R E P E R T O R I O


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A M E R I C A N O


Segunda nueva época N.° 33, Enero-Diciembre, 2023

ISSN: 0252-8479 / EISSN: 2215-6143



El voseo en el español americano en Costa Rica: ejemplos literarios y análisis curricular del programa de español del Ministerio de Educación Pública

The “voseo” in American Spanish in Costa Rica: Literary examples and curriculum analysis of Spanish syllabus of Ministry of Education

Renato Ulloa Aguilar

Escuela de Lenguas Modernas

Universidad de Costa Rica

ORCID: 0000-0003-0987-1913

renato.ulloaaguilar @ucr.ac.cr


Resumen

El presente artículo pretende dar una visión histórica-general de la conformación del voseo, su uso y su expansión en Hispanoamérica, así como su presencia en la literatura costarricense de mediados y finales del siglo XX. Además de poner de manifiesto el lugar del voseo en los procesos de enseñanza-aprendizaje del español como lengua materna en Costa Rica según las directrices del Ministerio de Educación Pública.

Palabras claves: aprendizaje, enseñanza, español americano, literatura costarricense, voseo

Abstract

This article expects to provide a general-historic vision of the origin of “voseo”, its usage and expansion in Hispanic America, as well as its presence in the Costa Rican literature of the second mid and end of the XXth century. Furthermore, it places the use of “voseo” in the teaching-learning process of Spanish as a mother tongue in Costa Rica, according to the rules of the Ministry of Education.

Keywords: American Spanish, Costa Rican literature, learning, teaching, “voseo”

Introducción

El voseo se convirtió desde hace ya bastante tiempo en la forma de tratamiento predilecta de millones de personas en Hispanoamérica; para ser más específicos, dos tercios de su población es voseante, lo que pone de manifiesto una importante ruptura

en la concepción de una única lengua española para todos los hablantes. Así las cosas, el castellano peninsular no es el único y como lo dijo Ernesto Sábato (1966) en su obra “El Voseo”, existen muchos otros (tipos de castellano) dispersos en la vasta geografía de América. Estas variantes del castellano se destacan también por una riqueza e independencia propias de las rígidas fórmulas lingüísticas del español peninsular; riquezas entre las que destacan, sin duda, el uso del voseo, ya sea en su forma pronominal cuanto verbal.

Para Rojas (2003), el uso del pronombre vos es -de hecho- un arcaísmo hispánico que logró su consolidación y su evolución muy al margen del español peninsular, por lo que -según la autora- en América el paradigma del tuteo y del vos medieval se fundieron en uno solo dando origen al voseo americano.

Si bien es cierto la aparición del pronombre vos no es un hecho lingüístico reciente, ya que su origen remonta a tiempos del imperio romano y surge como respuesta al nos, fórmula utilizada por el emperador para mencionarse a sí mismo al momento de consolidarse como poder y jefe máximo.

Historia

Como bien se mencionó, el surgimiento del pronombre vos no es un aspecto lingüístico nuevo y remonta a tiempos de la Roma imperial, en donde el latín (lengua que dio origen al español, al francés, al italiano, al portugués y al catalán) poseía ya este pronombre junto a tres más: ego, tu (primera y segunda personas del singular respectivamente), nos (primera persona del plural); vos, por lo tanto, corresponde a la segunda persona plural.

Para Carricaburo (2000), el pronombre vos comenzó a ser empleado a partir del siglo IV d.C. y su uso connotaba gran respeto del hablante hacia su interlocutor. Sin embargo, su uso exacto era para dirigirse al emperador. En palabras de Angulo (2009), el vos nace como respuesta al nos, fórmula usada por el emperador romano para mencionarse a sí mismo como representante del poder y jefe de todo el imperio.

Para Pinkerton (1986), en los tiempos romanos existió una confusión entre los significados de los pronombres latinos tu y vos, pues ambos empezaron a ser utilizados para expresarse de forma singular, aun cuando vos era forma plural. Se habla de un hecho particular allá por el siglo IV cuando en Roma tuvo lugar la cohabitación de dos emperadores a quienes se les trataba de vos, en plural. Con el paso del tiempo las cosas volvieron a su curso y el pronombre vos continuó siendo empleado para dirigirse a la máxima autoridad del imperio aun cuando se tratase de un solo emperador.

Según Angulo (2009), el inicio y el desarrollo del vos en español se remonta a los siglos VIII y XIV, durante los cuales el pronombre gozaba de una connotación solemne y noble usada para la distinción de trato respetuoso hacia las personas de mayor autoridad o rango. En los siglos venideros, especialmente en el siglo XVI, con la consolidación de la expresión de respeto vuestra merced se vuelve cotidiano su uso.

