R E P E R T O R I O


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A M E R I C A N O


Segunda nueva época N.° 31, Enero-Junio, 2021

ISSN: 0252-8479 / EISSN: 2215-6143



Eulalia Bernard poeta de la Negritud costarricense y la imagen del
Hombre Negro1

Eulalia Bernard poet of the Costa Rican Negritude and the image of the Black Man

Alder Senior Grant

Escuela de Lenguas Modernas

Universidad de Costa Rica

ALDER.SENIOR@ucr.ac.cr

alder.senior@gmail.com

Resumen

El presente artículo analiza someramente el lugar preponderante asignado por Eulalia Bernard Little, poeta de la Negritud costarricense, al hombre negro. A pesar de simpatizar con las luchas de la mujer por lograr una posición más justa dentro de la sociedad, se niega a participar en la lucha de géneros, al considerar que el hombre y la mujer afrodescendientes deben forjar juntos un mejor porvenir.

Palabras claves: Hombre Negro, Negritud, Afrodescendientes, Caribe costarricense, diversidad étnica y cultural

Abstract

This article briefly analyses the important role assigned by Eulalia Bernard Little, poet of the Costa-Rican Negritude, to the Black man. Even though she is sympathetic with women’s struggles in order to gain a more just position within society, she refuses to participate in the gender struggle, since she considers that the Afro-descendant man and woman must together build a better future.

Key words: Black man, Negritude, Afro-descendances, Costa Rican Caribbean, ethnical and cultural diversity

“Nègre je suis, nègre je resterai”

Aimé Césaire

I. Introducción: la Negritud y su evolución

Con el fin de comprender la amplitud del movimiento cultural, étnico, ideológico, literario y lingüístico denominado la Negritud, es imperativo remontarnos en el tiempo y volver al pasado, para presentar, aunque sea brevemente, sus orígenes, evolución e impacto, para llegar a sus inicios y desarrollo en Costa Rica bajo los auspicios de la Dra. Eulalia Bernard Little2.

En este sentido, debemos empezar por recordar que luego de años de esplendor, durante los cuales diferentes culturas brillaron en África (Angola, Arará, Ashanti, Bantú, Congo, Mandinga o Mandele, Zulú, etc.), el siglo XVI trajo la invasión europea y el pillaje de las riquezas africanas, tanto humanas como materiales, que perduraron durante varias centurias.

Fue así como la esclavitud y el desarraigo forzado de hombres y mujeres africanas dio como resultado su establecimiento en tierras del continente americano y su aporte fue fundamental para el proceso de construcción del Nuevo Mundo. A partir del siglo XIX, la incesante lucha por la emancipación dio como resultado el inicio de los movimientos de la abolición de la esclavitud y la aspiración por parte de los afrodescendientes al reconocimiento pleno de la ciudadanía en los diferentes puntos geográficos en donde vivían, con todos los derechos que este estatus confiere.

Definitivamente, no fue el resultado de una rebelión repentina, sino que los años de persistencia germinaron lentamente. Es así como, en los Estados Unidos, este proceso se transformó en una reivindicación de los valores de la cultura africana. Y en Nueva York tuvo lugar el denominado “Renacimiento de Harlem” (1910-1920), inspirado en las ideas de algunos teóricos, entre los cuales destacaba William E. Du Bois, de origen haitiano. Este intelectual negro sentó las bases de la Negritud y propició una toma de conciencia entre sus hermanos afrodescendientes, lo cual redundó en un florecimiento del arte negro en todas sus manifestaciones: música, pintura, escultura, teatro, danza, y especialmente la literatura.

Este movimiento fue acogido y prontamente secundado por un grupo de vigorosos y talentosos artistas, tales como: Langston Hughes, Countee Cullen, Claude Mackay, James Weldon Johnson, Jean Toomer, Frank Marshall Davis y Sterling Brown, cuyos escritos estuvieron en la base para la difusión y el reconocimiento de la cultura y civilización de origen africano.

