. Otro ejemplo era el ‘coal pot’ que se utilizaba como carbón para cocinar durante un proceso de quema de ramas y árboles, según lo confirma el Sr. Franklyn Perry.

En el siglo XX la mayoría de las casas de afrocostarricenses eran de madera. Para mantenerlas limpias y brillantes se utilizaba cera para piso y el cepillo de coco, práctica que confirman Meléndez y Duncan (1989) en su discusión sobre la cultura afrocaribeña en el apartado de vivienda donde indican que se “lustraban los pisos con esmero, sacándoles brillo con la cascara del coco” (p. 107). Lucetta Miller Blake (comunicación personal, 2019) nos comparte, de forma detallada, todo el proceso para que los pisos se vieran brillantes, que incluía el tratamiento de la madera raspándola y poniéndole un tinte que se sacaba de los pedazos de cuero que sobraban de los zapateros. Ella explica:

To clean the house first, you always had the front pieza, you had the kitchen and the back pieza , those who had it, and they had the wire, and they scrub that floor with soap and wata, scrub it clean, White, White, the board floor, the back, the kitchen, then the living room and the bed room, maybe the dinning, depending on how the house stay. They will dye the floor. They used to buy this bark where the people cutup the pieces of the leather from the shoe maker. Then set it with tea and I don’t know what else, and make a dye, and that is what they dye the floor wid. That terrible because it stain up you hand, you fingah everything. And then they polish it with a piece a rag shine like a glass! Soh them used to clean the house. they used to make the brush with coconut after they fall off the tree dry, They saw it to a certain dimension…they they dry it and scrape it with something to get the hair come up. some people go down on their knees, some shine with their foot (Comunicación personal, 2019).

Figura 4: Cepillo de coco para darle brillo a los pisos en una casa de familia mestiza.

Nota: Casa en Cieneguita del puerto Limón.
Fuente: Foto cortesía de Reysell Johnson Morgan. Puerto Limón, 2019.

Hoy, en la mayoría de las casas en el puerto de Limón, los pisos son de cerámica, y no solo afrocostarricenses utilizan el cepillo de coco para limpiar su casa, sino cualquier persona que todavía tiene piso de madera.

Comida y bebida

En cuanto a los elementos que componen la culinaria que se trajo de Jamaica, no hay duda de que muchos hicieron una versión costarricense. Tal vez el rice and beans se volvió el plato que identifica a la comunidad afro, porque fue fácil adaptarlo con el consumo de arroz y frijoles popular en la cultura nacional. De igual manera el patty y el plantain tart entran a la imaginación nacional porque son parecidas a las empanadas dulces y saladas. Basado en el correo electrónico del reverendo jamaicano Daren Evans (2019), todavía se mantiene mucha de la culinaria traída de Jamaica, pero gran cantidad ha evolucionado.

Figuras 5 y 6: Diversas versiones de rice and beans.

Fuente: Foto de Elsa Hutchinson Miller, en restaurante en Puerto Viejo, 2019. (Izquierda)

Fuente: Foto de Carmen Hutchinson Miller, en restaurante las Delicias, Heredia, 2019. (Derecha)

De los platos que todavía se mantienen de Jamaica está el rice and beans que es uno de los elementos que identifica a la comunidad afrocostarricense en el presente. Este plato se comía sin falta todos los domingos en sus casas en el siglo XX. Las familias iban a la iglesia y al regreso todos comían su almuerzo, además de los postres que lo acompañaba en la mesa como un queque, pudin de pan o de yuca, cocadas, galletas de jengibre, entre otras. Durante la semana se preparaban distintos platos para cada día.

