Revista Ensayos Pedagógigos

Vol. XVIII, Nº 2. Julio-diciembre, 2023
e-ISNN: 2215-3330 / ISSN: 1659-0104

URL: http://www.revistas.una.ac.cr/ensayospedagogicos

LICENCIA: (CC BY NC ND)


Hacer un alto: docencia universitaria en las diferencias

Making a Stop: University Teaching in the Differences

Tatiana Jiménez-Cerdas1

Universidad de Costa Rica

Costa Rica

tatiana.jimenezcerdas@ucr.ac.cr

Resumen

Las pedagogías de las diferencias se basan en el reconocer a la otra persona, el conversar para hacer procesos educativos y crear nuevos conocimientos dentro de un contexto de inmediatez, el cual, empuja al sistema educativo a responder a ciertos parámetros o indicadores desde el hacer y enseñar en las aulas. El objetivo propuesto es reflexionar sobre el ejercicio de la docencia universitaria a partir de las pedagogías de las diferencias propuestas por Carlos Skliar. A raíz de lo anterior, se considera la pertinencia de hacer un alto en la premura para no pasar por alto los procesos formativos de las personas estudiantes; reconocer la multiplicidad, el hacer educación y la conversación dentro el contexto universitario; así como la alteridad como un aspecto importante dentro del sopesar docente, puesto que devela una “normalidad”, la cual no se puede sostener dentro de las aulas universitarias. Por tanto, la articulación de las pedagogías de las diferencias para la docencia universitaria radica en reflexionar sobre la urgencia, retomar la conversación en las aulas, así como la responsabilidad de la persona docente y el reconocer a las personas que forman parte del hecho pedagógico.

Palabras clave: Diferencias, docencia universitaria, pedagogía de personas adultas, pedagogía del otro.

Abstract

The pedagogies of differences are based on recognizing the other, engaging in dialogue to make educational processes and create new knowledge within an immediate context, which pushes the education system to respond to certain parameters or indicators from what is done and taught in classrooms. The proposed objective is to reflect on the exercise of university teaching from the pedagogies of differences proposed by Carlos Skliar. As a result, the relevance of making a stop in the rush is considered so as not to overlook the formative processes of the students, recognize multiplicity, and make education and conversation within the university context as well as alterity as an important aspect pondered by teachers since it reveals a “normality,” which cannot be sustained within university classrooms. Therefore, the articulation of the pedagogies of differences for university teaching lies in reflecting on this urgency, resuming conversation in the classroom as well as the responsibility of the teacher while recognizing the people who are part of the pedagogical act.

Keywords: differences, pedagogy of adults, pedagogy of the other, university teaching

Introducción

Las pedagogías de las diferencias resuenan como incidente desencadenante para la reflexión desde la docencia universitaria, en el reconocer a la otra persona, el conversar para hacer procesos educativos y crear nuevos conocimientos. Por lo tanto, es necesario hacer un alto y repensar en su articulación. La inmediatez del contexto globalizado empuja al sistema educativo a responder a ciertos parámetros o indicadores desde el hacer y enseñar en las aulas, en ese devenir se da la urgencia y la inmediatez, la cual inhibe el mirar y reconocer a las otras personas que también forman parte del hecho educativo.

A raíz de lo anterior, se propone articular, hacia el contexto universitario, las pedagogías de las diferencias propuestas por los escritos de Carlos Skliar (2002, 2005, 2018, 2019), en dónde se reflexiona sobre la urgencia, multiplicidad, el hacer educación, el lenguaje dentro de los procesos formativos y la alteridad, tanto para las personas estudiantes sino también desde la docencia, así como demás actores que confluyen en él.

De igual forma, se considera la alteridad como un aspecto importante dentro del sopesar docente, puesto que devela que la “normalidad” no puede sostenerse, esto se refleja en aquello que puede perturbar o generar incertidumbre en el hacer en las aulas universitarias. Detenerse en la urgencia para conversar y articular las pedagogías de las diferencias en el contexto universitario, que permitan la reflexión del hecho educativo, así como del ejercicio mismo.

