Revista Universidad en Diálogo • Vol. 6, N.°1, Enero-junio 2016, pp. 81-94

ISSN 2215-2849 • EISSN: 2215-4752

DOI: http://dx.doi.org/10.15359/udre.6-1.5

Url: http://www.revistas.una.ac.cr/index.php/dialogo/index

Correo electrónico: universidadendialogo@una.cr

Sociometría y teatro espontáneo como metodologías para la transformación y el encuentro: Jóvenes costarricenses en contextos de violencia

Sociometry and spontaneous theater as methodologies for transformation and encounter: Young Costa Rican in contexts of violence

Diego León Páez-Brealey

Universidad Nacional

Heredia, Costa Rica

diego.leon-paez.brealey@una.cr

Esteban Gerardo Alfaro-Orozco

Universidad Nacional

Heredia, Costa Rica

estebanalfaroorozco@gmail.com

Francisco Rodríguez-Víquez

Universidad Nacional

Heredia, Costa Rica

frannckpsico@gmail.com

Recibido: 22/8/14 Aceptado: 19/2/16

Resumen: El fin de este estudio es mostrar el teatro espontáneo (T.E.) y otras técnicas innovadoras para el accionar grupal y comunitario, como instrumentos para la investigación y la extensión en diversos contextos. Se profundizará en las experiencias del grupo UNA Compañía de T.E. a través del proyecto denominado: “Ditsú: Jóvenes costarricenses como agentes de transformación social en contextos de violencia una propuesta desde el teatro espontáneo” favorecido con el Programa Becas Taller del Ministerio de Cultura y Juventud, una experiencia desarrollada en cinco colegios de comunidades con bajo índice de desarrollo humano. El T.E. es una forma de improvisación teatral con bases teórico-metodológicas de la sociometría y el psicodrama, que utiliza los recursos estéticos de las artes escénicas, la danza y la música. A diferencia de la propuesta teatral clásica, el grupo de T.E. no llega a una función con libretos previamente escritos ni ensayados, sino que las historias serán narradas por las personas que asistan a cada función, quienes tendrán la oportunidad de verlas representarse por un grupo de actores y actrices entrenados, junto con un músico y un director o conductor. UNA Compañía de T.E. es un grupo interdisciplinario que nace en la Universidad Nacional en octubre del 2012, con estudiantes de psicología, artes dramáticas, relaciones internacionales, filosofía y sociología, el cual procura involucrar a las personas como protagonistas de sus propios procesos de transformación.

Palabras clave: Teatro espontáneo, comunidades, transformación, juventud.

Abstract: The purpose of this study is to show the theater of spontaneity (T.E.) and other innovative techniques for group and community action, as tools for research and social impact in different contexts. The text will deepen into the experiences of the T.E. company “UNA Compañía de Teatro Espontáneo”, working in a Becas Taller project from the Costa Rican Ministry of Culture and Youth called: “Ditsú: Jóvenes costarricenses como agentes de transformación social en contextos de violencia, una propuesta desde el teatro espontáneo” (Ditsú: Costa Rican Youth as agents of social transformation in contexts of violence, a proposal from the theater of spontaneity), a work developed in five high schools in communities with low human development index. The T.E. is a form of improvisational theater with theoretical and methodological foundations of sociometry and psychodrama, which uses aesthetic resources of the performing arts, dance and music. Unlike the classical theater proposal, the T.E. group does not perform with pre-written and practiced scripts, but the stories in scene will be told by the people who attend the presentation, who will have the chance to see them represented by a group of actors and actresses trained, along with a musician and a director or conductor. “UNA Compañía de Teatro Espontáneo” is an interdisciplinary group born at the National University of Costa Rica, with students of Psychology, Performing arts, International Relations, Philosophy and Sociology, and seeks to involve people as actors in their own processes of transformation.

Keywords: Theater of Spontaneity, communities, transformation, youth.

