letras

Revista Letras

e-ISSN 2215-4094 • ISSN 1409-424X

Doi: http://dx.doi.org/10.15359/rl.2-66.7

Número 66. Julio-Diciembre 2019

Páginas de la 165 a la 191 del documento impreso

URL: www.revistas.una.ac.cr/index.php/letras



Indicios del desplazamiento del guaymí en historias sociolingüísticas1

(Signs of the Displacement of Guaymi in Sociolinguistic Stories)

Rebeca Marín Esquivel2

Universidad Nacional, Costa Rica

Resumen

Con base en las historias sociolingüísticas individuales (conocidas también «historias de vida» o «biografías lingüísticas») de seis bilingües de español y guaymí, se muestran los indicios del desplazamiento del guaymí a favor del español. Esto se ha organizado en una entrevista semiestructurada que sirvió de guía para la conversación entre los entrevistados y la investigadora. Como resultado, se comprobaron diferencias sociolingüísticas relativas a la edad, la escolaridad y el empleo de una u otra lengua según el contexto comunicativo.

Abstract

Based on the individual sociolinguistic stories (also known as "life history" or "linguistic biography") of six bilingual speakers of Spanish and Guaymí, signs of the evident displacement of Guaymí in favor of Spanish are shown. This was achieved with a semi-structured interview that guided the conversation between the interviewees and the researcher. As a result, it was possible to confirm sociolinguistic differences related to age, schooling and the use of one language or the other according to the communicative context.

Palabras clave: historia sociolingüística, bilingüismo, guaymí, desplazamiento

Keywords: sociolinguistic history, bilingualism, Guaymi, displacement

Generalidades

El fenómeno del desplazamiento lingüístico se ha estudiado y descrito más sistemáticamente desde 1970, a partir de aproximaciones como la sociología del lenguaje, la obsolescencia lingüística y la sociolingüística. Entre los diversos autores que han tocado el tema están Fishman3, Dorian4, Thomason y Kaufman5, Zimmermann6, Appel y Muysken7, Thomason8, Crystal9 y Tsunoda10. Tal fenómeno se refiere a la pérdida de espacios comunicativos que afectan las lenguas minoritarias en favor de lenguas cuyos hablantes poseen más peso demográfico y tienen un lugar más alto en la escala socio-económica y cultural de la región o país. El desplazamiento lingüístico se encuentra muy asociado con la extinción de esas lenguas minoritarias, pues al carecer cada vez más de espacios para usarse, los hablantes las terminan abandonando, cortando con la transmisión generacional, por lo que las nuevas generaciones se hacen monolingües de la lengua mayoritaria. Con el desarrollo de los estudios de este tipo se han identificado diversos factores del desplazamiento de lenguas que incluyen el estatus de las lenguas (sean minoritarias o mayoritarias en un país o región), demográficos, institucionales y culturales.

En el caso de América, las situaciones de desplazamiento y muerte de lenguas se registran para todo el continente, como lo señalan estudios de Enrique y Muñoz11, Cerrón12, Terbong y Trujillo13, Hecht14, García y Terborg15, entre otros. Ellos exploran el desplazamiento de lenguas criollas y amerindias en favor de lenguas mayoritarias y políticamente impuestas. Para el caso del desplazamiento de las lenguas indígenas en favor del español, la bibliografía sobre desplazamientos lingüísticos y muerte de lenguas suele ser abundante; basta con aludir a la compilación de estudios incluidos en Palacios16, para conocer la problemática que afrontan las lenguas minoritarias habladas por comunidades indígenas históricamente marginadas, tales como los garífunas, los otomíes, los misquitos, los rama, los guaraníes, los mapuches, los morotoco y otras muchas comunidades más.

Las lenguas indígenas de Costa Rica presentan esa situación. El país alberga situaciones de desplazamiento y muerte de lenguas que hacen réplica del panorama mencionando anteriormente. En esto, Constenla Umaña17 y Sánchez18 coinciden en que las lenguas indígenas dentro del territorio costarricense se dirigen hacia su declinación, obsolescencia y extinción ante su constante desplazamiento frente al español como lengua mayoritaria. Así, Sánchez19 considera necesario desarrollar estudios en torno a la situación sociolingüística en cada comunidad, con el propósito de arrojar luz sobre el panorama completo del estado de conservación de cada lengua, estudios que deberían tomar en cuenta estratos generacionales, esferas de uso, perfiles sociolingüísticos de los hablantes y variación diatópica.

El propósito de estas páginas que siguen es servir de aproximación al estudio del desplazamiento de la lengua guaymí hablada en el territorio de Coto Brus en Costa Rica, lengua perteneciente a la familia chibcha (o chibchense)20. Este trabajo tiene características que lo acercan a un estudio de lingüística folk21 puesto que está basado en los testimonios suministrados por seis bilingües de español y guaymí en sus historias sociolingüísticas individuales22 más que en datos observacionales sobre el desempeño comunicativo de cada uno. Como testimonios y biografías lingüísticas, nos ofrecen una mirada interna e íntima al proceso que vive la comunidad guaymí y a sus autopercepciones lingüísticas.

Metodología

Han de tomarse en consideración los rangos etarios en los que se ubican los hablantes, ya que, conforme la edad aumenta, el carácter de estos y sus hábitos sociales, lingüísticos y comunicativos pueden llegar a ser modificados; asimismo, comparar la conducta lingüística de unos hablantes según la edad nos permite dar cuenta del cambio lingüístico dinámico y en curso23, por lo que vendría a constituir un criterio determinante para identificar los indicios del desplazamiento.

Según Moreno24, al no haber un acuerdo sobre los límites generacionales exactos, se recomienda fijar primero la edad mínima con base en los propósitos del estudio. A partir de ese mínimo se escoge el número de generaciones contempladas en la muestra y se establece un límite de cada cierto número de años entre estas. Por ello, de los seis integrantes de la muestra, se ubicaron dos hombres en cada uno de los tres rangos etarios: de 20 a 30 años, de 35 a 45 y de 50 a 60 años. Se eligió la edad de 20 años como la mínima apropiada para establecer los rangos etarios, puesto que se acerca a la edad en la que tradicionalmente se considera adulto al guaymí, pero logra incluir lo relativo de las prácticas culturales en la actualidad. De ahí que, siguiendo los planteamientos sociolingüísticos de Moreno25, se estudian tres generaciones, cuyos rangos etarios contemplan un aproximado de diez años para cada generación, más un margen de cinco años entre generaciones26.