Adicionalmente, Marcus Mosiah Garvey3, apodado “el Moisés negro”, aportó una gran dosis de orgullo a la causa y fraguó su plan de repatriación masiva de sus compatriotas, no solo en los Estados Unidos, sino que en el Caribe y en América Central, hacia el continente africano. Tanto el Renacimiento de Harlem como el movimiento político y social de Garvey fueron prontamente abortados por la ideología dominante de esos años. Sin embargo, este intento no cayó en tierra árida, ya que muchos de los intelectuales afroamericanos emigraron a Europa, sobre todo a Francia, e inspiraron a los artistas europeos, especialmente franceses y españoles, entre los cuales podemos citar a Pablo Picasso y el movimiento artístico del Cubismo.

La llegada de los precursores del Renacimiento de Harlem a Europa hizo que diez años más tarde, surgieran las figuras francófonas de Léopold Sédar Senghor de Senegal, Aimé Césaire de Martinica y Léon Damas de la Guayana francesa, quienes acuñaron y fundaron el movimiento de la Negritud a la francesa.

Los padres francófonos de la Negritud, debido a sus orígenes (Senghor, africano, mientras que Césaire y Damas eran caribeños) tuvieron ciertas divergencias en cuanto a lo que para ellos era la Negritud. Senghor consideraba que la Negritud es la manifestación de una manera de ser original, la cual comprende el conjunto de los valores de la cultura de origen africano (Liberté 3: 90). Sin embargo, sus colegas Césaire y Damas estimaban que este movimiento constituye la expresión de una raza oprimida. En este sentido, es también importante recordar la posición de Jacques Chévrier en su obra La Littérature nègre, quien afirma que: “para los occidentales, la Negritud es primero un modo de expresión ligada a la danza, la música y a las estatuas. Para los africanos, la Negritud es ante todo una actitud existencial que oscila entre la reflexión y la acción.” (2008: 45)

Por otra parte, los escritores anglófonos africanos fueron detractores de la Negritud. Entre ellos, el premio Nobel de literatura, el nigeriano Wole Soyinka, quien criticó el movimiento afirmando que “un tigre no proclama su ‘tigritud’, sino que salta”. A lo cual Senghor hábilmente replica que “un tigre no puede proclamar su ‘tigritud’ porque solo puede saltar”, pero el afrodescendiente puede expresar su identidad por medio de la palabra. A pesar de las divergencias de criterios, podemos afirmar que la Negritud sigue vigente en siglo XXI y sigue marcando la pauta para las generaciones de diferentes partes de la diáspora africana, incluyendo a nuestro país, Costa Rica.

II. La Negritud en Costa Rica

En nuestro país, Eulalia Bernard Little, Quince Duncan, Dolores Joseph, entre otros, son considerados como los pioneros o precursores de la literatura afrocostarricense; posteriormente, ha surgido otra generación de escritoras más jóvenes comandadas por D’lia Mc. Donald y Shirley Campbell; otras contribuciones importantes son también las de Prudence Bellamy (QdDg), Martha Johnson y Marcia Reid.

Centraremos nuestro análisis en torno a la figura de la Dra. Eulalia Bernard Little, en mi concepto, la poeta de la Negritud costarricense por excelencia, quien ha sido una luchadora infatigable por los derechos de los Afrocostarricenses y quien ha sido objeto de innumerables homenajes y reconocimientos por la intensa labor desplegada como educadora, diplomática y sobre todo como formadora de las nuevas generaciones.

En su obra Place, Language, and Identity in Afro-Costa Rican Literature, Dorothy Mosby, hablando de Eulalia Bernard, nos dice que:

The daughter of Jamaican immigrants, Eulalia Bernard Little was born in 1935 in Puerto Limón. Her work represents the historical trajectory of the experience of West Indian blacks in Costa Rica—from temporary “foreign” laborers, the extension of citizenship to blacks in 1948, to the struggles for visibility in the 1990s. (Mosby: 76)

La producción literaria de Eulalia Bernard, escrita en inglés, en inglés limonense4 y en español atestiguan una variedad temática que constituye su riqueza. Es en este sentido que Mosby afirma que:

There is an unquestionable Afrocentric position in Bernard’s poetry in English and Creole. She presents an acute awareness of the audience of these poems, other blacks of the Afro-Americas and particularly Afro-Costa Ricans. This is particularly present in My Black King, a collection that is dedicated to the men in the poet’s family. The poems celebrate black masculinity and recognize male historical personages such as Marcus Garvey, Martin Luther King Jr., and Louis Armstrong. (Mosby: 77)

Tomando en cuenta el tema de la masculinidad negra, vamos a restringirnos a la imagen del hombre negro en su poesía, y para un análisis somero, hemos creído pertinente escoger cuatro poemas que aparecen en su publicación de 1991, My Black King; de acuerdo con el orden en que aparecen, analizaremos brevemente: Unique Sounds and yet…, Leaders! Emerge!, Dock Workers y My Black King.

III. La imagen del hombre negro en 4 poemas

A) UNIQUE SOUNDS AND YET…

SONIDOS ÚNICOS Y SIN EMBARGO*

A hundred violins

/ Cien violines

Were harmoniously playing,

/ armoniosamente tocaban,

And yet…;

/ Y sin embargo…;

There was one of immortal sound.

/ Hubo uno de sonido inmortal.

I looked around,

/ Miré en derredor,

…and my eyes found

/ …y mis ojos encontraron

Pablo Casals.

/ a Pablo Casals.

A thousand voices crying out,

/ Mil voces gritando,

Marching in…;

/ desfilando…;

And yet…

/ Y sin embargo

There was that vibrating sound of his

/ Había este sonido vibrante suyo

I looked around,

/ Miré en derredor,

…and there he stood

/ …Y allí estaba de pie

Martin Luther King.

/ Martin Luther King.

A million sounds of Africa,

/ Un millón de sonidos del África,

From Egypt, Congo, Ethiopia

/ Desde Egipto, Congo, Etiopía

Are heard throughout America,

/ Son escuchados por toda América

And yet…

/ Y sin embargo…

There is one;

/ Hay uno;

a special triumphant sound.

/ Un sonido triunfante especial.

The smiling trumpet o

/ El sonido sonriente de

Louis Armstrong.

/ Louis Armstrong.

Numberless choirs and choruses;

/ Innumerables coros y coritos;

In Latin, Greek, English and Spanish

/ En latín, griego, inglés y español

Ringing for God the bells of their voices,

/ Tocando para Dios con las campanas de sus voces,

And yet…

/ Y sin embargo…

There was this unique voice among them.

/ Había esta voz única entre ellas.

They say it was my mother’s.

/ Dicen que era la de mi madre.

* Traducción libre de los 4 poemas por el autor de este trabajo.

En Unique sounds and yet…, la escritora rinde homenaje a tres varones cuyas obras los han inmortalizado, cada uno en su especialidad: el cellista de nacionalidad catalana, Pablo Casals, el pastor afroamericano Martin Luther King y el músico afroamericano Louis Armstrong. ¿Cuál fue el objetivo de ensalzar a estas tres figuras masculinas, combinando la música y el canto con el tema de la paz?

Empezamos notando cómo la palabra “sonido” llega a ser el leitmotiv, ya que aparece en todas y cada una de las cuatro estrofas: en la primera estrofa al hablar de Pablo Casals, se trata de un “sonido inmortal” producido por cientos de violines que tocan armoniosamente.

En la segunda estrofa, se subraya el “sonido vibrante” de miles de voces durante las marchas por la paz de Martin Luther King, quien luchó y sufrió martirio por los derechos civiles de la población afroamericana durante la década de los años 60. Este sonido vibrante subraya la energía y el vigor de dicho movimiento, cuyo proceso cuenta entre sus logros la elección del primer presidente de origen afro-americano en los Estados Unidos, Barack Obama.

En lo que respecta a la tercera estrofa, se destaca el “sonido triunfante” de la sonriente trompeta (the smiling trumpet) de Louis Armstrong, la cual resonó no solo en suelo americano, sino también en toda África. No solamente destaca la empatía que provocaba este gran músico, sino que dicho sonido se universaliza mediante la unión del continente americano con la madre patria África.