Hacer un alto, ¿qué son las pedagogías de las diferencias, según Skliar?

En el acto de la pedagogía universitaria, es pertinente que, desde ese rol docente, se reflexione sobre las diferentes tendencias y corrientes pedagógicas que surgen dentro del contexto de la educación, las cuales pueden permear y replantear el accionar dentro de las aulas, con el fin de generar las piezas necesarias para que las personas estudiantes puedan tener las herramientas para construir sus propios conocimientos; los cuales son disciplinares, pero también de habilidades y actitudinales, lo que les permitirá integrarse dentro del contexto en el que son parte. Es, en este punto, que la labor docente debe plantearse desde donde se posiciona, y aparte de los contenidos disciplinares ¿qué más enseñamos en las aulas universitarias? ¿cómo se posiciona desde la docencia sobre las diferencias?

Comúnmente, el término diferencias a nivel discursivo trae consigo implicaciones negativas, juicios de valor, bien, ideas sesgadas; Skliar (2005), lo denomina como el “malentendido de las diferencias”, el cual da paso al proceso del diferencialismo, este consiste en señalar, segmentar y resaltar las diferencias desde una posición peyorativa. Por lo que propone, que las diferencias no sean presentadas, descritas o señaladas con adjetivos de superior o inferior, negativas o positivas, peores o mejores; sino simplemente, como lo que es: diferencias.

De hecho, el problema no está en qué son las diferencias, sino en cómo inventamos y reinventamos, cotidianamente, a los “diferentes”. Por ello hay que separar rigurosamente la cuestión del otro —que es un problema filosófico desde siempre, relativo a la ética y a la responsabilidad por toda figura de alteridad— de la obsesión por el otro. Y me parece que la escuela no se preocupa con la cuestión del otro, sino que se ha vuelto obsesiva frente a todo resquicio de alteridad, ante cada fragmento de diferencia en relación con la mismidad. (Skliar, 2005, p. 16)

A raíz de lo anterior, las pedagogías de las diferencias consideradas por Skliar (2002, 2005, 2018, 2019), proponen hacer un alto con el fin de reflexionar sobre la hospitalidad, la cual busca abrir un camino hacia el diálogo, en dónde según, Vergara (2021), se permite la convivencia desde la persona, en el coexistir frente a los desafíos, en el cohabitar desde la pedagogía, de ir acompañándose y de abrir canales para narrar y aprender de las experiencias.

Es entonces que, las pedagogías de las diferencias reflexionan sobre el hacer y la labor docente, pero también desde la institución y la comunidad ante el hecho pedagógico, ante las diferencias y ante el sueño utópico de construir un mejor lugar, con la finalidad de darle a la educación un espacio particular dentro de las relaciones, de repensar en las experiencias de cada integrante y que dejan huella en quien escucha, así como a quién la cuenta.

Desde la validación del lenguaje y sus múltiples formas, ésta busca reconocer el lenguaje de la infancia, el lenguaje del juego, el lenguaje de la comunidad, el lenguaje del otro que, le da su voz dentro de un contexto urgente en el que valor de la mercancía o del utilitarismo, suele opacar esas voces. Por lo tanto, en este ensayo, se invita a hacer un alto y reflexionar desde un lenguaje más poético sobre las pedagogías de las diferencias en la docencia universitaria.

Hacer un alto en la urgencia

Correr, pasar por alto

Correr, entregar, traspasar

Correr y omitir al otro

Correr sin mirar, sin descansar

¿cuándo hacer un alto?

¿cuándo reconozco y me reconozco?

Original

Actualmente, se vive en una constante premura, que se pasa por alto el camino, el proceso y se olvida de mirar a las otras personas que forman parte de ese trayecto. La docencia universitaria, como es sabido, va más allá de simplemente transmitir información, es propiciar el andamiaje que le permita a las personas estudiantes apropiarse de la información y hacerla su conocimiento.