Con respecto a la cantidad adecuada de hablantes para integrar la muestra poblacional, esta fue tomada en el transcurso de las primeras observaciones de campo. El acercamiento a un primer hablante sirvió de contacto con otros hablantes (muestreo en cadena). Posterior a la preselección de la muestra en cadena, se hizo una selección definitiva por muestreo «teórico» o «deliberado»27, es decir, «intencionado» o «predeterminado»28. Asimismo, es pertinente que, si bien las muestras pequeñas no resultan generalizables a una comunidad lingüística, la realización de estudios a menor escala permite tratar los fenómenos de manera profunda y holística, lo cual es de interés en un estudio exploratorio como el presente.

Además, se preparó una entrevista semiestructurada con el fin de elicitar y profundizar en cada historia sociolingüística individual (biografía lingüística o historia de vida). Al iniciar la entrevista, se le pidió al hablante información sociodemográfica básica: lugar de nacimiento, residencia actual, escolaridad, edad, ocupación y lenguas habladas por sus allegados. Posteriormente, se presentan 47 preguntas distribuidas en tres secciones, a saber: la infancia, la adolescencia y la adultez. Por medio de estas secciones fue posible identificar el empleo de las lenguas habladas por cada entrevistado en contextos comunicativos particulares. Además, cada sección se subdivide en tres bloques de preguntas identificados como A, B y C, en los que se representan posibles escenarios de interacción comunicativa (ver anexo 1). A continuación, se explican los elementos contextuales representados en la estructura de la entrevista:

Sección I. La infancia

Bloque A. Contexto: la casa

Interlocutores: familiares (abuelos, padre, madre y hermanos).

Bloque B. Contexto: la comunidad guaymí

Interlocutores: amigos(as) hispanohablantes y guaymíes, vecinos guaymíes (adultos jóvenes) y ancianos guaymíes.

Bloque C. Contexto: escuela

Interlocutores: compañeros(as) guaymíes e hispanocostarricenses, y maestra(o) (guaymí o hispanocostarricense).

La etapa de infancia se elicita a partir de la sección 1, dentro del cual el bloque A (la casa) comprende las preguntas lengua preferida en el contexto familiar, cuyos interlocutores corresponden a abuelos, padres y hermanos. Con el bloque B se indaga sobre la lengua que cada entrevistado empleaba cuando en la infancia para relacionarse con otros interlocutores de la comunidad, ya fueran niños, adultos jóvenes o ancianos. Asimismo, la información elicitada en el bloque C permitió identificar la lengua que cada entrevistado utilizaba en el contexto escolar para comunicarse con los compañeros y maestras(os).

Sección II. Adolescencia

Bloque A. Contexto: la casa

Interlocutores: familiares (abuelos, padre, madre y hermanos).

Bloque B. Contexto: la comunidad guaimí

Interlocutores: jóvenes de la misma edad, amigos(as) hispanocostarricenses, ancianos guaymíes, vecinos guaymíes (adultos jóvenes).

Bloque C. Contexto: el colegio

Interlocutores: compañeros(as) guaymíes, compañeros(as) hispanocostarricenses, profesor(a) guaymí o hispanocostarricense.

En el bloque A de la sección II se indaga el uso y función de las lenguas habladas en adolescencia dentro del núcleo familiar; en el bloque B, reúne elementos contextuales relativos al uso de las lenguas que integran el repertorio bilingüe de cada entrevistado en el contexto de la comunidad, mientras en el bloque C se elicita información en torno a las lenguas usadas por los entrevistados para comunicarse con compañeros del colegio y los profesores.

Sección III. La adultez

Bloque A. Contexto: la casa

Interlocutores: familiares (hijos(as), cónyuge, padres y abuelos)

Bloque B. Contexto: la comunidad guaymí

Interlocutores: amigos hispanocostarricenses, vecinos guaymíes de la misma edad, ancianos guaymíes, niños guaymíes y jóvenes guaymíes adolescentes.

Bloque C. Contexto: trabajo

Interlocutores: compañeros de trabajo (hispanocostarricenses o guaymíes) y jefe (guaymí o hispanocostarricense).

En el bloque A, se elicita información relacionada con las lenguas que el entrevistado usa en el contexto familiar, en especial con los hijos a quienes orienta sobre el uso de las lenguas disponibles en el entorno bilingüe. Con el bloque B se identificó la lengua utilizada por el entrevistado (siendo ahora adulto) para interactuar con personas guaymíes de la misma edad, ancianos, infantes y adolescentes, así como con amigos hispanocostarricenses. Finalmente, con la información obtenida a partir del bloque C, se logró conocer la lengua empleada con interlocutores del círculo laboral, ya fuesen compañeros (guaymíes o hispanocostarricenses) o el jefe(a) (guaymí o hispanocostarricense).

Más adelante, en los apartados referentes a la sistematización de datos se presentan tres cuadros, uno para cada etapa: infancia, adolescencia y adultez. Estos cuadros fueron elaborados tomando en cuenta las situaciones de uso de cada hablante de acuerdo con cada una de esas etapas de su vida y la lengua usada. Asimismo, resulta necesario aclarar que en los cuadros se identifican ciertas diferencias en relación con las situaciones de uso, las cuales dependen de los criterios de la entrevista realizada y la etapa de desarrollo descrita por daca cada entrevistado29.

Cotejo de la información sociolingüística

A continuación, se cotejan las similitudes y diferencias entre los aspectos sociolingüísticos identificados en las historias sociolingüísticas. En este apartado y en los restantes, los guaymíes de la muestra serán identificados con la letra H más un número del uno al seis (H1, H2, H3, H4, H5 y H6). Esta sección se divide en tres subapartados: uno con la información sociodemográfica de cada entrevistado; el segundo con información sobre las lenguas habladas por los allegados, y un tercero con los usos de las lenguas de acuerdo con el contexto comunicativo. En cada subapartado, se exponen las diferencias y similitudes entre los perfiles sociolingüísticos de los individuos que conforman la muestra poblacional.

Información sociodemográfica de cada entrevistado

Los entrevistados están dentro de los rangos etarios establecidos: H1 y H2 pertenecen al rango de 50 a 60 años, H3 y H4 al de 35 a 45 años, y H5 y H6 al de 20 a 30 años. En cuanto al lugar de nacimiento y residencia, el hablante H5 nació en Panamá y migró con su familia a Costa Rica en los primeros años de vida, mientras que el resto de los participantes nacieron en este último país. H1, H2, H3 y H5 residen en La Casona, H6 en Brus Malí y H4 tiene una situación particular con su lugar de residencia porque habita en Alto Laguna, pero pasa cinco días a la semana en La Casona por razones que no precisó; eso quiere decir que comparte más tiempo con gente del territorio de Coto Brus.