Cabe mencionar que entre los siglos XIII y XIV se produjo en España una estratificación social bastante marcada, lo que dio origen a tres estamentos sociales, a saber: en la cúspide de la pirámide social se encontraban la nobleza y los caballeros, en el medio el clero y el estrato social más bajo estaba compuesto por artesanos, labradores y mercaderes. Esta organización justificaría el uso del entre iguales y el vos era reservado a usos extragrupales para indicar superioridad y, por ende, distancia social.

Este nuevo orden en la sociedad vino a cambiar por completo lo que según Pinkerton (1986) se producía en el siglo XII en España: el vos era usado entre los nobles pues denotaba respeto, mientras que a las personas de grados inferiores se les trataba de “” y estas a su vez se tuteaban entre sí. Pinkerton amplía y dice que durante el periodo colonial, en América, se dio tanto el uso del como del vos.

Como lo mencionara Carricaburo (2000), el pronombre vos durante sus inicios y desarrollo (siglos VIII y XIV) gozó de una connotación solemne y noble destinada a la distinción y al trato respetuoso hacia una persona de mayor autoridad. Luego de la aparición de la forma de tratamiento usted se produjo un desgaste del vos a lo largo del siglo XVI; este hecho hizo descender el vos de su pedestal hidalgo hacia una condición más plebeya.

Villegas (1963), a su vez, refiere que ya para el siglo XVII el pronombre vos era casi completamente reemplazado por el pronombre , como forma de tratamiento informal para la segunda persona del singular y se da una sustitución paulatina de la forma de tratamiento formal vuessa merced por lo que hoy conocemos como usted.

Como pudo verse, la historia del pronombre vos remonta a muchos siglos atrás y está cargada de gran simbolismo lingüístico e histórico que hace de este un elemento de sumo valor, pues ha sabido adaptarse al paso del tiempo y aunque muchos son quienes desaconsejan o rechazan su uso, hay muchos hablantes que lo tienen aún en alta estima y en pleno vigor.

Formas de voseo

Al hablar del voseo se tendrían que distinguir dos grandes usos o clases. Para Angulo (2009) la primera clase se trata de un voseo reverencial; aquella que fue utilizada en el pasado y que actualmente sirve para el empleo junto con algunos grados y títulos en actos solemnes o en textos literarios que pongan de manifiesto el habla de otras épocas. El segundo tipo de voseo -según el autor- trátase del voseo dialectal americano el cual se usa para connotar un cierto grado de acercamiento o familiaridad entre los hablantes.

El uso del voseo puede variar en función de las condiciones geográficas, regionales y sociales; de esta manera, se habla de una afectación voseante de las formas pronominales, así como las verbales. Por lo tanto, se puede hablar de un primer caso de voseo, el voseo pronominal y verbal, donde tanto el pronombre vos y sus conjugaciones son empleadas adecuadamente sin variación, por ejemplo: “vos sos”, “vos hablás”, “vos podés”. Un segundo caso sería un voseo verbal con tuteo pronominal, lo que correspondería al uso del verbo conjugado en la segunda persona de singular vos con el pronombre tú, ejemplo: “tú sos”. El tercer caso de voseo corresponde al voseo pronominal con tuteo verbal, esto sería el uso del pronombre vos más la conjugación verbal del pronombre tú, ejemplo: “vos puedes”. Cabe destacar que en algunas zonas voseantes de América se produce una variación en el verbo de la conjugación voseante pues se reemplazan las formas monoptongadas como: vos sos, vos hablás por formas diptongadas del tipo: vos sois, vos habláis.

Entre los países donde se vosea pueden existir variaciones al momento de la conjugación del verbo voseante, por ejemplo, los casos de Chile, Venezuela, Bolivia y Ecuador quienes no siguen muchas veces el patrón del voseo típico de forma monoptongada y optan en muchos casos por las formas diptongadas de los verbos de la primera y segunda conjugaciones regulares (ar-er), por lo que se vuelve común escuchar: “¿Vos habláis otro idioma?” o “Vos coméis mucho”.

El voseo en Costa Rica

En el caso específico de Costa Rica, el uso del voseo se consolida gracias a diversos factores, a saber: su ubicación geográfica, al ser un pequeño territorio en el centro de América, su contacto con otras provincias virreinales españolas de mayor rango político y cultural como fueron México o Perú fue muy limitado, por lo que las nuevas formas de tratamiento -como el tuteo- venidas de la metrópoli poco influyeron. Además, dentro del mismo territorio costarricense, su población vivió bastante dispersa, con pocos focos poblacionales importantes fuera de su capital colonial Cartago, situada en el centro del país, por lo que la población se mantuvo siempre en áreas rurales, lo que se podría explicar en palabras de Bertolotti (2011) quien afirma que se cree probable que a finales del siglo XVIII de España a América se trasladó un sistema diádico, y usted, propio del habla urbana, y un sistema triádico, , usted y vos que se asentó en el área rural. De ahí que el vos se haya quedado tan arraigado en el habla costarricense, pues aunque ciudades hubo, estas no se consolidaron como grandes urbes económicas o intelectuales en comparación con otras como México o Lima.

