Reflexión política

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Nicaragua desde la danza: revolución y transformación


Roberto Picado-Rocha Profesor, bailarín y coreógrafo

Escuela Nacional de Danza Adán Castillo, Nicaragua

Recibido: 15 de julio de 2019

Aceptado: 20 de diciembre de 2019

DOI: https://doi.org/10.15359/tdna.36-67.6


Resumen


Este ensayo busca compartir con ustedes una visión de la práctica personal de la danza en Nicaragua. Este es un escrito desde mi punto de vista, desde mi realidad y desde

Abstract


This essay seeks to share my personal vision of the practice of dance in Nica- ragua. This is written from my point of view, from my reality and from what I have had to do for my people, Nica-

lo que me ha tocado hacer por mi pueblo, Nicaragua, en un antes y un después histórico con el triunfo de la revolución de 1979. Mi visión presen- ta un panorama d los cambios acae- cidos en las artes a partir de dicho proyecto político.


Palabras claves: Danza en Nicara- gua, política y arte, desarrollo y arte, arte en América Central, artes en América Latina

ragua, in a historic before and after the triumph of the 1979 revolution. My vision presents a panorama of the changes that have taken place in the arts as a result of that political project.


Keywords: Dance in Nicaragua, pol- itics and arts, development and arts, arts in Central America, arts in Latin America


Resumo


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Este ensaio procura partilhar convosco uma visão da prática pessoal da dança na Nicarágua. Isto está escrito do meu ponto de vista, da minha realidade e do que tive de fazer pelo meu povo, a Nicarágua, num antes

e depois histórico, com o triunfo da revolução de 1979. A minha visão apresenta um panora- ma das mudanças que tiveram lugar nas artes em resultado deste projecto político.


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DOI: https://doi.org/10.15359/tdna.36-67.6

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Palavras chave: Dança na Nicarágua, política e arte, desenvolvimento e arte, arte na América Central, arte na Amé- rica Latina


En las artes en Nicaragua hay un antes y un después de 1979, año en que triunfa la Revolución Popular Sandinista. En el devenir histórico, el hito es marca, como en todos los contextos de la vida. Antes de aquella época, las artes, en general, y principalmente la danza, eran una exclusividad, porque la ejecutaban y la disfrutaban solo los que tenían el poder económico. Las danzas clásicas y contemporáneas eran exclusivas para las niñas y jóvenes adineradas, porque la danza folklórica era vista como una danza de indios descalzos y jinchos.


Algunos maestros tuvieron el privile- gio de recibir clases de técnica clásica o moderna y fue pura suerte del destino y fueron los únicos en hacer en aquel mo- mento, danza académica. Ellos fueron Heriberto Mercado, Alejandro Cuadra, Haydée Palacios y la maestra Irene López maestro de familias humildes, pero con grandes deseos de hacer algo por la danza. Más adelante les contare la herencia y aportes que han dada a la historia de la danza en Nicaragua.


Pero las que lucían bien y brillaban con sus trajes de tutú clásico eran la maestra Ana Amalia Sierra y María Antonieta Siero, que ya para 1979 tenían sus ac-

ademias privadas de danza clásica. Es meritorio que ellas después de todo ini- cian y fueron las precursoras de la dan- za clásica. Hay que reconocer también que fue la maestra Ana Amalia Sierra quién después de 1979, con el apoyo del FSLN crea la Escuela Nacional de Danza Clásica.


En los años sesentas la maestra empírica Chonita Gutiérrez, el canta-autor Cami- lo Zapata y el papá de la maestra Irene López el señor Francisco López dan los primeros pasos en la conformación de las primeras agrupaciones de proyec- ción artística de los bailes folklóricos nicaragüenses, y luego la maestra Irene López, el profesor Bayardo Ortíz y An- tonio Dávila dan continuidad y son los tesoneros de la danza folklórica.


He de mencionar que la danza folklóri- ca se hacía en cada una de las fiestas patronales como una herencia ancestral y parte del pueblo. En el periodo de 1970 a 1978 se crean las agrupaciones folklóricas de la maestra Haydée Pala- cios. Macehualt del maestro Alejandro Cuadra, Ballet Folklórico Nicaragüense del maestro Ronald Abud, todos ellos apoyados por los colegios y la UNAN de Managua.


Como suelo decir, después de reflexionar sobre la historia, luego de una transformación social, ocurre en el arte también esa transformación, y en


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Nicaragua en menos de cincuenta años han ocurrido tres.


La primera en 1979, con el triunfo de la Revolución y es cuando se da la época de ero en Nicaragua del 1979 al 1989, en esos años se fortalece el arte, la cultura y el ámbito social. Y no quie- ro hacer apología política, pero señalo estos triunfos históricos, desde los que tenemos como resultado la creación de dos Escuelas Nacionales de danza. La primera en el año 1980.