En cuanto a la escolaridad, H1 llegó hasta tercer año de colegio; H2, primaria incompleta; H3, secundaria incompleta; H4, primaria completa; H5, universitaria completa; y H6, universitaria incompleta. De este modo, se puede observar que los hablantes H5 y H6 son los que poseen el grado de escolaridad más alto de la muestra, H3 y H1 tienen escolaridad media, en tanto H4 y H2 cuentan con la escolaridad más baja.

El estado civil es un dato que entre los entrevistados: H1 está separado; H2, H3 y H5 en unión libre, mientras que H4 y H6 son personas solteras. Es importante recordar que, con el paso del tiempo, el matrimonio tradicional se ha ido sustituyendo por la unión libre y, de hecho, ninguno de los miembros de la muestra tenía un matrimonio legalmente consolidado según el sistema sulia.

Por otra parte, entre los individuos de la muestra hay dos maestros: uno de ellos es H1, quien se dedica a la enseñanza del guaymí para entidades públicas, y otro es H5, quien es maestro de primaria e imparte clases en escuelas guaymíes. Los demás hablantes desempeñan otros oficios: H3 es administrador de un negocio propio; H2, agricultor y médico tradicional; H6, estudiante, y H4 facilita sus servicios, sin remuneración alguna, en la Asociación de Desarrollo de Alto Laguna.

Información sobre la(s) lengua(s) hablada(s) por los familiares y cónyuges

Los padres de todos los hablantes son de etnia guaymí, pero solo los padres fallecidos de H1 y H2 hablaban guaymí como única lengua; en cambio, los padres de H3, H4, H5 y H6 hablan tanto guaymí como español. Las cónyuges de H2 y H5 pertenecen a la etnia guaymí: la cónyuge de H2 tiene el guaymí como L1 y el español como L2 adquirida en la adultez; mientras que la cónyuge de H5, si bien tiene el español como L2, la adquirió en una edad muy temprana. Con respecto a la cónyuge de H3, ella pertenece a la etnia bocotá y habla bocotá, español y guaymí. H1 y H6 no tienen cónyuge.

Usos de las lenguas de acuerdo con el contexto comunicativo

Se describe e identifica el uso de las lenguas a través de las etapas de vida, ya sea la infancia, la adolescencia o la adultez de acuerdo con el contexto comunicativo (casa, comunidad, centro educativo/laboral).

Infancia

En la casa, como espacio de convivencia familiar, se identificó que los familiares de la mayoría de los hablantes utilizaban como única lengua el guaymí, excepto los de H6, quienes preferían emplear ambas. Aquellos entrevistados en cuyos hogares solo se hablaba guaymí coinciden en que los miembros del núcleo familiar dominaban más esta lengua.

En la comunidad, los entrevistados H1, H2 y H4 aseguran haber empleado el guaymí para hablar con amigos de la misma edad; H5 y H6, el español, y H3 hacía uso tanto del guaymí como del español en dichas situaciones. Los hablantes de mayor y menor edad, H1 y H6 respectivamente tuvieron más amigos hispanohablantes en la infancia, contrario a los participantes H3, H4 y H5, quienes tuvieron relaciones de amistad con pocos hispanohablantes, o al hablante H2, quien no las tuvo en absoluto. En conversaciones con ancianos, todos los hablantes de la muestra utilizaban el guaymí para hablar con ancianos de la comunidad, y en conversaciones con adultos jóvenes, los individuos H1, H2, H3, H4 y H5 empleaban el guaymí, excepto H6 quien usaba el guaymí y el español.

En cuanto a la formación educativa y al ámbito escolar, los hablantes H1, H2 y H4 estudiaron fuera del territorio indígena, H3 y H6 estudiaron en una escuela dentro del territorio indígena, en tanto H5 asistió a una escuela fuera del territorio guaymí los primeros cuatro años de escolaridad y posteriormente ingresó a una institución dentro del territorio. Además, la etnia del maestro(a) de la escuela en la que estuvo cada hablante podría haber determinado el uso de una u otra lengua en el contexto escolar: la maestra de H1, H2 y H4 era de etnia hispana, la de H3 era bribri, pues, según el testimonio de este hablante, en esa época los bribris habían comenzado a ejercer docencia fuera de sus territorios; H5 tuvo una maestra hispana en la escuela fuera del territorio, pero en la escuela dentro del territorio tuvo una maestra sulia que impartía las asignaturas básicas y un maestro guaymí encargado de la enseñanza de la lengua autóctona como materia complementaria. Esto último también vale para H6, quien recibió clases con una maestra hispana y un maestro de guaymí.

En relación con la edad de ingreso a la educación primaria, los participantes H1, H2 y H5 comenzaron a la edad de ocho años la educación primaria, H6 lo hizo a los siete años, H4 a los diez años y H3 a los dieciséis. Cabe destacar que H3 y H4 hicieron un ingreso tardío en relación con los demás hablantes, particularmente H3, quien entró a la escuela cuando terminaba la adolescencia. Con respecto a la lengua usada para la enseñanza, los hablantes H1, H2, H3 y H4 recibieron una educación completamente en español, mientras H5 y H6 tuvieron la oportunidad de recibir una parte de su educación también en guaymí, aunque de menos horas lectivas. En los recreos, se hacía uso de una u otra lengua dependiendo de la necesidad comunicativa. Con los compañeros de etnia guaymí, H1, H2, H3 y H5 hablaban guaymí, en tanto H6 utilizaba el guaymí y el español. No se cuenta con información sobre H4, debido a que no tuvo compañeros guaymíes en la escuela.

Observaciones sobre los aspectos sociolingüísticos cotejados en torno a la infancia

El guaymí fue la única lengua utilizada en los hogares de la mayoría de las personas durante la niñez. Sin embargo, la información relacionada con el entorno familiar de H6 contrasta con la del resto de participantes, pues en su familia se dio el uso alternativo del guaymí y el español al parecer generalizado, en tanto el guaymí quedó restringido a las conversaciones sobre temas no tradicionales. La diferencia de H6 respecto de los otros participantes consultados puede estar relacionada con el hecho de pertenecer al rango etario de menor edad y ser el miembro más joven del total de la muestra.