Por un lado, para Rojas (2003), el arraigo del voseo en Costa Rica se debe a razones geográficas y poblacionales; según la autora, el país -dada su ubicación geográfica y su baja densidad en población- permaneció bastante aislado de las otras provincias del Reino de España, por lo que los contactos culturales con estas fueron escasos. Además, dentro de los confines del territorio costarricense sus pobladores vivían muy dispersos, por lo que a medida que en otras partes de América las formas lingüísticas fueron cambiando o desapareciendo, en Costa Rica no fue así.

Otra característica de ese arraigo y predilección por el voseo en Costa Rica es el hecho que si bien es cierto el voseo nace como una forma de distinción entre los exogrupos, a medida que avanza se torna una forma de tratamiento entre iguales y en el país, a pesar de tener diferencias sociales, siempre está muy presente la idea de una cierta homogeneidad social, como lo expresó Vargas (1974): “el voseo tiende a igualar la condición de quienes lo usan, su existencia y difusión son muy explicables en una sociedad donde -si bien ha habido diferencias-, la gente ha estado demasiado imbuida en la idea de que todos somos iguales”.

Por otro lado, según Angulo (2009), en Costa Rica el uso del voseo es un fenómeno general presente en todos los estratos sociales; además, hay una fuerte predominancia del voseo como norma culta y se otorga una connotación de pedantería al uso del tuteo. Villegas (1963) dice que el uso del pronombre “tú” por parte de un costarricense es sinónimo de procedencia extranjera, pretenciosidad y hasta pedantería, ya que su uso se revela bastante cursi y entre hombres es visto con cierto recelo, pues implica afeminación. No obstante, el uso del tuteo en Costa Rica es tolerado -según el autor- a aquellos que son ajenos al país, por lo que se convierte en una distinción de extranjería entre los hablantes.

Todos los elementos antes enlistados ayudaron a que el voseo se haya mantenido durante tanto tiempo en el territorio. Actualmente, se podría afirmar que, por influencia de otras variantes lingüísticas del español, se ha producido una tímida incursión del tuteo en el habla del costarricense promedio, por lo que la recuperación del voseo en el sistema educativo actual se vuelve imperativa.

Sucede también en nuestro país un fenómeno voseante que llama fuertemente la atención; para Quesada (2002, p.107), es quizás una excepción a la regla del uso del voseo en un contexto de familiaridad y cercanía:

Quizá como excepción a la regla, un caso interesante de voseo empleado en situaciones de distanciamiento o cortesía, y no como indicador de solidaridad y confianza, se da entre los jóvenes de ciertas zonas rurales de Costa Rica (particularmente en la provincia de Alajuela), en donde, siendo el ustedeo la forma común y general de tratamiento entre ellos, se dirigen a las personas mayores desconocidas con el pronombre vos, probablemente con el deseo implícito de disminuir distancia afectiva entre las generaciones. De ser esta la razón, el panorama se tornaría aún más interesante, ya que serían los jóvenes, y no los adultos, quienes deciden cambiar de pronombre; sería algo como un tratamiento de poder invertido.

Se podría pensar que, en primera instancia, es este un revés de la regla de uso del voseo, reservado al trato con iguales. No obstante, se desconoce el verdadero motivo por el cual se hace tal uso al dirigirse a personas de mayor autoridad.

Finalmente, en Costa Rica, como ya se mencionó, se da una predominancia del voseo pronominal-verbal en donde el pronombre vos viene acompañado de las formas monoptongadas del verbo (-ás, -és, -ís), derivadas estas de las formas diptongadas (-áis, -éis) del pronombre de la segunda persona plural vosotros, usado este último en España, por lo que nuestro paradigma verbal puede ser resumido en el Cuadro 1.

Cuadro 1. Paradigma verbal, Costa Rica

Indicativo

Trabajar

Comer

Vivir

Presente

trabajás

comés

vivís

Pretérito imperfecto del indicativo

trabajabas

comías

vivías

Pretérito perfecto simple

trabajaste

comiste

viviste

Futuro simple

trabajarás

comerás

vivirás

Condicional simple/ pospretérito

trabajarías

comerías

vivirías

Subjuntivo

Presente

trabajés

comás

vivás

Pretérito imperfecto del subjuntivo

trabajaras/ trabajases

comieras/ comieses

vivieras/ vivieses

Imperativo

trabajá

comé

viví

Fuente: Elaboración propia (2023)

Como se puede observar este paradigma, aunque cuenta con sus formas propias del voseo, también comparte algunas utilizadas en el tuteo, por lo que el argumento expresado por Rojas (2003) sobre la fusión del paradigma tuteante y aquel del voseante medieval se cumple a cabalidad y nos da como resultado nuestro paradigma voseante americano.