Introducción

En su libro El teatro de la espontaneidad (1977), Jacob Levy Moreno, creador del teatro espontáneo, la sociometría, la terapia de grupos y el psicodrama, plantea que en 1921 inició un movimiento teatral que cuestionaba el teatro tradicional, en cuanto a la representación de obras estáticas y conservas culturales, generalmente escrito por autores, en muchos casos descontextualizados temporal y geográficamente de su representación escénica. Como alternativa, propone una forma teatral inspirada en las historias de las personas, en las escenas de sus vidas cotidianas, que de por sí merecen ser revividas y representadas en el escenario. Esta metodología fue la precursora directa del psicodrama, que tiene objetivos más terapéuticos que estéticos, y que hizo que Moreno dejara a un lado el desarrollo teórico - metodológico del Teatro de la Espontaneidad, que muchos años después (época de los 1970´s) es retomado en los Estados Unidos a través de Teatro Playback y en América Latina a través del Teatro Espontáneo.

De acuerdo con Moreno (1977) el Teatro de la Espontaneidad planteó una revolución en las artes escénicas tradicionales, de la siguiente manera (p.13):

1. Eliminación del dramaturgo y de la pieza escrita.

2. Participación del auditorio, para pasar a ser un “teatro sin espectadores”. Todos son partícipes, todos son actores.

3. Los actores y el público son ahora los únicos creadores. Todo es improvisado: la obra, la acción, el tema, las palabras, el encuentro y la resolución de los conflictos;

4. El viejo escenario ha desaparecido. En su lugar se implanta el escenario abierto, el escenario-espacio, el espacio abierto, el espacio de la vida, la vida misma.

En el presente estudio se busca mostrar el teatro espontáneo (T.E.) y otras técnicas innovadoras para el accionar grupal y comunitario (como lo son la sociometría, teatro del oprimido, técnicas psicodramáticas, etc.), como instrumentos metodológicos para la investigación y la extensión en diversos contextos socioculturales y comunitarios.

Para ello, se trabajará con los aportes del T.E. como una forma de improvisación teatral que toma sus bases teórico-metodológicas de la sociometría y el psicodrama. Utiliza recursos estéticos propios de las artes escénicas, la danza y la música. Su metodología también implica el involucramiento participativo y directo de la población en ejercicios teatrales de improvisación y representación de escenas propias, de su cotidianidad, contribuyendo así a concientizar y problematizar temáticas sociales circundantes a la realidad de quienes participan de cada taller -función (espacio del T. E.).

Se profundizará en las experiencias del grupo UNA Compañía de T.E. en el proyecto denominado: “Ditsú: Jóvenes costarricenses como agentes de transformación social en contextos de violencia una propuesta desde el teatro espontáneo”, desarrollado en cinco colegios de comunidades con bajo índice de desarrollo humano, como parte del Programa de Becas Taller del Ministerio de Cultura y Juventud de Costa Rica. Su fin ha sido facilitar procesos de transformación psicosocial en la población de jóvenes, promoviendo en esta generación el asumir un rol activo como agentes de cambio ante las manifestaciones de violencia en sus comunidades y entornos más próximos.

Estos 5 centros educativos de secundaria mencionados anteriormente, fueron seleccionados tomando en cuenta los resultados del Índice de Desarrollo Humano Cantonal y el Índice de Seguridad Ciudadana Cantonal, planteados por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD, 2011). Dentro de cada centro educativo se trabajó con grupos de un máximo de 30 jóvenes entre los 16 a los 18 años, en un proceso de 2 a 3 encuentros o fases denominados taller-función, de aproximadamente 2 horas y 30 minutos cada uno.

Contextualización y reseña

Quienes son jóvenes hoy, crecieron dentro del marco de protección internacional de los derechos de las niñas, niños y adolescentes. Castro y Espinoza (2005) afirman que: “sin embargo, la realidad revela que la implementación y el cumplimiento de estas normas no se han dado en un proceso simultáneo con el cambio social favorable en condiciones adecuadas y saludables, con oportunidades de acceso a la educación, la salud y el trabajo” (p. 11).

En cuanto a la situación de violencia, los mismos autores aseguran que las cifras sobre su incremento, protagonizada por jóvenes en América Latina y el Caribe, muestran que esta es cinco veces más alta que en cualquier otra región del mundo, según lo reporta el Programa de las Naciones Unidas (PNUD).

No obstante, según Castro y Espinoza (2005), en los países de la región el tratamiento de este problema aún no es integral, pues se atiende desde un enfoque jurídico que apela a medidas represivas que poco han modificado los factores determinantes asociados a la generación de la violencia.