En la comunidad, H1 y H2 utilizaron el guaymí independientemente del interlocutor. No obstante, H1 había comenzado a emplear el español cuando les servía de intérprete a los adultos hispanohablantes y guaymí, contrario a H2, quien se mantuvo alejado de los primeros hasta la edad adulta. De tal situación se infere que el mayor o menor contacto con los hablantes de etnia hispana pudo haber despertado en H1 el interés por practicar el español más que su coetario H2.

Añádese que, si bien H3 y H4 coinciden en que ambos utilizaban el guaymí para tratar a los ancianos y a los adultos jóvenes, H3 se diferencia de H4 en que el primero tuvo contacto con niños guaymíes hablantes del español desde la infancia temprana, aspecto que, según su biografía, detonó el desarrollo de habilidades de comprensión oral en esta lengua, así como del uso de términos neológicos.

Por su parte, H5 y H6 utilizaron el español para interactuar con otros niños guaymíes de la comunidad, situación que diferencia a estos de los hablantes mayores, quienes, en su época de niños, empleaban únicamente la lengua vernácula. Para entablar una conversación con las personas ancianas, ambos hablantes empleaban únicamente el guaymí. En cambio, con los adultos jóvenes, H5 hacía uso del guaymí, mientras que H6 lo hacía tanto del español como del guaymí, lo cual podría ser un indicio de que, durante la niñez de H6, el español se estaba extendiendo como lengua de interacción con personas de mayor edad.

En cuanto a la escuela, si bien H2 (de 57 años) y H6 (de 20 años) utilizaban ambas lenguas para interactuar con compañeros guaymíes, al parecer lo hicieron por motivos distintos: mientras el guaymí seguía siendo la lengua de preferencia en juegos, bromas, etc.

H2 les ayudó a otros guaymíes a comprender el español para sacar adelante las tareas del estudio; en tanto, H6 hacía uso alternativo de ambas lenguas, pues era la dinámica que se estilaba en el ambiente escolar de su generación. Así, los motivos que H2 y H6 tenían para hacer uso del guaymí y el español podrían estar reflejando la situación sociolingüística del ambiente escolar en épocas diferentes según la brecha generacional entre ambos hablantes.

Conviene indicar que la diferencia entre las características del entorno educativo entre las diversas situaciones de vida pudo haber implicado la preferencia y uso de una u otra lengua. El contacto con maestros y compañeros hispanohablantes, la lengua en la que se impartían las lecciones, así como la ubicación de la escuela dentro o fuera del territorio indígena pudo haber tenido consecuencias en el dominio de español alcanzado de acuerdo con su exposición al input de las variedades sin contacto. Otro aspecto es la edad de ingreso a la educación primaria; ya se había señalado que la mayoría de los hablantes tenían entre 7 y 10 años cuando ingresaron a la escuela, mientras que H3 lo hizo a los 16 años, posiblemente con mayor seguridad lingüística que sus compañeros de clase más jóvenes. En el cuadro 1 se presenta un resumen de lo anteriormente explicado.

Cuadro 1. Uso de lenguas en la infancia: guaymí, español y alternancia

Situación de informantes

H1

H2

H3

H4

H5

H6

Casa

G

G

G

G

G

G ~ E

Amigos guaymíes

G

G

G ~ E

G

E

E

Ancianos

G

G

G

G

G

G

Adultos jóvenes

G

G

G

G

G

G ~ E

Escuela comunal

NA

NA

E

NA

G ~ E

G ~ E

Compañeros guaymíes

G

G

G

NA

G

G ~ E

G: uso del guaymí G ~ E: alternancia entre el guaymí y español E: uso del español NA: sin datos

Teniendo en mente lo señalado, pasemos a cotejar los aspectos sociolingüísticos que caracterizaron la adolescencia de los participantes.

Adolescencia

Se cotejan las similitudes y diferencias entre los aspectos sociolingüísticos que caracterizaron la adolescencia de los hablantes consultados. Como se procedió en el apartado anterior, se han tomado en cuenta la casa, la comunidad y la escuela como escenarios de interacción. En el primero de estos escenarios, hemos registrado que los familiares de H1, H2, H3 y H4 utilizaban el guaymí, mientras que en los hogares de H5 y H6 se hablaba tanto guaymí como español. Sin embargo, parece que en su adolescencia el español estaba desplazando al guaymí.

En el escenario correspondiente a la comunidad, H1, H3 y H4 empleaban el guaymí y el español para interactuar con otros adolescentes, H5 y H6 utilizaban el español, mientras que el participante H2 usaba el guaymí. Asimismo, todos los participantes, cuando eran adolescentes, utilizaban el guaymí para hablar con los ancianos de la comunidad; en tanto, la mayor parte de los entrevistados emplean el guaymí para hablar con adultos jóvenes, en tanto H5 es el único de estos que lo hacía en español.

Durante la educación secundaria, H1 cursó sus estudios fuera del territorio guaymí; H3, H5 y H6 asistieron a un colegio dentro del territorio, en tanto H2 y H4 no cursaron la educación secundaria. H1, H3 y H5 tuvieron solamente profesores hispanohablantes, mientras que H6 tuvo profesores de ambas etnias. A su vez, quienes estudiaron dentro del territorio guaymí lo hicieron en el colegio La Casona. Aunque la mayoría de los estudiantes de esta institución son guaymíes, también fue habitual que se matricularan hispanohablantes residentes en zonas aledañas, en tanto, H2 y H4 no cursaron la educación secundaria. Por su parte, H1 y H5 entraron a la edad de catorce años al colegio, H6 lo hizo a la edad de trece años, mientras que H3 ingresó a los veinticinco años. Este último es el que ingresó más tardíamente en comparación con los otros hablantes. Como H2 y H4 tan solo cursaron la primaria, no se cuenta con ninguna información al respecto.

En este escenario, la lengua utilizada por H6 para hablar con compañeros guaymíes fue el español; en cambio, H3 y H5 afirman haber utilizado ambas lenguas. No se cuenta con información para H1, H2 y H4, dado que el primero no tuvo compañeros guaymíes en el colegio, mientras que los dos segundos no cursaron la educación secundaria.