Es de entender que, en un contexto globalizado que impulsa la urgencia, el constante cambio y la inmediatez en el producir, enseñar, aprender y hacer dentro de los procesos formativos universitarios, la labor de la docencia universitaria debe responder a las personas estudiantes e incluso a ese contexto pujante.

Esa urgencia que tan constante es dentro de las labores docentes, Skliar (2018) la define como la hamsterización del ser humano, término metafórico acuñado para designar a la temporalidad que viene de la prisa, la ocupación del tiempo, detalles de un tiempo apurado que se presenta como compensación al cansancio y al descanso, en dónde lo único que vale es la aceleración por sí misma. Esta premura nubla la vista, no permite en muchas ocasiones ver a las personas que están alrededor y, por otro lado, generan cansancio en la realización de las labores. “En realidad, lo que enferma no es el exceso de responsabilidad e iniciativa, sino el imperativo del rendimiento, como nuevo mandato de la sociedad del trabajo” (Byung-Chul, 2012, p. 29).

Este mandato del contexto donde se encuentra inmersa la educación tiene, sin duda, relación con la necesidad de responder a la productividad, al gran triunfo del capitalismo, la cual ha consistido en hacer creer a las personas trabajadoras que aquello que de verdad se desea no es la felicidad o la dicha, la diversión o el pensamiento, el trabajar menos o el tiempo de lectura, sino más bien la condena misma al trabajo (Skliar, 2018). A raíz de lo anterior, ¿Cómo se ve permeado de este pensamiento el quehacer de la docencia universitaria? Si bien es cierto, el ejercicio de la docencia se debe ver desde la pasión por el quehacer, en el deseo del desarrollo profesional y la satisfacción de acompañar procesos de las personas estudiantes, sin embargo, es necesario replantear hasta qué punto esa sobre-productividad influye dentro del contexto universitario.

Skliar y Téllez (2008), mencionan que, en las inquietantes contradicciones de la época y el contexto, no es de extrañar:

que el sistema educativo resurja como uno de los tópicos fundamentales de debate, en cuyas coordenadas es posible advertir miradas que apuestan a la educación, desde algo: el mercado, el éxito y la competitividad, la democracia, la ciudadanía, los derechos humanos, la diversidad cultural, la identidad, la pluralidad, la comunidad, el diálogo, el reconocimiento de la otra persona, la recomposición de los vínculos sociales y así por nombrar algunos indicadores. (pp. 8-9)

Es por esto por lo que, desde la docencia universitaria, se hace necesaria la reflexión, desde el panorama que presentan las pedagogías de las diferencias y su articulación dentro de la educación superior, la cual se encuentra bajo la mirada de esa urgencia y competitividad de las estructuras sociales, económicas y políticas con las que confluye. De ahí la necesidad de hacer un alto en la urgencia.

Hacer un alto, tres cuestiones de las pedagogías de las diferencias

Contarte y que cuentes

narrarte y que narres

nutrir y nutrirse

más allá de las descripciones

no es lo que se ve, es comenzar a mirar.

Original

Hay que hacer un alto, y preguntarse ¿de qué tratan las pedagogías de las diferencias? y ¿por qué es necesario su abordaje dentro del sistema de educación universitario? Esto Rradica en conocer a las personas desde la conversación, una mirada libre de prejuicio, y no desde la descripción de las deficiencias, carencias ni otro adjetivo peyorativo; el cual según Skliar (2019), trae consigo una connotación de negatividad, de la que nadie apartarse, como si se tratase de un lastre adosado a su cuerpo y biografía.

Por lo que, como menciona, Pascual-Morán (2014), “las pedagogías de las diferencias (en plural), suman las diferencias desde una multiplicidad de proyectos de posibilidad, en los cuales se busca aportar a la construcción de una educación en, para y desde las diferencias” (p. 26). En palabras de Skliar, en la conferencia de Parque Explora (2021), ésta busca reconocer lo que se le conoce como múltiple desde tres cuestiones: la multiplicidad, el hacer escuela y la conversación.