El voseo costarricense en la literatura

El voseo en el habla del ser hispanoamericano nunca ha tenido el mismo valor y fue en el pasado objeto de denigración. En palabras del propio Menéndez (2018), el voseo es un “vulgarismo”, una “incorrección de lenguaje”. Sin embargo, fue para otros motivo de orgullo, como lo puso de manifiesto Angulo (2009) al afirmar que fue en Argentina, en el año 1982, cuando la Academia Argentina de Letras eleva el voseo a su condición de norma culta, marcando así un hito histórico en defensa del voseo en Hispanoamérica.

En palabras de la propia Real Academia Española, en su libro El buen uso del español, la situación del voseo en América es muy variada, pues mientras en algunos países es inexistente, en algunos combatida y en otros sinónimo de desprestigio social, hay quienes lo usan día a día y en donde es norma culta, por ende su rango se eleva aún más.

La situación sociolingüística del voseo es compleja e inestable. De haber estado sujeto a una fuerte presión normativa y haber sido combatido por la enseñanza, ha pasado a ser la forma general del trato de confianza en Argentina, el Paraguay, Uruguay, Costa Rica, Nicaragua, Chile, Bolivia y en algunas regiones de Colombia, Venezuela y el Ecuador, aunque la estimación social no es la misma en todas las variedades.

En otros países, su uso está más restringido. Así, en El Salvador no excede el ámbito de la lengua familiar y carece de prestigio fuera de ella, mientras que en Panamá es eminentemente rural y su empleo resta prestigio social. (Real Academia Española, 2013: 275)

En Costa Rica, el voseo goza de un rango de norma culta; por lo tanto, este ha trascendido la esfera de los tratos familiares e íntimos para adentrarse hacia los dominios de la literatura y hacerse de esta manera presente como elemento característico de la idiosincrasia costarricense. Varios son los autores que han querido poner de manifiesto este rasgo lingüístico característico del ser costarricense. Ilustraremos este elemento lingüístico del español de Costa Rica por medio de algunos extractos de las obras literarias de diversos autores como: Joaquín Gutiérrez, Carlos Luis Fallas, Max Jiménez, Ana Cristina Rossi y Carmen Lyra, dignos exponentes de la literatura de este país.

Comenzaremos por la obra Puerto Limón, escrita por Joaquín Gutiérrez en 1950; en dicha novela se relatan los aconteceres de un país inmerso en la huelga bananera de 1934, la cual tuvo lugar en la provincia de Limón, costa caribe costarricense. Cabe mencionar que esta zona vivió mucho tiempo subyugada bajo la explotación bananera de la United Fruit Company.

En el centro del baño había un taburete donde me senté y del techo bajaba una canoa por donde dejaban salir el agua. Y ella paradita, con un jabón y un cepillo lista para bañarme. ¿Este es el baño?, le pregunté. “Ajá”, me dijo. ¿Y vos me vas a lavar? “Ajá”. Sólo decía ajá… (Gutiérrez, 1950: 10)

El autor describe de una manera jocosa y natural tal evento propio de la interacción social en la zona; continúa presentándonos un extracto más en donde se ponen en evidencia las conversaciones típicas de las personas en torno a este acontecimiento político-social:

En el coche del ferrocarril hierven las conversaciones.

- El Gobierno está pegado con saliva.

- ¡Qué va!, vos no conocés a don Ricardo.

- Te lo digo por los gringos […]

- […]Nunca se había visto nada igual.

- No creás, si ya en tiempos de Volio. (Gutiérrez, 1950: 14)

Más adelante, por la pluma del autor, conocemos más de cerca la vida de Silvano, personaje principal de esta trama y sus conversaciones con su tío Héctor Rojas, padre de Diana y dueño de la finca a la cual ha sido llamado Silvano para trabajar:

- ¿Me trajiste el rifle?

- Sí, tío, aquí está. ¿Se lo paso?

- No, después. Ahora contame cómo te fue en el bachillerato… (Gutiérrez, 1950: 17)

En la cita anterior se puede observar cómo el tío Héctor hace uso del voseo para dirigirse a su sobrino; sin embargo, aun tratándose de una interacción de índole familiar, Silvano ustedea a su tío como marca de respeto; es algo muy normal en las interacciones voseante-ustedeante de la sociedad costarricense.