Observaciones sobre los aspectos sociolingüísticos cotejados en torno a la adolescencia

Con el transcurso los años, los familiares de la mayoría de los hablantes consultados siguieron utilizando el guaymí en el caso de H1, H2, H3 y H4, y el guaymí junto con el español en el caso de H6. Sin embargo, se identificaron cambios con respecto al uso de las lenguas dentro de los círculos familiares de H5 y H6. La familia de H5 incluyó el español como parte del repertorio lingüístico de los miembros, al punto de que, para contar historias o transmitir conocimientos sobre medicina tradicional, comenzaron a utilizar principalmente el español (con excepción de la madre) y llegaron a sustituir el guaymí por el español en conversaciones sobre política, educación, acontecimientos en la comunidad, etc. En el hogar de H6, el cambio más importante que ocurrió de su niñez a su adolescencia fue el desplazamiento del guaymí a favor del uso predominante del español.

En cuanto a la comunidad, se detectaron ciertos cambios interesantes. H5 siguió utilizando el español para interactuar con personas de la misma edad, pero incluyó, además, al guaimí como lengua alternativa. Para conversar con adultos jóvenes, H5 sustituyó el guaymí por el español completamente. En cambio, H6 prefirió el guaymí durante la adolescencia a pesar de haber utilizado ambas lenguas cuando era niño.

La historia sociolingüística de H1 muestra que empleó tanto el guaymí como el español para entablar conversación con interlocutores de la comunidad. Por lo que se refiere a la época del colegio, H1 fue el único que cursó la educación secundaria en regiones predominantemente hispanocostarricenses. Además, en la sección de infancia, se identificaron hablantes cuyo ingreso al sistema de primaria fue muy tardío, lo cual tuvo repercusión en las edades de ingreso al colegio, especialmente en H3, quien inició la educación secundaria a los veinticinco años.

Sobre las lenguas utilizadas para relacionarse con los compañeros guaymíes, H6 (la persona más joven de la muestra) es el único que afirma haberse dirigido siempre en español a los colegiales de su misma etnia, contrario a los individuos H3 y H5, quienes más bien adoptaron el uso alternativo del guaymí y el español. El Cuadro 2 resume la información anteriormente explicada.

Cuadro 2. Uso de lenguas en la adolescencia: guaymí, español y alternancia

Situación de informante

H1

H2

H3

H4

H5

H6

Casa

G

G

G

G

G ~ E

G ~ E

Amigos guaymíes

G ~ E

G

G ~ E

G ~ E

E

E

Ancianos

G

G

G

G

G

G

Adultos jóvenes

G

G

G

G

E

G

Colegio comunal

NA

NA

E

NA

E

G ~ E

Compañeros guaymíes

NA

NA

G ~ E

NA

G ~ E

E

G: uso del guaymí G ~ E: alternancia entre el guaymí y español E: uso del español NA: sin datos

Adultez

En el último apartado sobre las etapas de vida, se comparan de nuevo los aspectos que identifican el perfil sociolingüístico de cada entrevistado en tres escenarios de interacción: la casa, la comunidad y el trabajo.

En la casa, para dirigirse a los abuelos, H3, H5 y H6 utilizan el guaymí. Todos ellos coinciden en que sus abuelos prefieren que se dirijan a ellos en esta lengua. Los abuelos H1, H2 y H4 fallecieron hace muchos años, de ahí que no pudieran brindarnos información alguna. En cuanto a la lengua usada para hablar con los padres, H3 y H5 emplean el guaymí; H4, el guaymí y el español, mientras que H6 solo emplea el español. No contamos con información para H1 y H2, pues los padres de cada uno de ellos están fallecidos.

Con respecto a las lenguas utilizadas para hablar con la cónyuge, el hablante H2 emplea el guaymí para hablar con su esposa; H5 solo se dirige a su cónyuge en el español, mientras que H3 utiliza tanto el guaymí como el español. H1 y H2 no tienen cónyuge en la actualidad, por lo que no pudieron brindar ninguna información en este sentido. Asimismo, los participantes H5 y H2 hablan solo guaymí con los hijos; en cambio, H3 y H4 utilizan tanto el guaymí como el español, porque ambos quieren facilitarles una educación bilingüe a estos miembros de sus familias. Por su parte, H1 utiliza principalmente el español para comunicarse con sus hijos adultos. No se cuenta con información para H6, dado que no tiene hijos.

En la comunidad se utilizan una u otra lengua, según el hablante y el tipo de interlocutor. Con personas guaymíes de la misma edad, H1 utiliza el guaymí y el español, H2 prefiere hacer uso del guaymí, en tanto el resto de las personas emplea el español. Por lo que se refiere a la interacción con otras etnias, H1 y H3 tienen pocos amigos hispanocostarricenses. Sin embargo, la mayoría de los hablantes, es decir, H2, H4, H5 y H6, ha establecido vínculos de amistad con muchas personas de esta etnia.

Por otra parte, H4 es el único entrevistado que utiliza el español con los ancianos guaymíes; en cambio, los individuos restantes emplean solamente el guaymí para dirigirse a estos interlocutores. Para interactuar con los niños guaymíes, la situación es muy poco distinta, ya que la mayoría de los participantes emplea ambas lenguas al hablar con los niños, con excepción de H2, quien hace uso del guaymí en el trato a los niños de su etnia. Sumado a esto, H3, H5 y H6 hablan en español con los jóvenes de secundaria, H4 utiliza ambas lenguas y el hablante H2 emplea el guaymí. H1 aseguró no tener amistad con jóvenes de colegio, lo cual implicó que no nos pudiera brindar información relevante para nuestro análisis.

En el entorno laboral, todos los hablantes que trabajan lo hacen dentro del territorio indígena. Se observa que H1 y H2 tienen jefes hispanocostarricenses: los de H1 son dos y pertenecen al Ministerio de Cultura y al Registro Civil, respectivamente, en tanto el jefe de H2 es uno solo asignado por la Caja Costarricense de Seguro Social. Asimismo, H5 es un maestro que trabaja en dos escuelas, en una tiene un jefe hispano y en otra tiene un jefe guaymí; mientras que el líder de la asociación en la que colabora H4 es de etnia guaymí. En cuanto a la etnia de los colegas, los de H4 son todos guaymíes, en cambio los de H2 y H5 son guaymíes e hispanocostarricenses. Como H3 es su propio jefe, él acostumbra a contratar subalternos de etnia guaymí. No se cuenta con información para H6, pues este individuo no se desempeña en el ámbito laboral. En otros aspectos, H1 no tiene colegas y, al igual que H2, tampoco tiene subalternos; H3 cumple la función de jefe y no tiene colegas, y H4 y H5 no tienen subalternos.