La Organización Mundial de la Salud (cit. por Organización Panamericana de la Salud, 2002) define la violencia como el uso deliberado de la fuerza física o el poder, en grado de amenaza o efectiva, contra uno mismo, otra persona, un grupo o una comunidad, que cause o tenga muchas probabilidades de causar lesiones, muerte, daños psicológicos, trastornos del desarrollo o privaciones.

Esta puede ser sufrida, autoinfligida o ejercida sobre otras personas. Esta también es estructural, en tanto excluye a la población, sobre todo la adolescente, de las decisiones políticas y económicas que les competen.

Ante ello, surge la necesidad manifiesta por Sáenz y el Equipo CML-Madrid (2006), de propiciar la apertura de espacios institucionales en donde las y los jóvenes puedan analizar, construir y transformar su realidad, y en los que se promueva la experimentación y la creatividad junto a sus pares y nuevos referentes adultos.

De esta forma, afirma Hopenhayn (cit. por Castro y Espinoza, 2005), la participación de los propios grupos juveniles en programas de prevención de conductas violentas ha de tener un triple impacto favorable: sobre esas conductas, sobre la disposición de las personas jóvenes a involucrarse en la política pública y sobre la imagen que el resto de la sociedad tiene de estas generaciones.

De esta forma, se planteó el proyecto: “Ditsú: Jóvenes costarricenses como agentes de transformación social en contextos de violencia una propuesta desde el teatro espontáneo”, el cual procura, mediante la participación activa y protagónica de un grupo de jóvenes costarricenses, propiciar espacios de concientización y problematización de las situaciones de violencia que viven en sus comunidades, así como en los entornos en que se desenvuelven cotidianamente, esto como punto de partida para generar alternativas y procesos de transformación social.

A partir de ello, el proyecto pretende facilitar procesos de construcción, junto con los y las jóvenes, de alternativas posibles de solución para enfrentar las diversas manifestaciones de violencia o discriminación presentes en sus comunidades y entornos próximos. Coadyuvando, así mismo, a motivar el involucramiento de esta población como agentes participativos de transformación social de las diversas situaciones problemáticas que atraviesan sus respectivas comunidades y espacios de socialización, promoviendo de esta forma el fortalecimiento sociocomunitario.

Lo anterior se apoya en lo planteado por el Consejo Nacional de la Niñez y la Adolescencia, la Universidad de Costa Rica, PRIDENA y la UNICEF (2011) sobre el derecho a la cultura como estimulador de la participación directa de los individuos, pues permite a las personas menores de edad, tener la oportunidad de ser ciudadanos y ciudadanas activas, responsables y con opinión, esto es, protagonistas de los procesos de transformación social y de la realidad de sus contextos.

Basándose en la metodología “taller-función” desarrollada por UNA Compañía de Teatro Espontáneo, que integra elementos de la sociometría, el psicodrama, el sociodrama, el teatro de lo oprimido, y otras metodologías para el accionar grupal-comunitario, se plantea realizar dos funciones en tres centros de educación pública secundaria ubicados en zonas marginales dentro del Gran Área Metropolitana (GAM) y tres intervenciones en dos centros educativos fuera del GAM, específicamente en las zonas de Jícaral-Lepanto de Puntarenas y Bataan de Limón.

Este proyecto está a cargo del grupo: UNA Compañía de Teatro Espontáneo, que surge desde la Escuela de Psicología de la Universidad Nacional de Costa Rica en octubre del 2012, y está formado por un grupo interdisciplinario de profesionales y estudiantes de las carreras de psicología, artes dramáticas, música, movimiento humano y sociología. Procura ser un catalizador de las dinámicas grupales y comunitarias, que involucra a la población como ciudadanos activos de sus propios procesos de transformación psicosocial.

La iniciativa se pretende realizar entre los meses de febrero y noviembre del año en curso (2014). De esta manera, la propuesta busca plantar una semilla (Ditsú1) en las y los participantes de las instituciones educativas, para iniciar un proceso de problematización del lugar de los y las jóvenes dentro de sus comunidades. Al igual que lo propone la psicología comunitaria, se enfocará no solo en las “déficits” de las personas, los grupos, las instituciones y las comunidades, sino en sus fortalezas, oportunidades y procesos de fortalecimiento psicosocial.