En la cuarta y última estrofa de este hermoso poema, la Dra. Bernard hace saber que este “sonido inmortal, vibrante y triunfante” ha resonado mediante los innumerables coros, haciendo tintinear las campanas de sus voces para Dios; sin embargo, la sorpresa nos llega en los dos últimos versos de esta estrofa, ya que en medio de estas voces melodiosas, destaca una “única”, y no se trata de la voz de ninguno de los laureados varones mencionados, sino que sutilmente la poeta incorpora la figura materna para aportar el equilibrio tan necesario en todas las actividades humanas y hábilmente afirma: “dicen que era la voz de mi madre”.

La progresión utilizada por Eulalia Bernard es también una muestra de su talento para honrar al varón, pero sin dejar por fuera a la mujer: empieza en España, donde cientos de violines tocaban armoniosamente; en Estados Unidos fueron miles de voces las que vibraban por la paz; pero en África, se trata de millones de sonidos, cuyos ecos son escuchados hasta en los Estados Unidos por medio de la trompeta sonriente de Louis Armstrong. Finalmente, la voz única de la madre se superpone a todas las otras de los célebres varones (Pablo Casals, Martin Luther King Jr. y Louis Armstrong).

De esta manera, también por encima de todos los coros, se destaca la voz universal de la mujer-madre, quien fuera puesta en un sitial de honor por el poeta senegalés Léopold Sédar Senghor en su poema “Nuit de Sine” (Poèmes: 14), quien alabó igualmente a la figura de la mujer-madre confiriéndole propiedades curativas a las manos balsámicas de su madre: “Femme, pose sur mon front tes mains balsamiques, tes mains douces plus que fourrure” (Mujer, posa sobre mi frente tus manos balsámicas, tus manos más dulces que pelaje).

Es muy significativo el hecho que, desde el título de este poema, Eulalia Bernard clama por un reconocimiento de la esencia del ser humano, ya sea varón o hembra, al llamarlo: “Sonidos únicos y sin embargo…” Es por ello que en cada una de las cuatro estrofas ella reitera “y sin embargo”, como un recordatorio de que de la misma manera que coexisten los diferentes sonidos, las diversas voces, también armoniosamente deberían cohabitar los seres humanos (hombres y mujeres), uniendo sus voces y entonando sus cánticos, tanto en los idiomas antiquísimos como el latín y el griego clásicos, como en las lenguas contemporáneas, el inglés y el español, que constituyen las bases del idioma inglés limonense.

***

B) LEADERS! EMERGE!

/ ¡LÍDERES, SURGID!

Leaders! Emerge!

/ ¡Líderes! ¡Surgid!

Commit thyselves,

/ Encomendaos,

With words, with actions,

/ Con palabras, con acciones,

With prayers, with swords.

/ Con oraciones, con espadas.

Leaders! Emerge!

/ ¡Líderes! ¡Surgid!

Liberate yourselves

/ Liberaos

Seek thy identity

/ Buscad vuestra identidad

Following the philosophy

/ Siguiendo la filosofía

Of Garvey; …evoke his spirit…

/ De Garvey; …evocad su espíritu

Day by day …in the immortal UNIA.

/ Día tras día … en la inmortal UNIA.

Leaders! Emerge

/ ¡Líderes! ¡Surgid!

From the inlands

/ Desde el interior del país

From the shores;

/ Desde las costas;

Be thou labourer or learned;

/ Que seáis peones o letrados;

The landscape is the same:

/ El paisaje es el mismo:

Obliged we are, to secure a place

/ Obligados estamos, de asegurar un lugar

For the future emancipation

/ Para la futura emancipación

Of our new generation

/ De nuestra nueva generación.

He! …has already led us

/ ¡Él! … ya nos ha guiado

A long way …through the

/ Por un largo tiempo … a través de la

UNIA. The UNIA.

/ UNIA. La UNIA.