Lucetta Miller Blake (comunicación personal, 2019) nos detalla lo que se comía para el desayuno, el almuerzo y la cena, además de referirse a algunos de los cambios que se están dando:

In terms of food a lot of change and some still keep like the rice and beans on Sundays, its a tradition, at least in Limon, and many people still keep it up. But the food in general, the style of cooking in general change because black nevah used to be cooking arroz con pollo and all those things, black people was stew beans, beans soup, vegetable soup and bread kind with meat. The food they used to cook down with coconut shoulder stake, breast steak, but now no! The people eat stake and chicken, chicken, chicken!. Chicken was a special dish first time, but now is chicken and all kind of different things. the cooking really change, because colored people talk about picadillo, that is not a colored person dish,; but the people eat it a lot which is good because is vegetable. so our style of cooking has change a lot but still a lot of people still have the porridge…the plantain, or cornmeal or rice, anything like that. The people don’t like to make fry cake again, they will buy it, but they don’t make it again. well breakfast what we used to call tea was bread, butter, who had butter and tea with milk, chocolate with milk on Sundays, bush tea during the week, sometimes a egg, sometimes the father will get the egg. Lunch time we used to call dinner, the regular food, whether rice, stew beans, bread kind with meat or soup. you will be sure that one day in the week you sure to have soup, one day in the week you sure to have stew beans, you have the rice and beans on Sunday and the evening you have you tea, some people make chocolate, some people make bush tea and bread. The elderly people who like cafi (coffee) will drink cafi, black cafi, and some people wid drink it with the coconut milk pure. Colored people generally didn’t give children cafi, I don’t know why but they didn’t give us cafí.

La exclusividad de comer rice and beans solo los domingos ha desaparecido por la comercialización de este plato, que se puede conseguir en cualquier día de la semana tanto en la provincia de Limón como fuera de ella, por ejemplo, hay restaurantes caribeños en San José y en Heredia. También se sirve en hoteles turísticos fuera de la ciudad de Limón. Muchos de estos restaurantes, en su mayoría, son administrados por limonenses o descendientes limonenses, como es el caso del restaurante Caribbean Delights, administrado por afrolimonenses, cuya chef es Patricia Sawyers. Este restaurante está ubicado en el centro comercial Plaza del Valle en Tibás. Como lo confirma Lucetta, las personas afros del siglo XXI han incorporado muchos elementos de la cocina nacional como el arroz con pollo, el picadillo, entre otros. Aun así, todavía sirven el rice and beans como su plato principal los domingos, lo cual es usual tanto por afros como por mestizos. Por otro lado, aunque en la actualidad todavía en Jamaica se cocina el rice and beans, este no es el plato nacional. En Jamaica el plato nacional es el ackee y el salt fish (se conoce en Costa Rica como seso vegetal) y el salt fish (el bacalao), plato que también se sigue preparando en la comunidad afrocostarricense.

Los tubérculos, postres y atoles que todavía se consumen en Costa Rica y Jamaica incluyen: el dumpling, que se usa en las sopas; el fry cake, que llaman fry dumpling; el christmas cake o queque de negro, menos oscuro y con menos frutas que el de Jamaica; el sorrel o agua de Jamaica; el pan de negro, una versión del hardough bread en Jamaica; sopa de frijoles rojos; rundown que llamamos rondong, stew beans, sorrel, oxtail, bread fruit, yam, yuca, sweet potato, green plaintain. En cuanto a atoles, el hecho con plátano verde y el cornmeal.

Figuras 7: Pan Bon

Fuente: Fotos tomadas por Carmen Hutchinson Miller. Parada de Caribeños. Puerto Limón, 2019.

Figura 8: Pan de jengibre.

Fuente: Fotos tomadas por Carmen Hutchinson Miller. Parada de Caribeños. Puerto Limón, 2019.

Figura 9: Cocadas

Fuente: Fotos tomadas por Carmen Hutchinson Miller. Parada de Caribeños. Puerto Limón, 2019.

Figura 10: Galleta de jengibre.

Fuente: Fotos por Carmen Hutchinson Miller. Restaurante Delicias del Caribe, Heredia, 2019 y Restaurante Caribbean Delights, Tibás, 2019.

