TDNA

Temas de nuestra américa

e-ISSN: 2215-3896.
(Enero-Junio, 2023). Vol 39(74)
DOI: https://doi.org/10.15359/tdna.39-74.12
Open Acces: https://www.revistas.una.ac.cr/index.php/tdna
e-Mail: temas@una.ac.cr
Licencia: CC BY NC SA 4.0


RESEÑA

Roig, Elisabeth, Empecinado filósofo de la esperanza. Bibliografía anotada de Arturo Andrés Roig. En el centenario de su nacimiento, Ciudad Autónoma de Buenos Aires: CLACSO, 2022, 1637 pp.

Por María del Rayo Ramírez Fierro

Universidad Autónoma de la Ciudad de México, México


Este breve texto tiene la intención de presentar un esbozo del libro de Elisabeth Roig sobre su padre, el filósofo e historiador de las ideas mendocino Arturo Andrés Roig, a partir de lo que la autora nombra como estudio biobibliográfico anotado, y cuya metodología rebasa la mera catalogación, al superar las aproximaciones dicotómicas generalizadas que separan vida de obra y texto de sus entornos.

Esta obra imbrica otras dimensiones sin las cuales no se comprenden los horizontes del escrito de Roig como redes intelectuales e institucionales, así como lazos filiales y circunstancias familiares. En todo caso, dada la naturaleza de este texto, pretendo invitar con èl a otras personas a realizar sus propias lecturas.

Para lograr este objetivo parto de la imagen que la propia autora propone al asumirse como awaq, es decir, como tejedora de una compleja labor que recorre y se expande por distintos caminos, sendas y brechas, a partir de datos duros ofrecidos por las publicaciones de cada texto, y también, de otros provenientes del mundo de relaciones que hicieron posible un pensar y un escribir como una aventura en la que se cruzan compromiso, creatividad y afectos.

La extensión de la obra

El título del libro de Elisabeth Roig enuncia los vastos horizontes que recorre, Empecinado filósofo de la esperanza. Bibliografía anotada de Arturo Andrés Roig. En el centenario de su nacimiento. Se trata de una voluminosa obra porque se expone en 1637 páginas, cuyo número se antoja materialmente inmanejable entre las manos; páginas que, si extendiéramos en un muro de cristal para apreciar ambas caras impresas de las hojas, como algunas de las pinturas de Van Gog se exhiben en el museo que lleva su nombre en Ámsterdam, requeriría de muchos, muchísimos metros cuadrados, para poderla apreciar, toda ella desplegada, ante nuestras miradas.

Por imaginar la posibilidad de mirar esta obra como un gran tejido, saludamos el acierto editorial del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales de lanzarla al público como libro digital, cuyo formato nos permite recorrerla a través de los hipervínculos habilitados que convierten este enorme libro de Elisabeth Roig en una potente y pertinente herramienta para investigaciones ulteriores, al menos en los campos de la filosofía latinoamericana, la historia de las ideas y la intelectual.

Y nos detenemos aún más en la idea de extensión de este escrito, no solo por la cantidad de páginas que lo despliegan, sino por sus contenidos que recorren la vida y prolífica obra de “El Arturo”. Labor que germinó entre y desde las diversas circunstancias que posibilitaron su pensar histórico-filosófico, una y otra vez recomenzando –para usar el concepto propuesto por el filósofo mendocino– al perseguir tozudamente problemas, ideas e imágenes que anidan en las capas superficiales y profundas constitutivas de nuestra América.

Las grandes sendas de su confección

La identificación de la autora con su vocación de awaq, de tejedora, movilizó en mi lectura la imagen de esta obra como el trenzado de un gigantesco texto-textil-tejido de datos duros, imágenes, notas sueltas, vínculos personales, trayectorias, redes, genealogías conceptuales, como aquellos tejidos andinos que cruzan y envuelven diversas hebras que amarran su estructura a través otras múltiples hebras con distintas funciones y peso en sus formas, colores, texturas, y motivaciones y en la que convergen, de modo constituyente, las dimensiones materiales, personales, afectivas y colectivas.1

La identificación de Elisabeth Roig como awaq tiene una potente fuerza: arranca el textil/texto/libro de la producción impersonal y de su reproducción extensa y lo devuelve al hacer meticuloso del artefacto manual que deviene uno con el cuerpo entero que labora y desde donde se gesta para que la labor/tejido/texto crezca en diálogo amoroso engendrando un nuevo ser desde la fragilidad-fuerza del tendido multidimensional de las gruesas sendas que lo conforman hasta aquellas que permiten la emergencia de brocados sobrepuestos de afectos, imágenes, gestos, notas sueltas, comentarios o conceptos amarrados a la urdimbre de la dialéctica del discurso –pensamiento– y la social –realidad–, uniendo así la multidimensionalidad de los procesos materiales, operarios, psicoafectivos, intelectuales individuales y colectivos en un hacer minucioso y delicado.