El objetivo general del proyecto es promover procesos de transformación psicosocial en las generaciones de jóvenes, como agentes de cambio ante las manifestaciones de violencia en sus comunidades y entornos más próximos.

Etapas o fases del proyecto

Se seleccionaron cinco centros educativos de secundaria con características de comunidades en marginalidad socioeconómica definidos por criterios como el índice de desarrollo humano cantonal y el índice de seguridad ciudadana cantonal (PNUD, 2011). Dentro de cada centro educativo se trabajara con grupos de un máximo de 30 personas, de jóvenes que estén cursando el décimo o el undécimo año, es decir, entre los 16 hasta y los 18 años. El lugar en el que se desarrollara cada taller / función debe ser un espacio amplio para 50 personas, ventilado, y que cuente con por lo menos una salida eléctrica para 110 voltios.

Con cada uno de estos cinco grupos de jóvenes, se trabaja en un proceso de dos o tres encuentros, en cada una con un taller /función de aproximadamente dos horas y media cada uno. Entre cada encuentro se ha estableció un espacio temporal de aproximadamente dos meses.

En la primera fase del proyecto se pretende conocer los centros educativos y establecer el primer contacto con cada uno de los grupos, en el que se hace la presentación del proyecto y de la metodología de trabajo. Inicialmente, esta suele despertar resistencias en algunos y algunas jóvenes, ya que implica una participación activa a través del juego, poniendo el cuerpo en acción. En el proyecto se formulan los siguientes objetivos específicos que se pretenden alcanzar durante esta primera etapa, a saber:

- Generar espacios que contribuyan a concientizar y problematizar diferentes manifestaciones de violencia presentes en los contextos en que se desenvuélvela juventud.

- Construir, junto con los grupos de jóvenes, alternativas de solución para enfrentar las diversas manifestaciones de violencia presentes en sus comunidades y entornos próximos.

En la segunda fase del proyecto se enfocará el esfuerzo por abarcar el siguiente objetivo específico:

- Incentivar el involucramiento de jóvenes como agentes de cambio de las diversas manifestaciones de violencia en las comunidades y contextos en que se desenvuelven.

En esta fase también se realizará un cierre con cada uno de los grupos de trabajo, en los que se expliciten los principales aprendizajes, aportes, conocimientos del proceso, así como compromiso hacia el futuro de la comunidad que se desea.

Justificación del proyecto

Tal y como lo señala el décimo octavo Informe Estado de la Nación en Desarrollo Humano Sostenible (2012):

Una condición básica para que las personas puedan desarrollar sus capacidades y vivir la vida que valoran es que puedan desenvolverse en un entorno libre de amenazas a su integridad física y patrimonial. En Costa Rica este derecho fundamental ha sufrido retrocesos y hoy la sociedad es más violenta que una década atrás. (Informe Estado de la Nación, 2012, p. 110)

De manera clara, este informe hace referencia a un conflicto de alta relevancia a nivel sociocultural en nuestro país, la violencia, la cual hoy más que nunca se hace presente como una respuesta social a las situaciones que se enmarcan en los contextos y realidades deficitarias de nuestro país (Informe Estado de la Nación, 2012)

Un claro ejemplo de estas realidades, son las condiciones y oportunidades socioeconómicas deterioradas, que las y los jóvenes vivencian actualmente como parte de las carencias que se enmarcan en nuestro país.

El Informe Estado de la Nación (2012) señala, entre varios datos y aspectos referentes a las realidades de la juventud, que el mayor número de personas en pobreza es menor de 18 años, representando el 45.8%, del total de las personas pobres en nuestro país.

Ante estas condiciones, surgen situaciones y conflictos enfrentados por la población de diversas maneras, sin embargo, la violencia en nuestro país representa hoy una problemática social que se ha acrecentado, situación que tiene un impacto cada vez mayor en la juventud costarricense, con el incremento de niveles de participación en situaciones violencia.

En relación con este aspecto, el Estado de la Nación (2012) señala como preocupante la creciente participación de adolescentes en diversos delitos. El número de jóvenes recluidos en el programa nacional de atención a la población penal juvenil creció un 27,9%, y alcanzó un total de 600 a diciembre de 2011. Así mismo, señala la participación de un total 45 menores de edad como autores en casos de asesinato, lo que representa el 10,6% del total de homicidios registrados en el año bajo análisis (Informe Estado de la Nación, 2012).