El poema “Leaders! Emerge!” representa una excitativa a los líderes para que surjan y valientemente tomen acción para imitar a Marcus Garvey, símbolo del liderazgo para la diáspora afrodescendiente. Fiel a su estilo, Eulalia Bernard inicia cada una de las tres primeras estrofas con la misma exhortación y estilo de “arenga”: ¡líderes, emerged o surgid!

En la primera de las estrofas, los conmina a usar estrategias que se complementan: se inicia con las palabras, para luego pasar a las acciones; en efecto, antes de pasar a la beligerancia de las espadas, les aconseja orar. Es bien sabido que la religiosidad, la espiritualidad, el misticismo son características bien arraigadas en las poblaciones de origen africano, desde la Antigüedad y hasta nuestros días.

En la segunda estrofa, Bernard les insta a liberarse, mediante la búsqueda de su identidad y de esta manera ser fieles a la filosofía de Marcus Garvey. Este prócer de la Negritud, nacido en Jamaica, creó la Asociación Universal para el Mejoramiento del Negro -por sus siglas en inglés, UNIA-. Su incesante búsqueda de la identidad del afrodescendiente y su espíritu indomable que luchó por la unidad de sus hermanos de etnia son mencionados por la poeta como los pilares para inspirar a los líderes de hoy en día. Aimé Césaire, el laureado poeta francófono de Martinica siempre recordaba el famoso proverbio africano: “quand tu ne sais pas où tu vas, souviens-toi d’où tu viens” (Cuando no sabes a dónde vas, acuérdate de dónde vienes). Es, por lo tanto, imprescindible conocer nuestros orígenes para poder marcar un rumbo (Fields, 1995).

En la tercera estrofa, la autora convoca a todos los líderes, sin importar el lugar en donde se encuentren ubicados, ya sea en las costas o en el interior; sin importar que sean obreros o personas instruidas, les recuerda que el paisaje es idéntico para todos y aprovecha para incluirse entre los líderes al decirles que, y cito textualmente: “es nuestro deber asegurar un lugar para la emancipación futura de nuestra nueva generación”.

Finalmente, en la cuarta y última estrofa, con palabras llenas de fuerza y de convicción, la poeta hace entrever que no debe haber mucho obstáculo para llevar a cabo esta tarea, en vista de que Él, o sea Marcus Garvey, ya nos ha guiado durante un largo trecho a través de la institución que nos legó, la UNIA.

***

C) DOCK WORKERS

/ MUELLEROS

Dock workers!

/ ¡Muelleros!

Your backs, your shoulders

/ Sus espaldas, sus hombros

Are technology, group dynamics

/ Son tecnología, dinámica de grupos

Methodology.

/ Metodología.

Dock workers!

/ ¡Muelleros!

The roughness of the sea

/ Lo bravío del mar

Has made you, …can’t you see?

/ Los ha convertido, …¿no se dan cuenta?

The backbone of your country.

/ En pilares de su país.

Dock workers!

/ ¡Muelleros!

So passionate for love,

/ Tan apasionados por amor,

For justice, for action

/ Por justicia, por acción

A force so natural

/ Una fuerza tan natural

For holding the flag of

/ Para sostener la bandera de

Human Rights!

/ ¡Los Derechos Humanos!

Dock workers!

/ ¡Muelleros!

Have you ever been to the United Nations?

/ ¿Acaso han estado en la ONU?

Studied the art of diplomacy?

/ ¿o estudiado el arte de la diplomacia?

How come you are so international;

/¿Cómo pueden ser taninternacionales;

Possess such a collective brain

/ Poseer tal memoria colectiva

To restrain discrimination?

/ Para restringir la discriminación?

Dock workers!

/ ¡Muelleros!

Boxing champions; football heroes,

/ Campeones de boxeo; héroes de futbol,

Carnival dancers, …rioters;

/ Bailarines de carnaval, …amotinados;

Loaders of ship, lovers of sex,

/ Estibadores, amantes del sexo,

Port of hopes…

/ Puerto de esperanzas…

You are strong, fertile and free

/Ustedes son fuertes, fértiles y libres

Like the sea, like the sea!