En torno a las lenguas utilizadas con los colegas guaymíes en el trabajo, H2 y H5 hablan en la lengua autóctona con los colegas guaymí, mientras que H4 lo hace en español. Debido a que H1 y H3 no tienen colegas de trabajo, no pudieron brindarnos información al respecto. Con los jefes la situación es distinta, pues H1 y H2 emplean el guaymí por petición del propio superior jerárquico; en cambio, los individuos H4 y H5 alternan el guaymí y el español. No se dispuso de información acerca de H3 y H6 para la conversación con jefes, debido a que el primero se desempeña como dueño del local comercial donde trabaja, mientras que el segundo no trabaja del todo.

Observaciones sobre los aspectos sociolingüísticos cotejados en torno a la adultez

Aunque la lengua hablada por los familiares de H4 había sido el guaymí hasta su adolescencia, actualmente H4 se dirige a sus padres en español y en guaymí argumentando que ellos también emplean las dos lenguas para dirigirse a él. Este hablante considera apropiado hablarles ambas lenguas a sus hijos, lo cual demuestra interés en que sus descendientes puedan adquirir una competencia similar en guaymí y español. Esto ocurre también con H3, quien les habla a sus hijos en español y en guaymí, entretanto su cónyuge se encarga de hablarles en bocotá para que puedan adquirir un repertorio trilingüe de español-guaymí-bocatá. No obstante, H3 se diferencia de H4 en que el primero, aún hoy en día, se dirige a sus padres solamente en guaymí. A propósito de esta misma situación, H5 emplea únicamente el guaymí con su hija para contrarrestar los efectos lingüísticos que pueda tener el hecho de que su cónyuge solo le habla en español a esta.

En el diálogo con personas de la misma edad en la comunidad, H3 y H4 pasaron de utilizar el español junto con el guaymí a desplazar completamente la segunda lengua a favor de la primera. En conversaciones con ancianos de la etnia guaymí, la mayoría de los participantes mantiene el empleo exclusivo de la lengua vernácula, no así H4, quien ahora alterna el español con el guaymí cuando interactúa con este grupo de personas.

Algunos años antes, H4 y H5 utilizaban solo el español para dialogar sobre plantas medicinales y curaciones en la comunidad; no obstante, ahora que son adultos han retomado como lengua alternativa el guaymí. Se documenta, además, que H4 dejó de usar guaymí junto con español y se inclinó por completo al uso del español. Mientras tanto, si bien H3 y H5 apostaron en su vida adulta por emplear ambas lenguas de su repertorio bilingüe, estos individuos se diferencian entre sí en que H3 pasa de usar solo el guaymí a incluir también el español, contrario a H5, quien decidió incluir el guaymí.

Cuando se ahonda en el trabajo como escenario de interacción, se observa que H4 se diferencia de los otros individuos en que es el único que usa el español con los colegas guaymíes del trabajo, práctica que podría estar relacionada con la situación sociolingüística de Alto Laguna, pues H4 colabora esporádicamente para la asociación de desarrollo ubicada en ese lugar. Asimismo, los jefes de H1 y H2 les piden a ambos que utilicen principalmente el guaymí, lo cual puede estar relacionado con las funciones que cumplen como intérpretes entre las personas que no hablan una u otra lengua.

Ténganse en cuenta tres observaciones en torno a la posible relación entre la escolaridad de cada hablante y su respectiva elección lingüística. Primera, H2 y H4 presentan el grado de escolaridad más bajo; con todo, además de coincidir en el uso alternativo del guaymí y el español para hablar en el medio laboral, la baja escolaridad no parece estar relacionada con ninguna otra similitud entre ambos. Segunda, H1 y H3 poseen una escolaridad media y utilizan las mismas lenguas para hablar con los hijos, los ancianos y los niños noves de la comunidad. Tercera, los participantes H5 y H6 eligen la misma lengua para tratar a los abuelos, a ancianos, a guaymíes de la misma edad y a niños de su misma etnia; sumado a esto, ellos seleccionan las mismas lenguas para conversar sobre temas relacionados con la cultura nove en la comunidad y de otro tipo de temas en la casa. Sin embargo, se aprecia que ambas parejas hablantes (H1 y H3, por un lado, y H5 y H6, por otro) presentan contextos comunicativos en los cuales la elección de una u otra lengua no es coincidente. De todas maneras, las elecciones lingüísticas de los individuos con escolaridad alta y media tienden a coincidir más que las de los miembros con escolaridad baja.

Para H4 y H5 se presenta un uso equilibrado del guaymí y el español, mientras que, para H6, el guaymí ha sido parcialmente desplazado por el español, al menos en la competencia oral. La situación de H6 no es la misma que la de H1, H2 y H3 (los tres hablantes mayores), quienes mantienen un buen dominio (oral) del guaymí aún en su vida adulta. Así pues, el cuadro 3 resume las situaciones comunicativas según lo declarado por los informantes.

Cuadro 3. Uso de lenguas en la adultez: guaymí, español y alternancia

Situación de Informante

H1

H2

H3

H4

H5

H6

Abuelos

G

G

G

G

G

G

Padres

NA

NA

G

G ~ E

G

E

Cónyuge

NA

G

G ~ E

NA

E

NA

Hijos

E

G

G ~ E

G ~ E

G

NA

Amigos guaymí

G ~ E

G

E

E

E

E

Ancianos

G

G

G

E

G

G

Niños

G ~ E

G

G ~ E

G ~ E

G ~ E

G ~ E

Jóvenes

NA

G

E

G ~ E

E

E

Jefe

G

G

NA

G ~ E

G ~ E

NA

Subalterno

NA

NA

NA

NA

NA

NA

Colega

NA

G

NA

E

G

NA

G: uso del guaymí G ~ E: alternancia entre el guaymí y español E: uso del español NA: sin datos

Observaciones generales

El gráfico 1 muestra el panorama general de las tendencias de uso de las lenguas en las tres etapas de vida (infancia, adolescencia, adultez) para los seis entrevistados Las barras blancas representan el uso del español; las grises, el uso del guaymí, y las negras, la alternancia entre los usos del guaymí y español. Este gráfico se basa en los valores relativos de porcentaje de los usos de lengua declarados por todos los informantes y expresados en los tres cuadros anteriores. A cada uso se le asigna un valor de uno (1) y no se contabilizan las instancias marcadas como NA.