Multiplicidad

En lo múltiple, es dónde surge la idea de las diferencias, tal y como se ha mencionado previamente, ese temor al omitir, que deja de lado a las historias de las personas, las cuales pueden ofrecer la posibilidad de conocer otras verdades distintas a las personales. “Quisiera que las pedagogías de las diferencias fueran más allá de la descripción de los individuos y sino una narración de sus biografías que contados son las que nutren las pedagogías de las diferencia” (Parque Explora, 2021, 9m30s).

En este punto, es importante considerar, la mirada o la posición con la que se observa a las personas estudiantes, puesto que ésta tiene un valor (quiérase o no), cabe preguntarse entonces si la mirada docente se encuentra desde la superioridad o lo contrario, dado que, así como se ve…así se enseña, por lo tanto, es necesario aprender a mirar, como Skliar (2019) menciona, a desconocidos, pero no desde la omisión de la otra persona sino desde el hecho de acercarse a conocer sin prejuicios. A raíz de esto, ¿cómo se reflexiona en la docencia universitaria desde los casos particulares de cada persona?

Skliar (2019) plantea que, no existe como tal una neutralidad dentro del hacer y sentir educativo, siempre se enseña desde una posición, la idea será que esta no sea desde una posición de poder, de altanería sino más bien, desde la conversación y de la reflexión acerca de lo qué se enseña, como lo que realmente es importante evaluar dentro de las aulas universitarias.

Hacer escuela… hacer comunidad universitaria

En cuanto a la segunda cuestión, dentro de las pedagogías de las diferencias, el hacer escuelas responde más allá de ver la institucionalidad como tal, sino más bien, es entender las relaciones que se puedan dar de acuerdo con el contexto y a la época, en la que se consideren no sólo las personas participantes de las aulas sino también a la comunidad como poseedores de conocimiento valioso para el aprendizaje. Tal como menciona Skliar en Parque Explora (2021), se alude a la forma de entender que es hacer y que implica el hecho educativo.

Asimismo, Skliar (2019) y Parque Explora (2021) consideran la necesidad de resguardar a las personas estudiantes (en sus textos se enfoca en la niñez, sin embargo, eso no excluye el trabajo con las personas universitarias) de la exposición mediática, la cual incita a resaltar las diferencias. Por lo que, hacer escuelas es entender que es posible trabajar en una comunidad universitaria que desde la docencia y otras acciones desde los centros de educación superior puedan dialogar y cuestionar sobre este modus económico, publicitario y político en el que forman parte.

Es desde la enseñanza en contra del orden natural de las cosas, en no sostener privilegios, en no empujar hacia ganarse la vida sino más es buscar esa comunidad responsable, que cuida las vidas de las personas estudiantes desde el acompañamiento en los procesos educativos.

Esa idea encarnada en el presente, es la idea de crear otro tejido comunitario a los tejidos sociales vigentes de un mundo en estado de destrucción, de un mundo violento donde cuyo tejido social se ha descompuesto, y que esta idea de las pedagogías de la diferencia trata de reposicionar. (Parque Explora, 2021, 6m49s)

Conversación: centro de la pedagogía

La tercera cuestión a la cual se refieren las pedagogías de las “-diferencias”-, es a colocar el lenguaje como protagonista de hecho educativo, puesto que, “cuando se deja de hablar ya no hay vínculo, cuando no hay conversación los procesos formativos se esfuman, se pierden, se evaporan” (Parque Explora, 2021, 13m29s).

En la docencia, es necesario reflexionar incluso desde la misma experiencia como estudiante universitaria, en dónde los aprendizajes más significativos, de pronto han sido aquellos que se han mediado por la conversación que por encima del mero traspaso de información; puesto que tal y como menciona Ferry (1997), “la formación es hablar también de todo lo que se vive en una serie de experiencias y situaciones” (p. 68); y es que las pedagogías de las diferencias es reconocer otros lenguajes y otras historias que permiten nutrir el hecho educativo para preparar no sólo para la vida profesional sino también personal.