La violencia social que sufren las personas jóvenes es reflejada también, a través de procesos de represión y censura, reflejados en los momentos en que buscan manifestarse en forma crítica contra de la realidad de sus comunidades, instituciones, y comunidades. Represión que a su vez es legitimada y hasta legalizada socialmente a partir de la consideración de su condición de ser personas jóvenes, adolescentes, colegiales, etc.

En relación con este tema, el sociólogo chileno, Klaudio Duarte Quapper, señala de manera acertada que:

El contexto adulto céntrico de nuestras sociedades ha construido un conjunto de mecanismos que le permiten a los grupos dominantes, por la vía de la ley, la política pública y las normas sociales, inhibir las expresiones de las poblaciones jóvenes que manifiestan rechazo, cuestionamientos o alternativas a las imposiciones. Desde discursos que exigen-ordenan ciertos hábitos y comportamientos a las y los jóvenes en sus distintos medios de vida, a políticas públicas mayormente remediales que les ven como beneficiarios pasivos y no les consideran como actores protagónicos, hasta legislaciones en que no se valida su palabra ni sus experiencias y se les cosifica en tanto la edad que tienen. (Duarte, 2005, p. 9)

En respuesta a esta y otras situaciones sociales que enfrenta nuestro país, en la presente iniciativa interdisciplinaria de profesionales en psicología, artes escénicas, sociología, filosofía y relaciones internacionales de la Universidad Nacional, surgió la idea de integrar el uso del teatro espontáneo como herramienta para generar espacios de problematización, construcción, aprendizaje, comunicación, escucha atenta y creativa en comunidades, espacios educativos y dedicados a la salud, entre otros.

Por medio de esta metodología psicosociológicateatral, se favorece, de manera efectiva, la improvisación, la espontaneidad, el juego y el encuentro entre personas, coadyuvando así a la construcción de alternativas de afrontamiento, solución y una posición activa ante conflictos personales, sociales y culturales encontrados comúnmente en el diario vivir de las personas. Se entiende la espontaneidad como la posibilidad de dar una respuesta adecuada a una nueva situación, o una nueva respuesta a una situación antigua, que a su vez permita construir “nuevas miradas” en las personas participantes.

Por lo tanto, a través del presente proyecto, se buscó facilitar en diferentes comunidades de jóvenes en nuestro país, procesos de reconocimiento y visibilización de las diversas manifestaciones de violencia presentes en el diario vivir, promoviendo así la construcción de posibles alternativas de transformación psicosocial que poblaciones jóvenes en nuestro país pueden desarrollar como protagonistas, dentro de sus entornos más próximos.

Para lograr este objetivo, el proyecto se apoya en las posibilidades de encuentro, respeto, comunicación, y espontaneidad creativa que permiten el sentido de pertenencia grupal habilitado a través de la herramienta del teatro y la expresión colectiva.

Este proyecto se construye y ejecuta a través de un abordaje interdisciplinario, integrando los aportes y perspectivas de distintas disciplinas, lo cual permite, durante cada taller - función, la posibilidad generar diversas visiones sobre las situaciones sociocultural que se pretende abordar, colocando al grupo cono principal fuente de conocimiento de su realidad / contexto.

Extensión geográfica

Para la ejecución de la presente intervención se seleccionaron inicialmente seis centros educativos de educación secundaria, ubicados en comunidades con características de marginalidad socioeconómica y bajo índice de seguridad ciudadana; esto, con el fin de impulsar procesos de transformación psicosocial en las comunidades con mayores necesidades de desarrollo humano, o donde el tema de la violencia y su impacto en la población joven represente una problemática importante. No obstante, debido al reducido número de intervenciones planteadas inicialmente en cada institución, se decide agregar una sesión adicional en los grupos de instituciones educativas fuera del GAM, pasando de tres a dos instituciones educativas, pero de dos a tres intervenciones en cada una de ellas.