Figura 11: Plantain tart

Fuente: Fotos por Carmen Hutchinson Miller. Restaurante Delicias del Caribe, Heredia, 2019 y Restaurante Caribbean Delights, Tibás, 2019.

Figura 12: Patty

Fuente: Fotos por Carmen Hutchinson Miller. Restaurante Delicias del Caribe, Heredia, 2019 y Restaurante Caribbean Delights, Tibás, 2019.

La bebida fría del hiel o el mal llamado ‘agua de sapo’ no es traída de Jamaica, como lo indica el Rev Daren (Comunicación personal, 2019): ‘the closest thing we probaly have to that is ginger beer, its the same as the hiel without the lime’. Algunos afrolimonenses se ofenden que se le llame a la bebida del hiel, ‘agua de sapo’. Lucetta Miller Blake comparte el génesis de esta nominación, la cual nace precisamente en el puerto de Limón en la sodita del señor conocido como Mr. Rob. Esta soda estuvo funcionando entre los años sesenta y setenta, según la señora Miller Blake:

As far as I can remember, Mr. Rob did have a fresco shop, right diagonal ovah the trackline from the cuartel de Limon, and they used to call the police them sapos, (mind you go jail fah this) they used to call them sapos, so when them come ova now, is police from San Jose and from ada places, so them always go by Mr. Rob and him used to make the dulce with the ginger and the lime so them don’t know what it name and them always come and seh dame una de esa agua, deme una de esa agua, so afta word now Mr. Rob when him serving it now him seh este es agua de sapo because him mean to seh that is the sapos them wata because them always she deme una agua de esa, so that’s as far as I understand so the agua sapo start, Hiel, but Him seh because the police them used to buy it and them use to say deme de esa agua. So that’s what I understand. (Miller, 2019, Comunicación personal)

De acuerdo con esta historia, la asignación ‘agua de sapo’ a la bebida se debió a la referencia a los policías que no eran de la provincia, como ‘sapos’. Cuando estos estaban en el puerto de Limón frecuentaban la soda de Mr. Rob, el cual quedaba del lado opuesto de donde todavía se encuentra la comisaría de Limón. Mientras estaban en la comisaría frecuentaban la soda, al no conocer el nombre de la bebida se referían a ella como ‘esa agua’. Por lo tanto, cuando otros mestizos llegaban a pedir la misma agua, Mr. Rob les decía que era ‘agua de sapo’ por ser el término que usaban los policías cada vez que lo visitaban. Según Lucetta, así fue como la hiel, bebida afrocostarricense se popularizó y se cimentó en el imaginario nacional como el ‘agua de sapo”. Interesante relato de la historia afrolimonense que también debe internalizarse en el imaginario nacional.

Figura 13: Hiel

Fuente: Foto de Carmen Hutchinson Miller, restaurante Las Delicias, Heredia, 2019.

Para las bebidas calientes, en el siglo XX usaban todo tipo de yerba para tomar como té y para uso medicinal. La yerba más utilizada es el cerasee, la cual es mencionada por Meléndez y Duncan (1989), como ‘sourocy’. Según la Enciclopedia of Jamaican Heritage (2003), el nombre científico es (Momordica charantia). Es una enredadera o zarcillo vid del pepino y el ayote, muy amargo y de uso medicinal. Esta se sigue usando en Jamaica y entre la comunidad afro, particularmente en la provincia de Limón. Otras hierbas incluyen el diente de león, el zacate de limón, hoja de árbol de aguacate, hoja de árbol de guayaba, la menta, la piel de la naranja, hojas del árbol de limón, hojas del árbol de naranja, entre otras.

Aun cuando se siguen utilizando las yerbas para uso medicinal, hoy, se toma más café, chocolate y té de hierbas en bolsitas.

Figura 14: Cerasee

Fuente: Se usa como té y para curar el catarro. Foto de Carmen Hutchinson Miller, Heredia.