En relación con este nutrir pedagógico, Skliar (2019) y Parque Explora (2021), mencionan que, en el interior de las instituciones educativas, existen dos tipos de generaciones o tipos de lenguajes en los que hay eliminar la barrera del poder y crear ambientes narrativos. El primero es el lenguaje inventivo, metafórico o poético, y el segundo, aquel que proviene de lo académico o de una pretensión de altura; la idea es que, dentro del contexto universitario, ambos se reconozcan cómo válidos, donde puedan converger y ser formativos.

El lenguaje como centro en los procesos educativos, es cuando se conversa, se ven personas, se crean vínculos y se deja de lado la descripción o la identificación de las carencias en la otra persona. Lo cual permite, según Skliar (2019) y Parque Explora (2021), la creación de una atmósfera en la que todas las personas que estén presentes puedan tomar la palabra y hacerla suya, en un ambiente con una base de igualdad.

Las tres cuestiones de las pedagogías de las diferencias

Con el fin de hacer un alto y reflexionar sobre las tres cuestiones de las pedagogías de las diferencias en el contexto universitario, es necesario entender que, a través de la conversación se mira a la otra persona, más allá de una simple descripción de sus deficiencias, desde su propia historia. Pues, en el mirar, en el contar y que los lenguajes sean válidos desde la experiencia, se permite que estos sean significativos, permitiendo que los procesos formativos, puedan preparar para el ejercicio laboral pero también personal, en donde puedan cuestionar y dialogar la información que encuentran fuera del aula. Lo anterior, invita a reflexionar sobre la posición que se asume desde la docencia universitaria, pensando no solo en los y las estudiantes sino en reconocerles como personas.

Hacer un alto, ¿qué produce la otra persona?

Exposición de vidas

perturba la propia.

Sus ojos exponen las almas

perturba la norma.

¿Qué sensaciones produce esa no norma?

Original

Dentro de las pedagogías de las diferencias, así como se ha mencionado durante el transcurso de este escrito, se piensa en la otra persona, en la forma de mirar y de conversar con ese otro cuerpo, pero ¿qué sucede cuando desde la propia historia de vida, en la interacción con esa otra persona, se perturba la normalidad ya establecida? Alteridad, la cual revela una normalidad que se resquebraja frente a la figura de esa otredad.

Traducirlo a nuestra lengua, a nuestra gramática. Despojarlo de su lengua. Hacer del otro un otro parecido, pero un otro parecido nunca idéntico a lo mismo. Negar su diseminación, su pluralidad innombrable, su multiplicidad. Y designarlo, inventarlo, fijarlo, para borrarlo (masacrarlo) y para hacerlo reaparecer cada vez, en cada lugar que (nos) sea necesario. (Skliar, 2002, p. 96)

A raíz de lo anterior, Skliar, en Aprendemos Juntos (s. f.) menciona que, esa alteridad, invita a la reflexión de la norma y la no norma, la primera es aquella que homogeniza los procesos, en donde, en muchas ocasiones, desde el privilegio se acusa, describe conmiserativa o peyorativamente a la otra persona; la segunda, por el contrario, a anormalidad, es lo no normal, la cual invita a entender que hay otro cuerpo que también existe en el mismo espacio, en el mismo tiempo. Por lo que, “habría que considerar la existencia de una frontera que separa de modo muy nítido aquellas miradas que continúan pensando que el problema está en la ‘anormalidad’ de aquellas que hacen lo contrario, es decir, que consideran la ‘normalidad’ el problema” (Skliar, 2005, p. 16).

Es ahí donde surge la importancia de hacer un alto en la urgencia, en el tiempo, hacer un alto en el mirar para conversar con esos otros cuerpos distintos al propio, con el fin de no caer en los prejuicios.

Por lo que la invitación, desde la docencia universitaria, parte del enfoque que proponen Skliar (2002) y Parque Explora (2021), de una educación generosa, abundante y hospitalaria desde la exposición de otras vidas para poner al alcance de otros mundos y otros cuerpos; entonces, aquellas personas que han sido tachadas de diferentes o raras, no se les vea y juzgue tanto, sino que sean como cualquier otro; esto anuncia la generosidad y esconde la violencia en el hecho educativo.