Solamente quien teje sabe que este oficio recoloca a sus creadoras en medio de la rutina cotidiana y del trabajo, esferas que subordina para dedicarse de cuerpo entero y mente analítica a la guagua que crecerá fuerte y hermosa, y que se entrega a otros y otras como un nuevo ser en el mundo pensado como algo que hace falta, como regalo y, no pocas veces, como legado.

Esta labor ancestral y mayormente femenina pone en marcha habilidades complejas: ordenar, diseñar, clasificar, torcer, sopesar, tensar, anudar, rematar…; acciones que rompen con las falsas dicotomías entre teoría/práctica, razón/cuerpo, sensación/emoción, individual/colectivo, sentir/pensar.

Recorridos

Abren la obra dos prólogos, uno de Adriana Arpini, y otro de Raúl Daniel Escandar quienes presentan el sentido, naturaleza y contenido no solo desde la valoración crítica de la obra emprendida, sino también desde la afectividad que la atraviesa.

En esta misma línea colocamos las páginas del epílogo escrito por Yamandú Acosta y que tienen la finalidad de abrir una reflexión a partir de los textos que quedaron en el escritorio de Roig a su muerte.

Las grandes sendas que conforman la obra de Elisabeth Roig organizan el escrito completo publicado en cuatrocientas diecisiete páginas y que se divulgaron de 1935 a 2022, al incluir reediciones de su obra y publicaciones de su autoría después de su muerte (parte A).

En este último caso se encuentra el reciente libro emitido en México como Luchas emancipadoras en América Latina, coordinado por Hugo E. Biagini, Arturo Andrés Roig y Juan Caros Ayala Barrón (México: UACM/Universidad Autónoma de Sinaloa, marzo de 2023), el cual ilustra las dificultades de financiamiento y las políticas de facto de las editoriales universitarias que hay que sortear para la publicación de obras como esta.

La organización cronológica de los datos duros de la extensa obra publicada de Roig se acompaña de la presentación de textos que enmarcan, para una mejor comprensión, su contenido.

Otra de las sendas transitadas por la autora es el conjunto de entrevistas realizadas a Roig y notas periodísticas en diarios y revistas en la parte B y que se exponen aproximadamente en cien páginas. Este camino permite valorar la circulación del filósofo como persona y la recepción de sus ideas en distintas geografías y espacios académicos.

No menos importante es la parte C compuesta por los manifiestos, las declaraciones y los testimonios impulsados y firmados por Roig que muestran sus compromisos políticos e intelectuales más urgentes.

Dos grandes carreteras reconstruidas por Elisabeth Roig son las dedicadas a las tesis y proyectos de investigación que Roig dirigió (parte D) y la presentación de obras publicadas sobre y desde él (parte E) que abren un gran abanico de redes y complicidades intelectuales directas e indirectas con quienes fueron sus discípulos y discípulas. La amplitud del tejido de estas redes se aquilata en las cerca de seiscientas páginas que componen ambas sendas.

La parte F, titulada “Biografías de Arturo Andrés Roig” presenta la vida a través del autorretrato literario desde la propia mirada del filósofo en dos textos inéditos: una carta a Rodolfo Pérez Pimentel y el discurso de bienvenida y desagravio, del 5 de agosto 1984, leído en la ceremonia en la que se le restituye a Roig de sus cátedras en la facultad de Filosofía de la Universidad Nacional de Cuyo de las que fue cesado en agosto de 1975 y ganadas por procedimiento judicial en el frágil retorno a la democracia.

Acompañan a estas autoimagen en el espejo de la escritura de Roig otras miradas cruzadas por el reconocimiento intelectual y el afecto de colegas y familiares, y una cronología que recorre la intensa vida del empecinado filósofo de la esperanza.

Es inevitable, para quienes conocimos a Roig, buscar en algún pliegue de su vida y en el despliegue de su pensamiento nuestras propias preocupaciones y afán, que dejan de ser personales al mirarlas insertas en un horizonte mayor de vivencia y comprensión epocales y de las cuales Roig fue –y es– un referente.