/ ¡Como el mar, como el mar!

En “Dock Workers”, la Dra. Eulalia Bernard rinde un homenaje a los muelleros, y los ensalza poniéndolos en lo más alto por la responsabilidad de la labor que desempeñan. En la primera estrofa, alaba sus espaldas y sus hombros, sobre los cuales reposa la carga de toda la nación. Sus aptitudes son comparadas con la tecnología y con la metodología que caracterizan la dinámica de grupos.

En la segunda estrofa, reconoce que la rudeza del mar es la que los ha forjado y convertido en los pilares del país. Es necesario recalcar el hecho de que por los puertos del Caribe (Limón y Moín), Costa Rica exporta aproximadamente el 80% de sus productos.

Acto seguido, en la tercera estrofa, considera asimismo que son seres apasionados en su lucha por amor, por justicia, por acción y constituyen una fuerza tan natural que enarbola la bandera de los Derechos Humanos.

En la cuarta estrofa, la poeta los interpela y se maravilla de que aun sin haber puesto un pie en las Naciones Unidas y, por ende, desconociendo el arte de la diplomacia, sean tan internacionales y su pensamiento colectivo sea capaz de restringir la discriminación. Todo lo anterior, en un símil hermoso para demostrar que su labor es tan importante como la de los funcionarios de cuello blanco.

En la quinta y última estrofa, Eulalia enumera las diferentes funciones que los muelleros desempeñan de manera simultánea con sus obligaciones como tales: algunos son campeones de boxeo, otros son héroes del futbol; durante las fiestas, se convierten en bailarines de carnaval, y hasta en manifestantes violentos cuando la situación lo amerita. Finalmente, como estibadores, amantes del sexo, representan el puerto de esperanzas y son, por lo tanto, fuertes, fértiles y libres como el mar.

Es entonces evidente que, en este poema, la Dra. Bernard proyecta una imagen muy positiva del hombre negro que se desempeña como muellero, con el fin de deconstruir los estereotipos y toda la negatividad que tradicionalmente se le ha atribuido. De esta manera, al retratarlo como un personaje fuerte y digno, lo hace consciente de su valor dentro de la sociedad.

***

D) MY BLACK KING

/ MI REY NEGRO

Royalty is carved on your forehead,

/ Realeza está grabada en tu frente,

King of the Ashanti you shall be,

/ Rey de los Ashanti serás

In these far-off lands overseas.

/ En estas lejanas tierras de ultrama

I tremble with pride, when I see…,

/ Tiemblo con orgullo, cuando veo…

The look of power in your black eyes.

/ La mirada de poder en tus ojosnegros.

Power to rule, power to love,

/ Poder para gobernar, poder para amar

Power to cry.

/ Poder para llorar.

I see your black body, blooming

/ Veo tu cuerpo negro, brillando

Every morning, with sweet sweat,

/ Cada mañana, con dulce sudor,

From forced labour, to free labour;

/ De la labor forzada, a la labor libre;

From boredom to freedom,

/ Del tedio a la libertad,

And I tremble again with pride

/ Y de nuevo tiemblo con orgullo

And I cry… “My Black King,

/ Y exclamo… “¡Mi Rey Negro,

Here is your bride!”

/ He aquí tu desposada!”

Desde la primera estrofa de “My Black King”, el hombre afrodescendiente es investido de poder al ser coronado como rey de los Ashanti por parte de la poeta. Es una realeza que indica permanencia, ya que está grabado en su frente; en lugar de la marca de esclavitud, se trata de un rey que gobierna en tierras lejanas, allende el continente africano. Y justamente lo coloca al frente de los Ashanti, uno de los grandes pueblos africanos que representaban la gloria y el orgullo de los ancestros y de una resplandeciente civilización en ese continente.

En la segunda estrofa, la escritora no puede evitar temblar de orgullo al contemplar la mirada del Black King, la cual refleja un poderío que concierne no solamente a su investidura de líder, sino que también incluye los sentimientos al poder amar y expresarse mediante el llanto. Se rompe así con uno de los mitos más comunes, según el cual el hombre no llora.