¿Cómo se pueden generar encuentros generosos a partir de este punto en el contexto universitario? Considero que parte del ejercicio de la pedagogía universitaria es el reconocer las diferencias desde el ver personas no solo una descripción, si no desde el entender que se puede conversar de la existencia de la no normalidad. A partir de ver personas en las aulas universitarias, es necesario la autorreflexión como docente, y, también es válido, reconocer que, si se necesita ayuda para entender esa no normalidad que genera alteridad, se puede hacer. De ahí la idea de trabajar en el hacer comunidad dentro del contexto de educación superior.

Conclusión

A modo de cierre, se considera importante realizar hacer un alto para reflexionar y articular las pedagogías de las diferencias hacia el contexto de la docencia universitaria, esto con el fin de:

Articular para conversar,

para reconocer y reconocerme.

Articular para mirar,

para hacer comunidad,

para contarnos desde vos, desde mi

y desde puntos que convergen.

Original

A raíz de lo anterior, las pedagogías de las diferencias propuestas por Carlos Skliar, y su vinculación dentro del contexto de educación superior, se consideran cuatro grandes conclusiones: la docencia universitaria en la urgencia, el retomar la conversación en las aulas, la responsabilidad de la persona docente y el reconocer la “normalidad”.

Docencia universitaria en la urgencia

Las pedagogías de las diferencias invitan a hacer un alto dentro de la urgencia en la que la docencia universitaria se ve inmersa por las trincheras neoliberales. Esa urgencia que sobrecarga de labores, esa urgencia que, a pesar del amor al ejercicio muchas veces agobia e impide ver a las otras personas que también forman parte de las aulas.

Y en esa premura, ¿qué se enseña? Y, desde ¿qué posición se abordan los contenidos?, cuándo hacer pausa para no etiquetar, para no homogeneizar, para crear procesos en los que se nutran de las experiencias. Esa docencia universitaria que, a pesar de la urgencia, reflexiona sobre el “orden natural” y lo pone sobre la mesa para el diálogo con las otras personas que forman parte del hecho educativo.

Retomar la conversación en las aulas

La pedagogía en los contextos universitarios debe considerar el rol que el lenguaje y que la conversación tiene dentro de los procesos formativos. Es necesario retomar el narrar y escuchar de las demás personas, y cómo, a través de la escucha, se puede nutrir el hecho pedagógico, donde el aprendizaje converge en la docencia y las personas estudiantes.

Reanudar la conversación para entender los contextos, las historias de vida, para reconocer a las personas que integran las aulas, para fomentar vínculos, para, como mencionan Skliar (2019) y Parque Explora (2021), conversar con el propósito que el conocimiento no se evapore, puesto que cuando se deja de hablar se pierden los vínculos. ¿Cómo se pueden abrir espacios para conversar? Y, ¿qué abordar desde la conversación con las personas estudiantes? En este punto, es necesario reflexionar sobre la escucha atenta, siempre desde la asertividad, empatía y respeto, no solo hacia las demás personas, sino hacia la persona docente y el hecho educativo del que forman parte.

Responsabilidad docente

El rol de la docencia desde las pedagogías de las diferencias, no solo desde lo que evalúa y enseña, sino desde el interés en que las personas estudiantes puedan apropiarse de los contenidos. Skliar (2019), plantea que no, únicamente, son mediadores del aprendizaje, es ir más allá, es adquirir una responsabilidad ética, académica, e invitar a una travesía desconocida, hacia conocimientos innovadores.

La responsabilidad docente ve hacia las otras personas, acompaña procesos formativos, no deja a su suerte, no omite. Pero, también es responsable con su proceso como docente universitario y lo que implica, se cuestiona y busca dialogar. Porque en la docencia universitaria no solo aprenden estudiantes, se reflexiona desde una posición para entender el oficio y asumir responsabilidades en y para el ejercicio educativo.