Como se indicó anteriormente, la elección de las comunidades fue definida por criterios como los índices de desarrollo humano cantonal y seguridad ciudadana cantonal planteados por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD, 2011), en el Atlas del desarrollo humano cantonal de Costa Rica (2011), la Encuesta Nacional de Hogares (2011) y el Decimoctavo Informe Estado de la Nación (2012).

Así mismo, con el fin de poder mantener un mayor impacto a nivel nacional, en el presente proyecto insertarse en cinco comunidades diferentes, de las cuales tres de ellas pertenecen a la Gran Área Metropolitana (GAM), y las otras dos en regiones ubicadas fuera del GAM.

Por lo tanto, a partir de estos criterios, se determina que las comunidades o cantones con los cuales se trabaja al interior del GAM, fueron Desamparados, Heredia y Alajuelita, mientras que las instituciones ubicados fuera del GAM, fueron Lepanto y Matina, los cuales, a su vez, representan regiones heterogéneas de nuestro país.

Metodología del proyecto

El proyecto se desarrolla a través de una metodología que UNA Compañía de T.E. ha denominado “taller-función”. El taller es la primera parte de cada sesión/función de dos horas y media, en la cual se harán ejercicios que involucren a sus participantes a través de diversas técnicas sociométricas como: caldeamientos, tanto específicos como inespecíficos, juegos dramáticos, juegos de improvisación, juegos teatrales para personas que no son actores / actrices, entre otros. El objetivo metodológico es preparar a quienes participen para la temática de cada función, promoviendo el encuentro y facilitando el surgimiento de la espontaneidad y la creatividad. Esta fase es fundamental para crear un clima que promueva el compartir historias, pensamientos, deseos, sentimientos, así como para generar un espacio para la reflexión de lo vivido e incentivar la construcción de alternativas.

La función, que se presenta en la segunda parte de cada sesión / función, se desarrolla principalmente a través del teatro espontáneo (T.E), con elementos de la sociometría, el psicodrama, el teatro de lo oprimido y otros dispositivos de acción grupal y comunitario. El T.E. es una forma de improvisaciones teatrales con bases teórico-metodológicas de la sociometría, que utiliza los recursos estéticos de las artes escénicas, la danza y la música. Se trabaja esencialmente junto con comunidades y grupos, y a diferencia de la propuesta teatral clásica, la compañía o grupo de T.E., no llega con ningún libreto escrito ni ensayado, sino que las historias serán narradas por las personas que asistan a la función, quienes tendrán la oportunidad de verlas representarse por un grupo de actores y actrices entrenados, junto con un músico y un director o conductor. Las historias de las personas participantes dentro de un grupo se van “entretejiendo”, produciendo un efecto sinérgico y de co-construcción de la realidad.

Como propuesta interdisciplinaria, comparte algunos principios epistemológicos y éticos con la psicología comunitaria. El T.E. pretende, a través de la narración, de la construcción y de la representación de escenas, que las personas asuman un papel crítico y activo ante su realidad, contribuyendo al fortalecimiento comunitario, la transformación psicosocial, y su respectiva sensación de control sobre situaciones específicas de sus vidas.

En la tercera y última parte de cada taller / función, se abre un espacio para compartir comentarios, emociones, sentimientos, deseos, posibilidades de cambio y transformación, los cuales pueden ser representados a través de escenas por el grupo de actores y actrices, o a través de técnicas socio y psicodramáticas.

Principales resultados encontrados

A partir del trabajo llevado cabo durante las primeras etapas del proyecto “Ditsú: Jóvenes costarricenses como agentes de transformación social en contextos de violencia una propuesta desde el teatro espontáneo”, se identifican los siguientes resultados alrededor de la experiencia y consecución del objetivo general del presente proyecto:

- Primeramente, cabe señalar que la propuesta metodológica del teatro espontáneo, aún cuando implica el involucramiento directo de la población en ejercicios teatrales de improvisación y representación de escenas, resulta en términos generales para las y los jóvenes participantes, una experiencia motivadora, ante la cual han mostrado mucha receptividad. Sin embargo, cabe considerar las manifestaciones de resistencias al involucramiento en la temática por parte de algunos participantes en los grupos visitados, que se asocian por un lado con la metodología, pero sobre todo por la temática en sí.