El guaimí, como única lengua de comunicación intraétnica, ha pasado por un proceso de declive en uso que se viene reflejando desde la infancia hasta la adultez: si bien en la infancia se registró un 71,8 % de uso del guaymí, en la adolescencia decae a un 53,3 %, mientras que en la adultez, ha llegado a un 40 %. En cuanto al español, hay un aumento considerable de su uso entre la infancia con un 9,3 % y la adolescencia con un 20 %; mientras que el uso en la adultez correspondiente a un 24 %, tan solo refleja un incremento respecto a la adolescencia de un 4 %. Además, la alternancia aumenta de un 18,75 % en la infancia a un 26 % en la adolescencia, porcentaje que se mantiene muy estable hasta hoy en día en adultez con un 26,6 %. La alternancia de lenguas y el uso exclusivo de español confluyen, puesto que la primera es la antesala del segundo en un contexto nacional general de uso exclusivo del español.

Gráfico 1. Distribución del uso de las lenguas en cada etapa de vida

Lengua: español (blanco), guaymí (gris claro), alternancia (negro).

Conclusiones

La sistematización de las historias sociolingüísticas particulares muestra cómo el bilingüismo declarado por cada participante pone en manifiesto los indicios del desplazamiento del guaymí a favor del español, y, en consecuencia, de su pérdida paulatina en el repertorio bilingüe de estos individuos. El desplazamiento es mayor en los hablantes más jóvenes, como H3, H5 y H6. O, desde un punto de vista optimista, se puede ver que la lengua presenta cierto grado de supervivencia en su uso, naturalmente ligado a la generación mayor, como H1 y H2. De todas maneras, los datos presentados tienen la virtud de mostrar una visión de primera mano de las dinámicas lingüísticas de una comunidad bilingüe minoritaria.

Conforme a lo que plantea Sánchez30, son urgentes los estudios sistemáticos sobre las competencias reales de los hablantes bilingües, el grado de bilingüismo, entre otros, en estas comunidades. Tales estudios son necesarios si se quiere tener una política lingüística nacional más realista.

Anexo 1

Hablemos de cuando usted era niña(o)...

En su casa...

1. ¿Qué lenguas se usaban en su casa?

2. ¿A usted le decían sus familiares que mejor hablara guaymí con ellos?; ¿quiénes?

3. ¿Cuál idioma usaban en su casa para compartir las historias de la cultura guaymí como las de animales?; ¿cuál usaban para hablar de fútbol?

4. ¿Cuáles de sus familiares hablaban solo guaymí para cualquier tema?

En su comunidad...

5. ¿Qué idioma usaba cuando jugaba con los amigos guaymíes?

6. ¿Tenía amigos hispanocostarricenses de niño?; ¿muchos o pocos?

7. Cuando era un niño, ¿cuál idioma usaba con los ancianos?; y ¿con personas adultas más jóvenes?

8. Cuando era un niño, ¿recuerda usted si usaba un idioma más que otro?

9. ¿Usted hablaba con sus amigos guaymíes de temas de la cultura tradicional (las chacras, la ropa, las artesanías, la comida tradicional, etc.)? Si es así, ¿en qué idioma?; ¿y para hablar con sus amigos guaymí de temas que no se relacionan con la cultura guaymí (fútbol, etc.)?

En la escuela...

10. ¿Cuál(es) idioma(s) hablaba con sus compañeros guaymíes?

11. ¿En qué idioma impartían las clases de la escuela?

12. ¿Tenía compañeros hispanocostarricenses en la escuela?

13. ¿Ellos mostraban interés por aprender el guaymí y la cultura guaymí?; o ¿lo(a) molestaban más bien?

14. ¿En qué idioma contestaba los exámenes?; y ¿en sus cuadernos escribía en guaymí o español?

15. ¿Su maestra(o) era guaymí o hispanocostarricense?

Hablemos de cuando usted era joven (cuando tenía de 13 a 15 años)

En su casa...

16. Cuando usted era un muchacho(a) de 15 años, ¿hablaba guaymí en cualquier momento y lugar?

17. Cuando era un muchacho(a), ¿usaba aún el mismo idioma que usaba de niño?

18. ¿Su familia le hablaba en guaymí o español?

19. Al hablar sobre temas de la cultura guaymí como las chacras, la ropa, las artesanías, la comida tradicional, etc.), ¿cuál idioma usaban sus familiares?; y ¿para hablar de temas que no son de la cultura guaymí (fútbol, etc.)?

En su comunidad...

20. ¿En qué idioma hablaba con otros jóvenes de su edad?

21. ¿Tenía amigos hispanocostarricenses?; ¿muchos o pocos?

22. Cuando usted era un muchacho de unos 15 años, ¿en qué idioma hablaba usted con los guaymíes ancianos?

23. ¿En qué idioma hablaba usted con adultos guaymíes de la edad de su padre?

24. Todavía cuando era un muchacho, ¿se contaban historias tradicionales en su comunidad?; ¿en qué idioma?; y ¿para hablar de la mejenga entre la gente del pueblo?

En el colegio...

25. ¿Cuál idioma usaba en el colegio para hablar con compañeros guaymíes?

26. ¿Tenía compañeros hispanocostarricense en el colegio?

27. ¿Los compañeros hispanocostarricenses mostraban interés por aprender el idioma guaymí y la cultura guaymí?; o ¿lo(a) molestaban más bien?

28. ¿Su profesor(a) era guaymí o hispanocostarricense?

Hablemos de ahora que usted es adulto...

En su casa...

29. ¿Cuáles miembros de su familia habitan en su casa actualmente?

30. ¿Qué idioma habla con sus papdres y sus abuelos?

31. Con su esposa(o) ¿en qué idioma habla?

32. ¿Habla con sus hijos en guaymí?; ¿y ellos con usted? (si los tiene).

33. Cuando habla con sus familiares actualmente sobre temas de la cultura guaymí (las chacras, la ropa, las artesanías, la comida tradicional, etc.), ¿cuál idioma utiliza?; ¿y para hablar de temas que no son de la cultura guaymí como el mundial 2014?

En su comunidad...

34. ¿Cuál idioma usa actualmente para hablar con gente de su edad en su comunidad?

35. ¿Tiene amigos hispanocostarricense actualmente?; ¿muchos o pocos?

36. ¿En qué idioma habla usted con los guaymíes ancianos?

37. ¿En qué idioma habla usted con los niños guaymíes?

38. ¿En qué idioma habla usted con los jóvenes guaymíes de colegio?

39. ¿En qué idioma responde usted si alguien le habla en guaymí?