Reconocer la “no normalidad”

La articulación de la alteridad en los procesos de educación universitaria va de la mano con el reconocer que no existe una normalidad, tanto dentro de la institucionalidad universitaria como fuera de ella. A raíz de esto, es necesario plantearse, ¿qué acciones se pueden realizar desde la docencia para desarticular la “normalidad”? Como menciona Skliar (Aprendemos Juntos, s. f.), se debe fomentar grupos y espacios donde se cuestione y dialogue sobre esa norma. De igual forma, es necesario, considerar qué aspectos perturban el accionar propio de la docencia y al identificarlos, reconocerse persona y pedir ayuda o sensibilización.

Por tanto, las pedagogías de las diferencias, permiten la reflexión del ejercicio de la pedagogía universitaria, tanto desde el rol docente, como de la misma institución educativa, ¿qué acciones se pueden realizar desde cada uno de sus actores? La respuesta, radica en el reconocimiento de cada uno dentro del contexto, por lo que, al ser un proceso personal dependerá de la posición que se tiene o se desea tener. Pero en ese camino:

Aprendamos a vernos personas,

aprendamos a escuchar,

aprendamos a dialogar y a narrar,

aprendamos de las experiencias

que las otras personas tienen por contar;

aprendamos a situar la no normalidad;

aprendamos de la urgencia,

pero no para que nos consuma,

sino para hacer un alto y reflexionar

sobre el accionar desde la docencia universitaria.

Original

Referencias

Aprendemos Juntos. (s. f.). Aprendemos Juntos - Carlos Skliar “Alteridad, Otredad y Educación”. [Video]. YouTube. https://youtu.be/zbxH18BOS0s?si=fALpWLTXyxQ7szwR

Byung-Chul, H. (2012). La sociedad del cansancio (A. Saratxaga y A. Ciria, trads.). Editorial Herder. (Obra original publicada en 2010).

Ferry, G. (1997). Pedagogía de la formación. Novedades Educativas.

Parque Explora. (2021). Pedagogías de las diferencias: somos personas, no moldes | Escuela En Bicicleta | Parque Explora. [Video]. YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=xP3WZgkukXI

Pascual-Morán, A. (2014). Apuntes y aportes para pensar y practicar una pedagogía de las diferencias. Revista de Educación de Puerto Rico, 47(1), 10-30. https://revistas.upr.edu/index.php/educacion/article/view/16322

Skliar, C. (2002). Alteridades y pedagogías. O ¿y si el otro no estuviera ahí? Educação & Sociedade, 23(79), 85-123. https://doi.org/10.1590/S0101-73302002000300007

Skliar, C. (2005). Poner en tela de juicio la normalidad, no la anormalidad. Políticas y falta de políticas en relación con las diferencias en educación. Revista Educación y Pedagogía, 17(41), 11-22. https://revistas.udea.edu.co/index.php/revistaeyp/article/view/6024

Skliar, C. (2018). Educar en épocas de aceleración e innovación. Revista Nómadas, 49, 13-25. https://doi.org/10.30578/nomadas.n49a1

Skliar, C. (2019). Pedagogías de las diferencias: (Notas, fragmentos, incertidumbres). Noveduc.

Skliar, C. y Téllez, M. (2008). Conmover la educación: Ensayos para la pedagogía de la diferencia. Noveduc.

Vergara, M. (2021). Entre la pedagogía de la ausencia y la hospitalidad. Reflexiones en torno a las diversidades y ser docente en Chile. Revista Foro Educacional, 36, 27-46. http://ediciones.ucsh.cl/index.php/ForoEducacional/article/view/2846/2224


Recibido: 6 de octubre de 2022. Aprobado: 5 de diciembre de 2023

http://doi.org/10.15359/rep.18-2.2

1 Docente en la Sección de Educación Preescolar en la Universidad de Costa Rica. Maestría profesional en Administración y licenciada en Artes Escénicas de la Universidad Nacional. https://orcid.org/0000-0002-1505-8040

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