La maestra Irene Lopéz, el profesor Ba- yardo Ortiz, la maestra Evangelina Vi- llalón, mexicana, y la profesora Patricia López de Colombia fueron fundadores de la Escuela Nacional de Danza en per- files de danza folklórica y contemporá- nea. Hoy en día la Escuela Nacional de Danza Adán Castillo.


La segunda, que ya mencioné la Escuela Nacional de Ballet. Además, es funda- mental mencionar las Casas de Cultura en cada uno de los municipios del país donde se desarrollan todas las discipli- nas del arte. He de agradecer en ese pe- riodo, me refiero a la época de oro, a los maestros de Cuba, México, la URSS y otros países que aportaron su granito de arena para el fortalecimiento de la dan- za. De Costa Rica contamos con el apo- yo de la maestra chilena Elena Gutiérrez, residente en este país, y otros muchos.

Todos estos maestros mencionados de 1979 a 1989 apoyaron el inicio, creci- miento y fortalecimiento de las futuras generaciones de la danza. Como ejem- plo, modestia aparte mi persona que acompañado de los compañeros de la primera y segunda graduación de bai- larines iniciamos la danza moderna y contemporánea en Nicaragua. Haré mención de algunos compañeros: Glo- ria Bacon, Guillermo Márquez, Ligia Espinoza, Patricia López, Alenka Díaz, Félida Gaitán, José Wheloock, Elving Vanegas, Rosa María Corea, Verónica Arana Yadira Alemán y otros muchos más que fuimos aportando el granito de arena para ver hoy en día la danza en Nicaragua.


También es importante la conforma- ción de la primera agrupación de danza moderna y contemporánea que dirigió la coreógrafa y bailarina hoy en día Glo- ria Bacon.


La segunda transformación, se da en el año 1990, cuando se cambian todos los esquemas bajo el Gobierno que dirigía doña Violeta Barrios de Chamorro, primera mujer presidenta, pero que representaba a la derecha y quería borrar todo lo que se había realizado en el periodo del gobierno sandinista. Y todas las artes comienzan a buscar cómo sobrevivir y por supuesto de lanza no queda fuera de ello. La compañía se comienza a desarticular


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y las compañías nacionales creadas en el período precedente desaparecieron. Los bailarines Gloria Bacon, Patricia López, Juan Carlos Barrios y mi persona volvimos a conformar, con otras generaciones. Danza Contemporánea y realizamos el Festival de Danza Contemporánea en Nicaragua.


De 1990 a 2007 se sobrevivió. Pero tam- bién se intercambió experiencia con otros países como Finlandia, Suecia, Holanda y otros más. Como bailarín, maestro y co- reógrafo, seguí fortaleciendo, formando y creando las nuevas generaciones.


En 1995, específicamente, fundé el grupo infantil de danza moderna y folklórica Studio Experimental 95, con el cual participé en varios festivales del proyecto Margarita Esquivel. Tuve la oportunidad de representar a Nicara- gua en varios festivales en Finlandia, luego hice una estadía por dos meses en la Escuela de Danza en Finlandia, gracias al apoyo de los maestros Tarjia Rinne, Alpo Altokoski y otros más. En el año 2000 dejé de bailar y me dediqué ya más a la docencia, esto me llevó a los colegios y las universidades, pero sobre todo y a donde me siento realizado a las comunidades más desprotegidas en mu- nicipios y comarcas. Así, puedo decir que desde el año 1987 he compartido talleres de danza en los departamentos de Masaya, León, Chinandega, Estelí, Matagalpa, Boaco, Nueva Segovia, Ca- razo, Granada y Rivas.

La tercera transformación se dio en el año 2007, cuando vuelve el FSLN al poder. Se ha ido retomando los proyectos artís- ticos-culturales, ahora con la autonomía de las Alcaldías en cada uno de los depar- tamentos, y aunque el Gobierno central continúa proponiendo, haciendo planes para apoyar y desarrollar las artes, la danza sigue sus esfuerzos de crecer.


A partir del año 2013 estoy en el mu- nicipio de Tola Rivas. Donde he for- mado los dos grupos existentes en el municipio de los Nuevos Tiempos y el grupo de danza Pilas-Coyol. Estos gru- pos cuentan con integrantes con gran- des condiciones y están formando una nueva generación de bailarines. Desde el año 2007 estoy integrado a la Escuela Nacional de Danza Adán Castillo, don- de se forman los bailarines profesiona- les y los instructores de danza folklórica. Esta es mi experiencia, es mi historia, la que puedo contar desde mi país Nicara- gua-Nicaragüita.


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