En la siguiente cita, extraída también de la misma obra, se puede observar esa predominancia del voseo usado entre los protagonistas al tratarse de interacciones entre iguales, lo cual es un rasgo típico del voseo americano.

-Silvano, ¿estás despierto? -Su tío se ha sentado en la cama.

-Sí.

- ¿Estás oyendo?

-Sí.

- ¿Qué crees que será?

- No sé, tío, no sé. (Gutiérrez, 1950: 30)

El uso del voseo en su forma imperativa se encuentra también presente en la obra de Gutiérrez, como lo podemos observar en las siguientes citas de este autor: “Desde lejos, brotando de las entrañas de la noche, va naciendo aquel desfile de pesadilla. - ¡Diana! ¡Vení, vení pronto!” (Gutiérrez, 1950:31). O bien:

- ¿No hay culebras por aquí? – Preguntó Tapón.

- Andan dundas. Abrí cuatro ojos y no toqués nada con las manos […]

A Tapón le dio un ataque de rabia.

- ¡No camino más! Aquí me quedo, ¡mierda!

- Bueno, vos sabrás.

- ¿Y qué putas vamos a comer?

- Me lo decís como si yo tuviera la culpa. -Se miraron de frente, largamente.

Al cabo de un rato descubrieron en la rama de un guanacaste una mona con un monillo a la espalda. Estaba sentada a unos quince metros del suelo.

- ¡Allá, allá, en esa rama, dispárale!

- ¡Cómo se te ocurre que vamos a comer mono!

- ¿Y por qué no? Yo tengo retortijones de hambre. Préstame el revólver entonces. (Gutiérrez, 1950:136)

Sin duda, Joaquín Gutiérrez supo retratar muy bien dos aspectos importantes de la sociedad costarricense de la época; por un lado, un problema de índole político-social que se desarrolló en el país durante la primera mitad del siglo XX y, por otro lado, ese rasgo lingüístico característico del español de Costa Rica.

Otro de los autores costarricenses comprometidos y exponentes del uso del voseo en la literatura es Carlos Luis Fallas -Calufa- quien en su novela Mamita Yunai plasma en cierto grado sus memorias juveniles, ya que durante esta época trabajó en la provincia de Limón para la United Fruit Company, por lo que aprovechando su compromiso social denunció las injusticias y las miserias vividas por los trabajadores de la trasnacional bananera.

Por medio de las siguientes citas se evidencia el uso del voseo por parte de los protagonistas de la trama:

- ¡Qué carajada! -exclamó-. Estos indios no entienden lo que uno les dice… ¡A ver, hablales vos, deciles que se retiren porque es prohibido amontonarse encima de la mesa! (Fallas, 1941: 51)

Cuando pudo hablar y dirigiéndose a mí:

- ¿Qué decís vos del asunto?

- ¿Yo? Pues, qu’el renco mató muy bien matao al macho… (Fallas, 1941: 114)

Como se puede observar, se trata de interacciones cotidianas entre iguales, por lo que el uso del voseo por parte del autor es más que justificado, ya que, como hemos visto, actualmente el voseo americano se usa prioritariamente en las interacciones dentro del mismo estrato social.

Otra de las obras literarias costarricenses escritas durante la primera mitad del siglo XX es El Jaúl, de Max Jiménez. En él se retrata la esencia del ser campesino de altura y de la vida en un pueblo con problemas sociales; los referentes de ese día a día se expresan mediante el uso de un lenguaje realista que retrata el habla popular. Es quizás esta una de las obras literarias en donde mayormente se da la presencia del voseo, puesto que se retratan esas interacciones diarias entre los personajes y, por lo tanto, se privilegia esta forma de tratamiento sobre otras. Veamos algunos ejemplos:

El albañil dijo, despistando del punto principal:

- Todas mis primas son putas.

A lo que contestó el carpintero:

- Lo mismo vos, renegado, si hubieras sido mujer.

- Y vos, ¿por qué defendés a mis primas? (Jiménez, 1947: 74)

En la cita anterior, así como en la siguiente, se presenta una interacción entre iguales donde el uso del voseo es más que evidente: “Vos sí que sos jactancioso. El diablo te lo va a tener en cuenta.” (Jiménez, 1947: 74).

En esta otra cita se puede observar una vez más la forma voseante, pues el autor pone de manifiesto interacciones lingüísticas efectuadas dentro del mismo grupo social al cual pertenecen los interlocutores:

- Mirá, chunguero, por allí andan diciendo que vos le tenés miedo a Jeremar. Yo soy tu amigo, vos lo sabés, y me jode que digan eso.

Chunguero se puso rojo y agregó:

- Ese siempre me anda de juida.

Ya lo he de agarrar para que no diga lo que es mentira.