Figura 15: Diente de león

Fuente: Se usa como té y para limpiar la sangre. Foto de Elsa Hutchinson Miller, Puerto Viejo, 2019.

Música

Con respecto a la música, nos quedó el mento versionado en el calypso limonense. Durante el siglo XX se escuchaba el calypso, especialmente del Mighty Sparrow, quien nació en la isla de Grenada y se mudó a Trinidad de joven, donde vive hasta el día de hoy. También se escuchaba el reggae. Así se mantenían los vínculos no solo con Jamaica, sino con otras islas del caribe inglés. En la actualidad, la juventud está más incorporada en la sociedad nacional escuchando la música de su preferencia e incluyendo artistas jóvenes del Caribe inglés y español: el socca y el reggeaton. En la Jamaica de hoy, de acuerdo con el reverendo Evans (Comunicación personal, 2019): “Our predominant music at this time is dancehall, which was evolved from reggae”.

Conclusión

La investigación cualitativa ayuda a concluir que, efectivamente, algunos elementos de la cultura de los grupos inmigrantes afrocaribeños de finales del siglo XX todavía se mantienen dentro de la cultura afrocostarricense del siglo XXI, incluso en el área culinaria el patty y el rice and beans, más conocidos dentro de la sociedad nacional.

En cuanto a lo culinario, muchos elementos culturales se han versionado a la sociedad actual, manteniendo elementos importantes de esa cultura inmigrante, como es el cocinar el rice and beans no solamente los domingos como era en el siglo XX. Aun así, en la provincia de Limón y entre limonenses que emigran a otras provincias dentro del territorio nacional, el plato principal los domingos todavía sigue siendo el rice and beans.

Otros elementos culinarios heredados de la cultura jamaicana del siglo XX y que no son populares en el ámbito nacional incluyen el rundown, escovitch fish, stew beans, dumpling, christmas cake, fry cake, pan de negro versionado del hardough bread, fruta de pan, yame, yuca, plátano verde, atoles de banano verde y de harina de maíz. En cuanto a los postres, además del conocido plantain tart, están las cocadas, pan de jengibre, pan bon, pudín de pan.

En cuanto a las bebidas, están las calientes como las hechas de todo tipo de hierbas, además del té y el café. También están las bebidas frías como el de sorrel, las de limón o cualquier fruta de temporada. Un resultado interesante de la investigación es la historia detrás de la bebida hiel, conocida como ‘agua de sapo’, contada por la señora Lucetta Miller Blake, lo que nos motiva a seguir investigando sobre este tema.

Otros elementos culturales heredados fueron las buenas costumbres del aseo del hogar, el respeto a las personas adultas, el buen vestir para ocasiones especiales y la música versionada al calypso limonense. Implícito en la queja del señor Edwards Nicholson está el deseo del reconocimiento de esta cultura afrocostarricense que reviste de importantes elementos culturales que deben ser valorados y preservados.

Referencias

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1 Académica del Estudios Generales, Universidad Nacional. Posee PhD en Historia, University of the West Indies, Barbados. Máster en Historia, University of the West Indies. Maestría en Educación con énfasis en Investigación, Universidad Latina de Costa Rica. Bachiller en Teología, Seminario Nazareno de las Américas, Costa Rica. Correo electrónico: carmen.hutchinson.miller@una.cr

2 Existe suficiente historiografía de la llegada de personas afrocaribeñas para la construcción del ferrocarril; por lo tanto, no nos vamos a detener en esa discusión en esta oportunidad (Harpelle, 2001; Hutchinson, 2015; Rosario, 2015; Senior, 2011). Existen videos didácticos relacionados con el tema, en plataformas como Youtube videos: “Construyendo nuestra nacion- ¼- Migraciones 21: 28”, “Building our nation-2/4-labour and Education 23: 38”, “Construyendo nuestra nación- ¾- Cultura e identidad 23:45”, “Construyendo nuestra nación 4/4 Participación política y ciudadanía 23: 17”.



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