Elisabeth Roig incluye en la parte G el índice de autores y autoras consignados en el libro, en las entrevistas y en las notas periodísticas, y en la obra publicada sobre Arturo Roig. Las cerca de noventa páginas de este recorrido ofrece los vínculos electrónicos donde se cruzan publicaciones y proyectos personales en la gran red de pensadores y pensadoras de Nuestra América nucleadas alrededor de Roig y su pensamiento.

Cierra la obra la organización de los caminos transitados por esa red de pensadores y pensadoras (parte H), a través de ideas fuerza de la filosofía de Roig, recogidas en epígrafes que alumbran sus propios pasos, dedicatorias, agradecimientos impresos, hallados como manuscritas en su biblioteca, y referencias a obras consultadas, fondos documentales durante la investigación que culmina es esta cartografía intelectual de un filósofo incansable por vivir, pensar y escribir para hacer de este nuestro mundo un lugar para la dignidad humana y para la esperanza.

Se incluye en esta parte un anexo fotográfico (pp. 1531-1620) que reúne imágenes diversas de sendas extendidas en el tiempo y en la geografía de nuestra América; ellas ilustran instantes del mundo cabalgado por Roig.

Un recuerdo

Quiero detenerme, antes de poner punto final a esta reseña en la fotografía de la página 1566, allí Roig está junto a Horacio Cerutti conversando con otras dos personas en lo que parece una pausa –¿o brindis?– del Congreso Nacional e Internacional de Filosofía en Guanajuato, México, en diciembre de 1981. En ese instante congelado en el tiempo por una cámara, su porte era ya de “El Arturo” de la fotografía que abre el extenso libro de Elisabeth Roig: perspicaz, afable y generoso.

En ese evento académico conocí a Roig –a quien seguramente me presentó Horacio Cerutti, desde entonces mi maestro– tras escucharlo en la mesa sobre Filosofía latinoamericana. Recuerdo que Roig sacó de su portafolio un juego de fotocopias de la ponencia que preparó para esa ocasión, con ese gesto compartió su reflexión con una joven mexicana estudiante de Filosofía. Había olvidado que la ponencia que escuché de su viva voz fue «La experiencia iberoamericana de lo utópico y las primeras formulaciones de una “utopía para sí”». En este momento reconozco lo importante que fueron esas fotocopias –ahora amarillentas por el paso del tiempo– para iniciar mi cavilación sobre la utopía y lo utópico, regresando una y otra vez a las aportaciones filosóficas de Arturo Andrés Roig.

Una última mirada

El complejo tejido que Elisabeth Roig pone ante nuestros ojos despliega una vida volcada a la reflexión, al pensamiento, a su expresión escrita, hacer posibles proyectos para pensar, debatir y escribir; una vida transida por y desde de las vicisitudes de la contingencia y atravesada por diálogos abiertos porque, como Arturo Roig sostenía y practicaba, una voz no es propiedad individual, sino que su materialidad compleja incluye estratos donde habitan personas con quienes se está de acuerdo y otros que se polemiza.

Por esta estrategia metodológica que es, a su vez, resonancia de las ideas filosóficas sostenidas por el actor/autor, esta extensa obra, aventura en sí misma –es decir recorrido propio, arduo y gozoso– de Elisabeth, hija del filósofo mendocino, permite comprender los avatares de la filosofía latinoamericana, la historia de las ideas de la segunda mitad del siglo XX a la primera década del XXI y, al mismo tiempo, fecundarlas.

Referencias bibliográficas

Arnold, D. y Espejo, E. (2013) El textil tridimensional. La naturaleza del tejido como objeto y como sujeto. La Paz: ILCA/Serie Informes de Investigación, II, n.º 8, mayo.

Biagini, H., Roig, A. y Ayala, J. (2023) Luchas emancipadoras en América Latina, México: UACM/Universidad Autónoma de Sinaloa, marzo.

Roig, E. (2022) Empecinado filósofo de la esperanza. Bibliografía anotada de Arturo Andrés Roig. En el centenario de su nacimiento, Ciudad Autónoma de Buenos Aires: CLACSO.


1 Imagen que me lanzó a releer la hermosa obra de la antropóloga Denise Y. Arnold y la diseñadora boliviana Elvira Espejo, El textil tridimensional. La naturaleza del tejido como objeto y como sujeto (2013).

ambientales EUNA UNA

Instituto de Estudios Latinoamericanos (IDELA)
Universidad Nacional, Campus Omar Dengo
Apartado postal: 86-3000. Heredia, Costa Rica
Teléfono: +506 2562-4056
Correo electrónico temas@una.ac.cr