Y el Torta:

- Vos sos el más valiente de aquí. No te dejés chollar. Jeremar no dice que vos seas pendejo, qué va, no se atreve. Pero cuando le hablan de vos suelta una sonrisita muy jodida. (Jiménez, 1947: 77)

Finalmente, en este último extracto de la obra de Jiménez se puede notar el uso de la forma voseante en su modo imperativo. En la cita anterior se pudo observar también la forma negativa del voseo: “-Callate vos, sinvergüenza. Siempre bocón. Qué sabés vos lo que dijo el Ministro. Seguro ni lo vieron. ¿Vos no sabés que los Ministros son muy importantes? “(Jiménez, 1947: 125)

Otra de las grandes exponentes de la literatura costarricense es sin duda Carmen Lyra, seudónimo de María Isabel Carvajal, quien se destacó durante la primera mitad del siglo XX como una insigne escritora, pero además pedagoga y política. Considerada por muchos como una de las fundadoras de la narrativa realista en el país, supo plasmar en su obra prima Cuentos de mi tía Panchita ese realismo del ser campesino costarricense.

Esta obra está compuesta por una serie de 23 textos cortos que son principalmente cuentos; entre ellos destaca sin duda alguna “Uvieta”, cuento que relata las astucias de un pobre anciano que vivía solo en su casa. Veamos un extracto de este cuento y como en él se da la presencia del voseo:

- Uvieta, que manda a decir Nuestro Señor que si se te ofrece algo. Él no viene en persona porque no es conveniente, vos ves… ¡Al fin Él es quien es! ¡Qué parecía que Él tuviera que repicar y andar la procesión!

- Yo no quiero nada —respondió Uvieta.

- ¡No seas sapance, hombre! Pedí, que en la Gloria andan con vos ten que ten. No te andés con que te da pena y pedí lo que se te antoje, que bien lo merecés (Lyra, 2005: 21)

Como se pudo observar, se trata de un pasaje que retrata la interacción entre personajes iguales, por lo que la escogencia del voseo es atinente. Además, se puede observar la utilización de la conjugación voseante del presente del indicativo y también del imperativo positivo en la fórmula “pedí” y su uso negativo en la conjugación del verbo ir: “no te andés”.

Dejamos de lado los autores costumbristas de la primera mitad del siglo XX para presentar a una autora más contemporánea: Ana Cristina Rossi, quien produjo su obra a finales del siglo XX. Rossi publica su libro La Loca de Gandoca en el año 1992; esta obra comparte, al igual que las obras citadas de Joaquín Guitiérrez y Carlos Luis Fallas, la característica de literatura comprometida, pues denuncia una problemática sea social, política o ambiental como es el caso. En su obra, Rossi denuncia esa problemática y lucha ambientales por salvar el Refugio de Vida Silvestre Gandoca-Manzanillo1. Daniela, la luchadora incansable de la historia, debe no solamente luchar por salvar ese refugio natural, sino también debe hacerles frente a los problemas de alcoholismo de su esposo, por lo que se podría decir que una vez más estamos frente al retrato de la sociedad de esa época, como lo estuvimos con las obras anteriormente citadas de Gutiérrez, Fallas y Jiménez.

Pondremos de manifiesto mediante tres citas el uso del voseo en la obra y en cuáles situaciones se hace uso de él:

Vos me trajiste aquí. Me raptaste, Carlos Manuel, para darme una lección completa sobre el amor y sobre la función espiritual de la luz… (Rossi, 1992: 5)

En esta cita como en la siguiente, se puede ver cómo el uso del voseo está presente en el ámbito de las relaciones íntimas familiares al usar la conjugación voseante del presente del indicativo:

Y en ese instante tuve la horrenda certeza de que vos y yo, Carlos, los diecisiete hermanos de Wallis y Wallis -cuyos padres habían nacido y vivido y amado en esa costa y bautizado en mecatelia2 sus maravillas– estábamos exactamente al comienzo de una profanación.

Sentí tu boca y el aroma embriagante de una flor del ilang ilang que traías en la mano. Dijiste, “para vos”. Dijiste, “te quiero” …

…Sentada en tus piernas, mecida en tus brazos por el oleaje residual de la pasión me atreví a preguntarte:

––¿Cuánto va a durar esto, Carlos?

––¿Te referís a cuánto va a durar nuestro amor?