En la tercera y última estrofa, se describe el cuerpo negro y luminoso de este rey, el cual ha evolucionado de sus obligaciones de trabajo forzado a las labores de libertad (el sudor salado se convierte en dulzura); el rey pasa del tedio a la libertad, todo lo cual hace que la poeta reitere su emoción, temblando de orgullo y ofreciéndose al Black King como su esposa.

Recapitulando, podemos notar que la Dra. Eulalia Bernard rinde tributo al hombre negro, tributo que a la vez comparte con otros, tal y como sucede en “Unique Sounds And Yet…” En este caso, Martin Luther King y Louis Armstrong comparten el homenaje que se les rinde con el catalán Pablo Casals (hombre blanco) y con la madre de la poeta (mujer negra).

En “Leaders! Emerge!”, el legendario héroe Marcus Garvey encarna el modelo por seguir para todos aquellos líderes que deben continuar por la senda que él ya ha trazado: la búsqueda incesante del mejoramiento para el hombre y la mujer afrodescendientes.

Los muelleros de “Dock workers” representan a la gran variedad de hombres de los puertos del Caribe costarricense, sobre cuyos hombros reposa la mayoría de las exportaciones del país y que combinan sus importantes labores con otros menesteres de la vida cotidiana, redundando en bienestar y prosperidad para toda una nación.

Finalmente, en “My Black King”, la Dra. Bernard corona al hombre negro siguiendo la vieja tradición de los pueblos ancestrales como los Ashanti. Está llena de orgullo ante este hombre investido de poder y extasiada ante el cuerpo que brilla cada mañana con un sudor dulce y que la induce a ofrecerse a él exclamando: “mi rey negro, he aquí tu desposada!”

IV. Conclusiones

En resumen, podemos afirmar que con este reconocimiento para el Hombre Negro costarricense o afrocostarricense, la Dra. Eulalia Bernard ha querido dejar muy en claro su posición de apoyo total a su “Rey negro”. En consecuencia, sus versos reflejan esa admiración por este hombre que aún prosigue en el proceso de construcción de una identidad digna, en su lucha por legar a sus descendientes un porvenir libre de marginalidad.

Sin embargo, debemos seguir lamentando una política educativa claramente discriminatoria de parte de los diferentes gobiernos de turno de nuestro país hacia los habitantes afrodescendientes. En efecto, las autoridades encargadas del sector educativo, durante muchos años no han hecho más que minimizar no solo el aporte de la producción literaria afrodescendiente, sino que también su legado cultural para la conformación de la identidad costarricense.

Y podemos incluso afirmar que con raras excepciones se le ha brindado al afrocostarricense la oportunidad de surgir, aun teniendo los requerimientos y los méritos para ello. Esta es una de las razones por las cuales estamos totalmente convencidos de que la obra literaria de la Dra. Bernard, así como la de otros escritores y escritoras afrocostarricenses, debería ser objeto de estudio en los colegios de nuestro país, en especial en los de la región del Caribe, ya que representa una parte importante de nuestra herencia histórica y se constituiría en una herramienta valiosa para crear consciencia entre las generaciones actuales y futuras. Algunas universidades públicas han creado secciones de estudio de la cultura y de las lenguas indígenas, lo cual aplaudimos; sin embargo, cuando se trata de la cultura y de la lengua afrodescendientes (a pesar de ser la primera minoría étnica de este país), no hay voluntad política en propiciar su desarrollo. Es en este sentido que en su obra Banana Fallout: Class, Color, and Culture among West Indians in Costa Rica, Trevor Purcell se muestra bastante escéptico y señala que:

… This question centers not so much on whether whites will recognize the dignity of non-white culture and race, or whether whites will remove historical barriers to self-determination; it centers on whether whites will cease to create new and ever subtle barriers to the realization of the cultural and racial dignity of non-whites. (166)

Es por ello que las fuerzas vivas de la región Caribe, la más rica por su diversidad étnica y cultural, tienen todavía una tarea ardua para lograr que cese la política vallecentrista de invisibilidad para los afro-costarricenses y se les tome más en cuenta a la hora de trazar los proyectos educativos para este país, con el fin de que incluyan los testimonios tan importantes como los de nuestra poeta de la Negritud. Con ello, se estaría haciendo una realidad lo que está establecido en la Constitución Política de nuestro país y que lo cataloga como Estado multiétnico y pluricultural.