40. ¿Cuál es el idioma que usa actualmente para hablar de temas de la cultura guaymí (las chacras, la ropa, las artesanías, la comida tradicional, etc.)?; y ¿de temas que no son de la cultura guaymí, por ejemplo, de política?

En el trabajo...

41. ¿Usted tiene compañeros guaymíes y hispanocostarricenses en el trabajo?

42. ¿Cuál idioma habla con sus compañeros guaymíes del trabajo?

43. ¿Su jefe es guaymí o hispanocostarricense?

44. ¿Su jefe le pide usar alguno de los dos idiomas durante el trabajo y las horas de almuerzo?

45. ¿Tiene amistad con los compañeros hispanocostarricenses?

46. Y ¿ellos muestran interés por aprender la lengua guaymí y la cultura guaymí?

47. Al hablar de temas de la cultura guaymí (las chacras, la ropa, las artesanías, la comida tradicional, etc.), ¿qué idioma usa?; y ¿para hacer chistes sobre el jefe?


1 Recibido: 25 de enero de 2019; aceptado: 19 de agosto de 2019.

2 Escuela de Literatura y Ciencias del Lenguaje. Correo electrónico: rebekamarin87@gmail.com

3 Joshua Fishman, «Language maintenance and language shift as fields of inquiry», Linguistics 9 (1964):32-70.

4 Nancy C. Dorian, Investigating Obsolescence: Studies in Language Contraction and Death (Cambridge: Cambridge University Press, 1989) 13-70.

5 Sarah Thomason and Terrence Kaufman, Language Contact, Creolization, and Genetic Linguistics (Berkeley: University of California Press, 1988) 45-190.

6 Klaus Zimmermann, «Aspectos teóricos y metodológicos de la investigación sobre el contacto de lenguas en Hispanoamérica», Lenguas en contacto en Hispanoamérica: Nuevos enfoques (Madrid: Iberoamericana, 1995) 148-153.

7 René Apple y Peter Myuskel, Bilingüismo y contacto de lenguas (Barcelona: Ariel, 1996) 51.

8 Sarah Thomason, Language Contact (Edinburgh: Edinburgh University Press, 2001) 214.

9 David Cristal, Language Death (Cambridge: Cambridge University Press, 2000) 5-23.

10 Tasaku Tsudona, Language Endangerment and Language Revitalization (Berlín: Mount de Gruyter, 2005) 36-64.

11 Reiner Enrique y Héctor Muñoz, «Desplazamiento y resistencia de la lengua otomí: el conflicto lingüístico en las prácticas discursivas», Estudios Sociológicos 4, 11 (1986): 215-240.

12 Rodolfo Cerrón, «Contactos y desplazamientos lingüísticos en los Andes Centro-Sureños: El puquina, el aimara y el quechua», Boletín de Arqueología 14 (2010), 255-282.

13 Isabela Trujillo y Roland Terborg, «Un análisis de las presiones que causan el desplazamiento o mantenimiento de una lengua indígena», Cuadernos Interculturales 7, 12 (2009): 127-140.

14 Carolina Hecht, «Niñez y desplazamiento lingüístico: reflexiones acerca del papel del habla en la socialización de los niños tobas de Buenos Aires», Anthropologica XXVII, 27 (2009) 25-45.

15 Laura García y Roland Terborg, Muerte y vitalidad de las lenguas indígenas y las presiones sobre sus hablantes (México D. F.: Universidad Autónoma de México, 2011) 63-275. DOI: https://doi.org/10.22201/cele.9786070275517e.2015.

16 Azucena Palacios, El español en América. Contactos lingüísticos en Hispanoamérica (Barcelona: Ariel: 2008).

17 Adolfo Constenla Umaña, «Algunos aspectos lingüísticos y socioculturales de la influencia de las lenguas indígenas en las variedades americanas del español», Visiting Resource Professor Papers LLILAS, The University of Texas at Austin, <https://repositories.lib.utexas.edu/handle/2152/4070>.

18 Carlos Sánchez, «Situación de las lenguas minoritarias en Costa Rica y censos nacionales de la población 1927-2000: vitalidad, desplazamiento y autofiliación etnolingüística», Revista de Filología y Lingüística XXXV, 2 (2009), 233-250. DOI: https://doi.org/10.15517/rfl.v35i2.1174.

19 Carlos Sánchez, «Lenguas en peligro de Costa Rica: vitalidad, documentación y descripción», Káñina XXXVII, 1 (2013), 219-250. DOI: https://doi.org/10.15517/rk.v37i1.10589.

20 La lengua guaymí se denomina ngäbere o ngäbe por parte de sus hablantes. Aquí hago uso de la nomenclatura en español.

21 Dennis R. Preston y Nancy Niedzielski, Folk Linguistics (Berlín: Mouton de Gruyter, 2003) 2-33.

22 Autores como García y García (2012) y Sánchez (2015) prefieren los términos historia de vida o biografía lingüística. En el presente artículo se ha utilizado historia sociolingüística para restringir el ámbito de estudio al analizado en esta investigación.

23 William Labov, Sociolinguistic patterns (Philadelphia: University of Pennsylvania Press, 1972) 25-76.

24 Francisco Moreno, Principios de Sociolingüística y sociología del lenguaje (Barcelona: Ariel Letras, 1998) 53.

25 Moreno, 53.

26 En la cultura tradicional guaymí un joven de entre 14 y 16 años puede contraer matrimonio y ser considerado adulto. El hablante que cooperó con nosotros nos informó que a la edad del matrimonio es conveniente que los guaymíes conozcan sobre elaboración de la vestimenta tradicional, de artesanías y de otros objetos, pues va de mano con la adquisición de valores éticos y socioculturales para ser una persona de bien en su comunidad. No obstante, las generaciones más jóvenes han dejado de practicar muchas tradiciones culturales como la del matrimonio acordado por los padres. Según nuestro colaborador, las personas de su cultura por lo general acuerdan una “unión libre” sin realizar ninguna ceremonia tradicional o extienden el plazo para buscar pareja. Todo esto se debe a un proceso de aculturación y de asimilación de las costumbres hispano-costarricenses.

27 Ana Belén Salamanca y Cristina Martín, «El muestreo en la investigación cualitativa», NURE Investigación 27 (2007) 1-4.

28 Salamanca y Martín, 1-4.

29 Eso significa que las situaciones comunicativas de la niñez no son las mismas de la etapa adulta y la vejez.

30 Sánchez, 233-250.


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