––Sí, ¿nuestro amor, la felicidad, esta playa perfecta, el olor de las flores salvajes? (Rossi, 1992 :12)

Al tratarse de una conversación de pareja, se entiende que se da entre iguales y por ende la autora hace uso del voseo para expresar la confianza y la familiaridad con que los personajes interactúan entre sí. Finalmente, una última cita en donde al igual que en las anteriores se da el uso del voseo para explicitar las conversaciones entre iguales y se presentan ambos verbos conjugados en el presente del indicativo: “Daniela, ¿vos que tenés casa allá, vos sabés a cuánto compraron los italianos la tierra?” (Rossi, 1992 :24)

Finalmente, por medio de los extractos antes presentados, se ha podido ver cómo el fenómeno lingüístico del voseo, en Costa Rica, encontró abrigo en las producciones literarias a lo largo del siglo XX; sería interesante en publicaciones futuras poder analizar nuevos extractos de obras más contemporáneas y ver qué tan presente se encuentra dicho aspecto lingüístico.

El voseo en la educación costarricense

Es el Ministerio de Educación Pública (MEP) el ente rector de la educación en el país; es el encargado de dictar las pautas de lo que se debe y cómo se debe enseñar, mediante los programas de estudio de las diferentes disciplinas que componen el currículo educativo costarricense.

El sistema educativo costarricense está organizado por ciclos desde el preescolar, pasando por el I y II ciclos que corresponderían a los seis años de la educación primaria, el III ciclo que corresponde a los tres primeros años de la educación secundaria y se concluye con el ciclo de educación diversificada que serían los dos últimos años de la secundaria.

En el marco de una transformación curricular concluida en el año 2017, el Ministerio de Educación Pública presentó nuevos programas de enseñanza para las disciplinas lingüísticas, entre ellas español; al ser esta la lengua oficial del país -así reza en el artículo 76 de la Constitución Política- debe otorgársele gran atención, pues es necesario formar a los ciudadanos en un uso correcto de este idioma y de esta manera garantizar una comunicación adecuada.

En el caso particular de Costa Rica, el español es la lengua empleada por la mayoría de la población y esto lleva a la necesidad de prestarle particular atención, con el propósito de fortalecer su uso, dirigido al logro de una comunicación eficiente desde sus diversas aristas. Esta es una tarea de la que se ocupa, particularmente, el Ministerio de Educación Pública (MEP), durante todo el proceso educativo en la asignatura de Español (comunicación y comprensión lectora), al velar por el diseño y la puesta en práctica de un currículo atinente que fortalezca en el estudiantado el desarrollo de las habilidades para comunicarse y para la comprensión lectora. (Ministerio de Educación Pública, 2017: 1)

La enseñanza-aprendizaje del idioma español, según el programa de estudios del MEP, se encuentra fundamentada en la teoría de la competencia comunicativa, la cual engloba, según Lomas (1999), el conjunto de estrategias, saberes y habilidades que hacen posible la comunicación por medio del uso de la lengua en los diversos contextos y situaciones de intercambio comunicativo.

El programa de estudio de la asignatura de español busca propiciar diferentes situaciones de aprendizaje, que les permitan a los estudiantes potenciar sus competencias lingüísticas mediante el uso adecuado de elementos idiomáticos en diferentes contextos de comunicación tanto oral como escrita. Para tal fin, se propone el estudio de distintos temas en torno al idioma español y. por supuesto, aquel que nos interesa para los fines de esta investigación: las formas de tratamiento.

En dicho programa de estudio, en el apartado titulado: “Abordaje metodológico por nivel”, se presenta una serie de criterios de evaluación transversales que deben ser objeto de estudio en los diferentes niveles de la educación secundaria desde séptimo hasta undécimo años. Vemos cómo dentro de los criterios de evaluación transversal pertenecientes a las competencias oral y escrita se mencionan cuáles son esos temas que deben ser abordados año con año:

1. Describir la forma como se conjuga el verbo, según cada una de las formas de tratamiento: voseo, tuteo, uso de usted.

2. Comunicarse oralmente, de acuerdo con la forma de conjugar el verbo, en las tres formas de tratamiento: voseo, tuteo, uso de usted.

3. Evaluar la forma de tratamiento empleada para comunicarse con diferentes interlocutores que representan distintos grados de relación: familiares, amigos, jefaturas, menores, entre otros. (Ministerio de Educación Pública, 2017: 34)

Como se puede observar, se parte de una primera observación y descripción de las diversas formas de tratamiento para luego inducir a una situación de comunicación en muchos casos artificial, pues no todos los alumnos usan la misma forma de tratamiento y, por ende, desconocen las otras, a las cuales quizá no son confrontados cotidianamente.

Finalmente, se presenta el abordaje de las diferentes formas de tratamiento como un tema transversal en donde el voseo, así como el tuteo y el ustedeo, son abordados en igual medida y forma. No se consigna en ningún apartado del programa de estudios una secuencia pedagógica consagrada al estudio histórico y evolutivo del voseo, ni mucho menos a su adquisición ni sistematización dejando, así se entiende, muy a criterio profesional del docente su estudio riguroso o no, por lo que se podría decir que en los programas de estudio de español el tratamiento del voseo como norma culta de comunicación en la sociedad actual costarricense no es ampliamente presentado ni difundido, lo cual no le permite al estudiante su conocimiento profundo ni la adquisición de su uso correcto.