Rendimos así, y aunque sea someramente, homenaje a la Dra. Eulalia Bernard Little, a quien reconocemos como un ícono de la literatura afrocostarricense, por su vocación como escritora que supo plasmar las ricas vivencias del pueblo de origen caribeño de este país. Su ejemplo nos convoca a seguir en los esfuerzos tendientes a reclamar un espacio más digno dentro de la sociedad costarricense, con el fin de enrumbarse hacia un futuro de mayor justicia y esperanza.

En efecto, en este mes de la Afrodescendencia costarricense y con ocasión de este Congreso de Escritoras Afrodescendientes, consideramos que el mejor homenaje para la Dra. Eulalia Bernard Little sería una educación enriquecida para la región Caribe de Costa Rica, que incluya el estudio del inglés limonense y la literatura escrita por sus representantes autóctonos; es evidente que lengua y literatura son los símbolos vitales que marcan una cultura y conforman una parte importante de la identidad de cualquier grupo humano. Sobre esta base, la juventud afrocostarricense podrá sentir el orgullo de conocer, de apropiarse y de continuar desarrollando este legado constituido por la rica diversidad cultural de los habitantes del Caribe costarricense.

Bibliografía

Bernard Little, Eulalia. My Black King. Eugene, Oregon: World Peace University, 1991.

Chévrier, Jacques. La Littérature nègre. Paris : Armand Colin, 2008.

Fanon, Frantz. The Wretched of the Earth. New York: Grove, 1968.

Field, Michel. “Entretien avec Aimé Césaire”, Diagonales, 34, 1995.

Mosby E., Dorothy. Place, Language and Identity in Afro-Costa Rican Literature. Columbia, Missouri: University of Missouri Press, 2003, pp. 76-77.

Purcell, Trevor. Banana Fallout: Class, Colour, and Culture among West Indians in Costa Rica. California: University of California, 1993.

Rojas, Miguel. Cultura afroamericana, de esclavos a ciudadanos. Madrid: Ediciones Anaya, 1988.

Senghor, Léopold S. Liberté 3 : Négritude et Civilisation de l’Universel. Paris : Éd. du Seuil, 1977.

Senghor, Léopold S. Poèmes. Paris : Éd. du Seuil, 1973.

Vergès, Françoise. Aimé Césaire : Nègre je suis, nègre je resterai. Entretiens avec Françoise Vergès. Paris : Éditions Albin, 2005.


1 Trabajo presentado con ocasión del I Congreso Internacional de Escritoras Afrodescendientes, en Costa Rica, noviembre de 2019.

2 La Dra. Bernard fallece en la ciudad de San José, en julio de 2021.

3 Marcus Garvey fue el precursor del movimiento denominado “Panafricanismo”. Este líder afrodescendiente fue el fundador de la línea naviera “Black Star Line” en 1919. Estuvo en Limón en 1910, donde vivió en un inmueble que se encontraba a un costado del Estadio Juan Gobán. Su movimiento abogaba por el retorno de los negros hacia África durante la primera mitad del siglo XX. Aun cuando su sueño fracasó, sus ideas reforzaron el orgullo de los afrodescendientes en su cultura.

4 He preferido denominar el idioma hablado por los habitantes del Caribe costarricense como “inglés limonense” y no “patois” o “mekatelyu”. Su base es efectivamente el inglés que pasó de Inglaterra a Jamaica y fue transformado en la isla del Caribe; luego fue introducido a Limón por los inmigrantes, mayoritariamente jamaiquinos, quienes ayudaron a construir el ferrocarril al Atlántico a finales del siglo XIX. Este inglés incorpora vocablos y expresiones del español, así como del francés.


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