- La temática de la violencia en las diferentes comunidades, sobre todo las que están ubicadas en el GAM, se presenta como procesos sociales naturalizados que se evidencian en los espacios e historias de vida elaboradas en cada sesión, las cuales son vistas como algo “normal” de la cotidianidad de las personas jóvenes y sus interacciones. A partir de la presente propuesta, se facilita un proceso de visualización de una problemática a partir de la relación de las posibles causas y consecuencias de las interacciones violentas, cuestionando y problematizando sobre su “normalidad” habitual.

- Se identifican también, espacios institucionales (instituciones educativas visitadas) donde se refleja directa o indirectamente una norma implícita el no hablar sobre el tema de la violencia vivida dentro o fuera de cada institución. Además de la naturalización subjetiva, esto se puede relacionar con formas de amenaza de carácter coercitivo ante quien “denuncie” lo que está sucediendo, ya que podrían convertirse en represalias al incumplimiento de estas normas, produciendo así una cultura del miedo, silencio que consolidan el status quo.

- En la sucesión de las primeras etapas del proyecto, se identificó que el tema de la violencia se presenta como una problemática compleja, multifactorial y multidimensional, y que está presente tanto en la sociedad, en las interacciones, vínculos, familia y contextos cotidianos. Al ser la violencia una problemática compleja, las formas de abordaje / intervención deben de pensarse en forma inter y transdisciplinaria, pero sobre todo, trabajando junto con las comunidades y poblaciones en la construcción de alternativas de solución. Para ello, es fundamental los procesos de fortalecimiento psicosocial de las poblaciones y sus habitantes, que permiten el abordaje y control de las situaciones que les aquejan. Dichos procesos de intervención deben de plantearse en forma estratégica, considerando las dimensiones temporales del corto, mediano y largo plazo, y como se mencionó anteriormente, con la participación activa de la comunidad.

- Por lo anteriormente expuesto, se considera necesario realizar modificaciones al proceso de extensión temporal del proyecto, así como analizar constantemente los dispositivos metodológicos de accionar grupal y comunitario para realizar los ajustes que se consideren oportunos. Hasta el momento, se considera que el número de sesiones por institución educativa resulta insuficiente para lograr problematizar, promover consciencia crítica en las diferentes poblaciones, pero sobre todo la posibilidad de construcción de alternativas de solución desde las y los participantes, como multiplicadores en sus diferentes contextos. El presente proyecto se modificó en el sentido de que se realizaron tres intervenciones en dos instituciones de zonas rurales (Jícaral y Bataan), con el fin de dar mayor profundidad a la experiencia de concientización y transformación de los grupos de jóvenes en contextos de violencia social. No obstante, este debe de ser un inicio de un modelo que comprenda un espacio temporal mucho más amplio y que permita “sembrar la semilla” de sólidos procesos de transformación psicosocial.

Referencias

Castro, A., y Espinoza, E. (2005). Experiencias participativas con adolescentes y jóvenes en proyectos de promoción de desarrollo juvenil y prevención de la violencia. Lima, Perú: Organización Panamericana de la Salud.

Consejo Nacional de la Niñez y la Adolescencia, Universidad de Costa Rica, PRIDENA y UNICEF. (2011). VII Estado de los derechos de la niñez y la adolescencia en Costa Rica. San José, Costa Rica.

Duarte, K. (2005). Violencias en jóvenes, como expresión de las violencias sociales. Intuiciones para la práctica política con investigación social. Pasos, 120, 1-19.

Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. (2011). Atlas del Desarrollo Humano Cantonal de Costa Rica 2011. San José: Universidad de costa Rica.

Moreno, J. L. (1977). El teatro de la espontaneidad. Buenos Aires, Argentina: Vancu.

Organización Panamericana de la Salud. (2002). Informe mundial sobre la violencia y la salud. San José, Costa Rica.

Programa Estado de la Nación en Desarrollo Sostenible. (2012). Decimoctavo informe de la nación en desarrollo humano sostenible 2011. San José, Costa Rica: CONARE.

Sáenz, A. y Equipo CML-Sede Madrid (noviembre, 2006). Adolescencia y violencia estructural en España hoy. II Taller de Grupo Formativo. La Habana, Cuba. Recuperado de http://www.procc.org/pdf/Adolescencia_y_violencia_estructural_Saenz_et_alt._2006.pdf

1 Semilla en lengua Bribrí.

 

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