Conclusiones

A partir de nuestra reflexión académica sobre el origen, conformación y uso del voseo, podríamos llegar a las conclusiones siguientes:

El voseo es quizá uno de los rasgos lingüísticos con más historia del idioma español, ya que sus orígenes transcienden épocas que van desde la Roma antigua hasta nuestros días. El voseo ha sido testigo de la gran aventura del idioma español, desde su eclosión en la península ibérica hasta su implantación en tierras americanas. Fue uno de los elementos lingüísticos más prestigiosos de nuestro idioma durante los siglos VIII a XIV, usado en ocasiones comunicativas solemnes tanto en España como en América.

A pesar del surgimiento en España de nuevas formas de tratamiento, las cuales fueron implantadas también en el Nuevo Mundo, el voseo nunca dejó de acompañar a las nuevas poblaciones y solamente descendió de su pedestal hidalgo para adentrarse en los espacios más recónditos del vasto imperio español; aquellos que por sus situaciones geográficas, sociales o económicas no fueron grandes polos de difusión cultural en América.

El voseo, como sinónimo de igualdad entre los locutores, encontró en el español de Costa Rica un nicho apto para su desarrollo y preservación a través del tiempo. Quizás el aislamiento geográfico y económico del país durante la colonia, con respecto a los otros países del Reino de Guatemala y de los demás virreinatos, colaboró aún más en ese arraigo del voseo. Sumado a eso, a diferencia de muchas otras sociedades latinoamericanas, a lo interno de la sociedad costarricense siempre ha primado un sentimiento de igualdad entre las distintas clases sociales por lo que el carácter igualatorio del voseo vino a contribuir a esta dinámica social.

Como se pudo evidenciar, el voseo en Costa Rica posee un estatus de norma culta, por lo que su utilización a diferencia de muchos países de Centroamérica no se limita solamente al ámbito familiar. Y su uso se torna común en las producciones literarias; a este respecto, analizamos una muestra de esa literatura costarricense, dicha costumbrista, de inicios del siglo XX en donde lo común además de exponer el realismo social fue el uso del voseo en los diferentes tiempos y modos. Además, una obra literaria escrita durante la segunda mitad del siglo XX puso de manifiesto un problema político-ambiental vivido en la Costa Rica de finales de la década de los noventa y también el uso una vez más de un voseo pronominal-verbal, característico de la variante costarricense del español.

En nuestro análisis -desde el punto de vista curricular- del programa de estudios de español, del Ministerio de Educación Pública de Costa Rica, presentado como un programa nuevo y remozado, fruto de la reforma curricular del año 2017, se hizo evidente la carencia de elementos que destacaran y alentaran la enseñanza y el uso cotidiano del voseo entre los y las escolares.

Se encontró que la forma de abordar el voseo en el programa de estudios del MEP es bastante ligera y se hace en bloque, junto con otras formas de tratamiento como el ustedeo y el tuteo. Además, no se da un estudio formal, detallado ni histórico del porqué de esta forma de tratamiento de uso frecuente en el país. Se ve como un tema transversal a lo largo de los cinco años de la educación secundaria, pero deja un vacío en su estudio sistemático formal, por lo que a largo plazo podría ser contraproducente para el mantenimiento del voseo como forma de tratamiento en el país.

Sería deseable que el Ministerio de Educación Pública ejerciese un rol más preponderante en el estudio y visualización del voseo, forma de tratamiento que compartimos con dos tercios de la población hispanohablante y de esta manera darle ese valor a la variante costarricense del español.

Finalmente, esta investigación no se constituye como la última palabra en lo que respecta al estudio del voseo americano. Por el contrario, se pretende que sea un aporte más -de un arduo defensor del voseo- a esa línea de investigación de quienes compartimos ese afecto por la lengua española. Sería interesante analizar, más adelante, la obra literaria de autores costarricenses contemporáneos y ver cuál es la forma de tratamiento privilegiada. Conjuntamente, se podría plantear ante las diferentes instancias del MEP la inquietud sobre el lugar de la enseñanza-aprendizaje del voseo en el sistema educativo y, de esta manera, poder llegar a ese estudio sistemático formal y así asegurarnos su uso y preservación en el español de Costa Rica.

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1 Refugio de vida silvestre situado en el Caribe sur de Costa Rica.

2 Mecatelia: dialecto local, utilizado en el Caribe costarricense.


Recibido: 16 de marzo, 2023

Aceptado: 15 de abril, 2023

Doi: 10.15359/ra.1-33.6


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